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... I ansi como no debe ser agraviada Castilla, permitiendo que los Escritores callen lo que su Nación ha obrado en aquel Mundo, tampoco se ha de consentir que alguno defraude al Rey Católico la gloria de aver dado principio á la mayor obra de la Tierra, de muchos siglos á esta parte.....

BARTOLOMÉ LEONARDO DE ARGENSOLA.

Anales, lib. 1, cap. x.

INTRODUCCIÓN.

I.

ELÉBRASE actualmeute el IV Centenario del descubrimiento de América, y en todos los pueblos cultos

realízanse trabajos encaminados á conmemorar de modo digno acontecimiento de tamaña importancia para la humanidad y á tributar un homenaje de admiración y respeto á la memoria del descubridor: movimiento es este digno de loa; espectáculo verdaderamente grande el que presentan naciones y pueblos, Gobiernos y Academias, aunando sus esfuerzos y dirigiéndolos unidos á este fin: fiesta hermosísima será aquella, en la que representantes de todos los pueblos y razas se postren de hinojos ante un hombre que simboliza un hecho de general interés: significación inmensa tendrá en la presente centuria, en que las ideas de

cosmopolitismo se abren paso en la conciencia universal: será la primera fiesta á que acuda la humanidad entera sin distinciones religiosas, sociales ni políticas.

Empero la celebración del IV Centenario ha dado origen á un poderoso movimiento científico, encaminado á estudiar el hecho del descubrimiento: no solamente ha estallado el entusiasmo, sino que éste ha servido de acicate para el estudio reflexivo, y este movimiento aparece caracterizado por la tendencia analizadora y crítica con que la investigación histórica se presenta en nuestra época.

No es la Historia, al presente, tan solo una artística y bella exposición de sucesos: hoy no basta referir gallardamente el hecho que pasó; es preciso descubrir sus causas y determinar sus consecuencias: no se contempla á la Historia cual bellísimo tapiz de brillantes colores y delicados dibujos, ante el cual nos detenemos ansiosos de experimentar únicamente la emoción estética que su contemplación nos produce: hoy es preciso acercarnos con el microscopio á aquella tela, contar sus hilos, descubrir su trama, y sobre todo adivinar la obra del tejedor, el ir y venir de la lanzadera, saber cómo y por qué aquellos hilos se entrecruzaron, de dónde vinieron aquellos brillantísimos tintes, quién ideó los dibujos y dónde funcionaron los telares; y esta tarea hay que realizarla cuando

el tejedor y el artista murieron siglos há, cuando para vislumbrar su obra hay que servirse á guisa de punto de observación de abultados in folios, en cuyos caracteres precisa adivinar lo que acaso palpitaba en las entrañas de la Crónica cuando la escribió su autor, pero que hoy es para nosotros un cadáver impreso, falto del alma que huyó con el tiempo pasado.

Se ha comenzado, pues, á estudiar con esta tendencia analizadora y crítica la historia del descubrimiento, y se ha convenido, como no podía menos de suceder, en que hay que reconstruir completamente la historia del descubrimiento y del descubridor: puestos á esta tarea los escritores, han aportado observaciones nuevas y hasta nuevos textos al material histórico existente, y examinando, no ya el descubrimiento en general, sino las distintas personas y sucesos que en él aparecen, no cabe duda que se ha adelantado bastante en el conocimiento cada vez más perfecto de la historia colombina.

Cual acontece en todo asunto, sujeto á interpretaciones, y que se presta á emitir juicios. diversos, las personas que han intervenido directa ó indirectamente en el descubrimiento han sido juzgadas con criterios distintos y su intervención apreciada en más ó en menos y considerada ya beneficiosa, ya perjudicial para el feliz resultado del proyecto de Colón, según

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