Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[graphic]

Hundimiento del puente en el sitio de Morella la noche del 29

de Mayo de 1840.

con sus cuerpos y dieron ya libre paso á los últimos que venian huyendo y se deslizaban aturdidos sobre las hacinadas victimas. ¡Cuánto destrozo y mortandad! Hé aquí los resultados de las guerras civiles, de esas cruentas luchas en que un ambicioso explota tan sin piedad el fanatismo y la ignorancia.

Mientras tenia lugar tan horrorosa escena, algunos jefes carlistas, que dotados de mayor intrepidez se acercaron á la muralla gritando á los de adentro que no los hostilizaran, que todos eran unos, lograron al fin hacerse conocer de los que estaban en la plaza, y suspendiendo estos el fuego les abrieron las puertas, proveyéndolos ademas de escalas que les arrojaban por la muralla para que acelerasen su entrada. Aqui tambien sintiéronse arrebatar la vida muchos de aquellos desdichados, pues los quintos que guarnecian el castillo, creyendo que aquellas masas que escalaban las murallas eran los sitiadores que intentaban el asalto, dirigieron el fuego de sus cañones hacia el punto por donde penetraban los grupos, causando en ellos alguna mortandad que pudo haber sido inmensamente mayor, si los poco experimentados artilleros que servian las piezas no las hubieran inutilizado introduciendo en ellas aturdidamente la bala antes que la pólvora.

Tan desgraciado fue el éxito de aquella tentativa de retirada, y tan caras pagaron sus autores la falta de prevision y la ligereza con que procedieron en aquel arriesgado paso, del cual sólo salieron con bien el gobernador y parte de las compañías de cazadores que iban con él á vanguardia, que lograron salvarse atravesando con extraordinario arrojo el campamento de Espartero, por medio de los más imponentes peligros. Ademas de los innumerables muertos y heridos que ocasionaron á los fugitivos, las tropas de la reina les cogieron más de 500 prisioneros y gran porcion de equipajes; y si aquella misma noche no se apoderaron de la ciudad, fue debido tan sólo á los sentimientos de humanidad del duque de la Victoria, que no quiso, por adelantarlo algunas cuantas horas, manchar con nueva sangre un triunfo de que tan seguro estaba.

Dentro ya de la plaza aquellos de los fugitivos que habian podido escapar con vida, ocupáronse algunos jefes carlistas en hacer recoger á los moribundos del foso y trasladarlos á la ciudad, que á los pocos instantes se vió convertida toda ella en un grande hospital, pues no habia en Morella una casa respetada por las bombas en la que no se hallase algun herido. Al mismo tiempo se reunian los jefes principales para adoptar las medidas más adecuadas á las circunstancias, y en un consejo de guerra que celebraron aquella misma noche acor

daron nombrar gobernador interino de la plaza al teniente rey, coronel de caballería D. Leandro Castilla, á quien por haber servido al lado de Espartero en la campaña de América juzgaron el más á pro pósito para entablar con él las negociaciones de una capitulacion, único medio que les quedaba ya, en tan apurado trance, para impedir una completa y total ruina. Revestido, pues, aquel jefe con la autorizacion necesaria, dirigió al conde-duque el oficio y propuesta de capitulacion siguientes :

« Excmo. Sr.: Deseando evitar los males que son consiguientes á esta desastrosa guerra, y las molestias que debe causar á V. E. el campamento del digno cuartel general de V. E., espero que su generosidad se dignará conceder á la guarnicion de esta plaza las capitulaciones que designan los artículos del adjunto papel, que tengo el honor de elevar á las superiores manos de V. E., esperando al mismo tiempo que interin se ratifican las capitulaciones se dignará mandar se suspenda toda hostilidad contra esta plaza, y al mismo tiempo el que las tropas avanzadas del ejército de V. E. permanezcan en las posiciones que ocupan en estos momentos.

« Dios guarde á V. E. muchos años. Morella mayo á las cinco de la mañana del 30 de 1840.- Excmo. Sr. - Leandro Castilla.-Excmo. Sr. D. Baldomero Espartero, duque de la Victoria y capitan general de los ejércitos nacionales. >>

Capitulacion que propone el coronel gobernador accidental de la plaza de Morella D. Leandro Castilla al Excmo. señor duque de la Victoria D. Baldomero Espartero, capitan general de los ejércitos nacionales y general en jefe de los ejércitos que operan en las provincias de la Península.

0

<< Articulo 1 La guarnicion de esta plaza entregará las armas con la condicion que ha de quedar en plena libertad el total de sus jefes y oficiales, y por consiguiente la tropa, para ir al país extranjero que más le convenga, con la precisa condicion que no han de volver á tomar las armas en la presente lucha contra los derechos de S. M. la reina doña Isabel II.

«Art. 2. Se espera de la generosidad del Excmo. señor duque de la Victoria se dignará conceder el uniforme y equipaje á los jefes y oficiales de esta guarnicion, como igualmente á la tropa; y que se queden en el país los que no quieran pasar al extranjero, à quienes no se les molestará por sus opiniones anteriores, si su conducta, de los que se queden, no es hostil á la causa de S. M.

<«< Art. 3.o Que en virtud de estas capitulaciones no se molestará á

ninguno de los jefes, oficiales, individuos de tropa y empleados en la guarnicion de esta plaza por hechos puramente políticos que tienen endencia con sus empleos y cumplimiento de las órdenes que se les dieron por sus respectivos jefes, aun cuando sea por reclamo de alg a persona.

Art. 4. Los jefes, oficiales é individuos de tropa de esta guarnicion serán conducidos con una partida de escolta hasta la raya de Francia por el frente que resulta por el reino de Aragon á aquel país extranjero, sin entrar en las principales capitales de dicho reino.

«Art. 5. Se entregarán las existencias de los almacenes establecidos en esta plaza con la mayor integridad, como igualmente los fusiles, cañones y demas que existan en ella.

«Art. 6. Será de cuenta del erario nacional la asistencia de los enfermos de los hospitales, como igualmente franquearles el correspondiente pasaporte para que puedan marcharse tambien al extranjero, quedando desde luego dichos individuos comprendidos en todos los artículos de esta capitulacion.

«Morella mayo 30 de 1840.-Leandro Castilla. >>

Estas estipulaciones, dictadas únicamente por la fuerza de la necesidad, no podian ser aceptadas por Espartero. Sin embargo, apénas llegaron dichas comunicaciones al cuartel general del conde-duque, mandó este suspender al instante las hostilidades y contestó al gobernador de la plaza en estos términos:

«Recibo el oficio de V. de esta fecha con la propuesta de capitulacion que me incluye, cuyos artículos no pueden ser aceptados, así por la bandera que han tenido ustedes enarbolada, como porque desplegados ya parte de los medios que tengo para reducir la plaza y castillo, faltaria en el hecho de admitir condiciones contrarias á la situacion en que ustedes se encuentran, mayormente desde la derrota de anoche.

<«<Los sentimientos de humanidad me fuerzan, sin embargo, á convenir en que cese toda hostilidad hasta recibir la contestacion á este oficio, que ha de ser en el término de una hora.

«No hay más condicion posible que la de que se entregue prisionera de guerra la guarnicion de la plaza y de su castillo, en el concepto de que serán respetadas y ninguno de sus individuos molestado por sus opiniones políticas.

«En caso que V. no acceda, llorará aunque tarde las consecuencias de una defensa enteramente inútil; y las víctimas obligadas á continuar las hostilidades no dirigirán sus terribles imprecaciones, en el

« AnteriorContinuar »