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les parezca, como es yuca y otras cosas que los indios de por suelen tener, sino es solamente aquellos melones, maiz é frisoles é otras semillas menudas de que hacen pan: no beben chichas ni tienen magueyes. Ya he dicho que no sacrifican, ni tienen ídolos, sino que adoran al sol á manera de gentiles. Son muy grandes flecheros, muy astutos en la guerra: no dan grita cuando dan batalla como otros, sino callando ponen sus espías y centenelas como nosotros. La habla de ellos es á manera de tudescós es gente para mucho trabajo, porque todo su ejercicio es caza, con aquellos arcos irse siete ú ocho leguas á ellos, y allá hacen su lumbre, y comen de aquella carne que cazan. Hay en lo de Yaquimi algunas vacas que hay en lo que el virey descobrió, é muy grandes ciervos como los de España. El brebaje que tienen es de unos árboles que tienen que se dice mezquites, que dan unas algarrobillas delgadas, y májanlas en unos almireces de palo que tienen grandes, y aquello mezclan con aguá, y otras cosas de que hacen su brebaje para beber.

Andan algunas mujeres desta tierra herradas en la barba como moriscas, y los labrios bajos. Los hombres traen algunas labores hechas de lo mismo, con navaja é tinta negra algunos. Es tierra toda esta muy sana é muy llana. Hay desde la mar hasta la sierra de la cordillera principal treinta ó cuarenta leguas, todo tierra llana. Hay en los rios muchos pescados, é principalmente bagres, que hay en mucha cantidad. Es tierra muy seca como tengo dicho.

Ya se HA Contado la necesidad que la villa de Coliacan tenia cuando á ella volvimos, que con que se sustentó la gente fué con el mucho pescado que tenian, é ciruelas é maguey, de que se hace una conserva que es muy buena para comer. Esta villa de Coliacan se dice San Miguel: está poblada en un valle que se dice Horabá dos leguas de la mar: sube la creciente hasta la misma villa, por un rio que por ella pasa: atájase allí el rio con un zarzo de cañas, y hacen un ingenio para tomar pescado, que aunque fuese allí otra Sevilla, bastaria á bastecerse de lo que allí se toma de lizas y otros géneros de pescados muy buenos. Este valle es muy abundante de frutas, especialmente cirolares, que hay en tanta cantidad como en la Andalucía olivares, y aprovéchanse los indios de hacer vino de aquellas ciruelas. Solia estar esta villa cinco leguas mas arriba, y pasóse allí por haber mejores tierras para las sementeras: es tierra

de muchos mosquitos. Entre estos indios hay muchos bujarrones: no tienen manera ninguna de sacrificar, aunque hablan con el demonio. Es gente bien tratada; cárganse con aquellas balanzas que arriba tengo dicho.

Vista la necesidad en que esta tierra estaba, yo fuí á dar cuenta al gobernador Nuño de Guzman de lo que en la jornada se habia hallado, é de la necesidad en que aquella villa de San Miguel esta ba, é salí con ocho de á caballo á la villa del Espíritu Santo, que habia poblado Barrios en el rio de Quezala, que es en la provincia de Chametla, la cual hallé en tanto trabajo como la otra estaba; porque como la tierra estaba alzada, y habian muerto al capitan, que se decia Diego de la Cueva, que era de Úbeda, é á otros muchos cristianos; é así pasé de allí é llegué á Xalisco, é hallé que Nuño de Guzman era ido á visitar la villa de San Luis, que estaba en Huxitipa, é ansi me partí para allá. Llegué á la villa de Guadalajara, que es en la provincia de Tonalá, dia de Carnestolendas; y de allí me partí é llegué á la villa de San Luis, Semana Santa, y hallé al gobernador que estaba ya de camino para volverse, é por ir yo tan fatigado del camino me quedé allí á descansar, que no pude volver con él, que se partió segundo dia de Pascua, donde subcedió como los de Pánuco vieron vuelto al gobernador Nuño de Guzman, que hasta allí habia sido gobernador de Pánuco tan bien como de aquello, é ya no lo era, porque el rey habia mandado que Pánuco estoviese debajo de la gobernacion de los oidores de México, como á la sazon estaba, parecióles que era bien salir á visitar la tierra é por fuerza hacer que ciertos repartimientos de indios que el gobernador Nuño de Guzman siendo gobernador de Pánuco habia quitado á los vecinos de allí é los habia dado á los vecinos de Huxitipa, porque estaban mas cerca que no de Pánuco, tornarlos á tomar é hacerles que volviesen á servir á Pánuco, creyendo que el capitan que en Huxitipa estaba é los vecinos della, no serian parte para defenderlo, salió uno de los alcaldes que á la sazon era, que se decia Ortega, por capitan, é con doce ó quince de á caballo é otros quince ó diez y seis peones; é siendo avisado Pedro de Guzman, que era el teniente de la villa de Huxitipa, de la salida desta gente é de su intencion, salió á resistillo con seis de á caballo é cuatro peones, el cual tuvo tanta ventura, que ha

biendo reencuentro con ellos en medio de una plaza del primer pueblo que ellos venian á tomar, los desbaratamos é prendimos al Ortega y tomamos las armas á todos los demas: sobre lo cual vino un pesquisidor del audiencia, y dieron por bueno lo que Pedro de Guzman habia hecho é condenaron á los de Pánuco, porque despues de haber pasado esto y de volver desbaratados, se juntó toda la otra gente que en Pánuco quedaba é con los que fueron despues é vinieron á la villa de Huxitipa á soltar al alcalde é á todos los demas que con él se habian prendido.

(Original.)

RELACION DE LA JORNADA

QUE HIZO

DON FRANCISCO DE SANDOVAL ACAZITLI,

CACIQUE Y SEÑOR NATURAL QUE FUÉ DEL PUEBLO DE TLALMANALCO,

PROVINCIA DE CHALCO,

CON EL SEÑOR VISOREY DON ANTONIO DE MENDOZA

CUANDO FUÉ À LA CONQUISTA Y PACIFICACION

DE LOS INDIOS CHICHIMECAS DE XUCHIPILA.

Don Francisco Acazitli llevó por divisa y armas cuando fué á la guerra de los chichimecas, una calavera de plumería con sus penachos verdes, una rodela de lo mismo, y en ella un bezote de oro retorcido, con su espada y su ichcahuipil,' y vestido con un jubon colorado, y sus zaragüelles, zapatos y borceguíes, y un sombrero blanco, y un pañuelo grande con que se amarraba la cabeza, y un collar de pedrería con dos cadenas.

Salieron para esta jornada, lúnes, dia de S. Miguel Arcángel, en 29 de Setiembre del año del nacimiento de nuestro Salvador de 1541 años.

Yo D. Francisco de Sandoval, cacique y señor que soy de esta ciudad de S. Luis Tlalmanalco, habiendo tenido noticia que el señor visorey D. Antonio de Mendoza que reside en la gran ciudad de México y real audiencia, que se ofrecia una guerra en la tierra de los chichimecas de Xuchipila, fuí á la dicha ciudad, y supliqué al señor visorey me hiciese merced de que yo fuese y los de mi pro

Esta palabra se encuentra en el Diccionario castellano; pero en la forma corrompida escaupil. Era un sayo ó chaqueta de algodon acolchado que usaban los mexica

nos para defenderse de las flechas, y que adoptaron luego los españoles. La palabra es compuesta de ichcatl, algodon, y huipili, camisa.

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vincia de Chalco á servir en esta guerra, y su señoría tuvo por bien de que fuésemos á esta guerra; y luego que volví á Tlalmanalco previne luego toda la gente de esta provincia de Chalco para la dicha guerra, como fué Amecamecan, Tenango, Xochimilco, y los de aquí de Tlalmanalco; y todos de buena voluntad admitieron de ir á servir en esta dicha guerra, así la gente principal y de la república, como la militar y mandones de ella y yo el dicho D. Francisco tambien previne para la dicha guerra á dos hijos mios, que se llamaron D. Bernardino del Castillo, y otro D. Pedro de Alvarado, los cuales luego al punto me obedecieron, y les di armas de ichcahuipil, rodelas y espadas; y siendo ya tiempo forzoso de salir para la dicha guerra, hicimos luego todos los de Tlalmanalco alarde y reseña de toda la gente y armas que estaban prevenidas para el dicho efecto, saliendo en persona yo D. Francisco de Sandoval D. Fernando de Guzman y todos los principales oficiales de república y mandones, y todo lo demas del resto de la gente plebe; el cual alarde se hizo el domingo, que fué ya al tiempo que salimos de aquí de Tlalmanalco.

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Salimos lunes, y fuimos á dormir á Mexicatzinco, y luego nos fuimos y estuvimos en México dos dias; y de allí salimos juéves, fuimos á dormir en Itispapaltetitlan, y luego fuimos á Toluca, en donde estuvimos tres dias, viérnes, sábado y domingo. Y de allí salimos el lunes, y fuimos á dormir en Metztepec; y salimos mártes, y fuimos á dormir á Tlatzatepec. Miércoles salimos, y fuimos á dormir á Xiutlan; y de allí salimos el juéves, y fuimos á dormir en Huilacatlan; y de aquí se volvió el cacique D. Fernando de la Cerda, porque enfermó de cámaras de sangre. Viérnes salimos de allí, y fuimos á dormir á Matlatzinco; y salimos el sábado, y fuimos á dormir en Teocuitlatlan, y estuvimos allí el domingo todo el dia; y salimos de allí el lunes, y fuimos á dormir en Michoa can, y estuvimos allí el mártes todo el dia; y salimos de allí el miércoles, y fuimos á dormir á Xacona, y el jueves llegamos á Tlalzazalco, y allí estuvimos el viérnes todo el dia; sábado salimos de allí, y fuimos á dormir á Tlallacuilolpa; salimos el domingo, y fuimos á dormir á orillas del rio Chicutnahuatl, y estuvimos allí cuatro dias. El lunes se ocuparon en hacer balsas sobre canoas, para pasar el dicho rio, en donde los naturales padecieron peligro, y

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