Tesoro del Parnaso español, poesias selectas castellanas desde el tiempo de Juan de Mena hasta nuestras dias, recogidas y ordenadas por M.J. QuintanaManuel José Quintana 1861 |
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Página 35
... quejas En tu presencia favor nos serian : 1 Este trozo de poesía es mucho mejor que el anterior ; mas firmeza en la diccion , mas fluidez y número en los versos , mas interes y ternura en el estilo . La intencion de imitar á Virgilio es ...
... quejas En tu presencia favor nos serian : 1 Este trozo de poesía es mucho mejor que el anterior ; mas firmeza en la diccion , mas fluidez y número en los versos , mas interes y ternura en el estilo . La intencion de imitar á Virgilio es ...
Página 41
... quejas imitando ; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas , los amores , De pacer olvidadas , escuchando . 1 La mejor composicion de este escritor , y acaso de la poesía castellana en el género bucólico . Todo está dicho ya ...
... quejas imitando ; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas , los amores , De pacer olvidadas , escuchando . 1 La mejor composicion de este escritor , y acaso de la poesía castellana en el género bucólico . Todo está dicho ya ...
Página 42
... quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , y aun la vida temo ; Témola con razon , pues tú me dejas , Que no hay sin tí el vivir para qué sea . Vergüenza he que me vea Ninguno en ...
... quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , y aun la vida temo ; Témola con razon , pues tú me dejas , Que no hay sin tí el vivir para qué sea . Vergüenza he que me vea Ninguno en ...
Página 46
... queja De mi gran culpa aquel remordimiento , | Y se despide con funesto canto Verme del todo al fin sin esperanza Me ... quejas que el ruido Embravecido de la mar insana ! Heme entregado , heme aquí rendido , He aquí vences ; toma los ...
... queja De mi gran culpa aquel remordimiento , | Y se despide con funesto canto Verme del todo al fin sin esperanza Me ... quejas que el ruido Embravecido de la mar insana ! Heme entregado , heme aquí rendido , He aquí vences ; toma los ...
Página 47
... quejas toco Las divinas orejas , no pudiendo Las humanas tocar cuerdo ni loco . ¡ O hermosas Oreadas , que teniendo El gobierno de selvas y montañas , A caza andais por ellas discurriendo ! Dejad de perseguir las alimañas , Venid á ver ...
... quejas toco Las divinas orejas , no pudiendo Las humanas tocar cuerdo ni loco . ¡ O hermosas Oreadas , que teniendo El gobierno de selvas y montañas , A caza andais por ellas discurriendo ! Dejad de perseguir las alimañas , Venid á ver ...
Términos y frases comunes
ageno agora agua aire alegre aliento alma amante amigo Aminta amor Anacreonte ánimo Apolo aquesta ardiente bella belleza Betis blando brazos cabello cancion canto céfiro ciego cielo color contento corazon corona corriendo Dafne deja demas desdichado despues dice dichoso dijo divino dolor dulce dura égloga engaño envidia espanto España esperanza estilo eterno Faon fiero Filis flores fortuna fuego fuerza furor gato gloria gusto habia halla hermosa hermosura Homero huye ingenio ingrata jamas Júpiter lágrimas llama llanto lleno llora Magüer mano mira miserable monte morir muero muerte muger mundo Neptuno nieve ninfa noche ojos ondas Palamédes paso pastor pecho pena pensamiento piélago plectro poesía poeta poético Polifemo prado pudo pura quejas quiero rayo rigor rosa rostro selva soberbia sombra suelo suerte suspiros tambien tenia tierno tierra triste Ulises vencer ventura Vénus verde versos viento vivo vuelo yerba zagales zampoña zelos
Pasajes populares
Página 35 - ¿Qué mortal desatino de la verdad aleja así el sentido, que de tu bien divino, olvidado, perdido, sigue la vana sombra, el bien fingido? El hombre está entregado al sueño, de su suerte no cuidando, y con paso callado el cielo vueltas dando las horas del vivir le va hurtando.
Página 47 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 25 - Siempre de nueva leche en el verano y en el invierno abundo; en mi majada la manteca y el queso está sobrado; de mi cantar, pues, yo te vi agradada, tanto, que no pudiera el mantuano Títiro ser de ti más alabado. No soy, pues, bien mirado, tan disforme ni feo; que aun agora me veo en esta agua que corre clara y pura; y cierto no trocara mi figura con ese que de mí se está riendo; trocara mi ventura.
Página 71 - ¡Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados, que tengo en mis entrañas dibujados!
Página 164 - Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal aprieto; catorce versos dicen que es soneto, burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto, mas si me veo en el primer terceto no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 25 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 27 - Divina Elisa, pues agora el cielo con inmortales pies pisas y mides, y su mudanza ves, estando queda, ¿por qué de mí te olvidas y no pides que se apresure el tiempo en que este velo rompa del cuerpo, y verme libre pueda, y en la tercera rueda contigo mano a mano...
Página 33 - Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo. Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera de bella flor cubierto ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Página 79 - Probemos lo del pichel, alto licor celestial; no es el aloquillo tal, ni tiene que ver con él. ¡Qué suavidad, qué clareza! ¡Qué rancio gusto y olor! ¡Qué paladar! ¡Qué color! ¡Todo con tanta fineza! Mas el queso sale a plaza, la moradilla va entrando, y ambos vienen preguntando por el pichel y la taza. Prueba el queso, que es ex[tremo, el de Pinto no le iguala; pues la aceituna no es mala, bien puede bogar su remo.
Página 161 - ... lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo; mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo, un ignorante soberbio.