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ÍNDICE

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ERRATAS

Pág. xxxvi, lín. 22: ciduad léase ciudad
Pág. 153, lín. 3 subiendo: Tacuba léase Xacuba

Pág. 167, lín. 9: perecen léase parecen

Pág. 275 añádase á la nota probablemente Sanchez.
Pág. 499, lín. 12 subiendo: pueder léase puede

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Todos los documentos que forman el presente volúmen pertenecen al siglo XVI. Acaso habría sido conveniente, en opinion de algunos, colocarlos por orden cronológico, asignando un lugar probable á los que carecen de fecha. Tal fué tambien mi primera intencion; pero no tardé en advertir que resultaba una gran confusion de materias, y que era preferible distribuir los documentos en grupos que presentaran cierta unidad de asunto. Tampoco esto era fácil en la práctica, y por lo mismo hube de limitarme á evitar desacuerdos patentes, y á procurar que se verificase sin mucha violencia el paso de un grupo á otro. En el primero reuní los do cumentos relativos á Hernan Cortés; bien fueran aquellos en que él mismo habla, ó los que le tocan por su contenido. Puse al último la peticion que presentó contra D. Antonio de Mendoza, para colocar en seguida el fragmento de la visita hecha al mismo virey, que forma el principio del segundo grupo, compuesto de documentos que se refieren á sucesos de los primeros años despues de la conquista, y en que se tratan las cuestiones que ocupaban entonces los ánimos, principalmente la de fijar la condicion del pueblo conquistado. Concluye esta parte con la Carta de la Ciudad de Mechoacan, que, aun cuando solo sea geográficamente, nos conduce á las provincias de la Nueva Galicia. Desde aquí fué ya imposible guardar ór, den alguno, porque hubo necesidad de ir colocando los documentos segun venian á mis manos. Los de la Nueva Galicia terminan con el Informe al Rey por el Cabildo eclesiástico de Guadalajara. Viene en seguida un precioso fragmento del testamento de Fr. Bartolomé de las Casas, y á continuación una larga é interesante carta de Fr. Gerónimo de Mendiéta. La Relacion de Andrés de Tápia debia haber ocupado el primer lugar en este volumen, si á tiempo la hubiera yo tenido; pero entonces aun ignoraba su existencia. Concluye el tomo con otros dos pequeños escritos de Fr. Bartolomé de las Casas.

Todos los documentos que ahora publico son inéditos, exceptuando un fragmento de la relacion de servicios de Cortés, y el texto de las Nuevas

Leyes. Es cosa notable que de unos treinta y cinco documentos que comprende el tomo, solo tres he conseguido en México: todos los demas los he hecho venir del extranjero. Muchos de ellos los tengo originales; y no es fácil que alguno se figure el costo y el trabajo que me ha ocasionado la reunion, copia, confrontacion, anotacion é impresion de tantas piezas, ejecutado todo por mí solo, sin el auxilio siquiera de un escribiente; aun la parte mayor de la composicion tipográfica es obra de mis manos.

Cuantos han manejado papeles antiguos saben bien que carecen de toda puntuacion; por lo mismo, la que llevan es obra mia, y si el lector gusta de cambiarla para obtener otro sentido, es dueño de hacerlo. No estará por demas repetir aquí la advertencia hecha al frente del primer tomo; que para excusar notas se han puesto de VERSALITAS aquellas palabras que evidentemente faltan en el texto, aunque no están en los originales ó copias que sigo. De los originales se han saçado con toda fidelidad, los quince facsímiles de firmas con que va adornado el tomo.

Hechas estas advertencias generales, procederé, como en el primer volúmen, á dar noticia de cada documento en particular.

REAL EJECUTORIA DE LOS CACIQUES DE AXAPUSCO.

Desde que tuve, hace años, noticia de este documento, determiné publicarlo, y pude lograr mi intento, gracias á la antigua amistad con que me favorece el Sr. D. José Fernando Ramirez. De su copia saqué la mia, y no contento con esto, le rogué que se tomaşe el trabajo de anotarla, como lo hizo cumplidamente. De suerte que el Sr. Ramirez fué el editor de ese documento, y yo me reduje por aquella vez al oficio de simple impresor.

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Lo curioso é importante de la ejecutoria hizo que la mostrase yo desde entonces á varios aficionados á nuestras cosas, y no faltó alguno que sus citase dudas acerca de su autenticidad. Esto dió motivo á que dirigiese yo al Sr. Ramirez la carta que á continuacion inserto, así como la res, puesta de dicho señor. Con ambas piezas á la vista, podrá juzgar el lector, «Sr. D. José Fernando Ramirez. México, Setiembre 1° de 1865.-→→→→ Muy Sr. mio y estimado amigo: Desde que me proporcionó V. para su impresion la Real Ejecutoria en favor de los caciques de Axapusco, lá comuniqué á varios aficionados á estas materias, y entre ellos á nuestro respetable y sentido amigo el Sr. D. José Bernardo Couto. Pasados al gunos dias me la devolvió, diciéndome que dudaba mucho de la autenti cidad del documento, y en seguida me explicó las razones en que. fundaba sus dudas. Entonces las comuniqué á V., y no le hicieron fuerza. Ha

'La Ejecutoria de los caciques de Axapusco, la Relacion de Acazitli y los Fragmentos del P. Tello.

blamos varias veces acerca de ello, y al fin se convino en que el Sr. Couto me explicaria en una carta sus razones, las cuales trasladaria yo á V., á fin de que en respuesta expusiese las suyas en favor de la autenticidad del documento, limitándome á publicar una y otra carta al frente del segundo tomo de mi COLECCION DE DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE MÉXICO, para que cada lector decidiera la cuestion en el sentido que mejor le pareciera: « Algunos años, y bien agitados y tristes, han pasado desde aquellas conversaciones. La dureza de los tiempos llamaba continuamente la aten cion de todos hacia asuntos mucho mas graves: la muerte coronaba la obra, y despues de herirme en mis mas caras afecciones, me arrebataba tambien, poco despues, á un excelente amigo, al mismo Sr. Couto, que no llegó á cumplir su ofrecimiento de escribir la carta en cuestion.

Calmada despues la borrasca, y próxima ya á terminar la impresion del tomo segundo de esta COLECCION, á cuyo frente está el documento á que vamos haciendo referencia, me veo en la necesidad de distraer: a V, de las graves atenciones que le rodean; y lo hago despues de haber obte nido para ello su autorizacion verbal, y porque sé que en sus horas de descanso gusta de volver á los antiguos estudios, que le son tan familiares. Voy, pues, en este caso, á suplir malamente la irreparable pérdida de nuestro buen amigo, procurando recordar lo que varias veces le oí, para exponerlo á V. en pocas palabras, y que sirva de motivo á su contestacion.

Fundaba el Sr. Couto su primera duda en lo desaliñado y truco del manuscrito. Decia que semejante redaccion no podia venir de persona medianamente entendida en los sucesos que refiere, y en la lengua caste, llana; y que la misma muchedumbre de notas que V. se habia. visto obligado á añadir para salvar los huecos, contradicciones y disparates del original, probaba sus defectos, á pesar de las ingeniosas explicaciones que V. les buscaba. Insistia sobre todo en los anacronismos que á cada paso se observan, ya en fechas, ya en noticias que solo posteriormente pudieran adquirir los indios, y que V. explicaba (notas 15, 20, 21, 35 &c.) supo» niendo omisiones, erratas y descuidos de pluma. Llamaba tambien su atencion que el documento mencione alguna vez la correspondencia del calendario de los antiguos mexicanos con el nuestro; cosa que indudable, mente ignoraban de todo punto los indios que iban hablando, y que con justicia llamó tambien la atencion de V., dándole motivo para la larga nota 26, en que expresó ser necesaria la explicacion que allí va haciendo, para destruir las desconfianzas que necesariamente despierta aquella notacion.

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El Sr. Couto decia tambien algo acerca del título de Don que se da á Cortés, y que en aquella fecha aun no habia obtenido. Yo no recuerdo fijamente en qué fecha se le permitió anteponer á su nombre ese dictado, ni quiero perder el tiempo en averiguarlo; pues aun cuando me inclino á creer, con el Sr. Couto, que en la fecha de la merced no usaba todavía Cortés esa añadidura honorifica, nunca me ha parecido muy grave la ob

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