La literatura española en el siglo XIX: (general, regional y americana)

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Gráfica universal, 1921 - 319 páginas

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Pasajes populares

Página 244 - ... Muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo. Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente Que regará lenguas de fuego en esa epifanía. Juntas las testas ancianas, ceñidas de líricos lauros Y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora. Así los manes...
Página 30 - Al ver la noche Adán por vez primera Que iba borrando y apagando el mundo, Creyó que, al par del astro moribundo, La Creación agonizaba entera. ~~ Mas luego, al ver lumbrera tras lumbrera Dulce brotar, y hervir en un segundo Universo sin fin... vuelto en profundo, Pasmo de gratitud, ora y espera. Un sol velaba mil ; fue un nuevo Oriente Su ocaso, y pronto aquella luz dormida, Despertó al mismo Adán pura y fulgente. ¿Por qué la muerte el ánimo intimida? Si así engaña la luz tan dulcemente,...
Página 247 - Confesémoslo: nuestra América actual es, para el arte, un suelo poco generoso. Para obtener poesía, de las formas cada vez más vagas e inexpresivas de su sociabilidad, es ineficaz el reflejo; sería necesaria la refracción en un cerebro de iluminado, la refracción en el cerebro de Walt Whitman.— Quedan, es cierto, nuestra naturaleza soberbia, y las...
Página 243 - ¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos y que al alma española juzgase áptera y ciega y tullida? No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo ni entre momias y piedras, reina que habita el sepulcro, la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito, que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas, ni la que, tras los mares en que yace sepulta...
Página 242 - Salutación del optimista ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda, espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve! Porque llega el momento en que habrán de cantar [nuevos himnos lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos; [mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto; retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte; se anuncia un reino nuevo, feliz sibila sueña y en la caja pandórica de que tantas desgracias...
Página 243 - Hércules antiguo la gran sombra soberbia evocando, digan al orbe: la alta virtud resucita que a la hispana progenie hizo dueña de siglos. Abominad la boca que predice desgracias eternas, abominad los ojos que ven sólo zodíacos funestos, abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres, o que la tea empuñan o la daga suicida. Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo, la inminencia de algo fatal hoy conmueve. a la tierra; fuertes colosos caen, se desbandan bicéfalas águilas,...
Página 27 - ... placeres, Que volarán contigo; Y el dolor de perderlos cuando huyeres De atreverme a gozar será el castigo.
Página 243 - Nínive enterrada en olvido y en polvo ni entre momias y piedras, reina que habita el sepulcro, la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito, que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas, ni la que, tras los mares en que yace sepulta la Atlántida, tiene su coro de vástagos, altos, robustos y fuertes. Únanse, brillen, secúndense, tantos vigores dispersos; formen todos un solo haz de energía ecuménica.
Página 243 - Pálidas indolencias, desconfianzas fatales que a tumba oa perpetuo presidio condenasteis al noble entusiasmo, ya veréis el salir del sol en un triunfo de liras, mientras dos continentes, abonados de huesos gloriosos, del Hércules antiguo la gran sombra soberbia evocando, digan al orbe: la alta virtud resucita que a la hispana progenie hizo dueña de siglos.
Página 54 - Bella y más pura que el azul del cielo con dulces ojos lánguidos y hermosos, donde acaso el amor brilló entre el velo del pudor que los cubre candorosos; tímida estrella que refleja al suelo rayos de luz brillantes y dudosos, ángel puro de amor que amor inspira, fue la inocente y desdichada Elvira.

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