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de un ataúd de madera, deshecho, con restos del cuero labrado, de dibujo geométrico, que le recubrió, y del herraje; una llave de hierro, dos frag mentos de barros mudejares, ornamentados, y otro de un ladrillo con resto de inscripción arábiga.

Procede todo esto del "Cementerio de los Moros", que, por lo visto, fué utilizado para igual fin en los tiempos de la Reconquista.

Exploró también en el cerro de la Virgen de Gracia, de donde recogió un fragmento de piedra visigoda, 59 azulejos, cenizas y olambrillas del siglo XVI; un fragmento de loza azul y blanca, una cadena de latón y ocho monedas de cobre frustras de Carlos I y los Felipes.

OBJETOS DESCUBIERTOS EN EL CERRO DE BINIET, cerca de Mahón (isla de Menorca), por don Antonio Vives, en excavaciones subvencionadas por el Estado.-Estando pendiente de publicación una Memoria del señor Vives, en la que da cuenta del resultado de esos trabajos, habremos de limitarnos a decir que los objetos que por fruto de ellos han ingresado en el Museo representan, en su conjunto, aquella civilización isleña, de la que son prototipo los talayots. Componen la serie piedras de moler, algunas de ellas oblongas, análogas a las desubiertas en Numancia y en otros puntos de la Península, que parecen representar un tipo anterior al molino de mano, y objetos varios, entre los que abundan ejemplares cerámicos. Todo ello ofrece, sin duda, servir de término de comparación para el estudio de las antigüedades ante-romanas.

III

ADQUISICIONES HECHAS CON LA CONSIGNACION

DEL MUSEO

ANTIGÜEDADES PREHISTÓRICAS ENCONTRADAS EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE ALCUDIA (provincia de Granada).-Ofreció estas antigüedades en venta al Museo doña Francisca Eguilaz, viuda de Torres Capurión, dando los siguientes datos de procedencia: Por los años de 1870, en las excavaciones o desmontes practicados para abrir la carretera de Guadix, a la falda de los cerros colindantes del pueblo de Alcudia, fueron descubiertas unas sepulturas, en las que se encontraron restos humanos, vasos

de barro, piezas de adorno personal o indumentario de cobre, fragmentos de armas y otros objetos. Vieron todo esto, y apreciaron su importancia, don Manuel de Góngora, que acababa de publicar su obra Antigüedades prehistóricas de Andalucía, y don Leopoldo Eguílaz, el cual fué quien conservó los restos y objetos encontrados, no sabemos si todos, de los cuales constituyen la presente adquisición un cráneo humano, doce vasos de barro, quince brazaletes, dos anillos y diez agujas de cobre.

Figura en primer término, en efecto, un cráneo humano dolicocéfalo, de cuya faz y mandíbulas no hay más que fragmentos, a pesar de lo cual podría servir para un estudio antropológico comparativo en relación con los demás descubiertos en aquella región andaluza y de que posee ejemplares el Museo. Dicho cráneo, único, debe ser, pues, considerado como el representante étnico de las gentes a quienes pertenecen las indicadas sepulturas.

La cerámica, por fortuna representada en doce ejemplares buenos, muestra variedad de formas, en las que puede apreciarse la progresión de ellas. Son esos ejemplares una olla ovoidea, a la que sólo falta un pedazo de boca, y que mide 0,195 de altura por 0,205; otras dos ollas, una ovoide y más pulida que la anterior, de 0,235 de altura por 0,210 de diámetro, y la segunda, esférica, de 0,195 de altura por 0,210, ambas con reborde en la boca, que la primera no tuvo nunca; un vaso de cuerpo semiovoide y cuello más alto y elegante que los anteriores, y que mide 0,165 de altura por 0,230 de diámetro; un vaso (roto) de 0,180 por 0,170, de forma semejante al anterior, pero semiesférico; dos vaso, uno alargado, ambos de forma típica compuesta de dos partes, la inferior semiesférica y la superior de cuerpo de cono, que se abre, formando la boca, y miden, el mayor, 0,250 de altura por 0,175 de diámetro, y el menor 0,145 por 0,160; tres vasos cuya forma guarda relación con la anterior, si bien son más abiertos de boca, aproximándose al tipo caliciforme, siendo el que más y más perfecto el menor, y cuyas dimensiones respectivas son 0,170 por 0,190, 0,105 por 0,125 y 0,050 por 0,085, y dos cuencos semiesféricos de 0,100 y 0,095 de diámetro (lám. XII).

La manufactura de todos estos vasos revela todavía la infancia de la industria cerámica, desconocimiento del torno, manipulación imperfecta de la pasta, que es negra, cenicienta, parda o roja, en ningún ejem

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plar uniforme, y en unos grosera y rugosa, en otros bastante trabajada, apreciándose la huella de la especie de espátula con que fué extendida para alisar la superficie, y en ciertos ejemplares pulida; cocción al aire libre.

Por estos caracteres y por las formas se deduce que estos vasos, que tienen sus semejantes entre los descubiertos en las montañas de Andalucía y en el Sudeste de España, corresponden, y por tanto las sepulturas, a la primera Edad del bronce.

Faltan en el conjunto de objetos que tenemos a la vista las armas de referencia falta el instrumento típico, prehistórico: el hacha, de que acaso eran los ejemplares (debemos pensar que hachas de bronce) hallados en tales sepulturas; pero están, en cambio, los accesorios indumentarios de cobre. Consisten éstos en quince brazaletes formados por gruesos anillos en espiral y dos anillos lo mismo, tres trozos de placas, que creemos de cinturón, con dos botoncillos salientes una de ellas, otra con dos escotaduras, y diez agujas o punzones; todas las dichas piezas muy oxidadas.

Anteriormente al hallazgo de estos objetos ocurrió en el mismo punto, en la Alcudia, al Sudeste de Guadix, el de tres copas con alto pie, de las que no figura ninguna en la serie descrita; una olla ovoide y un vaso negro de suelo plano, que tampoco tiene semejante en la nueva serie. Una de las copas, la olla y el vaso de suelo plano reprodújolos el señor Góngora al dar cuenta del hallazgo en su obra 1, y de su colección pasaron a este Museo 2. De estos tres vasos, el único que tiene par, por su forma, con los que motivan estas líneas, es la olla.

HACHA DE COBRE hallada en la Aldehuela (Avila).-Es un buen ejemplar de hacha, de forma trapecial, plana, con el filo curvo, como las últimas hachas de piedra; una de las primeras hachas de metal correspondiente al interesante período eneolítico. Su longitud es de 0,14.

HACHA DE BRONCE hallada en una mina de magnesita en término de Requejo (partido de Reinosa, provincia de Santander).-Es una muestra de la industria del metal, más adelantada que la anterior: la típica

1 Antigüedades prehistóricas de Andalucía, pág. 112. 2 Catálogo, núms. 549, 554, 558.

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