Hace saber á todas las justicias, Ayuntamientos y pueblos de su comprehension; que a pesar de los motivos de comun felicidad, que proclamaban los franceses, que ocupaban al territorio español, en bien de sus naturales, se dispararon contra estos unas proclamas de terror y espanto, propias no de un Aliado, si de un cruel conquistador; que siempre lleva por delante estos presagios, de la muerte, y la desgracia; por cuya razon enojado este pueblo, no quiso admitir esta dura ley depresiva de su libertad; impidiendo á viva fuerza, aunque sin estrago la publicacion de la tal proclama; y creyendo ya indicada en ella la esclavitud, á que con ofensa de la religion, del rey y la patria, le disponia; tuvo á bien la Junta, poseida de los mismos sentimientos acordar un armamento ó levantar un ejército de 20000 hombres que en la cruel situacion, y crísis en que habia puesto á la patria; la abominable y negra perfidia de Napoleon emperador de los franceses, por la disfrazada prision de nuestro Rey Fernando el VII, y toda la familia de Borbon en lo interior de la Francia con escándalo de la Europa, pudiese asegurarnos de un enemigo tan cruel; mas no tuvo efecto, pues por la que se creyó variacion de circunstancias, se acordó la suspension, de tal armamento."

Pero como inmediatamente se hubiese autorizado el duque de Berg con el nombramiento de Teniente General del Reyno, por el que le hizo Carlos IV en quien se quiso persuadir haber renunciado voluntariamente la corona su hijo Fernando el VII y en seguida lo hubiesen hecho ambos en Napoleon, del mismo Reyno, y con ellos los demás Infantes Segundo genitos y su tio el Infante D. Antonio, llevado contra su voluntad, como estos para Francia con este objeto, y querido que autorizasen los diputados de cortes, esta renuncia, y usurpacion por el hecho mismo de tratar de dictarnos las leyes que nos hubiesen de ser mas ventajosas, es cuando descubierta la perfidia de aquella, deliberó la Junta con asistencia del Real Acuerdo, y por el que se celebró en el dia de hoy,

llevar á efecto el armamento del Exército Defensivo Asturiano, en obsequio, de la Religion, de la Patria, y de la comun felicidad; porque ¿cómo no puede considerarse la mayor en la tranquilidad que no habríamos de tener en nuestros hogares, ni en no vernos, ni á nuestros hijos víctima desgraciada, ó del furor de los franoeses, ó de la ambicion de su emperador? Nuestros vecinos los Portugueses, y otros Reynos, nos han dado por desgracia pruebas sensibles, de que viven baxo la esclavitud del emperador Napoleon.

Para conseguír un bien tan grande, que nos debe esperanzar de la libertad de toda la Nacion (ya notablemente oprimida con unos huéspedes insufribles, quales son los franceses, violadores de la fé, derechos de humanidad, y justicia á pesar de haberse vendido á nuestros Soberanos por sus caros aliados) ha determinado asimismo la Junta nombrar por general en gefe de este Exército Jefensivo Asturiano (que habrán de formar los hijos de estas montañas, restauradoras en otro tiempo de la fé y dominios Españoles, que hoy trata de usurpar el orgullo francés) al Excelentisimo Sr. D. Joaquin de Navia, marqués de Santa Cruz de Marcenado, cuyos Ilustres Progenitores, han defendido gloriosamente la Patria, cediendo el señor D. Juan Crisóstomo de la Llave, la comandancia militar de la costa de este Principado, en que acaba de posesionarse, por nombramiento del duque de Berg, y Junta de gobierno de España: quedando asi dicho señor marqués por supremo gefe militar de este Principado; lo que así se hizo público al Pueblo y Tropa, y uno y otro admitieron por ta! comandante á dicho Sr. Excmo. con general placer; y para que así conste, acordó la Junta (como ya independiente del Gobierno Español, y con facultades legislativas, en las actuales circunstancias de la falta de la Dinastia de la casa de Borbon) pasar este aviso á todos los Gefes Militares, Justicias, Ayuntamientos y Pueblos de este Principado, para que obedezcan á dicho Excelentísimo Sr. Marqués de Santa Cruz, como tal General del Exército Defensivo Asturiano en todos los particula

res relativos á este particular y órdenes que para el efecto les comunique. Oviedo y Mayo 25 de 1808.-El conde Marcel de Peñalba.-El conde de Agüera.»

La Junta de la que formaban parte las personas mas principales del pais adoptó oportunas medidas para reunir fuerzas y poner la provincia en estado de defensa: las tropas reales que muy en breve llegaron no suscitaron obstáculos al movimiento, y aun del batallon de Hibernia se sacaron varios oficiales, sargentos y cabos para formar el núcleo de la fuerza armada que se iba organizando: si bien los patrióticos deseos de la Junta de que esta se elevara todo lo posible, dió márgen á que se prodigaran en demasia los empleos militares por lo que no dejaron de oirse algunas quejas; si bien es verdad que muchos antes estraños á las reglas de la milicia, acreditaron con su denuedo y adelantos la confianza con que se les habia distinguido. Tambien contribuyeron en mucho á apresurar la organizacion, cuantiosos dones que generosamente ofrecieron los habitantes y que vinieron á engrosar las arcas públicas, harto necesitadas en tan críticascircunstancias.

Los comisionados de Murat, el conde del Pinar y don Juan Melendez Valdès, á fin de garantir sus vidas, habian sido detenidos á su llegada á Oviedo, con el coronel de Hibernia Fitzgerald y el comandante de carabineros reales Ladron de Guevara que apartándose de la opinion de casi todos sus subordinados se negaron á reconocer la Junta y la noble causa que simbolizaba. El marqués de Santa Cruz con su exaltacion de caracter clamaba contínuamente porque se les formase causa y se temia algun atentado en su contra, por parte de la gente bulliciosa de algunos concejos, por lo que la Junta acordó sacarlos fuera del Principado, disponiendo que en seguida se les trasladara á Gijon para que de allí partiesen con mas seguridad: acomodados en coche pedido al obispo ya iba este sigilosamente por el camino de Gijon, cuando á su vista gritaron unas mujerzuelas que se marchan los traidores; cèrcales de seguida numerosa turba y sacándoles,

del coche, ies lleban al campo de San Francisco en donde atándoles á los árboles se dispusieron á fusilarles; así se habria ejecutado á no haberle ocurrido al canónigo don Alfonso Ahumada sacar de aquella iglesia el Santísimo Sacramento, buscando para contener à la desordenada multitud el poderoso auxilio de la religion, y ayudado de algunas otras personas que gozaban del aura popular, les dirigió palabras de paz y conciliacion, que conmovieron y dejaron sumisos á les amotinados, recobrando los presos su libertad. Así por esta feliz intervencion el glorioso levantamiento de Asturias, se llevó á cabo sin derramar una sola gota de sangre.

Una de las primeras diligencias de la Junta fué entablar negociaciones con el gobierno inglés, como el que mas eficazmente podia ayudarles en la desigual lucha que se preparaba. Tal encargo se confirió á los Sres. don Antonio Angel de la Vega y vizconde de Matarrosa, despues conde de Toreno, los cuales pasaron à Londres desempeñando cumplidamente su mision, dando por resultado que el gobierno británico mostrara un vivo interés por la enérgica determinacion del Principado, y que ofreciera todo su apoyo y asistencia en favor de la independencia española, acordando enviar á Asturias provision de pertrechos y vestuarios de guerra, y por último dos oficiales y un mayor general, sir Tomas Dyer, á proteger y dirigir el movimiento.

CAPITULO II.

Saludables y enérgicas medidas dictadas por la Junta. — Ejércitos.-Ballesteros en la línea de Colombres.-Escaramuzas con los franceses.-Victoria de San Vicente de la Barquera. Creacion del Alarma.-Incursion de Woster en Galicia. -Es derrotado.-El marqués de la Romana en Oviedo.-Dísuelve arbitrariamente la Junta.-Creacion de otra nueva.-Es disuelta á su vez.-Invasion de Asturias por tres distintos puntos. -Inaccion de las tropas españolas.-Movimientos.-Evacuacion de Oviedo.-Desgraciada espedicion de Ballesteros á Santander. -Salen de Asturias los franceses.-Nueva entrada.-Fuerzan la línea de Colombres.-Hazañas de Porlier.-Combate de Colloto. Los franceses por tres veces pierden y recuperan á Oviedo, Combite de Peñaflor.-Escaramuzas.-Servicios de Porlier.-Fuga de Albergotti.-Proyectos de Mahy.-Su ineficacia. -Actividad de Porlier.-Correrias de Bárcena y otros jefes.Desgraciada accion de Puelo.-Castaños gefe del 6. ejército.Mejora en disciplina y organizacion.-Movimiento general.-Los franceses evacuan el Principado.-Victoria del rio Tuerto.-Reinstálase en Oviedo la Junta provincial.

Ocupadas las invasoras tropas francesas, con empresas de mayor importancia, era Asturias en la primavera de 1809, la única provincia libre de todas las del Norte; gobernada por la misma Junta del año anterior, mostrose firme señalándose por sus vigorosas y enèrgicas providencias, así de defensa y armamento, como de administracion y que por lo mismo si bien de gran valor para su patriótico objeto. habian descontentado y resentido á muchas