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no de las islas de Canaria de vuestras Altezas, que son en la dicha mar océana, para de allí tomar mi derrota, y navegar tanto que yo llegase á las Indias, y dar la embajada de vuestras Altezas á aquellos príncipes y cumplir lo que así me habian mandado; y para esto pensé de escribir todo este viage muy puntualmente de dia en dia todo lo que yo hiciese y viese y pasase como adelante se verá. Tambien, Señores Príncipes, allende describir cada noche lo que el dia pasare, y el dia lo que la noche navegare, tengo propósito de hacer carta nueva de navegar, en la cual situaré toda la mar y tierras del mar Océano en sus propios lugares debajo su viento; y mas, componer un libro, y poner todo por el semejante por pintura, por latitud del equinocial y longitud del Occidente, y sobre todo cumple mucho que yo olvide el sueño y tiente mucho el navegar porque así cumple, las cuales serán gran trabajo. Viernes 3 de Agosto.

I

Partimos Viernes 3 dias de Agosto de 1492 años de la barra de Saltes á las ocho horas; anduvimos con fuerte virazon hasta el poner del sol hácia el Sur sesenta millas, que son quince leguas; despues al Sudueste y al Sur

I Saltes. Isla formada por dos brazos del rio Odiel, frente de la villa de Huelva. Hubo en ella poblacion por lo menos desde el siglo XII, y continuaba el año de 1267, en que el Rey D. Alonso el Sabio dividió el término de la villa de Saltes con la de Huelva. Ignórase cuando se despobló, pues aunque en la Suma de Geografia de Martin Fernandez de Enciso, impresa en 1519, se hace mencion de aquel pueblo, consta que por aquel tiempo solo existia la iglesia adjudicada á las de Huelva: lo que denota que ya no habia poblacion. No debió pasar mucho tiempo sin que se arruinase la iglesia, pues para conservar su memoria se fundó dentro de Huelva una ermita con título de Nuestra Señora de Saltes, en la que se conserva una cruz, reliquia de la parroquia. Aun existen en la Isla vestigios de ella; y su distrito está dividido en tierras labrantías, dehesas de pastos y montes acotados de caza menor, cuya propiedad es de los Marqueses de Ayamonte, con título de Condes de Saltes. (Dictámen de D. Josef Ceballos al principio de Huelva ilustrada del Lic. D. Juan de Mora, impresa en Sevilla año de 1762; y en los capítulos. 1.0, 5.o y 13 de esta obra.)

2 Colon usaba de millas italianas, que son de menor extension que

cuarta del Sudueste, que era el camino para las Canarias.

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I

Saltó ó desencajóse el gobernario á la carabela Pinta, donde iba Martin Álonso Pinzon, á lo que se creyó y sospechó por industria de un Gomes Rascon y Cristóbal Quintero, cuya era la carabela, porque le pesaba ir aquel viage; y dice el Almirante que antes que partiese habian hallado en ciertos reveses y grisquetas, como dicen, á los dichos. Vídose allí el Almirante en gran turbacion por no poder ayudar á la dicha carabela sin su peligro, y dice que alguna pena perdia con saber que Martin Alonso Pinzon era persona esforzada y de buen ingenio: en fin anduvieron entre dia y noche veinte y nueve leguas.

Martes 7 de Agosto.

Tornóse á saltar el gobernalle á la Pinta, y adobáronlo y anduvieron en demanda de la isla del Lanzarote, que es una de la islas de Canarias, y anduvieron entre dia y noche veinte y cinco leguas.

Miercoles 8 de Agosto.

Hobo entre los Pilotos de las tres carabelas opiniones diversas donde estaban, y el Almirante salió mas verdade

las españolas, pues cuatro de aquellas equivalen á tres de estas y á la medida de una legua.

1 Gobernario ó gobernalle es el timon.

ro, y quisiera ir á gran Canaria por dejar la carabela Pinta, porque iba mal acondicionada del gobernario y hacía agua, y quisiera tomar allí otra si la hallara; no pudieron tomarla aquel dia

Jueves 9 de Agosto.

Hasta el Domingo en la noche no pudo el Almirante tomar la Gomera, y Martin Alonso quedóse en aquella costa de Gran Canaria por mandado del Almirante, por que no podia navegar. Despues tomó el Almirante á Ĉanaria (ó á Tenerife), y adobaron muy bien la Pinta con mucho trabajo y diligencias del Almirante, de Martin Alonso y de los demas; y al cabo vinieron á la Gomera. Vieron salir gran fuego de la sierra de la isla de Tenerife, que es muy alta en gran manera. Hicieron la Pinta redonda, porque era latina; tornó á la Gomera Domingo á 2 de Setiembre con la Pinta adobada.

Dice el Almirante que juraban muchos hombres honrados españoles, que en la Gomera estaban con Doña Ines Peraza, madre de Guillen Peraza, que despues fue el primer Conde de la Gomera, que eran vecinos de la isla de Hierro, que cada año vian tierra al Oueste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de la Gomera afirmaban otro tanto con juramento. Dice aquí el Almirante que se acuerda que estando en Portugal el año de 1484 vino uno de la isla de la Madera al Rey á le pedir una carabela para ir á esta tierra que via, el cual juraba que cada año la via, y siempre de una manera; y tambien dice que se acuerda que lo mismo decian en las islas de los Azores, y todos estos en una derrota, y en una manera de señal, y en una grandeza 1. Tomada pues agua y leña y carnes, y

I Por muerte de Fernan Peraza en 1452 quedó el Señorío de las Canarias á su hija Doña Ines, casada con Diego de Herrera; en cuya posesion los confirmó el Rey D. Enrique iv á 28 de Setiembre de 1454Ya entonces, segun dice el Almirante, veian los habitantes de la Gomera y del Hierro todos los años una tierra al Poniente que se ha pretendido ser la imaginaria isla de San Borondon. Posteriormente á esta época

lo demas que tenian los hombres que dejó en la Gomera el Almirante cuando fue á la isla de Canaria á adobar la carabela Pinta, finalmente se hizo á la vela de la dicha isla de la Gomera con sus tres carabelas Jueves á 6 dias de Setiembre.

Jueves 6 de Setiembre.

le stad Partió aquel dia por la mañana del puerto de la Gomera, y tomó la vuelta para ir su viage, y supo el Almi. rante de una carabela que venia de la isla del Hierro, que

continuaron las ilusiones y la preocupacion vulgar de su existencia, sin embargo de las expediciones y buques que se despacharon para encontrarla y reconocerla, sin que pudieran conseguirlo los mas hábiles marineros que para ello se emplearon. Viera en su Historia de Canarias refiere circunstanciadamente todos estos sucesos con sinceridad y buena crítica (tomo 1.o, lib. 1.o, §. xxvi, pág. 78 y siguientes); y Feijoó refuta estas visiones como una preocupacion de la gente vulgar (Teat. Crit., tom. 4, Disc. x, §. 10).

El M. Pedro de Medina en sus Grandezas de España (cap. 52, pág. 47) dice que no muy distante de la isla de la Madera estaba otra que se llamaba Antilia que ya no se veia, y que la halló figurada en una carta de marear muy antigua; y Viera (tom. 1.o, pág. 90) refiere que algunos portugueses y habitantes de la Madera veian al Oeste unas tierras que jamas pudieron encontrar aunque lo intentaron, y que de ahí tuvo principio el representar en las Cartas que entonces se delineaban algunas Islas nuevas en nuestros mares, especialmente la Antilia y San Borondon. Esta se halla situada en el globo ó mapa-mundi que construyó Martin de Behem en Nuremberg el año 1492, como al SO. de la del Hierro, aunque interpuestas las islas de Cabo Verde.

De estas preocupaciones tan arraigadas por el espacio de cerca de cuatro siglos, y que dominaban mas en la época de los descubrimientos á fines del siglo xv y principios del xvi, y de la maligna emulacion con que despues del primer viage se procuró rebajar el mérito del gran Colon, pudieron nacer las voces de haber sido antes descubierto el nuevo Continente y sus Islas, ya por Alonso Sanchez de Huelva ó por otro navegante portugues ó vizcaino, como escribieron varios españoles, ya por Martin de Behem, como han pretendido aun modernamente algunos extrangeros; pero Oviedo, autor coetáneo, asegura que aquella novela con verdad ninguno la podia afirmar, que asi corria por el mundo entre la gente vulgar, y que él la tenia por falsa. D. Cristóbal Cladera en sus Investigaciones históricas refutó con solidísimas razones y fundamentos estas pretensiones de naturales y extrangeros, defendiendo el mérito y la gloria del primer Almirante de las Indias.

andaban por allí tres carabelas de Portugal para lo tomar: debia de ser de invidia quel Rey tenia por haberse ido á Castilla; y anduvo todo aquel dia y noche en calma, y la mañana se halló entre la Gomera y Tenerife.

Viernes 7 de Setiembre.

á

Todo el Viernes y el Sabado, hasta tres horas de noche, estuvo en calma.

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Tres horas de noche Sabado comenzó á ventar Nordeste, y tomó su via y camino al Oueste: tuvo mucha mar por proa que le estorbaba el camino, y andaria aquel dia nueve leguas con su noche...

1

Domingo 9 de Setiembre.

Anduvo aquel dia diez y nueve leguas, y acordó contar menos de las que andaba, porque si el viage, fueseluengo no se espantase ni desmayase la gente. En la noche anduvo ciento y veinte millas, á diez millas por hora, que son treinta leguas. Los marineros gobernaban mal, decayendo sobre la cuarta del Nordeste, y aun á la media partida; sobre lo cual les riñó el Almirante muchas veces.

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En aquel dia con su noche anduvo sesenta leguas, á diez millas por hora, que son dos leguas y media; pero no contaba sino cuarenta y ocho leguas porque no se asombrase la gente si el viage fuese largo.

Martes 11 de Setiembre.

Aquel dia navegaron á su via, que era el Oueste, y anduvieron veinte leguas y mas, y vieron un gran trozo

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