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Áun no se habia apoderado Alfonso de Alburquerque de la ciudad de Goa para hacer de ella la capital de las posesiones portuguesas en la India, cuando con órdenes é instrucciones del Gobierno de Lisboa salia de las aguas del Tajo, en la primavera de 1508, Diego Lopez de Sequeira con cuatro embarcaciones, con objeto de establecer una fortaleza en Malaca y de reconocer al paso la isla de Madagascar ó de San Lorenzo. Verificada esta parte incidental de su mision, en 21 de Abril de 1509 llegaba Sequeira á Cochin y poco despues atravesaba el golfo de Bengala, aumentada su pequeña escuadra con un buque que le facilitára el virey Almeyda. En Sumatra, Lopez de Sequeira levantaba un padron con las armas de Portugal, y el 11 de Setiembre de 1509 daba vista á Malaca. Era entónces este puerto una de las más ricas y preciadas ciudades del Oriente, situada más allá del golfo de Bengala en el extremo Sur de la célebre península tenida

(1) Véase el número 1.o del tomo IV, correspondiente al mes de Julio último, página 1.a

por

por el Quersoneso Aureo de los antiguos, y en situacion propicia para ser el centro del comercio de Arabia y del Indostan, de la China, del Japon, de las islas Filipinas y de las de la Sonda. No contenia más de 30.000 fuegos. El rio en cuya desembocadura se hallaba situada la dividia por medio, formando como dos largas y estrechas ciudades unidas por una sola puente de madera. Sus habitantes eran casi todos mahometanos, así de orígen como de religion, vivos, alentados, amantes de los placeres y que pasaban una vida muy conforme con las ideas de su secta. La abundancia de los países vecinos, suministrándoles todas las delicias, contribuia á su vida voluptuosa tanto como á su gran opulencia. No hacía mucho que esta isla dependiera del reino de Siam; pero Mahamud, su actual monarca, habia sacudido el yugo y asentado su independencia. Aquí, como en Calicut, los adversarios de los portugueses recien llegados y bien acogidos al principio el soberano que tuvo á bien celebrar con ellos un tratado de comercio, fueron los mahometanos del Indostan, por cuyos consejos el monarca se determinó á una horrible traicion. Jugando estaba Diego Lopez de Sequeira al ajedrez á bordo de la nave almiranta, cuando ésta fué poco a poco llenándose de malayos que acudian como si fueran atraidos por sus negocios. García de Sousa, capitan de una de las cinco naves que allí se hallaban, fué el primero que notó el peligro á que se exponian, y habiendo gritado á su tripulacion que hiciese salir á toda aquella gente, envió á Fernando de Magallanes, tan famoso despues por el descubrimiento del estrecho que lleva su nombre, á avisar á Lopez Sequeira que tomase precauciones. Casi al mismo tiempo el contramaestre de la capitana advirtió que un hijo de un rajah, colocado detras del almirante, desenvainaba á medias su puñal, como esperando impaciente la señal para herir al jefe portugues. Un grito del contramaestre advierte al último del peligro, y poniéndose en armas los portugueses, pronto los malayos se lanzaron al mar alejándose á nado de los buques. No fué tanta la fortuna de los primeros en la ciudad, donde sólo unos veinte pudieron salvarse, refugiándose en la factoría. Con esto Lopez Sequeira, falto de gente para tripular sus naves, salió de Malaca, y llegando á Trabancore, y sabiendo que era ya Gobernador general Alfonso de Alburquerque, de quien era adversario, se contentó con participarle los sucesos de Malaca y de

á

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