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cesis, como tambien de la de la Seo de Urgel, y todavia de las otras mas o menos, acuden muchísimos escolares á cursar en Vich; á lo cual contribuyen la copia y la menor carestía de subsistencias y la proporcion de poder habitar, dando lecciones, en casas de campo. No debe pasarse por alto, que las fundaciones de patronato familiar y de pios puestos han creado ciertas conexiones, que partiendo de acá como centro se han desparramado por infinitos puntos por medio de una red de líneas genealógicas. Y finalmente no se olviden el influjo y las simpatías que ha de ganarse un carácter sensato, religioso y pacífico cual es el de los vecinos de Vich.

Y en tiempos de lucha ha sido con frecuencia la ciudad centro de operaciones. Los cuarteles generales desde el celebrado de Lacy en la guerra de la Independencia hasta hoy han tenido regularmente su asiento en Vich. Es punto estratégico de la línea del Ter, que es la primera de las tres del Principado; y no dista mucho de la muy importante del Llobregat, que cruza el comedio del territorio catalan. Ya en la expedicion, que refiere Juliano Toletano que hizo Wamba para la Galia Narbonense, dividió ese Rey su ejército, dirigiendo una columna por las márgenes del Segre, otra por el camino mas próximo á la costa, y la del centro por esta parte de Vich, entonces denominada Ausa, de donde Ausetanos, en cuyo territorio se incluia hasta Gerona. Y remontándonos mas arriba, hacia el año 195 antes de Cristo, cuando los tarraconenses se levantáron contra los romanos, y vino á conquistarlos M. P. Caton; dice de este general el sabio Caresmar, que tuvo traza cómo reducir á su devocion á los ausetanos, y con su auxilio redujo la pro», vincia al imperio romano, de forma que se gloriaba Caton que habia conquistado mas ciudades que dias habia residido en España.”

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Y Vich fué residencia de la Audiencia en 1811 y 1821.

"Muy leal y constante," como se la llamaba en el siglo anterior (pág. 113), en el presente en distintas ocasiones se ha hecho respetar, ó salvado. En 16 de julio y otros dias del año 1822; en 26 de mayo de 1823; varias veces desde el 33 al 40; asimismo á la mitad de noviembre de 1842; en el 43, en que asociándose al grito español de Dios salve al pais, Dios salve á la Reina, pesó en la balanza política: en seguida, cuando los centralistas, sostuvo firmemente el órden: lo repitió por abril y siguientes de 1848 cuando la paralizacion del trabajo, haciendo sacrificios, entre otros, para proporcionarle por larga temporada á los numerosos que quedaron sin él, y estorbando de ese modo el que muchos indigentes fuesen á tomar parte en la revuelta; y últimamente ha sufrido un bloqueo por no haber faltado en nada á los deberes de la lealtad y de la honradez.

Y las dos ciudades, Barcelona y Vich, se han correspondido como familiares, ya de antiguo (cuyo notable hecho, hermanando dos centros, en el supuesto de graduarse por capital esta última, coadyuvaria á la unidad de miras). Amen de lo indicado en la pág. 164, reconociendo los conselleres vicenses los muchos y diversos beneficios y socorros recibidos de Barcelona, acordaron en 24 de octubre de 1427 mandarle cierto número de hombres para conllevar el sosten y apoyo de la villa de Castayó, que se dice ser de Barcelona. Y por agosto de 1531 le dán las gracias, porque habiendo contagio en Vich, no vedó nunca aquella el comercio y la entrada de los vicenses en la capital.

Variedades del Principado.

· No obstante, en Cataluña hay muchas particularidades y diferencias que neutralizan la unidad de miras, de intereses y afecciones. Una es la poblacion fronteriza á Francia: otra la de la costa de 1 á 2 horas tierra adentro, distinguiéndose esta por su actividad: lo limítrofe á la lista litantes mixto de marina y montaña;

todo el centro, que es la zona mas cortada por cadenas de montañas y con malas comunicaciones, abraza una poblacion mas sosegada y sufrida, pero que se diversifica segun lo mas o menos aislada, por decirlo asi, que se halla. En todas partes el clima es muy variado, y lo mismo las producciones agrícolas é industriales. Algunas de estas hay que caracterizan ciertas comarcas ó poblaciones, produciendo en ellas los respectivos intereses y miras. A mas de las especies sueltas en varias páginas de esta obra, recogemos las siguientes. El trigo es propio del Urgel, Hospitalet; el mismo y varias clases de granos de la Plana de Vich: una 4.a parte de Cataluña baja y media es lo que está poblado por la viña: el Priorato se distingue por el almendro, avellano y anís: el Vallés por el cáñamo y en parte por el olivo, que ocupa igualmente el Ampurdan y la parte meridional de Urgel: el ganado lanar corre por todo el Pirineo, por la cuenca de Tremp, y el de cerda por la de Vich, Cerdaña y Ampurdan; abundando los bosques en el partido de Berga y en la parte oriental de Vich, en la cual se extrae madera para embarcaciones y pipería.

En cuanto á industria, domina la algodonera en la provincia de Barcelona, en la cual se cuentan 119 pueblos ocupados en este ramo, siendo 15 los de la de Gerona y 7 los de la de Tarragona. Paños finos se obran en Tarrassa, Sabadell y Manresa: id. ordinarios, franelas, bayetas, estameñas, fajas en Igualada, Navarcles, Olot, algunos pueblos del Pirineo, Centellas y Roda con capitales en Vich como si fuesen memorias de lo dicho en la pág. 11: fábricas de seda las hay en Barcelona, Manresa, Reus, Mataró y algo de hilados en Manlléu: blondas y encajes en la costa de mar: 350 fábricas de curtidos distribuidas por varios pueblos, los mas de las provincias de Barcelona y Gerona; elaborándose el corcho en parte de la primera y en toda la segunda.

Estos son elementos de ocupacion que diversifican las costumbres de los habitantes del pais, previniendo la ociosidad, germen de todos los vicios; y como quiera que la decidida inclinacion del catalan al trabajo, su deseo de enriquecerse por medios honestos, su morigeracion hacen que se considere al Principado en penúltimo lugar en la escala gradual de la criminalidad entre las audiencias de España, obsérvase no poca variedad sobre el caso en estas provincias, y mas ó menos delincuencia segun la mayor ó menor pobreza de recursos para el trabajo, y tal vez segun que se haya trocado, ó no, la manera de industriarse. Antes de continuar algun apuntamiento sobre el particular, insertamos un estado de la division administrativa y judicial de Cataluña, que lo tomamos del Diccionario del Sr. Madoz, art. Barcelona (Aud. terr. de).

Partidos judiciales.

Provincias. Poblacion. Ent." Asc. Tér. Ciu.s Villas. Lug. Ald. Ayunt.s

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Entre las 4 provincias, la de Lérida contiene mas ayuntamientos que la de Barcelona; pero su número de almas es mucho menor, no solo que el de la otra,

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sino tambien que el de la de Tarragona y el de la de Gerona. Sin embargo cuenta muchos mas acusados de delitos de un modo absoluto y sin proporcion que la última, y proporcionalmente mas que la de Tarragona, y todavía que la de Barcelona, que de todas es la mas poblada. Es que la provincia de Lérida es mas pobre, señaladamente en sus confines con las de Barcelona y Gerona: es muy escasa de trabajo, teniendo apenas industria fabril y nada de comercio por la falta de riego y lo malo de sus comunicaciones interiores. La proporcion de sus acusados con la poblacion es de uno por cada 500 habitantes, cuando en las otras tres es cosa de uno por mil, bien que en estas hay diferencia entre varios partidos, siendo el de Vich el que ofrece menos delitos y menus penados, y los que cuentan mas, los de Arenys de Mar y Berga. De todos modos esta Montaña en punto á menor criminalidad se parece al territorio de Asturias, como tambien en recuerdos históricos se le asemeja (pág. 44). :

La provincia de Tarragona, si bien es la mas dura en delitos contra las personas, con todo la misma y la de Gerona presentan menos crímenes en globo que la de Barcelona, habida razon de la poblacion respectiva, á pesar de ser mas industriosa la última. Y acaso es que en esta ha sufrido la industria mas cambios y variaciones, resultando de aqui para muchos alteracion en la cantidad de trabajo.

En ciertos terrenos han aparecido robos, con la circunstancia de arrastrarse adentro de cuevas á los ciudadanos presos para llevarles cuantiosas sumas: esto se ha supuesto desconocido antiguamente, y con todo véase la pág. 133.

Reflexiones en defensa de Cataluña.

¡Cosa extraña! En tiempo de revueltas, en que parece deberia haber mas delitos comunes, se observa menos criminalidad; y es que á mas de la mayor impunidad, los vagos y mal entretenidos estarán ya ocupados. Si es cierto, que Cataluña, si bien presenta menos delitos comunes en globo que cada una de las demás provincias de España, no figura asi en la mera parte de robos y hurtos, lo cual melancoliza sumamente nuestro corazon: esta circunstancia combinada con los efectos de la proximidad á Francia, á los negociantes de cuya frontera ni con mucho se les reconoce tanta buena fé en el comercio como al catalan, aprovechándose ellos de cualquier elemento y coyuntura para realizar sus ganancias: los vestigios de anteriores disturbios, reforzados en su caso por la vagancia y desmoralizacion: la escasa unidad de miras que hay en Cataluña por las diferencias que la acompañan y por el aislamiento de varias comarcas: el hallarse retirada en un rincon de la Península con 75 leguas de costa, de que carecen Aragon, Navarra y demás territorio fronterizo: el ser un pais tan quebrado y escabroso, ofreciendo gargantas y puestos donde un corto número de hombres puede detener á batallones, con pocos pasos y estos tan reducidos que apenas cabe á la caballeria maniobrar, y con la estrañeza de que los naturales que montan caballos del pais lucen con la habilidad de recorrer desfiladeros y veredas de cornisa que dificilmente atraviesa un hombre á pié: todo este conjunto hará, á no dudarlo, que muchos, que siempre son extraños á Cataluña, la escojan para campo en los trastornos políticos: se empieza por poco que al principio parece que se menosprecia; mas al cabo llegan las cosas á un punto que dá que sentir, y en último análisis quien sufre y pierde y lo paga es el pais. Esto que debería acarrear la compasion hacia el mismo pais, que es la víctima, ha dado orijen á diátribas y llanezas tan gratuitas como las que se han permitido algunos periódicos. Como catalanes y como españoles, no podemos recordarlas con indiferencia, debiendo por consiguiente convertir ahora la atencion hacia el particular. Tambien como españoles, decimos;

vindicacion

de una provincia que es una joya de España y un antemural de gran por cion de la Península, interesa á todo español; y porque todo español debe -separar el grano bueno de la cizaña, y el trigo de la paja destinado al fuego." Inclinados á la tolerancia y olvido, amigos de dejar oportunamente lo pasado para aplicarnos mejor á lo presente, si recordamos emperó esa cuestion, solo es porque, sobre un ciego amor al pais, nos guia el deseo de aprovechar la ocasion que aquella nos ofrece de pagar aqui al propio tiempo el tributo de admiracion y reconocimiento que todo sincero y pacífico catalan debe al ilustre Caudillo que nos ha dado la paz. Mas, incapaces de hacerlo de una manera digna, nos limitarémos á poner meras indicaciones, que á su vez lo sean de sentimientos del corazon, bajo el convencimiento de que la publicidad de los hechos nos pone á cubierto de toda sombra de adulacion; prosiguiendo nuestro método de apuntes sencillos y sueltos. A las reconvenciones de los periódicos oponemos desde luego un hecho: el amor, el entusiasmo de los pueblos por el digno Caudillo; con él fué saludado á su venida, y con él ha sido felicitado trás el modo tan sorprendente con que nos ha concluido la guerra. Cuando á 26 de diciembre último hizo su entrada en Vich, centro entonces de la lucha, desde donde empezó sus operaciones: en medio de un numeroso y escogido concurso que se agolpaba en los afueras á pesar de lo lluvioso del dia y de ser el piso un lodazar, se exhaló de pecho comprimido una voz, cuai la del náufrago que toca la playa, y cual leve signo de un clamor semejable al que refiere Melo de los pueblos que públicamente pedian y deseaban la paz: "que por un presentimiento como providencial y seguro (pág. 32), se "anticipaba á saludarle por el pacificador del Principado." Y cuando á su venida auguraban no pocos que iba á estrellarse, encareciendo el sonado quietismo del pais, ya fuese real segun unos, ó aparente segun otros; y cuando la Revista militar del 10 de febrero dijo: »temo no vea coronados sus esfuerzos, que nun"ca hubo fatiga ni entendimiento que mas lo merezcan"; hemos visto que se han equivocado, como suelen equivocarse los á que se alude en la pág. 155, y como diz que se equivocó, si bien en otro asunto, hasta el genio privilegiado de Balmes: bemos visto, decimos, que en pocos meses el benemérito General nos ha restituido la paz. Y de qué manera? sin efusion de sangre, sin descalabro de las tropas, con su celo infatigable, con sus providencias atinadas, concediendo indultos á manos llenas, atrayendo á muchos contrarios á la sumision á nuestra Reina, colocando á grande altura la honra del Gobierno, llevándose la estimacion de los pueblos, ó mejor, dejando acrecentada á lo sumo la que le profesaban, y poniendo en activo juego la lealtad de todos ellos.

Confiesa la citada Revista, que lo que ,,descuella en la história buena de Ca„, taluña es la fundacion por via de pasatiempo y en calidad de aventuras de un ,, trono que ha durado mas de un siglo en la Grecia." Tal vez encontraríamos bastantes puntos de semejanza y contacto entre los catalanes y los antiguos griegos; y al volver la vista hacia el adalid á quien aludimos, tambien se nos recuer dan los generales de la antigua Grecia; y asi no extrañamos cierta armonía, que predispone á comprender y alejar los afligimientos del país. A través de la naturalidad y sencillez griega, nos parece divisar el distinguido celo y la liberalidad de Alcibíades, con rasgos de la fisonomía prudente y observadora, suave y benigna de Epaminondas; y trás esto, la fé y el amor que el primero algunas veces, y el otro casi siempre se grangearon de los pueblos y de los amigos.

Parece negarle al carácter catalan el instinto de justicia que repetidamente ha demostrado; y con todo sirva de ejemplo, entre tantos otros, su resignacion al fallo del Parlamento de Caspe, á pesar que fué este contrario al Pretendiente

catalan, al ́conde de Urgel. Se le niega el sufrimiento, y se dice que,, los Usat,,ges de Berenguer el Viejo hicieronles señores y de señores altivos"; y sin embargo por lo mismo que no son esto último, es por qué sufren y deploran en secreto: es por qué deploraban, al correr por el pais gente, instrumento de otra extraña, quitando la prosperidad, ansiosa esa y aquella, se diria, á la manera de los que esperaban á Decio (pág. 97), hasta verse con sentida sorpresa, cómo inocentes que predicaron la paz y union fueron presentados á quien usó menos contestaciones que las de la pág. 68. Sufren y deploran los propietarios, cuya suerte no es nada halagueña: igualmente los colonos, los jornaleros cuya lealtad y resignacion se ha visto con la esposicion de sus vidas en el porte de pliegos: han sufrido las autoridades populares al cumplir con su deber sin otro estímulo que el pundonor, sin otra guia que la buena fé y lealtad; y ocasiones haya tal vez que se recuerde aquello, por supuesto, en menor escala:,, al considerar la afanosa ,, existencia que entonces sobrellevé... cuando recuerdo el elevado sentimiento ,, que me alentaba, el apasionado placer con que me brindaba á todos los sacrifi,,cios que pudieran ser útiles á mi idolatrado pais;.... Y por fin para comprender dichos sufrimientos, es preciso haberlos presenciado; bien asi como para conocer las fatigas y el mérito del noble Concha y de su ejército es indispensable haberse hecho cargo de los accidentes locales del territorio.

Ya que hemos mentado los Usages, que son el código mas antiguo completo de Occidente, y que en la edad media fueron el cimiento de la jurisprudencia mercantil de Europa; dirémos de los dos que ahora tenemos presentes, que son los de que se trata en esta obra: que, solo es el Príncipe á quien aplican todo el señorío en la materia sobre que giran, y derecho muy menguado dispensan á los pueblos. Y una vez hemos principiado á examinar proposiciones periodísticas, veamos otra que subsigue: „que los condes de Barcelona y reyes de Aragon se contentaron con ser capitanes, porque los soberanos se llamaban conselleres."- Los conselleres los estableció en Barcelona en 1274 el rey de Aragon D. Jaime I, y en Vich D. Jaime II en 1315 (pág. 159); y si bien á Berenguer IV el Santo se atribuye tambien la ereccion de cuerpos municipales á la mitad del siglo doce, no empezó á denominarse mas que Príncipe de Aragon por causa de su consorte D.a Petronilla, heredera de ese reino; pero el hijo de entrambos D. Ramon 6 Alfonso I el Casto, que sucedió en 1162, solo fué el que ya se tituló rey de Aragon (esta union del condado y reino es el otro hecho que alaba la,,Revista" en la história buena de Cataluña); y asi mal podian llamarse soberanos los conselleres en tiempo que los condes no eran reyes de Aragon. Lo que hacian los conselleres era interponerse a favor de los ciudadanos presos, y prestar servicios públicos como los que se indican en varios puntos de este libro. Lejos de ser soberanos, acudian al momento al Soberano, aunque hubiesen de haberlas contra cualquier potentado. Asi lo hicieron los de Vich en 1425 contra el personage Mosen Bernardo Ramon de Cabrera; por manera que en acuerdo de 19 de octubre, a los comisionados que contra el mismo se enviaron á Napoles para ante el Rey, llamados Ramon de Puigventós y Anthoni Calliç, abogados de la ciudad, se trata de remunerarles bien y debidamente, por la razon, entre otras, de que per tuitio e garda de lurs persones per lo gran poder del dit mossen bernat los dits misatgers hauien anar acompanyats e ab gran resguard.

Dice tambien el escrito insinuado, que la revuelta es una costumbre en Cataluña, como si entre las muchas variedades y diferencias que esta presenta, solo en tan grande mal hubiese conformidad, y cabalmente en un pais industrial que siempre pierde con las revueltas, al revés del mero agricultor. Por cada siglo supone una

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