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donde se va de Barcelona á Vich pasase por Caldes y no por el Congost de Cudines, como de tiempo antiguo se acostumbró, y habiendo entendido despues, que el nuevo pasaje ocasionaba muy grande daño y gravamen á los transeuntes, en 29 de julio de 1274 revocó aquella concesion ó gracia, dando entera libertad á los pasajeros de transitar, ir y venir por el Congost. No es nada inverisimil el que prevaliéndose el ayuntamiento de Caldes de ser realenga su villa, solicitasen del rey D. Jaime la espresada gracia (tal vez a mitad del siglo XIII) por algunas utilidades que les acarrearia el pasaje. Mas cuando el justificado D. Jaime llegó á entender el gran perjuicio que de él resultaba á los viajeros, no vacilo un punto en revocar la gracia heeha á los Aquicaldenses. — Quien inteligenció al Rey-Conde de los insinuados perjuicios, no se espresa en nuestro documento. Mas asegurándose en él, que ab antiquo ó de tiempo antiguo habia acostumbrado pasar la carretera por el Congost, bien puede conjeturarse que no fueron otros que los hombres ó ayuntamientos de este valle; que serian los de los pueblos ó términos por donde pasa actualmente la carretera, esto es; S. Esteban de la Garriga, S. Esteban de Valicara ó Vallcarca, y S. Pablo de Monmany con el barrio del Figaró en la diócesis de Barcelona; y Tagamanent con S.a Eugenia, Valldeneu con el barrio de la Abella, y Ayguafreda en la diócesis de Vich.-No hay ninguna de estas parroquias que no sea muy anterior á la concesion del rey D. Jaime y a la misma carretera, cuya antiguedad, si por tiempo antiguo entendemos el que dista por mas de un siglo del que escribe, sube á la mitad del XII, en lo que habrá pocas carreteras que la aventajen. De las dos situadas en los estremos del Congost, esto es, de la Garriga y Ayguafreda, podemos asegurar, que ya en 1231 existia la iglesia ó capilla de Sta. Maria, que hoy dia posee la distinguida familia de Terrés. Consta por el testamento del dignidad de sacrista de Vich, Guillermo de Malla, quien entre otros muchos legados hace uno de.... S.Marie de Camino de la Garriga. Esta capilla respira mucha antiguedad, y hay dentro de ella el sepulcro de la monja Chixilona hija del conde Wifredo (el Velloso, á juicio del sabio Sr. Bofarull), y sobre la puerta Ja inscripcion de la misma, que se publicó en 1824. A esto debe añadirse la celebridad de los baños de la Garriga, donde en 1400 los estaban tomando los reyes D. Martin y su consorte.

Por lo que toca á la antiguedad de Ayguafreda, es indudable que en 899 consagró su iglesia el obispo de Ausona D. Gódmaro, á solicitud de la abadesa de S. Juan de Ripoll, hija de Wifredo el Velloso, Dna. Emon. Esta señora, insiguiendo el ejemplo de su religioso Padre, fundó alli un monasterio doble, esto es, compuesto de personas de ambos sexos. ¿Y una novedad tal no habia de atraer la concurrencia de una infinidad de curiosos y devotos asi de la parte de Barcelona como de la de Ausona? Hé aqui uno de los motivos del origen de la carretera del Congost. Tal es el apunte posteriormente hallado. - Véase ahora la nota 1a

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Hasta las migas deben recogerse de la mesa de los dioses.

Como el Sr. Ripoll, con motivo del trascrito diploma del rey D. Jaime, se proponia, al parecer, ir recorriendo la antiguedad de las parróquias de la línea del Congost y tal vez mas; nosotros seguirémos otro camino, bien que un tanto análogo: y desde luego observamos, que el documento fué librado por un Rey de felices recuerdos, á quien Barcelona le debe entre otras cosas la ereccion en 1274 del antiguo Consejo de Ciento, que sustituiria á los llamados Hombres ó Pro-hombres de la ciudad, y duró hasta el dia 14 de setiembre de 1714, en que fué reemplazado por el Ayuntamiento; y Vich, el establecimiento de la casa religiosa de la Merced, inmediata á nuestra carretera favorecida por su real carta. En cuanto á la casa religiosa del mismo título de dicha capital, apuntamos aqui lo que menta el Sr. Madoz en su Dicc. art. Barcelona (ciud.): que se dice fundada por san Pedro Nolasco y el rey D. Jaime el Conquistador, en 1218, para primer convento de mercenarios, notable por ser el primitivo de toda la religion: añadiendo, que en épocas de grandes calamidades, como pestes, sitios, sequías etc., se saca en procesion la imagen de la iglesia, y el ayuntamiento acostumbraba poner en sus manos un memorial: que es numerosísima la concurrencia del pueblo barcelonés á sus festividades, por la mucha devocion que profesa á la Virgen; y por fin (como si providencialmente en el dia, despues de la exclaustracion, la casa de una Orden Real y militar debiese tener un destino privilegiado, hasta cierto punto análogo y consiguiente al que en su origen tenia) que el edificio-convento que se comunica con la iglesia por dos arcos, bajo los cuales pasa la calle de la Merced, es actualmente el palacio del Capitan General (22).

S 1:

Se lleva dicho, que pocas carreteras (de la Septimania) aventajan en antiguedad á la del Congost, En nuestro humilde sentir, todavía

cabe referir su origen hasta aquellos primeros períodos en que por las aldeas y villorrios, que precedieron á las ciudades, se acomodó el nombre de via á la tierra hollada, principalmente con ruedas, por donde se va de un punto á otro.

Congost, que presenta un compuesto de Coll y angost á la manera de Ull-estret, es un estrecho paso entre montañas; ó un lugar reducido por donde discurren las aguas al estrecharse entre dos montañas. El nuestro es un valle muy angosto, muy angosto, variado Ꭹ tortuoso de sobre dos leguas de extension, que parece formado por la misma naturaleza para abrir paso desde las tierras no distantes de la costa á las de la montaña, para que pudiesen internarse los antiguos Laletanos en la region de los Ausetanos. Al oriente tiene las alturas que se destacan de Montseny, hacia el S. los llanos del Vallés, al O. la cordillera que prosigue de Collsespina ó Coll de la Spina á Puig-graciós, y al N. la grande meseta de Vich. Todos sus contornos están mas ó menos poblados, y antiguamente de seguro lo eran mucho mas, como en parte puede denotarlo la circunstancia de estar ellos sembrados de pozos de nieve. Este artículo era antes muy usado de los vecinos: imponíanse sobre él obligaciones, cual lo hizo en 3 de noviembre de 4690 la poblacion de Centellas y de sus parróquias foráneas, que se obligó á tener provision de nieve desde pascua de Resurreccion hasta el 1 de noviembre, y tambien abastecia la casa del conde de Centellas hasta el dia 30 del propio mes, si él se encontraba en dicha villa. Es de mencionar un pozo hácia el llamado Pas de la Moneda, que es otro de los tres pasos del encajonado rio Congost (32).

Mientras que el canal de que se trata, sombrío y caprichoso, sumerge al viajero en opresivas ideas, le ofrece rápidas vertientes con esmero cultivadas, como si el sol fertilizase alli los peñascos y creciese la vid en los nidos de las águilas. Asi como el tránsito desde Cervera al Bruch en el camino general de arrecife de Madrid á Barcelona y el Coll de Balaguer en el de esta capital á Valencia suscitan la memoria de ataques de salteadores, asimismo la sugiere este Congost; y se dijera, que á sus trascantones y vueltas se asocian muy bien los pliegues, los acechos y zabullidas de que es capaz el corazon humano. Ya cerca de la entrada del Valle por la parte de Vich existe un llano denominado de las forcas, donde expiaban los malhechores sus crímenes; conservándose todavia recuerdo de cierta muy célebre ejecucion que á 23 de mayo de 1711 se hizo en un tal Juan Quirse, bá varo de nacion, que ictu solopee matára á una muger del

meson de las Codinas ó cerro de S. Antonio. Y aun el citado Pas de la Moneda se cree vulgarmente llamarse asi por la frecuencia con que en él los bandidos hacian saltar la moneda á los transeuntes.

Como los ausetanos eran muy belicosos, tenian distintas cohortes en la milicia romana, y, segun Plinio, eran de los pueblos mas famosos del convento jurídico de Tarragona; no habria, cuando los romanos, en nuestro Congost una via militar, como la que menciona el sabio Caresmar en su erudita carta, á saber, »la que se dirigia desde Barcelona á Olesa, cuyos pedazos están al pié de una ó dos casas que se ven desde el camino real de Martorell poco antes de entrar al estrecho, tambien llamado Congost? - Bien nos dispierta semejante idea la lápida tosca y maciza de 9 palmos de largo, que en cierta excavacion se descubrió por el mes de febrero del año de 4842, á cosa de de legua N. del pueblo de Ayguafreda, junto al camino real del Congost, con otras lápidas que sucesivamente aparecieron en el mismo punto. Esta lápida, que ofrece una inscripcion romanoimperial, dirigida al emperador M. Gneyo Mesio Q. Trajano Decio, y á su hijo Q. Herenio Etrusco, y á otro que se interpreta Q. Valente Hostiliano, y en el año 251, que es el que corresponde al tercero del consulado de Decio y al primero del de Herenio Etrusco, que se leen en la inscripcion,-se conjetura seria un milliarium que señalaria la distancia del camino a continentibus aedificiis de la ciudad de Ausa, si es que no desde el pórtico de Aulo Mevio; puesto que en Italia no se contaban las millas a columna aurea erigida por Augusto, de la manera que en los caminos generales de España las leguas no se empiezan á contar, sino desde las puertas de Madrid, centro de todas las líneas que en el reino forman aquellos. Y crece esta idea con el hallazgo de las otras lápidas, que parece se hallarian al principio diseminadas á trechos; y está uno tentado á reconocer en ellas el objeto que mucho mas tarde tuvo Felipe II en las cortes de Madrid del año 1586, al ordenar se pusieran pusieran pilares en los puertos para dar á conocer los caminos en tiempo de nieve (42). Mas, nó por el interior del Congost, sino por encima, al lado de levante, nos hace suponer la existencia de alguna via militar el observar primeramente, que esa ruta correspondia mas en derechura al punto de donde se encaminaria hacia el mediodia la poblacion ausetana; sin pretender emperó, que ese camino fuese del número de los que dice Jovellanos, tan anchos, tan firmes y magníficos que sus grandes restos nos llenan todavía de justa admiración (5).

Esa ruta, que atraviesa un terreno elevado, libre de las eminencias del hondo Canal y de la afluencia de sus aguas, parte desde Seva y Brull, viniendo de Vich, sube la garganta de Coll-formich, toca el Pla de la Calma, y siguiendo hácia Tagamanent el distrito de Monteugas ó Monteguas, desciende por Samalús. Por esos contornos hay no pocas tradiciones:-de un camino carril, ó cuando menos de que aquel fuera el real y ordinario;-de un castillo antiquísimo en el pico de Tagamanent; - de antiguos combates y refriegas, cual aun en tiempos de lucha esa direccion es el crucero de fuerzas (*): aparecen sepulcros, que solian fijar los romanos cerca de los caminos mas frecuentados: se ven desmontes, vetustos empedrados, paredones de sostenimiento, como en las Caredas den Bosch. Por fin los ausetanos se ponian mas en contacto con los numerosos laletanos que se extendian por las localidades que hoy dia ocupan los pueblos de Cardedéu, S. Celoni etc.; y luego, al paso de poder torcer por la derecha hácia la célebre Faventia, enderezábanse en línea recta á la antigua Iluro, hoy Mataró, que les llamaria la atencion por su dignidad, numeroso vecindario, sus riquezas y negociacion, que se infieren del hecho de haber tenido colegio de seviros augustales.

Peró, como la comunicacion del Congost parece la mas natural, quedaria al cabo preferida, mayormente despues de la reduccion de la goda Ausona, y aun de la destruccion por el wisogodo Aizon de la ciudad de Roda; estando ya destrozada la Iluro:- Civitas fra cta, segun asi es nombrado por escrituras de los siglos 10, 11 y 12 el lugar donde existiera. Y si acaso las piedras miliarias se hallasen en los términos de Seva y Brull, no lejos del ya mentado cerro de S. Antonio, de cuyo linaje de granito se cree ser ellas, puede que una mano previsora cuidase de reunirlas, para procurarles un condesijo á la entrada septentrional del Congost (62).

$ 2:

Asi como el camino real y ordinario de Barcelona á Vich quedó bajo dominio exclusivo del Congost, despues que un tiempo atravesára

(*) Esto se ha visto hoy dia, en qne á fuerza del tránsito parece haberse despejado el senderó. Con esta ocasion recordamos la batida, que sobre Montseny contra Juvany dió S. E. el C. G. en 11 de marzo, cayendo á grandes copos la nieve: la acción con Cabrera sobre Samalús el 28 de junio de 1848; y á fines del siguiente agosto, no dando el Sr. general La Rocha un de hora de descanso á su tropa hacia Tagamanent; luego despues lo atisbó de lejos Marsal y con su fuerza se desvió.

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