del predio sirviente y sostenemos que es negativa la servidumbre consistente en la abertura de huecos en la mayor altura de la pared divisoria de dos casas de desigual elevación, siempre que la pared sólo sea medianera hasta el punto concurrente de los dos edificios y propia en el resto de su extensión. ENRIQUE PÉREZ Ardá. La Coruña, REVISTA DE REVISTAS JURIDICAS ESPAÑOLAS El Foro Español. (Núm. 516; 30 de Abril 1912. Madrid.) LUIS ZAPATERO GONZÁLEZ.-Impugnación y regulación Cuando por excesivos se impugnan los honorarios de un Letrado, es necesario señalar concretamente el grado diferencial del exceso supuesto, equiparando el escrito de impugnación á una demanda, en la que debe fijarse con claridad y «precisión» lo que se pide; esto es, sin ambigüedad. Pues siendo la Administración de justicia, en lo civil, de carácter rogado, deben fijarse y precisarse los pedimentos y evitarse que el juzgador su subrogue en la acción principal del impugnador, ó en la auxiliar de un perito, ó en la defensa del impugnado. No es admisible tomar como norma y pauta el antecedente de otras minutas de honorarios; pues uno de los factores que indefectiblemente les condicionan, son las inevitables circunstancias del lugar, y singularmente, la de <tiempo», en directa y fundamental relación con la naturaleza, importancia y caracteres de la acción que se ejercita, y condición y cualidad del asunto que se desenvuelve. Todos los Letrados deben ser, y lo son, igualmente honorables para el juzgador; pues los elementos potenciales del. espíritu de cada uno, no es magnitud que se cubica, sino intensidad que se mide; intensidad que es causa determinante del aplauso público y del prestigio y fama profesionales que no se miden por el número, sino por la calidad de los negocios... <Con que, dice el articulista, el talento puede merecer y alcanzar, no sin lu cha, el bien ganado y honroso premio moral y la debida recompensa material de su inteligente labor, como coadyuvantes de la Administración de justicia, gloriosos lauros conquistados en la lucha por la vida, si la caprichosa suerte no le traiciona inicua y despiadadamente, pues no sólo de pan vive el hombre; y los frutos de los espíritus fuertes son los trofeos y timbres que coronan su ejecutoria intelectual, independientemente y sin perjuicio de la siempre irregular y mísera compensación material, en ineludible observancia de las tiránicas leyes de la oferta y la demanda, cuya concurrencia provoca el conflicto de la estimuladora competencia, y en concomitancia con el progresivo conste de la vida individual y de relación ó social que influencia la ciencia económica...» Si el efecto moral puede resultar de dificilísima estimación, no ocurre lo mismo respecto de la justa apreciación de la recompensa material. Para esta debe, inevitablemente, tenerse en cuenta, no precisamente una exclusivista ley de tasa, dada y promulgada por el rigorista fuero de la legisladora y judicial conciencia, sino el precepto de la ley social á la que se rinde culto en el ara del templo de la justicia intangible... Entre un mínimun y un máximo de esfuerzo cerebral, debe promediarse la regulación del trabajo` en relación con el asunto, los elementos disponibles, la acción ejercitada, la manera de dirigirla, la forma de defenderla, las incidencias, el contendiente, los elementos de éste y el modo de oponerlos, además de las circunstancias de lugar y tiempo; factores todos que integran la base de la regulación de la recompensa material por la labor de la exteriorización léxica del pensamiento jurídico. Uno de los principales trabajos de todo Letrado, consiste en el estudio inicial del asunto, selección de la acción por el demandante y preparación y desenvolvimiento de la demanda; por lo que el escrito promoviendo la litis puede ser el más costoso. El hecho de que la parte contraria á la condena en costas sea defendido por un Letrado que resida fuera del lugar donde se sustancia el negocio, no es factor que deba apreciarse como sumando íntegramente de la suma total de costas imputadas á la parte condenada, sobre todo, si en el lugar del juicio tienen su residencia habitual otros Letrados, en mayor ó menor número, y no consta que éstos hayan podido negar la prestación de sus servicios profesionales. Así, pues, la parte condenada en costas, no viene obligada á satisfacer al Letrado, no residente en el lugar del juicio y libremente elegido por la otra parte, compensación alguna por haberse trasladado de un lugar á otro. Mas si la residencia habi tual del Letrado designado por una parte, no condiciona la minuta cuando ésta debe ser pagada por la parte condenada en cos. tas, la parte que nombra al Letrado tiene el deber de indemnizar á éste los gastos de viaje y hasta los de estancia, si no se hubiese estipulado nada en contrario; pero nunca los perjuicios reales ó supuestos. Revista de los Tribunales. (Núm. 17, 27 de Abril de 1912. Madrid). BERNALDO DE QUIRÓS.- Aplicaciones jurídicas Los tiempos nuevos acaban de añadir al elogio de la mano, con la invención de la dactiloscopia, un nuevo libro. La mano, que es el órgano exterior del hombre, lleva, además, en la cara interior del vértice de los dedos, el sello de la individualidad, que deja visible ó invisible, pero revelable, en cuanto toca. Nadie ignora el partido que ha podido sacar de la dactiloscopia el Derecho penal. Sin embargo, los orígenes de ella, es en el Derecho civil donde se encuentran. En un clásico informe oficial, Dastre cita la práctica de la marca del pulgar sobre un sello de cera ó laca blanda, en los contratos escritos, señalada en Siam y en Cambdje por J. Harmand, antiguo Cónsul y Embajador de Bangkok. Y Galton, uno de los grandes teóricos de la dactiloscopia, es deudor de mucha parte de su saber á J. W. Henchell, que utilizó durante más de cuarenta años la huella del pulgar como firma auténtica en los contratos oficiales. ¿No convendría, entonces, aprovechar esta experiencia, auto rizando la impresión del pulgar, como sustitutivo perfeccionado de la firma, en los actos civiles en que intervinieran analfabetos? Paralelamente á esta innovación, como un medio de contraste seguro en todo caso, deberían hacerse otras dos, de excepcional importancia: a) La fundamentación del Registro del estado civil de las personas sobre la base de la individualidad dactilográfica. b) La sustitución de la actual absurda cédula personal por la cédula de identidad dactiloscopia. El articulista recuerda lo mucho que trabajó el doctor Oloriz, muerto poco há, en estas cuestiones, llevando la identificación dactiloscópica á grandes perfeccionamientos. La idea última del doctor Oloriz, era la fundación del «Archivo Nacional de Identidad». Cree el articulista que la instauración de este Archivo puede ser fácil; pero de imposible organización, por el momento, al menos, para toda la población nacional ... Hoy no es posible saber cuanto tiempo será preciso para que todas las instituciones de identidad se funden sobre la dactiloscopia. Mas ese día llegará. La dactiloscopia se perfeccionará y desaparecerán sus últimos inconvenientes. JOSÉ GARCÍA FERNÁNDEZ. HISPANO-AMERICANAS Archivos de Psiquiatría y Criminalogía. (Año XI, Marzo-Abril, 1912, Buenos Aires, Argentina.) SUMARIO: Rodolfo Senet. -«Psicología del juego de los niños.> El autor hace el resumen de su notable y extenso trabajo. Dice, en el resumen, que el origen del juego infantil no puede explicarse por la tendencia hacia la afectividad positiva. La necesidad de recrearse, con carácter imperioso, puede reducirse á la necesidad del ejercicio muscular. Tampoco puede explicarse el origen del juego de los niños por la exuberancia de vida y por gasto de una energía superflua, ni agregándoles el factor imitación. La imitación de la actividad seria y útil, de que habla Spencer, como causa de los juegos, sólo como excepcional puede admitirse. Los instintos, más la imitación, explican el origen de muchos más juegos, sin explicar el de todos los juegos. En este asunto hay que deslindar el origen de la tendencia al juego y el de los mismos juegos. La tendencia al juego proviene de la actividad instintiva, legada por vía de herencia, y que es la suma de las actividades voluntarias, repetidas durante las generaciones que nos han precedido y que, con el transcurso del tiempo, se han hecho instintivas. Esta tendencia ó actividad instintiva, se orienta en diversas direcciones solicitadas por diversas causas, dando lugar á diferentes juegos. Las causas de las formas de los juegos, son secundarias y pueden reducirse á las siguientes: |