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PARTE SEGUNDA.

In rebus tam antiquis, si quæ similia veri sunt, pro veris accipiantur satis habeam. TITOLIV., Dec. 1.a, lib. 5.

I

CAPITULO I.

Hércules con el jabalí á los pies.

Entre los diferentes restos de antigüedad, de que iremos tratando, despues del acueducto, merece particular atencion una figura de Hércules, con un jabalí colosal á sus pies, que se halla en la pared de la gran torre, que está en lo interior del convento de monjas de Santo Domingo, situado á poca distancia de la plaza principal de esta ciudad á la parte del Norte. Trata de él nuestro historiador (1); y persuadido á que Hércules fue el fundador de esta ciudad, intenta comprobarlo con estas palabras: la noticia de esta fundacion se ha continuado en escritores de autoridad y en la tradicion constante de nuestros ciudadanos, reforzada con monumentos y fábricas que hasta hoy permanecen. Estas son una gran casa, "ó fortaleza, al costado septentrional de la ciudad, que se nom"bró casa de Hércules por ser fundacion suya, hasta los años de 1513 del nacimiento de J. C., que entrando á habitarla "monjas dominicas, comenzó á llamarse Santo Domingo el Real, como hoy se nombra: donde en una escalera, en la pared maestra de una fortísima torre se ve una estátua de Hércules sobre un puerco montés, en la figura y actitud que aquí la estampamos." Pone la figura, que tambien puso

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(1) Colmenares, Historia de Segovia, cap. 1.o, §• 5 •

en la portada de su Historia entre dos columnas, y coronada con este letrero en una tarjeta: HERCULES URBIS CONDITOR. Ambas estampas presentan á Hércules de cuerpo entero, cabeza descubierta, pelo rizado, barba y vigote largos, y sin cortar, cuerpo desnudo, brazos y piernas fuertes y membrudas, con la clava levantada en las dos manos hacia el lado derecho, y en ademan de amenazar con ella: el pie derecho puesto sobre la cabeza y oreja izquierda del jabalí, y el izquierdo mas tendido, y con la pierna sobre el lomo de la feroz bestia. "Es de mas „de medio relieve, y de piedra muy dura, que llamamos cár„dena por su color: está tronzada la maza, desbocada la bes„tia, y gastados los perfiles de toda la escultura, señal de su ,,mucha antigüedad en tan dura materia. Cuando faltára la ,,autoridad de escritores, y la tradicion de las edades, bas„taba este solo monumento para asegurar que nuestra Sego„via fue fundacion de Hércules egipcio; y entre cuantas ciu„dades se glorían de ser fundadas por este gran príncipe, nin„guna nos muestra comprobacion tan auténtica, en la cual „está relumbrando la misma religion de Egipto, sobre que los „griegos inventaron despues tantas fábulas."

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No debemos detenernos, despues de lo que se dijo tra tando de la antigüedad del acueducto (1), en la averiguacion de la fuerza que dan de sí estas reflexiones de nuestro histo-* riador. Existe aun en el parage que señala el Hércules y el jabalí. En el año de 1802 le reconoció el señor Bosarte; y en su Viage artístico (2) le describe de esta manera: "Entrando en „el convento, y subiendo la escalera principal del patio, á los „últimos peldaños para desembarcar en la galería alta, se ve „á mano derecha que sale de la pared la cabeza de un jabalí „colosal: sus formas fueron buenas, aunque ya muy destrui„das y gastadas: el sitio de los ojos y de las orejas se conoce „muy bien, el hocico está desbaratado: por la frente, con di„reccion al hocico, le baja una correa, que se distingue toda„vía con certeza. Conserva aun los colmillos, rebajados de re„lieve, contra la quijada superior; su materia es piedra ber„roqueña muy dura; y el sólido, segun se puede tantear á la „vista, podrá ser de cinco á seis arrobas de peso. El animal „se presenta vivo, no muerto, como lo figura la estampa que

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„pone el señor Colmenares. Aunque por sola su cabeza no po,,demos juzgar si su actitud es estar parado, de pie quieto, ó ,,andando; pero la correa demuestra ciertamente que no es„taba en su libertad natural en el bosque, sinó con algun fre„no, ó algun adorno, que ya no podemos juzgar enteramente. „Sobre la cabeza del puerco en la misma pared, á poca distan„tancia, hay un relieve de figura humana, que á la vista será ,,como de dos cuartas: su diseño es de la última imbecilidad del „arte, de manera que el gótico mas gótico no es peor. Le han „dado una mano de almagre, no se sabe cuándo, con cuya ,,operacion no se sabe ya qué especie de piedra es. El puerco „conserva el color natural de la piedra. Si la figurilla tuvo al„gun instrumeuto en las manos, ya no puede saberse cuál sería.”

3 Para cerciorarme de la exactitud de estas dos tan diversas relaciones sobre este objeto de curiosidad y antigüedad bien remota, procuré proporcionar la vista ocular, acompañado de algunos señores inteligentes; y habiéndose presentado en ello varias dificultades por parte de las religiosas, que justamente lo repugnaron, y yo quedé convencido de que lo hacian con causas muy poderosas, hube de valerme de ellas mismas, para tomar sobre ello las noticias mas exactas. Se prestó á dármelas la señora Priora, religiosa inuy atenta y despejada, y en carta de 20 de Julio de 1817 me dice lo siguiente: » En contestacion á lo que vm. me pregunta en la adjunta, debo „decirle: que por cuanto el sitio donde estan las figuras de que „me habla se ha blanqueado muchas veces, y solo dejan li„bres las dichas figuras, ocultando con el yeso todo lo demas, „no puedo dar razon de la altura de la piedra en que está Hér„cules; y es como se sigue lo que se deja ver. En la escalera „principal de este convento, que llamamos nosotras la escale„ra de piedra, porque es de piedra cárdena, al segundo tra„mo de ella, á mano derecha segun se sube, le coge una fa,,chada del torreon, cuya pared tiene de grueso vara y me„dia, en la que se deja ver una cabeza de jabalí, que tiene „de círculo por lo mas grueso dos varas y media: es de piedra ,,cárdena. Toda la dicha cabeza sobresale de la pared, y aun „se dejan ver por debajo parte del pecho, y hombros del ja„balí; to demas está embutido en la pared, que lo menos será „una vara. Sobre dicha cabeza del jabalí hay una figura de „hombre que parece soldado, de la misma especie de piedra

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