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cuasi todas, y entrellas á las más principales y quel mundo señoreaban y gobernaban ó presumian señorear y gobernar, como eran los griegos y romanos y con ellos á los hebreos cuando rabiaban por idolatrar en los sacrificios y fiestas y pascuas; y cerca desto en ocho principalísimos puntos: en la preparacion que hacian para dignamente las celebrar; en la diversidad y multitud de los géneros y especies de cosas que ofrecian en sacrificio á sus dioses ante sus altares; en la preciosidad y valor de los mismos sacrificios; en el dolor y aspereza y tormentos que por ofrecer los sacrificios y por observancia é integridad de su religion y culto de sus dioses padecian, y con cuánta paciencia, tolerancia en las cerimonias, solicitud, diligencia, temor, mortificacion, reverencia y summa devocion con que los ofrecian y sacrificaban; en tener y conservar huego perpétuo; en la modestísima y religiosísima y admirable honestidad de que usaban y tenian como innata y natural en todas sus cerimonias, ritos, sacrificios y divinos oficios y en todo lo que concernia á su religion; en la excelencia (finalmente, que es lo octavo) y sanctidad ó estimacion de sanctidad que tenian de las solenidades pascuales que de ciertos en ciertos años celebraban. Todo esto queda. por munchas vias y con munchas razones y diversos ejemplos y en munchos capítulos probado, explanado, declarado. Por consiguiente, queda manifiesto y muy manifiesto cuánta ventaja hicieron éstas á todas las otras ó á las más del mundo, y entrellas á las que por más ilustres y sabias eran en él estimadas, en haber tenido más digno y más noble y más limpio ó menos lleno de heces de errores de idolatría, concepto y estimacion y cognoscimiento de la excelencia y perfeciones de Dios ó de los dioses que tenian por verdadero Dios, y así 5 tuvieron muy mejor y más diligente juicio y discurso de razon, y usaron con no tantos errores y con menos escuridad de los actos de sus entendimientos que todas las otras. De donde se sigue, sin controversia y sin alguna duda, estas gentes, cuanto á sus entendimientos y uso de razon, no ser en el mundo las menos racionales, ni de los egipcios, griegos, romanos, ni aun de los d' España muncho inferiores; antes en munchas cosas, como arriba consta, muy superiores. Y con esto cerramos la quinta parte que ha de tener la bien ordenada república, la cual no faltó á estas 7 tan infinitas indianas naciones.

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CAPÍTULO CXCV

Donde se muestra que los pueblos de las Indias Occidentales tuvieron bien ordenadas repúblicas.

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Arriba por munchos capítulos probamos ser aquestas indianas gentes prudentes cuanto á la gobernacion de sí mismos, que es la prudencia monástica, y en cuanto á la económica, que 1 es prudencia con que se gobierna la propria casa, donde concurren marido y mujer y hijos y posesiones. Despues de allí proseguimos á probar ser tambien prudentes cuanto á los gobiernos de sus repúblicas, que se llama en general prudencia política, no haciendo al presente diferencia que los pueblos sean regidos por uno, como es el que se llama rey, ó por pocos buenos, que llama el Filósofo aristocracia, ó por munchos, que nombra timocracia, y por comun nombre la llaman república. Desta pública prudencia con que se gobiernan los pueblos ó repúblicas ya dejimos en el capítulo tener seis partes principales, segun el Filósofo, libro 7.o, capítulo 9.o de la Política, las cuales son necesarias para que la república, pueblos, ciudad 6 reino sea bien proveida y ordenada y alcance la felicidad civil y humana de los pueblos, y esta es la paz y amor de los vecinos entre sí, por la cual todos en el reino 6 ciudad estén ordenados y cada uno tenga y goce de su suerte y lugar. Las partes son: la primera, labradores; la segunda, artífices; la tercera, hombres de guerra; la cuarta, ricos hombres; la quinta y principal, el sacerdocio, donde se contiene todo el cultu divino y la religion; la sexta, jueces ó gobernadores que lo rijan y gobiernen. En cada una de las cuatro ya se ha visto muy á la larga cómo todas estas universas gentes, unas más y otras poco menos, y otras muncho mejor, tienen sus repúblicas, ciudades y poblaciones y comunidades por sí suficientes de las cosas, no sólo necesarias para la vivienda y conservacion de la sociedad y compañía política y vida humana, pero aun abundatísimamente poseen y gozan de las deleitables cuando dellas quieren gozarse, y por consiguiente, sus repúblicas son bien ordenadas; de donde se manifiesta no por munchos rodeos ni ambages, ser gentes políticas muy bien razonables y 3 que á munchas que hobo en el mundo se igualaron y á otras sobrepujaron, y otras munchas no les hicie

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se gobernaba por; es la gobernacion de la.—2 munchos que - vida 4 vida humana.- en lo cual.

CAPITULO CXCIV

En el cual se compara la religion de los peruanos con la de otras naciones antiguas.

Lo postrero que resta para cerrar esta principal y quinta parte de la bien proveida y ordenada república que el Filósofo dice (conviene á saber) del sacerdocio y sacrificios, es contejar la religion de los reinos del Perú á las otras gentes antiguas, de lo cual placiendo á nuestro Señor, presto nos expediremos, porque aunque fueron muy religiosos y devotos, tuvieron menos cerimonias y no munchos sacrificios, ni de tantas especies de cosas de que los formaban, ni aun tanto número y diversidad de dioses como las gentes de la Nueva España, y en todo esto dellas fueron los del Perú sobrepujados. Fueron en su religion y cultu, principalmente del Sol, muy solícitos y diligentes, temerosos, humildes, modestos y devotos. Fueron lo mismo discretos, prudentes y honestisimos, sobre todo; no se hallará que en sus fiestas, ni sacrificios, ni cerimonias, ni en cosa que tocase á su religion interviniese cosa fea, ni deshonesta, ni desordenada, ni de burlerías y gasajos, sino todo bien ordenado y razonable, con muncho seso y reposo, gravedad y auctoridad y atencion y devocion dispuesto y celebrado. Esto parece arriba en el capítulo ... donde referimos sus sacrificios de los tiempos antiguos, y los que despues los reyes Ingas ordenaron. Mayormente parece su honestidad y discrecion y prudencia y seso y órden, devocion y devota religion y auctoridad en aquella fiesta tan solene y sacrificio tan honesto y razonable, tan limpio de horruras viles y bestiales que provocasen á hacer mal, que celebraban y ofrecian haciendo gracias al Sol despues de la cosecha de los fructos que rescebian cada un año. Y por ventura y sin ella otras munchas fiestas honestísimas y muy ordenadas y adornadas de actos honestos y religiosos y de hombres muy razonables, tenian y hacian que nosotros no alcanzamos. Harto argumento dello es haber visto los nuestros esto que contamos, en todo lo cual, cuánta ventaja estas naciones á los griegos y romanos y judios cuando idolatraban, hobiesen hecho en cualquiera tiempo de su ignorancia é infidelidad, no creo que será menester ni aun apuntallo. Tambien parece la que á otras munchas gentes hicieron en muncho de lo

pocas y muncha.-3 y solenidad. tenian, hacian.

susodicho, á quien quisiere por lo ya 1 largamente referido, considerallo. Pues como la honestidad y órden y modestia y temor y humildad, discrecion, atencion, gravedad, auctoridad, reverencia y devocion y limpieza de cosas feas y deshonestas en los sacrificios y fiestas y actos de religion arguyan noble, digno y excelente concepto y estimacion y cognoscimiento de Dios, y éste dé á entender buen juicio y discurso de razon y asentado y cuerdo entendimiento, y munchas naciones del mundo, en especial las griegas y romanas y hebreas, tambien careciesen de aquellas virtudes ó actos de virtud, si virtud ó actos de virtud pudiesen llamarse, por concurrir en la idolatría, antes abundasen y enfermasen de todas sus contrarias, y éstas en grandísimo exceso de fealdad y de vergüenza, como queda tan larga y evidentemente demostrado, seguirse de aquí manifiesto es que aquestas gentes del Perú, arguyendo de lo primero á lo último 2, así como hicieron aquéllas grandísima ventaja y fueron muy superiores cuanto á las dichas virtudes ó actos de virtud que en su religion usaban, de la misma manera se aventajaron sobre ellas en el discurso y ejercicio de la razon, y en haber empleado muy muncho mejor qu' ellas los actos de su entendimiento. Pues concluyendo aquesta quinta y principal parte, decimos así: que de todo el largo y prolijo discurso que habemos traido desde el capítulo..., donde comenzamos esta quinta parte de la república bien ordenada segun el Filósofo, hasta esta presente que agora queremos acabar, la cual contiene todo lo tocante á la religion, que consiste toda en cuatro partes (conviene á saber): en los dioses, en los templos, en los sacerdotes y en los sacrificios, manifiestamente aquestas indianas naciones, 6 infinitas dellas, hacen señalada ventaja en elegir mejores dioses y edificar más sumptuosos y ricos templos y tener tanto y más número y diferencias de sacerdotes y ministros del altar y de su cultu y religion. Al menos en esto ninguna nacion se puede así commo éstas gloriar (conviene saber) hacer ventaja y sobrepujar á todas en tener muy honestos y prudentes y moderados ministros y sacerdotes, como quiera que los de los griegos y romanos fuesen tan sucios, viles, deshonestos y desvergonzados y llenos de tanta lascivia y fealdad como queda en munchos capítulos declarado. Y lo último y cuarto 5, excedieron éstas á todas ó

dicho. 2 hicieron grandísi.-3 hasta en el que agora queremos acabar.-4 más honestos y prudentes y moderados sacerdotes y ministros; más tanto y más número de sacerdotes. hicieron estas.

cuasi todas, y entrellas á las más principales y quel mundo señoreaban y gobernaban ó presumian señorear y gobernar, como eran los griegos y romanos y con ellos á los hebreos cuando rabiaban por idolatrar en los sacrificios y fiestas y pascuas; y cerca desto en ocho principalísimos puntos: en la preparacion que hacian para dignamente las celebrar; en la diversidad y multitud de los géneros y especies de cosas que ofrecian en sacrificio á sus dioses ante sus altares; en la preciosidad y valor de los mismos sacrificios; en el dolor y aspereza y tormentos que por ofrecer los sacrificios y por observancia é integridad de su religion y culto de sus dioses padecian, y con cuánta paciencia, tolerancia en las cerimonias, solicitud, diligencia, temor, mortificacion, reverencia y summa devocion con que los ofrecian y sacrificaban; en tener y conservar huego perpétuo; en la modestísima y religiosísima y admirable honestidad de que usaban y tenian como innata y natural en todas sus cerimonias, ritos, sacrificios y divinos oficios y en todo lo que concernia á su religion; en la excelencia (finalmente, que es lo octavo) y sanctidad ó estimacion de sanctidad que tenian de las solenidades pascuales que de ciertos en ciertos años celebraban. Todo esto queda por munchas vias y con munchas razones y diversos ejemplos y en munchos capítulos probado, explanado, declarado. Por consiguiente, queda manifiesto y muy manifiesto cuánta ventaja hicieron éstas á todas las otras ó á las más del mundo, y entrellas á las que por más ilustres y sabias eran en él estimadas, en haber tenido más 3 digno y más noble y más limpio ó menos lleno de heces de errores de idolatría, concepto y estimacion y cognoscimiento de la excelencia y perfeciones de Dios ó de los dioses que tenian por verdadero Dios, y así tuvieron muy mejor y más diligente juicio y discurso de razon, y usaron con no tantos errores y con menos escuridad de los actos de sus entendimientos que todas las otras. De donde se sigue, sin controversia y sin alguna duda, estas gentes, cuanto á sus entendimientos y uso de razon, no ser en el mundo las menos racionales, ni de los egipcios, griegos, romanos, ni ann de los d' España muncho inferiores; antes en munchas cosas, como arriba consta, muy superiores. Y con esto cerramos la quinta parte que ha de tener la bien ordenada república, la cual no faltó á estas 7 tan infinitas indianas naciones.

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ron muncha ventaja, y finalmente, no fueron las que por todo el orbe poblado en las dichas cuatro partes se quedaron atrás. Pero en la quinta, que segun el Filósofo, y con razon, es la principal (conviene á saber) en lo tocante á la religion, dioses, templos, sacerdotes y sacrificios, ninguna ó cuasi ninguna de las gentiles antiguas les llegó 1, y por consiguiente, muy mejor y más prudente, discreta, razonable, honesta y comedidamente que todas, ya que padecian la ignorancia. y error comun del verdadero Dios (como queda larguísimamente probado y visto), usaron de la razon natural. Resta, pues, mostrar con la misma verdad que lo pasado, haber tenido sus repúblicas, ciudades, reinos y comunidades proveídas y por sí suficientes de gobernacion, gobernadores, jueces y justicia 2, que es la sexta parte de toda república por sí suficiente y bien ordenada. Para mayor claridad de lo que pretendemos mostrar conviene presuponer que ninguna ciudad, ningun pueblo, ningun ayuntamiento de hombres ayuntado á vivir políticamente, aun llegados para hacer mal, como son los ladrones, ningun reino, ninguna comunidad puede perseverar en su político estado en paz y en conformidad sin justicia, que el Filósofo llama en el 3.", capítulo 8.o de las Politicas, virtud social, al cual se siguen de necesidad todas las otras virtudes: Socialem enim virtutem dicimus esse justitiam, cui ceteræ omnes virtutes necessario consequuntur; y un poco más arriba: patet quod et justitia et virtus bellica requiritur; sine his enim slare civitas non potest. Por esto en el 5.o de las Eticas, capítulo 3.o, dice ser virtud perfecta y la más excelente de las virtudes, y que es más clara y resplandeciente y más admirable que el lucero del alba y que la estrella 6 lucero que llaman Hesperus, que son toda una estrella y es Venus segun dicen algunos: Hec itaque justitia virtus quidem est perfecta, scilicet ad alium, et ab hoc multotiens excelentissima virtutum esse videtur justitia, et neque Hesperus neque Lucifer ita mirabilis ac in proverbio dicimus, omnes scilicet virtutes justili inesse, et perfecta maxime virtus quam perfectæ virtutis est usus, etcétera. Alberto Magno, en el comento del 5.° de las Eticas, hablando de las alabanzas de la justicia, dice que nascer la justicia en la república significa perfecta lumbre de la felicidad en ella, de la manera quel nascimiento del lucero del alba denuncia la lumbre del sol venir al mundo, y la falta ó ca

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1 al zapato.-2 sin la cual ninguna república ni ayuntamiento de hombres, chico ni grande, puede muncho tiempo ser sustentado.-' todas las.

rencia de la justicia declara la perdicion de la felicidad, y destruicion de la república, como cuando se pone aquel lucero demuestra ser puesto ya el sol, y quedar el mundo en tinieblas de la noche. Platon, en el diálogo 1.° De República, libro 31, tracta que la justicia es causa de amistad y concordia; la injusticia, por el contrario, de enemistad y contenciones y discordias: An censes civitatem aliquam vel exercitum, seu latrones, sive fures vel alium quemvis cœtum hominum, injuste aliquid una aggredientium, perficere posse quicquam, si injuria invicem se affecerint? Seditiones namque Thrasymache, injustitia, inimicitias, contentionesque parit; Justitia vero concordiam et amicitiam, etc. Huc Plato. Demóstenes dijo que así como el cuerpo sin alma cae, por la misma manera la ciudad, si no tiene leyes no puede perseverar; tenia Demóstenes que las leyes eran el ánima de la ciudad: Ut enim exanime corpus procumbit, similiter civitas si leges absint, non consistit. Sant Augustin, libro 2.0, capítulo 21 De civitate Dei, colige aquesta sentencia (conviene á saber) ser verísima cosa sin summa justicia no poderse regir ni permanecer la ciudad ó cualquiera república. La cual sentencia prueba por dos autoridades: la una de Lelio Varron, sabio romano, que dijo que ningun enemigo más pernicioso podia tener la república que la injusticia, y que sin grande justicia no podia ser gobernada ni sustentarse. La segunda autoridad fué de Scipion, el cual, definiendo la república, dijo no ser otra cosa sino rem populi, cosa ó negocio del pueblo; pueblo dice no cualquiera gente ó multitud de hombres ayuntada, sino aquellos que con jurídico y comun consentimiento para utilidad de todos son ayuntados. Item, dijo Scipion que la república entonces era república cuando bien y justamente era regida, fuese por uno, como es el rey, ó por pocos buenos, que es aristocracia, ó por todo el pueblo, así como si todo el pueblo pusiese y pagase gente de guerra que los gobernase, y esta postrera gobernacion llaman timocracia; y cuando en cualquiera de aquellas especies de regimiento los regentes no rigen á utilidad del pueblo, entonces dijo Scipion que aquella república no se puede decir viciosa, sino ninguna. Compara Scipion la república á la armonía de la música, diciendo que así como la música consta de diversidad de voces, unas altas y otras medias y otras bajas, por cierto grado que cada una tiene proporcionadas y

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1 ayuntada, sino.- que llaman democracia.- maneras. Todo esto refiere Sant Augustin.

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moderadas, empero, las unas con las otras', que no es otra cosa sino una consonancia y concordia que entre sí todas tienen para que de todas se produzga aquel dulce sonido que llamamos acordada música que todas pretenden; y si aquella consonancia y concordia faltase, no habria oídos que por su mal sonar oirlas quisiese; de la misma manera, toda buena república consta y se compone de personas y 3 órdenes de vecinos, unos altos y otros bajos y otros medios, que teniendo y contentándose cada uno con su estado, lugar y suerte, que no es otra cosa sino tener entre sí concordia, y éste no es sino guardar el un estado al otro justicia, hacen una armonía concertada y dulce (conviene á saber): producen aquel bien universal que todos desean ó deben desear, y éste es la felicidad y prosperidad y bienandanza y conservacion de todo el pue blo y comunidad; luego posible no es, al menos por muncho tiempo, regirse ni sustentarse ni conservarse pueblo, ni ciudad, ni reino alguno sin justicia. Esta justicia, cuanto á la presente consideracion pertenece, se divide en dos partes ó especies: la una es y se nombra distributiva, y la otra comutativa. La primera consiste en premiar los buenos y en castigar los malos, lo cual pertenece á los que rigen los pueblos, y sin estos actos es imposible durar la república. La segunda especie de justicia que pertenece a todos los pueblos consiste en comprar y vender, prestarse unos á otros lo que han menester alquilar, como las casas ó los bueyes 6 las obras, industrias y servicios de los hombres y otras cosas que son alquilables; fiarse unos de otros, hacer bien y dar de gracia unos á otros, que llamamos donar, y otros actos semejantes que pertenecen á la justicia comutativa, y todos estos actos que se obren sin fraude y sin engaño. Todos estos actos de ambas á dos partes de la justicia son necesarios simpliciter para la conservacion y perpetuidad del estado político de cualesquiera repúblicas del mundo, y sin ellos durar muncho tiempo (como está probado y de sí parece) es imposible. De aquí es que las leyes justas tienen muncho cuidado de proveer sobre que aquellos actos de ambas á dos partes de la justicia sin violacion se guarden, prohibiendo y castigando sus contrarios; y porque Aristóteles pone una justicia que llama legal, que se dice legal en cuanto se ordena y

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en cierto grado diverso.-2 y si aquella.- vecinos. sustentarse ni.-5 ó los servicios ó obras de los, ó bueyes, ó otras cosas que son.- cualquiera. — 7 sin violacion.

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tiene por objecto proprio como en materia que se ocupa, ejercita y negocia, y este es el bien comun y universal de todo el pueblo, y cuanto á esto se dice virtud especial segun su esencia, y así está en el príncipe que gobierna la cindad principalmente y por excelencia, y en los súbditos segundariamente como ministros obedeciéndole; pero llámase y es virtud general en cuanto segun su virtud y fuerza se extiende á ordenar y enderezar los actos de todas las otras virtudes morales al bien universal y comun, no en cuanto son actos de aquellas virtudes, sino en cuanto vienen á ser y reducirse á actos de justicia. De aquí es que esta justicia legal y general se ocupa en reglar y mandar los actos de las otras virtudes y prohibir sus contrarios, no cuanto á las pasiones, sino cuanto á las obras y acciones que pueden danificar los hombres y turbar la república y comunidad, que es su objecto y materia y ocupacion y fin proprio y principal. Por esta razon se entremete cerca de la virtud de la temperancia, prohibiendo por leyes las delectaciones torpes segun las cuales se inclinan los hombres á tomar la mujer ajena y la hija violársela, y esto es injusto y que si no se remediase turbaría la paz y tranquilidad de la ciudad. Para remedio, pues, desto, constituye la justicia legal y general por sus leyes que ninguno sea osado á cometer adulterio, ni strupo, ni rapto, que son vicios de intemperancia, y esto no en cuanto son actos pertenecientes á la intemperancia, sino en cuanto pertenecen á injusticia; por esta manera manda los actos de la fortaleza, como cuando prohibe la ley que ninguno huya del ejército, ni eche de sí las armas, y que con ánimo varonil acometan los enemigos y sea 6 esforzado en las batallas, porque por defecto de la fortaleza y por cobardia, huyendo del ejército y dejando las armas 7, resultaria en daño y perdicion de la república. Lo mismo acaece cerca de la virtud de la mansedumbre, que porque por la ira que algunos suelen tener por palabras ó por obras, dañan y perjudican á otros, y esto es injusto, prohibe la ley que ninguno sea osado á echar mano al espada contra otro, ni matalle, ni herillo, ni roballo, ni hurtalle algo ni de otra manera injuriallo, ni hacelle otro algun daño, y así de todas las otras virtudes morales ; y dije no cuanto á las pasiones, sino cuanto á las acciones y obras exteriores por las cuales se pueden danificar los

I ministrando.—2 que.-3 en las otras virtudes.-4 cuales prohibe que ninguno cometa adulterio. cometer adulterios.-6 fuerte. - 7 seria. — y así parece.

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