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la edad de V. M. Mas la culpa se debe atribuir á los coronistas que el católico Rey Don Fernando tuvo, pues mediante que los unos se descuidaron por los otros se quedó por escrebir no solamente los doce años ya dichos descrebir, mas casi otros diez atrás, de manera que desde el año de mill y cuatrocientos y noventa y uno que se ganó Baza (*) á donde cesó de escrebir Fernando de Pulgar (**), y hasta que V. M. comenzó á reinar se quedaba en tinieblas, así como los últimos seis que reinó el esforzado Príncipe D. Alonso Sexto abuelo de V. M., y once años del reinado de Don Enrique III deste nombre, padre del Rey Don Juan II y tercer abuelo de V. M.: los cuales años desos Príncipes no con poco trabajo he collegido y no por tan extenso como querria, y lo mismo he fecho de la pre

sente.

Suplico á V. M. que hasta que se halle mas noticia, resciba en esto mi voluntad y mande que la presente no salga de su cámara porque muchas veces á las personas á quien tocan, glosan las cosas á su propósito y quitan lo que no les cumple, de manera que las corónicas despues pierden mucha autoridad por hallarse en ellas cosas no verdaderas, y atribuyen la culpa dello á sus autores no la teniendo. Con lo cual ceso suplicando humilmente á V. M. resciba mi voluntad en este caso é me haga merced de alguna mas relacion de la que aquí doy.

(*) Baza se ganó en 1489.

(**) La crónica de los Reyes Católicos de Fernando del Pulgar llega hasta 1490 inclusive.

LIBRO PRIMERO.

CAPÍTULO I.

Como el Rey y la Reina entraron triunfantes en la cibdad de Granada y fue cumplido todo lo capitulado.

Complido todo lo capitulado y entregadas las armas por los moros en dia de la Sancta Pascua de Epifanía, á los seis dias del mes de enero de los mill y cuatrocientos y noventa y dos años del nascimiento de Cristo, y diez y nueve de su reinado, los católicos Reyes Don Fernando y Doña Isabel acompañados de D. Pedro Gonzalez de Mendoza cardenal de España y arzobispo de Toledo, y de D. Alonso de Cárdenas maestre de Santiago, y de D. Joan Destúñiga maestre de Alcántara, D. Rodrigo Ponce de Leon Duque de Caliz, D. Diego Pacheco Marqués de Vi– llena, D. Joan Tellez Giron Conde de Ureña, D. Diego Fernandez de Córdoba Conde de Cabra, D. Alonso Fernandez Señor de la casa de Aguilar, D. Diego Fernandez alcaide de los donceles, Puertocarrero Señor de Palma, y otros grandes y caballeros y hijosdalgo, entraron estos Príncipes en la cibdad de Granada no con triunfo profano sino con grand procesion de clérigos y fraires y prelados, dando muchas gracias a Dios por las mercedes y triunfo rescebido. Y en esta manera atravesaron la cibdad desde la puerta Delvira hasta la Alhambra en la cual fucron muy bien aposentados por el Conde de Tendilla en muy suntuosos palacios donde solian hacer su habitacion los Reyes de Granada, á donde el Rey y la Reina acordaron de estar algunos dias. Y dejando para guarda de sus personas las gentes de la hermandad y sus guardas ordinarias, mandaron derramar su ejército para que fuesen á reposar

á sus casas, y luego despacharon correos al Papa Alejandre Sexto (*) deste nombre, que regia á la iglesia, y á todos los Príncipes cristianos, haciéndoles saber este triunfo

y

victoria que Dios les habia dado en conquistar esta cibdad y su reino, de la cual nueva el Papa mostró mucha alegría y se hicieron procesiones y fiestas en Roma, y lo mes. mo en todos los pueblos Despaña y Secilia.

El cardenal D. Pero Gonzalez de Mendoza con autoridad del Papa y mandamiento del Rey y de la Reina hizo metropol (1) á la iglesia de Granada, y fué criado por su primero arzobispo D. Fernando de Talavera obispo de Avila, de la órden de Sant Gerónimo, y ansi mismo instituyó muchas dignidades y calongías y otros beneficios para el servicio desta sancta iglesia, el número de los cuales fué despues siete dignidades, y doce calongías y doce raciones. Esta sancta iglesia antes que se perdiese España fué obispal, y súbdita y sufragana (2) á la sancta iglesia de Sevilla. Diéronle á ella por sufragáneas las iglesias obispales de Guadix y Almería que fueron restituidas ansí mismo por estos Príncipes á la fee, las cuales antes que se perdiese España eran sufragáneas de la santa iglesia de Toledo. La iglesia y obispado de Málaga mandaron estos Príncipes que obedesciese á la sancta iglesia de Sevilla, de cuya provincia era antes que se perdiese España.

Este nuevo arzobispo de Granada señaló por su primera silla la iglesia de nuestra Señora de la Anunciacion, la cual al presente es habitada de frailes de la órden de

(*) Cuando los Reyes católicos entraron en posesion del reino de Granada en enero de 1492, era Papa Inocencio VIII, pues Alejandro VI no fué electo Pontifice hasta 11 de agosto de dicho año. (1) Así el ms.

(2) Sufragánea.

Sant Francisco, y encorporó en ella su casa á donde reglarmente via (1) él con los de su iglesia, sin ninguna pompa ni gravedad, y era hombre de buena vida y ejemplo. Todas sus rentas gastaba en criar muchachos hasta ser clérigos y mostralles todo lo que era necesario saber, y en sostener muchas personas doctas y letrados de muy buena vida y costumbres. Y despues que este arzobispo murió, la silla arzobispal fué trasladada á Sancta María de la O á donde al presente permanesce.

La tenencia desta cibdad y capitanía de la gente della y su reino, dieron estos Príncipes á D. Iñigo Lopez de Mendoza, Conde de Tendilla, y ordenaron que quedase en su guarda la gente de la hermandad y ciertas capitanías de á caballo de las ordinarias. Y para mas seguridad y nobleza desta ciudad y que hobiese en ella siempre trato de gente cristiana, mandaron pasar á ella parte de su audiencia y chancillería Real que residió en Cibdad Real, y oian todos los pleitos y debates que succedian. En las provincias destos reinos que estan desta otra parte del rio Tajo y hasta el mar Océano, mandaron que acudiesen á la parte de la chancillería que residia en Valladolid.

Todos los grandes, y caballeros é hijosdalgos que sirvieron en la conquista deste reino, hubieron mercedes, á cada uno segund su estado, de casas y heredamientos y vasallos: al cardenal D. Pero Gonzalez de Mendoza hicieron merced de una sierra llamada de Cenete, cerca de Guadix en la cual hay muchas alcairías y pueblos: al condestable D. Pero Fernandez de Velasco, de dos villas llamadas Serbas (2) é Lebrilla, cercanas á Vera: á Don (1) Vivia. (2) Sorbas.

Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago, de la villa de Xerga (1) y su tierra cerca de Almería: á D. Diego Pacheco Marqués de Villena, de las villas de Seron é Tijola con sus alcarías: á D. Luis de Biamonte, condestable de Navarra, de la cibdad de Huesca: á D. Alonso de Aguilar, de las villas de Sierro é Almunar (2) con su tierra, á D. Enrique Enriquez, tio del Rey, de la sierra de Filabres cerca de Baza, donde hay muchas alcairías y pueblos á D. Juan Chacon adelantado de Murcia, hicieron merced de las Cuevas y otros lugares en el rio de Purchena, y despues le dieron á Velez el Blanco y el Rubio con sus tierras en recompensa de Cartagena que él entregó á la corona: al Conde de Tendilla dieron ansí mismo otros vasallos en el rio de Purchena: y al Duque de Nájara dieron vasallos; y á Ulloa el contador mayor, á Velez de Benaudalla; y al secretario Hernando de Zafra la villa de Castril; y á D. Santiago de Castilla y otros caballeros y grandes en el obispado de Málaga y Serriana (3) de Ronda. Dieron al Conde de Benavente las villas de Montexacar (4) y Benajosa (5); y al Marqués de Cadiz la sierra de Villaluenga donde hay siete ó ocho lugares, y en lo último de la Serranía á Casares y su tierra. Al Duque de Medina Sidonia le dieron á Guacin (6) y á su tierra. Al Conde de Feria á Benalid (7) y Benapaura (8). Al Conde Cifuentes en tierra de Marbella á Benabis (9) y á

(1) Xergal.

(2) Armuña.

(3) Serranía.

(4) Tal vez: Montejaquí.

(5) Quizá: Benaojan.

(6) Gaucin.

(7) Benadalid.

(8) Tal vez: Benalauria ó Benamaurel.

(9) Quizá : Benahavis.

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