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Aquella gran riqueza, con tanto celo como desprendimiento destinada al alivio y consuelo de los pobres y desvalidos, cuyos productos iban á suavizar las tristezas del menesteroso y los dolores del enfermo, es ya perdida para tan santos objetos. En el gran baratillo con que los incomprensibles misterios de los tiempos presentes han destruido las seculares instituciones que protegian la sociedad, aquella propiedad ha sido ciegamente destrozada, para venderse á miserísimo precio. La índole de los presentes estudios no permite analizar la cuestion legal de la validez de esas ventas, ni vaticinar sus resultados. Empero, lícito es apuntar ligerísima idea acerca de esta provincia. Llevándose á cabo la desamortizacion eclesiástica en virtud de un convenio internacional sancionado en España como Ley del Estado, surte los efectos de un contrato bilateral, que requiere para su ejecucion la unánime conformidad de las dos representaciones concertantes. Donde en mucho se ha faltado à esa conformidad y una de las partes ha protegido con la recta dignidad que el derecho aconseja, posibles que el tiempo, severo reparador de los errores de los hombres, convierte en amarga pena mas de una de las dulzuras presentes.

Desde El Burgo de Osma se borran ya las huellas de la antigua via romana, que solo se perciben con claridad en el llamado páramo, frente á Calatañazor. Esta circunstancia tiene que influir notablemente para determinar el punto donde tuvo asiento la antigua ciudad de Voluce capital de los Volcianos, tambien llamados Velas, célebre por por la valiente contestacion dada á los embajadores romanos despues de la destruccion de Sagunto; aquella contestacion tan severa como imperiosa con que despues de haber echado en rostro á Roma el abandono en que dejó á los Saguntinos, insigne leccion para que nadie confiara en la fé y sociedad romana, el Anciano Presidente de los Volcianos concluyó mandando á los enviados de la Señora del mundo, que inmediatamente salieran de los límites de su jurisdiccion. Finibus Volcianorum extemplo abise jussi, dice Libio. Egemplo de magnanimidad que imitaron otras muchas ciudades de España, y por el cual los embajadores tuvieron que renunciar á buscar aliados contra Cartágo, y se retiraron á las Gálias.

Diversas son las opiniones sustentadas por los autores, relativamente al punto donde existió la ciudad, de cuya referencia es objeto el presente artículo. Voy á consignarlas antes de terminarla que, fundade en la tradicion y en la crítica, sustento.

El P. Mariana, en la historia de España dice, al referir el resultado de la embajada romana procurando aliados contra los Cartagineses, y despues de hablar de los Bargusios; «Tenian los >> Volcianos su asiento como se entiende por allí cerca, dado que algunos los ponen donde está >> Villadolce, no léjos de las fuentes del rio Güerva; el cual pueblo dicen que en memorias »antiguas se llamó Volce.»>

Villadolce es el actual Villadoz en el partido judicial de Daróca y provincia de Zaragoza; pueblo situado á la izquierda del rio Hüerva.

Cornide consideró que Vóluce debió existir en lo que lé llama Lama-Llóna, que es el pueblo actual de La Mallona, en el partido judicial de Almazan, y provincia de Sória.

Loperraez, en su historia crítica del Obispado de Osma, la refiere á Blácos, aldea perteneciente tambien à los mismos partido judicial y provincia.

Cortés, en el Diccionario geográfico histórico de la España antigüa, la determina en Calat-Anosor, que es la actual villa de Calatañazor en los espresados partido y provincia.

De todas estas opiniones, la del P. Mariana no tiene fundamento alguno. Que en Villadoz existiera en lo antiguo un pueblo que se llamára Volce, no es razon para derivar de aquí la existencia en aquel punto de la Voluce de que nos ocupamos.

El país de los Velos, cuya capital fué Vóluce, segun Antonino, ó Veluca segun Toloméo, era parte de la region de los arevacos, hoy en la provincia de Sória y partido judicial de Almazon.

Volce, si existió y correspondia á la moderna aldea Villadoz en el partido judicial de Daróca y provincia de Zaragoza, se hallaria en la region de los Edetános, cuya capital Cæsar Augusta es hoy la inmortal Zaragoza, diferencia tanto mas apreciable si se considera que entre una y otra region median mas de veinte leguas de la medida moderna.

Esto bastaría para destruir la opinion que considera á Vóluce en Villadoz. Pero hay dos autoridades irrecusables que resuelven toda cuestion. Antonino Augusto en el itinerario de España, señala la capital de los Volcianos bajo el nombre de Vóluce, como uno de los puntos de mansion del camino de Astúrica à Cæsar Augusta.

No es fácil determinar si esta mansion era de las llamadas stativas ó de las pernoctacion. La corta distancia á que se encontraba de Osma y Numancia y su colocacion entre las dos, hacen creer que seria de la última clase.

Pero además de esta consideracion, que tiene una importancia relativa, la solucion práctica mas importante está en el señalamiento de las ciudades de mansion que en el camino romano que nos ocupa hace el itinerario. Sus puntos extremos, Astúrica y Cæsar-Augusta, son el arranque y la parada de ese camino. En su intermedio y pertenecientes a la actual provincia de Sória, se leen: Uxama, Vóluce, Numancia, Augustóbriga.

No es de creer que los romanos que desde el principio de su dominacion en España, mejoraron los caminos antiguos y construyendo otros nuevos que les eran necesarios y á los que atendian con policía especial; que consideraba como una cualidad indispensable en un buen general el exacto conocimiento del itinerarium; (1) que segun la magnifica descripcion de san Ambrosio ponian especial cuidado en todo cuanto correspondia á la disciplina del soldado en sus marchas; no es de creer que hubieran incurrido en el grandísimo error de alterar el órden numérico y topográfico de las mansiones, colocando á Vóluce entre Osma y Numancia si no fuera el lugar que le correspondia.

Pero aun de esta razon nace otro tanto ó mas concluyente. Desde Numancia y pasando por Augustóbriga, hoy Muro de Agreda en la provincia de Sória, marca el itinerario de Antonino á Turiossone y Cáravi, y por último à Cæsar Augusta, equivalentes hoy á Tarazona, Magallon y Zaragoza.

Tarazona y Magallon están al N. E. de Zaragoza con relacion à Daróca que se queda al E. S. con relacion al camino de que nos ocupamos.

Hay además otra gran razon que desvanece el último resto de duda. Daróca no es otra que la antigua Agiria que el itinerario de Antonino señala entre las mansiones de la via desde Laminium, hoy Daimiel, à Cæsar Augusta.

Cuando á escritores tan notables como Zurita, Cornide y otros les ha sido difícil fijar la region en que la mayor parte de las ciudades de mansion de esta via se hallaban, no seria fácil que nosotros pudiésemos designarlas, si no en general, refiriéndonos á la de los edetános que correspondia como capital Cæsar Augusta y cuyas ciudades mediterráneas señalan las Tablas de Tolomeo hasta Sagunto inclusive.

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Hasta el origen etimológico del nombre de Daróca contribuye á desvanecer toda duda en el punto que nos ucupa. Derivado de la raíz hebrea que significa Darech ó Daroch, camino, en consideracion al que cubierto y célebre por esta razon, construyeron los antiguos españoles; los romanos al variar el nombre á esta ciudad conservaron sin embargo su referencia, asi como utilizaron aquel camino que tanto sirvió para sus viajes legionarios; aquellos célebres viages cuyo sile, cio durante la noche solo era interrumpido por el itinerarium precursor del alba, tan breve como elocuentemente descripto por Ammiano. «Extracta quiete nocturna «itinerarium sonare lituos juvet.»

(1) Dux exercitus debet habere plenisima prescripta itinera omnium regionum.

Ahora bien. Colocada Agíria, hoy Daróca en la region edelána y en la via de Laminium á Cæsar Augusta, y situada Villadoz á corta distancia de Daróca en la provincia de Zaragoza, estando Voluce en la region de los arévacos, en la provincia actual de Sória y vía de Astúrica á Cæsar Augusta; es innegable que los escritores que han pretendido situar la capital de los Volcianos en Villadoz han incurrido en error notable; siendo por consiguiente indudable que Voluce estuvo entre Uxama y Numancia en la actual provincia de Sória.

Queda por resolver cual de los tres puntos señalados en esta provincia reune mayores probabilidades de haber tenido la hona de ser la capital de los Volcianos.

La opinion de Cornide, asignando la existencia de Voluce en donde estuvo la que denomina <«<Lama-llana,» hoy la pequeña aldea «La Mallona,» tiene en su apoyo la distancia á que se encuentra de los puntos donde existieron Uxama y Numancia.

«La Mallona» está proximamente de dichos puntos seis leguas de cada uno, y precisamente en su intermedio; lugar sano, cerca de un pequeño rio, indicaciones todas que los romanos tenian en cuenta para sus mansiones.

Hoy, además, hay que tener en cuenta la especial circunstancia de que todavía próximos á esta aldea, viniendo de Uxama y coutinuando para Numancia, se descubre la antigua vía ro mana, principalmente en los puntos mas elevados que recorria y que por su altura y desamparo son conocidos con el nombre de páramos en el país.

Loperraez opina por que Vóluce debió existir donde hoy está el pequeño pueblo de Blácos, para lo cual tiene en cuenta los descubrimietos hechos, y el hallazgo de monedas y otros indicios de antigua poblacion.

Cortés, por lo contrario, y resolviendo de un modo demasiado concluyente, opina por que existió en la villa de Calatañazor, fundándose en la distancia de veinte y cinco millas romanas que dice la separan de Uxáma, y en los monumentos de antigüedad que se encuentra en ella.

Voy á examinar cuál de estas tres opiniones tiene mas grados de certidumbre histórica, y á razonar mi opinion particular. Difícil y complicada es esta parte de los estudios históricos para lo cual es indispensable que la crítica tenga en su apoyo, no solamente los restos de caminos y puentes, sino tambien los demás monumentos que se encuentren y las opiniones de los geógrafos auxiliados por las distancias.

En nuestro caso, vemos á Loperraez, al determinar que la capital de los Volcianos debió hallarse donde hay el pueblo de Blacos, apoyarse en los muchos restos de poblacion descubiertos en ese pueblo y sus inmediaciones.

Para escribir los presentes estudios, no solo he recorrido los lugares que describo, despues de leer las opiniones sustentadas por tan respetables escritores, si no que he consultado la de personas que por su larga permanencia en estos lugares, pueden fundar su crítica en el conocimiento práctico que tienen. Una de estas respecto de Blácos es el anciano párroco D. Gaspar Moreno Carbajosa, que á una permanencia de muchos años en Blácos y una ilustracion poco comun, reune la particular amistad que tuvo con el difunto obispo de Osma señor Horcos, cuyos conocimientos y gusto numismáticos son proverviales en el país, y que mas de una vez en las de su permanencia en dicho pueblo se ocupó de antigüedades. Pues bien, á este respetable párroco, constante centinela de los elementos de tradicion en aquella localidad, debo apreciables noticias.

Por todos estos antecedentes se puede afirmar que, desde el pueblo de Blácos hasta el punto llamado de Abion en el término del mismo pueblo, se encuentran contínuamente restos de una importante poblacion antigua, hallándose monedas y otros objetos de la época romana y que en el sitio llamado puente de Abion se descubren todavía el arranque y cimientos de un puente antiguo y un gran trozo de pared de una argamasa muy consistente que ha resistido por espacio de siglos el empuje destructor de las aguas del rio. Próximo al puente se descubrió hace

años un sepulcro, cuya descripcion no puedo hacer porque fue destruido para aprovechar las piedras que lo formaban.

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Pero todo esto basta para determinar que la moderna aldea de Blácos es la antigüa ciudad capital de los Volcianos?

Queda por examinar la opinion de Córtes que contrae la existencia de Vóluce à Calatañazor. Se halla esta villa colocada entre Blácos y La Mallona, á una legua próximamente de cada uno de estos pueblos.

Calatañazor adquirió toda su importancia histórica por la célebre derrota sufrida en sus campos por el ejército musulman al mando de Almanzor; hecho que el P. Mariana refiere al año 998 de la era cristiana y reinado de D. Bermudo de Leon apellidado el gotoso, pero que contraido por escritores árabes al de 392 de la Egira y mes de ramador, corresponde al mes de setiembre del año 1002 de nuestra era, y al reinado de D. Alfonso V de Leon, siendo conde de Castilla D. Sancho García; y por cuya derrota, afligido Almanzor, se retiró para morir en Walcoraré próximo á Medina-Selim, hoy Medinaceli en la provincia de Soria.

De esta memorable derrota, de cuya misteriosa y profética proclamacion por el pescador de Córdoba en los momentos críticos en que tenia lugar, dá cuenta el P. Mariana, tuvo origen la copla popular: Desde Gormaz á Calatañazor

Perdió Almanzor

Las huestes y atabor,

con la que en elocuente cancion se dá cuenta de los terribles estragos que desde S. Estéban de Gormaz hasta Calatañazor causó el ejército de la cruz en las huestes de la media luna.

Pero todo esto, por muy glorioso que es para la historia patria, ¿basta para que se considere que la Voluce de los primitivos tiempos es la Calat-Añosor de los árabes, ó Calatañazor de nuestros dias?

Calatañazor tiene una referencia histórica gloriosa, segun acabamos de ver. Es sin disputa la poblacion denominada por Conde en su historia de la dominacion de los árabes con el nombre de Calat-Añozor, cuya significacion en castellano es Castillo de los buitres, sin duda por la formidable elevacion y punto selvático y agreste en que se halla; y que sin violencia alguna ha degenerado en el nombre de Calatañazor, conservando la raíz, la consonancia y la construccion de su origen.

Empero, al paso que todo responde en esta poblacion à su orígen árabe; al paso que de los árabes se encuentran señaladas muestras y restos; al paso que no hace mucho tiempo fueron descubiertos seis sepulcros arabes, de cuya exirtencia me habla el ilustrado párroco D. Manuel de Roa, con bondadosa atencion, ningun signo romano, ninguna señal tampoco de los primitivos tiempos de los españoles originarios, se descubre que pueda ausiliar para resolver en favor de Calatañazor.

La tradicion tampoco ayuda. Los naturales del país, por mas que en general confundan las dominaciones romana y árabe, cuando se les pregunta á qué se deben el castillo y las murallas de la villa, contestan diciendo que fué obra de los mores.

Que ha debido ser poblacion de importancia lo refiere Loperraez al consignar que tuvo hasta diez parroquias. Hoy solo conserva una, bajo la advocacion de Ntra. Sra. del Castillo, y en su archivo no se encuentran datos que puedan desvanecer la oscuridad; oscuridad que viene à aumentar Loperracz cuando asegura que la primitiva Calatañazor no estuvo donde hoy se encuentra, sino al Norte, en el sitio denominado los cuestarrones.

Se cree que debidas al genio laborioso de los árabes fueron las fábricas de tejidos, de que en verdad hoy no existe el mas ligero resto ni señal en Calatañazor, pero de cuyas obras despues de la reconquista todavía se conservan señales en algunas iglesias del obispado. ConquisTOMO II. NÚM. III.

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tada por los cristianos, y vuelta á perder y á conquistar, como la generalidad de las poblaciones fronterizas, durante la lucha contra los árabes, tuvo diferentes señores, perteneciendo por algun tiempo al condado de Sta. Godea hasta que recayó en la casa del duque de Medinaceli á quien hoy corresponde su castillo.

Pero todo esto no resuelve la cuestion acerca del punto donde existió Vóluce. Divergentes las opiniones de los autores hasta en el nombre, pues al paso que Antonino Augusto, como nosotros, la designa con el de Vóluce en su itinerario, Tolomeo la dá el de Veluca, y Tito Libio el de Volcia ó Voicia, hallándose en el diccionario de Cortés con el que la distinguió Tolomeo.

En esta confusion hay, sin embargo, un dato muy interesante. Todos estos autores convie nen en que existió entre Uxama y Numancia. Y esto que daria la clave mas aproximada para resolver, tiene un gran apoyo en favor de la opinion de Cornide, que consideró la mas acertada para fijar el punto de existencia de la Voluce española y romana.

Hay que tener en cnenta que la via romana, segun los restos que de ella aun se conservan, no pasaba por donde está asentada la actual Calatañazor, pues se ven aquellos restos mas de un cuarto de hora distantes de la villa, al Sur de ella. Esta es circunstancia muy apreciable. Sabido es que los romanos establecian sus mansiones en ciudades, ó cuando esto no era posible, en castillos cerrados y murados, y simpre situados en la via, de lo cual da testimonio San Ambrosio en sus comentarios.

Hay otra circunstancia tambien muy atendible en este punto, y es la de que entre la via romana y Calatañazor aun se conserva parte de un monte enebral que demuestra haber sido en lo antiguo una selva espesa. Y los romanos que tan exquisitas precauciones tomaban en su itinerario militar, que tan rígida disciplina imponian á sus legiones prohibiendo al soldado extraviarse á derecha é izquierda, no es de creer que hubieran mirado con indiferencia lopeligros de aquella espesura entre la mansion y el camino.

Pero la razon mas fuerte en apoyo de la opinion de Cornide, es la distancia á que en el itinerario de Augusto se determinan las tres ciudades Uxama, Vóluce y Numancia. Veinte y cinco millas marca de la primera á la segunda, y otras veinte y cinco de la segunda á la última, que son precisamente unas cien leguas y media de nuestra medida actual en cada una.

Pues bien esas distancies son las que convienen à las poblaciones de nuestros dias, Osma, La Mallona y Garray, que son los puntos donde existieron Uxama, Vóluce y Numancia.

Y esta opinion se acentúa mas considerando que de Osma á Blácos hay sólo paso mas de res leguas, y de Osma á Calatañazor paso mas de cuatro leguas. De modo que á ninguno de estos dos puntos conviene la distancia marcada en el itinerario romano entre Uxama y Voluce; debiendo tenerse en cuenta que no existiendo desde Vóluce á Numancia ningun otro punto de mansion, ya Vóluce estuviera en Blácos. ya en Calatañazor, distaria ocho ó siete leguas respectivamente de Numancia, lo cual era contrario al sistema de marchas que los romanos seguian, forzando solo sus mansiones cuando las necesidades de la guerra lo exigian imperiosamente; y á lo cual solo en casos urgentes podian prestarse las fuerzas del soldado agobiados bajo el peso de su armamento, equipo y vituallas, que el sistema romano le obligaba á conducir, y por lo que en tiempos normales era una necesidad la lentitud en los viajes militares.

Apoyado en estas razones, mi opinion es, siguiendo á Cornide, que Voluce existió donde hoy está asentada la aldea de La Mallona, en la provincia de Soria. Carbonera de Frentes, 31 de Diciembre de 1874.-(Soria).

LORENZO AGUIRRE.

Correspondiente de la Academia de la Historia.

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