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conveniente quitar todos los indios á los cristianos y ponerlos en cabeza del rey, y así vienen á quitar todo el asiento y firmeza de la tierra, é á despoblarla é deshacerla, de tal manera que se vienen á perder é deshacer é quitar el edificar y plantar y granjear, y los otros ejercicios por los cuales la tierra es enriquecida é noblecida, é las rentas del rey augmentadas, y vienen los indios á peor estado que les podian dar, por donde vengan muy mas presto á ser destruidos é acabados, como arriba tenemos probado; de manera que pensando quitar un inconveniente é pensando hallar dos convenientes, han caido en tres inconvenientes, los mayores que se pudieran pensar, que son que los indios vienen á ser mas maltratados é despechados en poder del rey, é la tierra toda viene á deshacerse é desasosegarse y aun despoblarse, é las riquezas á perderse, é las rentas del rey á disminuirse. Es tan gran conveniente el dar asiento en la tierra, é arraigarse é perpetuarse los cristianos en ella, que sin este no hay cosa que se pueda ordenar en el estado de esta tierra en que no haya inconvenientes; á lo menos no habrá cosa que se ordene que tenga estabilidad ni firmeza sin esta; y esta no puede tener firmeza y asiento, sino repartiendo los pueblos de los indios perpetuamente en los españoles, sin que estén ni queden en cabeza del rey: aunque al principio parezca que se disminuyen las rentas del rey, esto durará muy poco tiempo, porque haciéndose este repartimiento perpetuo, siempre la tierra é las granjerías y las rentas della irán creciendo; y quedando los indios en cabeza del rey, siempre ha de ir todo disminuyendo, porque disminuyéndose los indios sobre que están fundadas las rentas del rey, forzosamente se han de disminuir las rentas, y acabados los indios son acabadas las rentas, lo cual no es ansí en los españoles, porque allende que los indios serán mas conservados en su poder, por las razones arriba dichas, los españoles siempre van creciendo é sus granjerías se van multiplicando, de manera que teniendo los españoles perpetuidad y asiento en la tierra por la manera dicha, siempre se ha de ir cada dia la tierra ennobleciendo y enriqueciendo, y las rentas del rey mas augmentando. Esto es lo que siento en esta materia, so correccion de los que mas entienden en ella.

No me entremeto agora en hablar en cómo se habia de hacer este repartimiento, y qué condiciones é vínculos se habian de po

ner para que no fuesen enajenados ni traspasados &c., é cómo seria conveniente que quedasen algunos pueblos vacantes sin repartir, en cabeza de la república, para socorrer é ayudar á los que nuevamente veniesen de España á poblar á esta tierra, y en otras cosas que cerca desto eran menester proveer, porque es otra materia por sí, la cual se ha de platicar despues que se concediese el repartimiento perpetuo.

Pero en conclusion digo una cosa, la cual querria que notasen todos los que la oyesen y leyesen, y es que es tan malhadada esta tierra é todas las otras que se han descubierto é descubrirán, que no es en mano de hombres poderlas dar perpetuidad ni asiento, mas antes permite Dios que queriéndola el príncipe é sus gobernadores beneficiar, la destruyan; y queriéndola enriquecer, la ́empobrezcan; é queriéndola perpetuar, la despueblen; é queriendo dar vida á los indios, los maten; y queriendo augmentar las rentas del rey, las disminuyan: de manera que todo lo que hacen en España para bien desta tierra é naturales della, les redunda en mal, y en todo aquello que piensan que aciertan, en todo yerran; y para mas confirmacion desto permite Dios que haya tales personas en aquel Consejo, que ni tengan capacidad para lo entender, ni discrecion para lo ordenar, ni ánimo para lo proveer, sino que todo se deslia entre sus manos, de tal manera que antes sea consumido é acabado todo el bien desta tierra, antes que de sus manos salga ordenado ni determinado: é ya que algo determinan y ordenan, no es sino para destruir y asolar la tierra, y acabar de matar mas presto los naturales della. É ansí han de ir determinando las cosas desta tierra con tanta mezquindad y laceria, que ni con ello luzca la tierra, ni éntre en provecho á los pobladores della. É finalmente todo en fin se venga á reducir en nada, porque jamas dan determinacion como se debe dar en la firmeza é estabilidad della. É esto es que como ven la tierra tan grande, é tantos pueblos é gentes en ella, que no hay nadie que tenga ánimo para se poder determinar en que esta tierra, digo los pueblos della, se quiten de cabeza del rey, y se pongan en repartimiento perpetuo de los españoles: y ansí nadie se osará determinar en esto, hasta que venga la tierra y los pueblos é indios della á tanta diminucion y poquedad, que venga á cuadrar con la poquedad de los corazones que lo han de

determinar; y entonces harán sin tiempo y sin sazon y sin provecho, aquello que agora se podria hacer con gran sazon y utilidad y provecho: é por no se haber hecho hasta aquí, ha venido muy grandísimo daño á esta tierra, y por no se hacer de aquí adelante, le verná mayor; é ansí cuanto mas se dilatare en hacerse, tanto mayor daño et perditus ha de ser desta tierra, y esto es lo que siento della. Una cosa digo, y esta muchas veces conmigo la pienso que para determinar el asiento que se habia de dar en esta tierra, habia Dios de criar un nuevo hombre que tuviese la grandeza del corazon de Carlo-Magno, y Julio César, y del gran Pompeyo, y de Scipion el Africano: porque todo el mal é falta en esta determinacion, es no tener ánimo los que lo han de determinar para determinarlo, haciendo caso de pocas cosas para la determinacion de una tan gran cosa. É lo mas cierto de todo es que es un juicio de Dios oculto, por el cual ordena que nadie pueda ni sepa dar medio para perpetuidad y asiento de la tierra, hasta que sea acabada é consumida toda la gente natural della; y en tanto que indios hubiere, nunca han de faltar novedades y alteraciones y mudanzas en la tierra; y entonces estará la tierra asentada é pacificada, cuando no hubiere indios que repartir, ni esclavos que herrar, ni tamemes que cargar,

En fin desta conclusion digo, que el conveniente donde menos inconvenientes se pueden hallar é donde mas buenos convenientes pueden salir, es que todos los indios se repartan perpetuamente en los españoles, de tal manera que nunca se les puedan quitar á ellos ni á sus sucesores por delito que hagan, mas que en otras penas sean castigados; pero no en remocion ni quitamiento de indios, porque cualquiera mudanza ó quitamiento de indios es muy dañosa para ellos, é muy perjudicial para la república, porque en quitando los indios á uno, luego á la hora se pierde al remate toda la otra hacienda que tenia, ansí de ganados como de labranzas é de cualesquiera otras granjerías. Esto es lo que mi juicio alcanza en esta materia tan confusa é indeterminable, teniendo para mí por cierto, que ni han de dar crédito á nuestras informaciones, ni han de proveer nada que convenga por nuestras persuasiones, mas que en pruebas y experiencias y mudanzas y novedades se ha de consumir y acabar esta materia de los indios, como la hacienda liti

giosa sobre que mucho tiempo litigan, que acabado el pleito es acabada é consumida la hacienda. Porque es indicio muy cierto é prueba harto manifiesta para conocer que Dios quiere una cosa consumir y acabar, cuando vemos que los hombres no pueden hallar medio ninguno para la conservar y sustentar: tal es esta materia de indios, la cual es de tal calidad, que jamas hasta hoy han podido los hombres hallar medio ni manera ninguna para podellos conservar, aunque muchos religiosos é santos varones en ello se han desvelado é trabajado; mas en todos los medios que se han dado se han hallado siempre tales inconvenientes, que han sido causa de mayor destruicion y perdimiento dellos; por manera que bien mirado, cuanto menos mudanzas oviere en los indios, tanto menos mal les verná dello; por lo cual parece que seria lo mejor y mas conveniente dar agora un asiento en el repartimiento destos indios, el cual nunca mas se mudase; el cual, por mal acertado que fuese, si fuese firme, seria mejor acertado que no cualquiera mudanza que haya en los indios, redunda siempre en su daño y perdicion.

fraurdompyca

debetanas
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(Original.)

CARTA DE FRAY DOMINGO DE BETANZOS.

Muy Reverendos Padres é Magníficos Señores: La gracia y consolacion del Espíritu Santo more siempre en sus santas ánimas. Con las cartas de Vuestras Caridades se alegró toda esta Nueva España, por la buena esperanza que daban del buen suceso de los negocios; y aunque mis juicios é sentimientos en las cosas de los indios é del suceso desta tierra no sea evangelio, ni profecía, ni revelacion, pero bien sé que el que menos se engaña en el entender y alcanzar las cosas de los indios é desta Nueva España soy yo, é aun de lo descubierto y por descubrir; porque muchas cosas de las que yo en esta materia digo, las veo y entiendo tan claramente como si las viese presentes con los ojos é las palpase con las manos; y si no fuesen escandalosas á los que no las entienden, y no pareciesen locuras y desatinos á los que no las alcanzan, yo diria cosas tan grandes y tan dignas de ser advertidas y estimadas, que pusiesen en gran admiracion á los que las oyesen, y mucho mas á los que las viesen, las cuales son muy ciertas y verdaderas, aunque no serian creidas, ni entendidas, ni recibidas; no porque ellas no sean claras y bien inteligibles en sí, sino porque Dios misteriosamente ciega los entendimientos de los que las han de entender y remediar, para que ni lo entiendan, ni lo remedien, ni lo acaben, ni lo asienten, ni lo acierten, hasta que toda esta materia se acabe y consuma en pruebas y mudanzas y experiencias. É desta manera se ha de traer esta materia hasta dar fin della, yendo procuradores y viniendo procuradores, poniendo medios y quitando medios, revolviendo esta vestidura lo de tras adelante, é despues

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