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CAPITULO VII.

Hijos ilustres de Gijon.-D. Evaristo S. Miguel.-D. Juan de Inclan Valdés.-D. Juan Arce Moris.-D. Timoteo Alvarez Veriña.-D. Julian Valerio Fernandez S. Miguel.-D. Pablo Mata Vigil.-D. Santos Fernandez S. Miguel.-Dr. D. Justo Gonzalez Valdés Granda.-Otros gijoneses distinguidos.

Tarea espinosa y por mas de un concepto delicada, es apreciar imparcialmente y sin el incentivo de la pasion los sucesos contemporáneos: ¡cuanto mas espuesta es todavia, si se trata de delinear las figuras que originaron estos mismos sucesos, qne les dieron vida, que les dieron ser!.... asi es que nosotros que huimos de tropezar en se. mejante peligro, hemos de ser en este capítulo bastante mas cortos que lo fuimos en anteriores dedicados á igual materia, trazando solo ligeras biografías de algunos hijos ilustres de Gijon, que ya no existen, y abandonando para mejor cortada pluma la vida de los muchos que por dicha suya, y de la nacion se honran á si y á su patria, prestándo señalados servicios en todas las carreras del Estado.

D. EVARISTO SAN MIGUEL, cèlebre general, hombre político, escritor y publicista nació en Gijon en el año de 1785 y murió en Madrid en el de 1862. Emprendió la carrera militar á los veinte años de edad, prestando sus primeros servicios como subteniente del regimiento de voluntarios del Estado en 1807. Cuando se alzó el grito de independencia en Asturias, se fugó de Madrid, donde se hallaba, tomó parte en los combates de Cabezon, S. Vicente de la Barquera Pajares y Peña del Castillo, llegando á capitan, y siendo hecho prisionero en este último punto. Conducido á Francia permaneció allí hasta el año de 1814, en que regresó á su patria, y en el inmediato de 1815, formó parte del ejército que penetró en Francia por San Juan de Luz. En 1819 ascendió á segundo comandante, y fuè destinado al ejército espe licionario de Ultramar, que proclamó la constitucion en las Cabezas de S. Juan en 1.o de enero de 1820.

Consumada aquella revolucion, obtuvo el empleo de coronel con destino à la junta auxiliar del ministerio de la Guerra.

Nombrado en 1.° de Julio de 1822 comandante del batallon de patriotas, tomó parte en el combate del 7 contra los batallones de la guardia real que entraron en Madrid con el objeto de derribar el gobierno constitucional.

En aquella época fundó el periódico El Espectador, en el que sostuvo las doctrinas liberales un poco exageradas, y algun tiempo despues entró á formar parte de un ministerio encargándose de la cartera de Estado. Desempeñando aquel elevado puesto tuvo ocasion de contestar con energía á las comunicaciones de la Santa Alianza, hacíendo salir á sus embajadores en un breve plazo.

Al verificarse la invasion francesa, se incorporó al ejército de Mina, como jefe de Estado mayor, distinguiéndose en todas las operaciones hasta el 8 de octubre, en cuyo dia quedó como muerto en el campo de batalla, y fué conducido al hospital de Zaragoza donde permaneció setenta dias, siendo luego trasladado prisionero á Francia. En 1824 obtuvo pasaporte para Inglaterra, y allí permane

ció hasta 1830 en que tomó parte en la tentativa de Mina y otros patriotas favorecidos por el gobierno francés.

Continuó en París hasta 1834, y entonces á favor de la amnistía, volvió á España emprendiendo de nuevo su vida política con la fundacion de El Mensajero de las cortes. Repuesto en su empleo de coronèl, fué destinado. al ejército del Norte; asistió á varios combates señalados. como á los de Mendigorría y los Arcos, donde ascendió á brigadier; fué luego nombrado comandante general de la provincia de Huesca, y capitan general interino de Aragon, cargo que obtuvo luego en propiedad con el empleo de mariscal de campo y el mando del ejército del centro, cuando se proclamó de nuevo la constitucion de 1812. En aquel nuevo mando practicó muchas operaciones de importancia, y llevó a cabo entre otros hechos de armas la toma de Cantavieja.

Fué despues elegido diputado de las córtes constituyentes; tomó parte en la redaccion de la constitucion de 1837; entró en el ministerio presidido por Espartero, que sucedió al de Calatrava, desempeñando en él las carteras de Guerray Marina; prestó servicios de importancia cuandoļse acercó el pretendiente á Madrid, y poco despues hizo dimision de sus cargos limitándose á representar en el congreso, á la provincia de Zaragoza y luego á la de Oviedo hasta 1840. Durante la regencia provisional fué capitan general de Castilla la Nueva, y despues volvió al ministerio de la Guerra, señalando su administracion con la organizacion de la reserva, la creacion del colegio general militar, y otras medidas no menos importantes. Disuelto aquel ministerio á consecuencia de un voto de censura en 1842, pasó al cargo de capitan general de las provincias vascongadas, y de este á la direccion del cuerpo de Estado mayor; y por último fuè ascendido á teniente general y nombrado capitan general de Castilla la Nueva, en cuyo puesto le encontraron los sucesos de 1843.

Retirado entonces por algun tiempo de la vida pública se consagró á ocupaciones literarias; fué elegido diputado por Madrid; obtuvo en 1846, y con motivo del casamien

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