po que se presentaron en el Cabildo; e pues quel Cabildo los rescebió a los dichos Thesorero e Conthador por Xusticia, el Cabildo abía de mirar los poderes que thernian para gobernar e mandar, e ansí mesmo qué poderes thernian para proveer, porquel que da poder a uno non thiene nescesidad el que rescibe tal poder de saber si thiene poder para lo dar o non, salvo aquel que lo rescibe e lo admite por virtud de tal poder; pues admitiendome ansí al dicho oficio e husando conmigo los Alcaldes e rrexidores, y estando en posesion del dicho oficio en presencia de todo el pueblo, e presentes los dichos Thesorero e Conthador, e consintiendolo e non se me oponiendo lo tal, que se podían poner en qualquiera parte del pleyto y en qualquier tiempo, e non se me oponiendo e consintiendo, pude muy bien usar el dicho oficio; quanto mas, que ya que los dichos Thesorero e Conthador fueran tiranos, que niego, estando en la posesion de los dichos oficios como estaban presentados, quien quiera lo podía muy bien acebtar, mayormente que los dichos Thesorero e Conthador, en acebtar los oficios e tomallos, sirvieron a Vuestra Magestad, por ser sus criados e por quitar la xuresdecion de quien la thernia tomada sin título nenguno a ella; porque los procuradores de las Villas e Cibdades desta Nueva-España, que discen e se dan fé

dello; porque Diego Docaña, que los xuraron por gobernadores al Fator e Veedor, por virtud de los poderes que descían que thernían de sus pueblos, tornados a preguntar por los dichos poderes e por los dichos xuramentos, tornaron otra vez a xurar que lo tal non xuraron, porquellos non thernian los tales poderes de los consexos; por donde claramente paresce, que los dichos Fator e Veedor están yntrusos en los dichos oficios de Gobernador e contra la voluntad de la República, porque antes que se sopiesen las nuevas de Don Hernando Cortés como era vivo, eran tan temidos, que de puro miedo e temor los obedescian; e therniendo la nueva que era vivo el dicho Don Hernando Cortés, toda la xente de la Cibdad, ecebtos bien pocos, acudieron al Gobernador e a Vuestra Magestad, que era el dicho Don Hernando Cortés; los quales xuntamente con el Cabildo, tornaron e dieron las varas a los dichos Thesorero e Conthador, e como como servidores e leales vasallos de Vuestra Magestad, tomaron e acebtaron la xuresdecion en nombre de Vuestra Magestad, de la Tierra; e como personas questaban ocupadas en el servicio de Vuestra Magestad, entonces me rogaron que tomase el dicho cargo, dos o tres vezes, el qual lo acebté, non podiendo fazer fazer otra cosa por ser superiores mandar la Tierra en nombre de Vuestra Ma

e

les servidores e vasallos de Vuestra Magestad, la fiziesen e se informasen de los intentos e levantamientos fechos por el dicho Fator e Veedor, non lo quisieron fazer, antes los tobieron presos pensando que con esto se pacificaría la Tierra; e como munchos de los que quedaron vivos e andan sueltos, eran en los levantamientos pasados, y en querer prender al Gobernador imbiado a estas partes para la Gobernacion, e con la venida del dicho Don Hernando Cortés non podian escusar, hecháran fama los alteradores e revolvedores, como el dicho Don Hernando Cortés era muerto e lo abían hechado en una estera a la Mar; e vinieron a esta Cibdad, xueves en la noche, a media noche, muncha suma de los questaban retraydos por los Monesterios de la Tierra, con muncho impetu de armas, ballestas y escopetas, e se vinieron a meter al Monesterio de San Francisco, estando mas de cien personas en la Laguna para sacar de la prision al dicho Fator e Veedor; lo qual sabido por el dicho Thesorero e Conthador, por non les valer el Monesterio del dicho Señor San Francisco, por cierta contratatacion quel Custodio guardian de frayles fizo con los que gobernaban, que nenguno de los dichos delinquentes non estobiesen en este dicho Monesterio, e que se fuesen a los otros Mo-. nesterios de la Tierra e que allí podiesen estar

siguros, e non viniesen al Monesterio desta Cib dad; sabido por el Thesorero e Conthador con el impetu que vinieron, e visto los frayles la razon quera, porque la Tierra estobiese en paz e sigura e non se perdiese, la qual se perdiera como adelante diré, los sacamos del Monesterio e confesaron aber sido en la traycion pasada, e ser sabidores dello, y el dicho Valverde aber ido a llamar a ciertos ciertos delinquentes questaban retraydos en el Monesterio de Tecuzco, para que viniesen el Sábado aplazado por los delinquentes e traydores; e desta cabsa se mandó a éste arrastrar, e permitió Dios que se fiziese xusticia dellos, porque si soltáran, al dicho Fator e Veedor, quel Conthador e Thesorero de Vuestra Magestad los thernían presos, abianse de poner en prender a su Gobernador Don Hernando Cortés, porque ansí lo abía dicho e poblicado el dicho Gonzalo de Salazar, por aber dicho las tales palabras, non seyendo verdaderas; porque Vuestra Magestad siendo tan poderoso e cristianísimo Príncipe, que prende a otros Reyes e Príncipes muy poderosos, non abía de mandar matar al dicho Don Hernando Cortés siendo su vasallo e sin oille; e por aber el dicho Gonzalo de Salazar dicho las tales palabras, debía de ser muy bien castigado, porque otros non se atreviesen a descir de su Príncipe e Señor lo que non era; e queriendo continuar su mal propósito,

Томо ХХІХ

2

sabiendo quel dicho Don Hernando Cortés vernía a su Gobernacion de Vuestra Magestad, imbió a los puertos desta Nueva España e a otras partes, a que lo prendiesen; e dixe arriba que lo permitió Dios, porque se fiziese xusticia destos, porque si soltáran al dicho Fator e Veedor, posieranse en prender al dicho Gobernador quentró en la Villa de Medellin, aquel dia que los revolvedores e levantadores e alteradores entraron en esta Cibdad queriendolo prender, e la Tier- · ra se perdiera, de que Vuestra Magestad fuera muy desservido; e a cabsa de la xente que vino aquel dia para lo susodicho, se fizo xusticia de los quatro que sacaron de San Francisco, por aber ido a ser en la traycion pasada; e quando se degollaron los tres, sigund derecho, por ser sabidores de la turbacion de la Tierra e non manifestado a aquellos que thernían poder, incurrieron en crimen, lexis magestatis, mayormente seyendo participantes en el delito e traycion para que la Cibdad se perdiese; e otro dia, dempues de xusticiados los quatro, se abían de fazer xusticia de otros, y el Lunes siguiente por semexante; sino que permitió Dios Nuestro Señor quel Domingo se sopo la llegada del Gobernador de Vuestra Magestad al Puerto de Medellin, de que non poco placer rescebió la Cibdad e Tierra, e yo mas, porque thernía muncho trabaxo por thener la Tierra en paz, e Vuestra