DOS PALABRAS AL LECTOR. No sin haber vacilado mucho nos hemos decidido á publicar la HISTORIA DE GIJON, escrita en un principio para nuestro uso particular, y con el solo objeto de sacar del polvo de los archivos, la memoria de los hechos pasados y los nombres que ilustraron las generaciones que nos precedieron; no pensábamos nunca en que podrian ver la luz pública, las modestas cuartillas en que empleábamos algunos ratos de ocio. Las instancias de nuestros amigos, el cariño que profesamos á esta villa, y el deseo de difundir por medio de la imprenta las fases diversas que ofrece en el curso de los siglos, nos hicieron variar de opinion, ampliando el primitivo pensamiento; y una vez decididos, nos consagramos con ardor á esta tarea, aunque siempre con el sentimiento de que la inteligencia no acompañase á la voluntad. Entonces leimos las historias mas acreditadas, consultamos los autores que gozan de mayor fama, acudimos á las escelentes bibliotecas de Oviedo y Gijen, y sobre todo consagramos cerca de un año á recorrer el voluminoso archivo municipal, que con generosa franqueza se puso á nuestra disposicion, por las dignas personas que constituian el Ayuntamiento en aquella época. En él es donde hemos encontrado la mayor parte de los datos y noticias que prestan algun interés á este libro, y que nosotros acaso al coordinarles habremos hecho decaer de su mérito primitivo. La intencion sana con que escribimos, habrá de disimular las inevitables faltas, hijas de nuestra escasa suma de talento y conocimientos. Mañana quizá mas brillante pluma recorra la senda que nosotros hemos inaugurado, y entonces podrá aparecer la historia de Gijon, tal y cual debe ser: entonces será tambien grande nuestra satisfaccion. Las cinco sestas partes de este libro se refieren al principal titulo que lleva y son completamente originales; las páginas restantes se dedican á compendiar los sucesos mas importantes de la gloriosa historia de Asturias, que enlazados con la particular de Gijon, era preciso describir para que los hechos apareciesen con la debida clasificacion y método. En esta parte hemos acudido á los historiadores de mas nota y aun reproducido textualmente muchos párrafos segun se podrá ver en el curso de la narracion. Del mismo modo en el bosquejo de la vida de Jovellanos, se ha seguido á sus mas reputados biógrafos. Tambien debemos pagar en este sitio un re cuerdo de gratitud á nuestros ilustrados amigos los señores D. Juan Junquera Huergo y D. Alonso Fernandez Vallin, que facilitándonos curiosas notas y documentos, contribuyeron à la mayor amenidad é interés de esta historia. Despues que terminamos nuestro trabajo, antes de ofrecerle al público, lo cual seria temeridad reprensible, le sometimos al exámen de un asturiano ilustre, de un publicista esclarecido, cuyo nombre goza de alta y merecida fama. El Excmo. Sr. don José Caveda, se dignó recorrer una por una todas sus páginas; nos indicó los defectos de que adolecia, y los errores que era preciso corregir, entregándonos con una série de observaciones la prueba mas señalada de amistad, que recordaremos eternamente como uno de los favores mas grandes que hemos recibido; solo sentimos en nuestra pequeñez, no sernos dable corresponder à tanta estimacion, pero si algun dia cabe para dicho señor la idea de que podamos serle útil, nuestro mayor anhelo será que tan feliz ocasion se presente cuanto antes. Todas las observaciones del Sr. Caveda, han sido atendidas, poniendo nosotros en ello particular empeño; solamente una hemos descuidade, pero que no hace al curso general de la obra: nuestro distinguido amigo cree con notable acierto, que los sucesos del siglo XVII, podrian condensarse en menor espacio; á nosotros en este punto nos asiste una incurable manía, los detalles mas insignificantes de la vida de las localidades en anteriores tiempos nos seducen, nos agrada aquilatar hasta el último estremo los usos y costumbres de aquellas épocas, y hé aquí la razon de que hayamos descendido á tantos pormenores, que rechazan la generalidad de los lectores y que ciertamente no ofrecen un gran interés; les aconsejamos, pues, que sigan el parecer del Sr. Caveda, y que pasen como sobre ascuas por aquellos capítulos, que quedarán tan solo para el escaso número que participe del contagio que á mi me asiste. A continuacion insertamos las observaciones de nuestro respetable amigo, escritas cuando le presentamos la HISTORIA, y que por su índole especial no han tenido cabida en el cuerpo de la obra; en ellas nos juzga con inmerecida benevolencia; ténganla igual nuestros lectores. y no vean en este libro mas que una prueba del cariño que hácia su pueblo abriga EL AUTOR. |