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edificios antiquísimos y letreros de ciertos caracteres, que en otra ninguna parte. Finalmente, secretos son estos que sólo Dios los sabe.

CAPITULO CXXIV

De la religion que tenian los habitantes de Guatemala, de Nueva España, de la Florida y de otras regiones del Nuevo Mundo.

En el reino de Guatimala, donde tuvieron noticia del diluvio, antes dél, dicen algunos que tenian y adoraban por Dios al Gran Padre y á la Gran Madre que estaban en el cielo, y lo mismo despues del diluvio, y que llamándolos cierta mujer principal, encomendándose á ellos, le apareció una vision y que le dijo: no llames así, sino desta manera, que yo te acudiré; del cual nombre agora no se acuerdan, pero que les parece que aquel nombre [es] lo que agora nosotros les decimos ser Dios. Despues, creciendo y multiplicándose las gentes, se publicó que habia nascido un dios en la provincia, treinta leguas de la cabeza de Guatimala, llamada Ultlatlan, y la provincia nombramos agora la Vera Paz, de que hablaremos, si Dios quiere, abajo, el cual dios llamaron Exbalanquen. Deste cuentan, entre otras fábulas, que fué á hacer guerra al infierno, y peleó con toda la gente de allá, y los venció y prendió al rey del infierno y á muchos de su ejército; el cual vuelto al mundo con su victoria y la presa, rogóle el rey del infierno que no le sacase, porque estaba ya tres ó cuatro grados de la luz, y el vencedor Exbalanquen, con mucha ira le dió una coce, diciéndole: vuélvete y sea para ti todo lo podrido y desechado y hidiondo. El Exbalanquen se tornó, y en la Vera Paz, de donde habia salido, no le rescibieron con la fiesta y cantos quél quisiera, por lo cual fué á otro reino, donde le rescibieron á su placer; y deste vencedor del infierno dicen que comenzó el sacrificar hombres. Donde quiera que por aquellas tierras ofrecian sacrificio de cosas vivas, tenian ciertos cuchillos de piedra, que llamamos de navaja, muy agudos, los cuales dicen que cayeron del cielo, y que cada pueblo y personas tomaron los que habian menester; á estos cuchillos llamaban manos de dios y del ídolo á quier sacrificaban. Estos cuchillos, como cosa muy sacra, por matar con ellos las cosas vivas que ofrecian en sacrificio, en tanta reverencia los tenian, que los adoraban 6

'sacrificaban.

en gran manera los tenian en veneracion; hacianles muy ricos cabos con figuras, segun podian, de oro, y de plata, y de esmeraldas si las podian haber, 6 al menos de turquesas, como de obra que llamamos musaico, de la cual obra mucho ellos y en muchas cosas usaban; teníanlos siempre con los ídolos en los altares guardados. Los ídolos que comunmente tenian por todas aquellas partes eran figuras de hombres y mujeres, esculpidas en piedras de diversas colores, y de aves, y de otros animales; en cierta parte se halló un ídolo como una cabeza de caballo, como sacados los ojos y los vasos dellos vacios, y parecian que siempre corria dellos sangre: cosa, dicen, admirable de ver. Toda esta tierra, con la de la que propriamente se dice la Nueva España, debia tener una religion y una manera de dioses, poco más ó poco menos, y extendíase hasta provincia de Nicaragua y Honduras,

Ꭹ volviendo hacia la de Xalisco, y llegaba, segun creo, á la provincia de Colima y Culiacan; de allí adelante, la vuelta del Norte 60 leguas, otra manera tienen de religion, como se dirá, cuanto á los sacrificios; pero tienen sus ídolos, no muchos, sino uno ó algunos en cada pueblo, donde los reyes y señores van á orar y á ofrecer sus sacrificios. En toda la tierra y reinos de Çibola, que contiene muchas provincias por ser grande tierra, que tiene más de trecientas leguas y llega hasta la mar del Sur, toda muy poblada, y contiene infinitas naciones, no habia ni hay ídolo, ni templo alguno; sólo tienen y adoran por Dios al Sol, y á las fuentes de agua dulce; en algunas partes destas tienen cognoscimiento de un Dios verdadero que está en el cielo; parece que en adorar el Sol entienden adorar á él. Esto es en el Rio Grande, donde fué á entrar descubriendo Hernando de Alarcon, enviado á descubrir por la mar por el virrey de la Nueva España don Antonio de Mendoza; por aquel rio subió ochenta y tantas leguas, donde vido y conversó con muchas gentes, habitantes de una banda y de la otra; hallóse haber llegado por el mismo rio á ochenta leguas de Çibola, donde andaba la otra gente que por tierra el visorrey susodicho á descubrir envió. Lo mismo es en la grande y luenga tierra que llamamos la Florida, donde caben inmensas naciones; ningun ídolo, ni templo, ni sacrificio sensible se halla; así lo afirman todos los que por diversos tiempos y en diversas armadas por aquellas tierras han andado, y el que más dello supo fué Alvar

1 partes.

á

Nuñez Cabeza de Vaca, un caballero natural de Xerez de la Frontera. Este, habiendo vivido y andado por aquellas tierras nueve contínuos años, en la relacion que al Emperador dellas dió, dice aquestas palabras, en cuasi al cabo della: «Dios Nuestro Señor por su infinita misericordia quiera que en los dias de Vuestra Majestad, y debajo de vuestro poder y señorío, estas gentes vengan ser, verdaderamente y con entera voluntad, sujectas al verdadero Señor que las crió y redimió, lo cual tenemos por cierto que así será, y que Vuestra Majestad ha de ser el que ha de poner esto en efecto; que no será tan difícil de hacer, porque dos mil leguas que anduvimos por tierra, y por la mar en las barcas, y otros diez meses que, despues le salidos de captivos, sin parar anduvimos por la tierra, no hallamos sacrificios, ni idolatría», etc. Estas son sus palabras. Dice tambien más, un poco antes, que hallaron cierta gente, ya al cabo de su peregrinacion (digo al cabo, cerca de cuando hallaron cristianos en los reinos de Xalisco, en las provincias cercanas dellos), la cual, preguntada en quién adoraban, y á quién sacrificaban y pedian el agua para sus labranzas, y la salud para ellos, respondieron que á un hombre qu'estaba en el cielo; preguntados cómo se llamaba, dijeron que Aguar, y que creian que él habia criado 1 todo el mundo y las cosas dél; tornáronle á preguntar cómo sabian aquello; respondieron que sus padres y agüelos se lo habian dicho, que de muchos tiempos tenian noticia desto, y sabian que el agua y todas las buenas cosas las enviaba aquél. Cabeza de Vaca y sus compañeros, que eran tres, les dijeron que aquel que ellos decian, lo llamaban ellos Dios, y que así lo llamasen ellos, y lo sirviesen y adorasen; respondieron que todo lo tenian. bien entendido, y que así lo harian, etc. Esto dice Cabeza de Vaca. Dejada esta parte occidental y septentrional destas Indias y pasándonos á la otra parte meridional donde cae la costa que decimos de Paria, y por allí arriba y abajo, cuasi por todas aquellas partes, las gentes dellas tenian, poco más y poco menos, una manera de religion, teniendo algunos ídolos y dioses proprios, pero en universal todos pretendian haber uno comun de todos, y este era el Sol; templo, empero, ninguno. E yendo todavía la vuelta del austro 6 Mediodía, hasta donde se dice la tierra del Brasil, que es un pedazo de la Tierra Firme, que, por concierto y

el cielo.- etc. Todo esto dice Cabeza de Vaca. Los cristianos les dijeron.

conveniencia de los reyes de Castilla y Portogal, cupo á los portogueses, la punta ó cabo de la cual tierra solíamos llamar el cabo de Sant Augustin, por toda ella no tienen ni adoran ídolos, ni tienen cognoscimiento alguno de Dios; solamente á los truenos deben dar y atribuir alguna divinidad, porque los llaman Tupana, que significa como cosa divina 6 sobrenatural. Así lo escriben los religiosos de la Compañía de Jesú, que fueron á predicar y predican en aquella parte, y deste nombre Tupana usan para darles cognoscimiento del verdadero Dios. Dicen asimismo aquellos predicadores que allí están, que de ciertos en ciertos años vienen unos hechiceros de luengas tierras, fingiendo traer sanctidad, y al tiempo de su venida, los mandan alimpiar los caminos, y vanlos á rescibir con danzas y fiestas segun su costumbre, y antes que lleguen al lugar andan las mujeres de dos en dos por las casas, diciendo públicamente las faltas que hicieron á sus maridos, y unas á otras, y pidiendo perdon dellas; en llegando el hechicero con mucha fiesta al lugar, éntrase en una casa escura, y pone una calabaza que trae en figura humana, en la parte más conveniente para sus engaños, y mudando su propria voz como de niño, y junto de la calabaza, les dice que no curen de trabajar, ni vayan á las rozas, porque el mantenimiento por sí crescerá y que nunca les faltará que comer, y que por sí se vendrá á casa; dicen más, que los palos con que cavan se irán á cavar, y las flechas se irán al monte á cazar para traer caza que coma su señor; que han de matar muchos de sus enemigos. Promételes larga vida, y que las viejas se han de tornar mozas, y las hijas que las den á quien las quisiere; y otras cosas semejantes les dicen y prometen, con que los engañan, creyendo que en la calabaza debe de haber alguna cosa divina que les dice aquellas cosas. Y acabando de hablar el hechicero, comienzan á temblar 2 todos, en especial las mujeres, con grandes temblores en sus cuerpos, que parecen endemoniadas, como de cierto lo son, echándose en el suelo y espumando por las bocas; y en esto les hace creer el hechicero que entonces les entra la sanctidad, y á quien esto no hace tiene por malo y no digno de tanto bien. Ofrecen despues desto al hechicero, cada uno, de lo que tiene, muchas cosas; hácense tambien médicos, y en las enfermedades les hacen muchos engaños con sus hechicerías. Estos son los mayores contrarios

á entender.-2 En en el ms., templar.

que los predicadores del Evangelio tienen, porque hacen entender á los dolientes que les meten en los cuerpos cuchillos y tiseras y cosas semejantes, con las cuales dicen que los matan: en sus guerras se aconsejan con ellos, allende que tienen muchos agüeros de ciertas aves. Todo esto escriben aquellos padres de la Compañía de Jesú á sus hermanos, á Portogal, desde la tierra del Brasil. Con esto se confirma lo que arriba en el capítulo... dejimos, que el demonio, lo primero que acostumbró al principio que quiso introducir en el mundo la idolatría, fué constituir ministros y sacerdotes della, por engaño que hacia á los más dispuestos que para ello en malicia y astucia hallaba, para que por medio de aquéllos, su poco á poco, á todos los demás engañase. y como éstos sean, por sus ficiones y prestigios que hacen, de los pueblos y gente simple venerados y acatados, y así alcanzan honra, y estima, y dádivas, y lo que más la soberbia y cudicia les demanda, y por la predicacion de la fe y doctrina cristiana todo aquello se les desbarata, de allí es, y siempre fué, que ningunos otros, á la predicacion y doctrina del Evangelio y á la introducion de la religion cristiana, fueron ni se hallaron mayores ni iguales contrarios. Esto es y será bien claro al que leyó y leyere las vidas y historias de los Apóstoles y de los Mártires, donde parece que muchas veces estaban los pueblos para se convertir y rescebir la fe y el baptismo, y los sacerdotes de los ídolos, con el autoridad que con los reyes tenian, movian sedicion y escándalo y así lo estorbaban. Ejemplo tambien tenemos del cual no podemos dudar, como quien más contradijo al Redemptor, y principalmente le causó la muerte, fueron los sacerdotes del pueblo judaico, segun testifican los Evangelistas; la razon dello era, porque si admitieran la ley Evangélica, parecíales que su sacerdocio perecia, y, por consiguiente, perdian sus provechos temporales y toda su anctoridad. Y quiero aquí entreponer una cosa bien al propósito notable. Muchos años ha que vi predicar al obispo de Velandia, de la órden de Sancto Domingo 2, egregio en letras y sanctidad, predicador, en el convento de Sant Pablo de Sevilla, el cual dijo que cuando los judios 3 moraban en Castilla, disputando y tractando con los sacerdotes y rabíes de aquella ley en la ciudad de Segovia, y reprehendiéndolos de su engaño y ceguedad, diciendo: Vosotros no veis vuestro engaño en esta y en esta profecía y en este

introducion.- señalado.- estaban.

3

paso y en aquel de la Sagrada Escriptura? ¿porque tenéis engañados estos desventurados?» y otras semejantes razones y palabras con que los convencia, afirmó que le respondian: «Señor, bien lo vemos, pero ¿qué quereis que hagamos, que nos dan de comer éstos?» etc. De manera, que por no perder lo que interesaban sus provechos, su crédito, honra y autoridad, puesto que sabian tener el pueblo engañado, 1 enseñaban y conservaban el pueblo en sus errores, y resistian impugnando la verdad. Y así es entre los turcos y moros y todo género de infideles, que los sacerdotes que llaman alfaquíes son los que resisten y más resisten á la doctrina divina, como principales contrarios escogidos y bien instruidos ministros para estos efectos por Satanás. Por esta causa deben los predicadores del Evangelio, donde quiera que entre infieles, de cualquier secta que sean, fueren á predicar, principalmente armarse contra los sacerdotes, y procurar de desengañarlos y persuadirlos, y atraerlos 2 por bien cuanto pudieren, ó perseguirlos si hobiere facultad '; y débese trabajar mucho delante todo el pueblo quitalles el crédito que la gente dellos tiene y toda su autoridad, porque, éstos derrocados ó ganados, la conversion de todo el pueblo con el favor de Dios está en la mano. Algunos destos, en estas nuestras Indias, se cree convertirse, pero yo entiendo que son pocos y con gran dificultad, porque como más poseidos é instructos del demonio, y que para pervertir é poseer las ánimas mayor ayuda que otro alguno le hacen, menos lugar dan al Espíritu Sancto. La misma querella escriben los religiosos de la Compañía de Jesú que están en la India y provincias que tractan los portogueses, diciendo que de los sacerdotes de aquella gentilidad son más impugnados é infestados. Tornemos al propósito. Pasando adelante de las tierras del Brasil, se siguen luego las grandes provincias del rio que hoy llaman de la Plata. donde tienen poblado los nuestros cierta cindad que llaman la Asumpcion; afirman todos los que vienen de allá, que por cuatrocientas leguas de sus alrededores, que dura una sola lengua, es la gente, segun su natural, virtuosísima, y que carece de toda exterior señal de idolatría; solamente tienen cuenta con 7 estimar por más excelente criatura que otras el Sol, pero no se les cognosce sacrificio ni cerimonia que le hagan por Dios.

1 predicaban, resistian y trabajando. - por razones.ó por mala, si hobiere.- Padres.- de Portogal. decir, tener.

CAPÍTULO CXXV

De la religion que se profesaba en América Central, en Nueva ranada y en Venezuela.

Dando la vuelta hacia atras desta misma costa ó ribera de la mar, hasta la dicha provincia de Paria, y de allí corriendo la cos ta y tierra que va por el Poniente abajo, en la cual entran las provincias de Cumaná, cerca de la cual está la isleta de Cubagua, donde se solian pescar las perlas; en esta provincia de Cumaná, y quizá por mucha tierra, la costa abajo y arriba, sin alguna duda, tambien se halló por nuestros religiosos que allí algunos años tractaron, reverenciar la cruz y con ella se abroquelaban del diablo, salvo que la pintaban desta manera x, y así, y quizá con otras revueltas que no llegaron á nuestra noticia; llamaban la cruz en su lengua pumuteri, la media sílaba luenga. Item, las provincias de Venezuela, y las de Sancta Marta y Cartagena y otras hasta la Culata, que dijeron, el golfo de Urabá, la última sílaba aguda, y la del Darien con la costa de la mar, y las provincias ó tierra que se siguen algunas leguas la tierra dentro, ningun ídolo, ni templo, ni sacrificio se ha visto, ni se cree tener ni haber tenido aquellas gentes. Sólo están proveidos de los susodichos sacerdotes, ministros puestos por aquel nuestro capital enemigo, y hablando con éstos saca los efectos dellas que de las otras se han dicho. Lo mismo era en toda la costa del Sur, desde Panamá hasta cuasi la provincia de Nicaragua, y en la del Norte por el Nombre de Dios y la provincia de Veragua, y de allí por toda aquella tierra que corre hasta Honduras, creo que podré decir exclusive, cuanto á algunos ritos y cosas. Tenian conocimiento alguno de Dios verdadero, y que era uno que moraba en el cielo, al cual, en la lengua de las gentes habitadoras de la provincia del Darien, y creo que tambien de Veragua, llamaban Chicuna, la media sílaba, si no me engaño, luenga; querian decir por este nombre Chicuna, principio de todo. A éste ocurrian con todas sus necesidades, pidiéndole remedio dellas, y á él hacian sus sacrificios. El mismo cognoscimiento de un Dios se tenia en las provincias de Honduras y Naco, y donde se pobló la ciudad de Gracias a Dios, y hasta los confines de Guatimala, creyendo haber un Dios criador de todo. Con todo esto reverenciaban al sol, y

En el ms., conrriendo.

á la luna, y al lucero del alba, y les ofrecian sacrificios; tenian eso mismo dioses de palo y de piedra, que presidian en el agua y en el huego, y de las sementeras y de otras muchas cosas; tenian, no menos, diosas, que eran abogadas ó que presidian en las cosas tocantes á las mujeres y niños, y los mismos dioses y religion creo que se extendia, más y menos poco, por todas las provincias de Guatimala. Dando la vuelta para la provincia de Urabá, y de allí entrando por la tierra dentro hácia el reino de Popayan, y el que dicen de Granada, donde se contienen innumerables naciones, no se halla templo, ni estátuas ó ídolos que parezcan serles dioses, sino que en las casas de los señores de los pueblos 6 de las provincias habia un aposento apartado, muy esterado, limpio adornado, que parecia como oratorio, y allí habia muchos incensarios de barro, donde quemaban muchas resinas y cosas aromáticas, y entre ellas unas yerbas muy menudas, de las cuales algunas tenian una flor negra y otras blanca. En otras partes y casas de otros señores habia, entrando en ellas, una renglera de imágines de bulto, quince y veinte en número, hechas de palo, á la hila puestas, tan grandes como un hombre; las cabezas, de calavernas de hombres; los rostros ó caras, de cera, dè diversos visajes ó disposiciones. Estas imágines ó estátuas, más se cree ser los señores y antecesores de aquellos que señorean en aquel principado que ídolos que tengan por dioses, puesto que dicen que aquellas sirven de oráculos, porque cuando llaman los sacerdotes al demonio, entra en ellas y dan de allí sus respuestas á lo que les preguntan; 6 quizás los mismos sacerdotes se meten dentro, y ellos son los que hablan, responden é informan, como arriba hemos mostrado de otras muchas naciones. En algunas partes de la provincia de Popayan, las gentes dellas, 6 por ventura no todos, sino sólo aquellos sacerdotes de que todo este orbe abundaba, hinchian cueros de tigres, de paja, y dentro dellos les hablaban y respondian los demonios, y así aquellos eran sus oráculos. Por esta manera iba la religion, cuanto á los dioses de todas las naciones que habia en todas las provincias que habemos nombrado, y otras que dejamos de nombrar, que duran por muchas leguas en ancho y largo hasta entrar en los reinos del Perú, en algunas poco más y en otras poco ménos; y así, todas, cuasi por la mayor parte deste orbe, tienen algun cognoscimien

1 se hallaban.- poco que mucho cognos.

to del verdadero Dios, puesto que se lo mezcla y ofusca el demonio, en unas partes más y en otras menos, segun le es permitido por Dios, con algunos y con muchos errores, por medio de aquellos sus ministros sacerdotes.

CAPÍTULO CXXVI

De los dioses que veneraban los peruanos, especialmente del Sol, y de los templos de éste.

Entremos ya, finalmente, á tractar y fenecer la materia de los dioses en las grandes ' regiones y reinos del Perú, donde tanta multitud de naciones y tan bien ordenadas y regidas vivian, y muy dadas y ejercitadas en la religion. Todas ellas tenian sus ídolos y dioses artificiados de piedra y madera, cada pueblo, y quizá cada casa y vecino en particular. En ellos, segun se decia, les aparecia el Demonio en diversas figuras 3, conviene á saber, que aparecia á los sacerdotes y hablaba con ellos; porque no se tiene el traidor en tan poco, que se deje ver de todos.

Dos especies de gente eran más que las otras religiosas y á los dioses más devota (conviene á saber), las que vivian en las sierras y las de la costa. Los serranos, por lo que toca á sus sementeras, las cuales muchas veces se les perdian, déllas por falta de lluvias y déllas por sobra de nieves ó hielo; los de la costa de la mar, por sus pesquerias. Por estas necesidades tenian sus dioses que en aquellas cosas presidian, y á ellos, cuando les convenia, con sus sacrificios y devociones acudian. Tenian para ellos sus templos en los picos de las sierras altísimas y asperísimas, y en la mar dentro de algunas islas. A todas las cosas que les parecia tener alguna calidad señalada más que las otras, como si una sierra tenia un pico ó alguna peña que diferenciaba de las otras y parecia mejor puesta ó de más agradable, á su parecer, hechura, ó alguna concavidad, creian tener alguna participacion de deidad, por lo cual le tenian especial devocion y le hacian reverencia y sacrificio.

En aquellos tiempos se tuvo por dios una muy rica esmeralda en la provincia de Manta, que es la que agora llaman Puerto Viejo, la cual ponian en público algunos dias y la gente simple la adoraba. Y cuando algunos estaban malos, iban á se encomendar á la esmeralda, y llevaban otras piedras esmeraldas para le ofrecer, por persuacion del sacerdote, dandole á entender que por aquella ofrenda la salud le seria restaurada.

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Tenian tambien á los Señores que los habian bien y justamente y con amor y suavidad gobernado, y sido provechosos á los pueblos, por más que hombres, y poco á poco vinieron á los estimar por dioses y á ofrecelles sacrificios y acudir á ellos, invocándoles en sus necesidades.

Estas y otras cosas tenian en veneracion las gentes de aquellas provincias en todo el tiempo que precedió al señorío y reinado de los Reyes Ingas, mayormente al primero, que llamaron Pachacuti Inga, que quiere decir Vuelta del Mundo», porque los puso en mucha y más polida policia que la que antes tenian, y por esta polideza y mejoria les parecia que se volvia el mundo de un lado á otro.

1

Pero este Rey y sus sucesores, más discreto y verdadero cognoscimiento tuvieron del verdadero Dios, porque tuvieron que habia Dios que habia hecho el Cielo y la Tierra, y al Sol, y Luna, y estrellas y á todo el Mundo, al cual llamaban Condici Viracocha, que en la lengua del Cuzco suena «Hacedor del Mundo». Decian que este dios estaba en el cabo postrero del Mundo, y que desde allí lo miraba, gobernaba y proveia todo; al cual tenian por Dios y Señor, y le ofrecian los principales sacrificios. Afirmaban que tuvo un hijo muy malo, antes que criase las cosas, que tenia por nombre Taguapica Viracocha: y éste contradecia al padre en todas las cosas, porque el padre hacia los hombres buenos, y él los hacia malos en los cuerpos y en las ánimas; el padre hacia montes, y él los hacia llanos, y los llanos convertia en montes; las fuentes que el padre hacia, él las secaba; y finalmente, en todo era contrario al padre; por lo cual, el padre, muy enojado, lo lanzó en la mar para que mala muerte muriese, pero que nunca murió. Parece aquesta ficion ó imaginacion significar la caida del primer ángel malo, hijo de Dios por la criacion, pero malo por su elacion, siempre contrario de Dios su Criador. Fué lanzado en la mar, segun aquello de Apocalipsi, capítulo 20: Diabolus missus est in stagnum, etc. Decian tambien que el Sol era el principal criado de Dios, y que es el que habla y significa lo que Dios manda; y no iban en esto muy lejos de la verdad, porque ninguna criatura (sacados los ángeles y los hombres) así representa los atributos y excelencias de Dios (segun Sant Dionisio, 4.° de los Divinos nombres), como el Sol. Y así, como tenga y produzca tan excelentes y diversos efectos, ¿qué otra cosa parece sino manifestar y publicar

' el cual les.

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