Tesoro del Parnaso español, poesias selectas castellanas desde el tiempo de Juan de Mena hasta nuestras dias, recogidas y ordenadas por M.J. QuintanaManuel José Quintana 1861 |
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... veces valientes y numerosos , decaen otras por falta de ca- dencia y de medida : su estilo animado , vivo y natural en partes , de cuando en cuando toca en hinchado ó en trivial : en fin , la lengua en sus manos es una es- clava que ...
... veces valientes y numerosos , decaen otras por falta de ca- dencia y de medida : su estilo animado , vivo y natural en partes , de cuando en cuando toca en hinchado ó en trivial : en fin , la lengua en sus manos es una es- clava que ...
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... veces por el mérito que en gran parte le falta , el libro se cae de las manos , y no se vuelve á coger con facilidad . Es cierto que frecuentemente se encuentra un pensamiento ingenioso , una imágen oportuna , y una copla bien ...
... veces por el mérito que en gran parte le falta , el libro se cae de las manos , y no se vuelve á coger con facilidad . Es cierto que frecuentemente se encuentra un pensamiento ingenioso , una imágen oportuna , y una copla bien ...
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... veces por falta de número y plenitud . A este defecto se añade otro , mayor todavía en mi dictá- men , que es el de ... veces padece por expresiones y voces triviales y prosáicas . A veces tambien la locucion se manifiesta oscura por ...
... veces por falta de número y plenitud . A este defecto se añade otro , mayor todavía en mi dictá- men , que es el de ... veces padece por expresiones y voces triviales y prosáicas . A veces tambien la locucion se manifiesta oscura por ...
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... veces cansadas . Horacio , por ejemplo , hubiera aconsejado á Lupercio que abreviase la entrada de su sátira á la Marquesilla , y otros muchos pasajes pro- Tijos que hay en ella , á Bartolomé que suprimiese en la fábula del Aguila y la ...
... veces cansadas . Horacio , por ejemplo , hubiera aconsejado á Lupercio que abreviase la entrada de su sátira á la Marquesilla , y otros muchos pasajes pro- Tijos que hay en ella , á Bartolomé que suprimiese en la fábula del Aguila y la ...
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... veces cansadas . Horacio , por ejemplo , hubiera aconsejado á Lupercio que abreviase la entrada de su sátira á la Marquesilla , y otros muchos pasajes pro- lijos que hay en ella , á Bartolomé que suprimiese en la fábula del Aguila y la ...
... veces cansadas . Horacio , por ejemplo , hubiera aconsejado á Lupercio que abreviase la entrada de su sátira á la Marquesilla , y otros muchos pasajes pro- lijos que hay en ella , á Bartolomé que suprimiese en la fábula del Aguila y la ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 35 - ¿Qué mortal desatino de la verdad aleja así el sentido, que de tu bien divino, olvidado, perdido, sigue la vana sombra, el bien fingido? El hombre está entregado al sueño, de su suerte no cuidando, y con paso callado el cielo vueltas dando las horas del vivir le va hurtando.
Página 47 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 25 - Siempre de nueva leche en el verano y en el invierno abundo; en mi majada la manteca y el queso está sobrado; de mi cantar, pues, yo te vi agradada, tanto, que no pudiera el mantuano Títiro ser de ti más alabado. No soy, pues, bien mirado, tan disforme ni feo; que aun agora me veo en esta agua que corre clara y pura; y cierto no trocara mi figura con ese que de mí se está riendo; trocara mi ventura.
Página 71 - ¡Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados, que tengo en mis entrañas dibujados!
Página 164 - Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal aprieto; catorce versos dicen que es soneto, burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto, mas si me veo en el primer terceto no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 25 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 27 - Divina Elisa, pues agora el cielo con inmortales pies pisas y mides, y su mudanza ves, estando queda, ¿por qué de mí te olvidas y no pides que se apresure el tiempo en que este velo rompa del cuerpo, y verme libre pueda, y en la tercera rueda contigo mano a mano...
Página 33 - Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo. Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera de bella flor cubierto ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Página 79 - Probemos lo del pichel, alto licor celestial; no es el aloquillo tal, ni tiene que ver con él. ¡Qué suavidad, qué clareza! ¡Qué rancio gusto y olor! ¡Qué paladar! ¡Qué color! ¡Todo con tanta fineza! Mas el queso sale a plaza, la moradilla va entrando, y ambos vienen preguntando por el pichel y la taza. Prueba el queso, que es ex[tremo, el de Pinto no le iguala; pues la aceituna no es mala, bien puede bogar su remo.
Página 161 - ... lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo; mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo, un ignorante soberbio.