Imágenes de páginas
PDF
EPUB

:

una carta para el monarca de los almoravides, concebida en esta forma:

Del amir Adhefonx al amir Yusuf-ben-Texufin. Despues de los cumplimientos de costumbre, etc. Bien sabes que soy el amir de la religion cristiana, como tú lo eres de la del Islam. Tampoco se te oculta, cuánto sea el descuido de los reyes árabes en regir y administrar sus vasallos y cuán grande sea su aficion á la molicie. Por eso no vacilo en causarles daño, destruyendo casas y estragándolo todo, dando muerte á los mancebos y cautivando doncellas y niños. Debes apresurarte á venir en su socorro, mayormente cuando es opinion vuestra que uno de los vuestros basta para pelear con diez de nosotros, como que cada mahometano que muere en la batalla vuela, á vuestro parecer, al cielo; mientras los nuestros se precipitan en el abismo. Sin embargo, es muy cierto que con el favor de Dios he triunfado de vosotros, y no una vez sola. Dias há que he sabido cómo intentabas pasar á España con grueso ejército, que habias alistado, é ignoro si temor ó si error en la cuenta ha sido parte á detenerte. Si no puedes venir, elige sitio para la pelea y pasaré adonde te hallas. Como venzas, serán estos reinos para tí; pero si yo lograse vencerte, tendré el imperio de las dos religiones y llevaré á la cumbre mi poderío, 1.

Al llegar esta carta á la cancillería almoravide, la contestó inmedia

في الجنة وقتلانا فى النار نحن من الامير اذفونش الى الامير (1) يوسف بن تشفين اما بعد فلا خفا عنك

[ocr errors]

انى امير الملة النصرانية كما انك امير الملة المسلمة ولم يخف عنكم ما عليه التخاذل والتواكل

نعتقد ان الله اظفرنا بكم واعاننا عليكم وبلغنا عنك انك فى الاحتفال على نية فلا ادری انك ان الخوف الاقبال * يبطى بكام التكذب لما نزل عليك فان كنت لا تستطيع الجوز فانتخب روساكم بالاندلس اليك مكان القتال * وانا اجوز اليك واهمال الرعية والاخلاد الى الراحة وانا اسومهم سوء الخسف واخرب الديار فان غلبتنى فتلك غنيمة جلبت اليك وان غلبتك كانت لى يد الاعلاء على واهتك الاستار واقتل الشبان واسبى

الملتين واستكملت الامارة *

Casiri, Bibliotheca Arabico-Hispana, tomo II, pág. 117, Aben-Al-Jatib. Circulo

من

عن

الولدان * ولا غدر لك في التخلق نصرتهم وانتم تعتقدون ان الله فرض

.de la historia de Granada, P. II على كل منكم قتال عشرة منا وان قتلاكم

tamente un liberto andaluz; mas como pareciese larga la respuesta á Ben-Texufin, quiso contestarla por sí mismo, escribiendo á la vuelta de la carta de Alfonso: Lo que habrá de suceder lo verás, 1.

No se descuidó el castellano en hacer sus preparativos de guerra: reunió sus huestes, y satisfecho de su número al par que engreido con la costumbre del triunfo, apenas supo que el almoravide habia pasado el Estrecho, apresuróse á salir á campaña.

Antes de su salida de Toledo, refieren los historiadores árabes que tuvo don Alfonso una vision simbólica de carácter extraordinario. Soñó cierta noche que iba montado en un elefante, llevando á su lado un atabal que él mismo tocaba 2. Despertó tembloroso, y ya amanecido, hizo llamar á obispos cristianos y á doctores judios, á quienes habló en estos términos: He tenido un sueño que me asusta»;-y despues de exponerles la materia del sueño, añadió:-Lo que más me aterra é inquieta es que en nuestro pais no hay elefantes: ¿de dónde podria venir tal fiera? Tampoco usamos atabales: ¿cuál seria el origen del que he visto? Pensad en comprender el sentido de esta vision y explicádmelo, pues me llena de temor lo que entiendo de ella».-Respondiéronle los obispos y los sabios judios:-En verdad, señor, la vision indica que harás huir multitud de muslimes, ganarás considerables riquezas y apresarás su campamento, con cuyo botin volverás á tus estados poderoso y en triunfo. En cuanto al elefante, simboliza al rey de la tierra africana, que se ha concertado para venir á tu encuentro, sobre el cual te levantarás (venciéndole) por fuerza, hasta humillarle. Se te ha asemejado á un elefante por su grandeza y por ser el elefante, como él, originario del Sahara».-Así pretendian dar sus explicaciones sobre lo que eran preguntados. Poco satisfecho, sin embargo, don Alfonso de aquellas lisonjeras interpretaciones, les dijo:-Mi corazon me lo ha explicado todo, y no miente. Cuanto habeis dicho en vuestra explicacion es

1 Al-Maccari, t. II, pág. 680. AbenAl-Jatib (lugar citado) pretende que la respuesta decia: «Verás lo que no has oidon. El autor de la obra titulada Kitebo-1iktifa supone que respondió con este verso de Al-Motanabbi: «No valen cartas lo que espadas y lanzas, ni mensajeros lo que un ejército numeroso»; mas advierte Mr. Dozy (Histoire des Musulmans, t. IV, pág. 204)

que se compadece mal tanta erudicion con el carácter rudo é iliterato de Yusuf.

2 Obsérvese la semejanza y gran parecido, que existe entre esta historia y la conseja y refran castellanos sobre el tambor de Al-Manzor. En realidad pudiera decirse asimismo de don Alfonso VI, que perdió el

tambor en la batalla de Zalaca.

falso: y veo que sobre este particular no sabeis nada. Volviendo entonces la cabeza hacia la multitud de muslimes que habia presente en su cámara real, pertenecientes á la clase de mudejares 1, les dijo:—¿Hay en esta tierra alguno de vuestros alimes ú hombres doctos?-Si hay, le respondieron el sabio Muhammad-ben-Isa Al-Moguemí, que está leyendo en su mezquita›.—Mandó el rey llamarle inmediatamente; pero fueron vanos los esfuerzos de sus correligionarios para conducirle á la presencia del que miraba como un infiel. Entonces para disculpar al faquí dijeron al monarca que no era uso de aquellos hombres piadosos llegar á la casa de los príncipes, con lo cual vino don Alfonso en exponerles su sueño para que se lo consultaran. Halláronle asimismo leyendo en su mezquita en Toledo con otros faquíes, y entendido que hubo el asunto de la consulta, les dió esta respuesta:-El acontecimiento á que se alude en la vision está cercano: decidle que le harán huir los muslimes con vergonzosa derrota, de la cual saldrá maltratado con dispersion de los suyos».-De vuelta los mensajeros, refirieron á don Alfonso cuanto el faquí habia explicado, y no pudiendo contener la ira que alteraba su semblante, pronunció estas palabras:-Por Jesus que si mintiese he de hacer un ejemplar con él 2.

No bastó el pavoroso vaticinio á detener los preparativos de marcha que disponia el castellano; ganoso de adelantarse á los muslimes, penetró en el reino de Badajoz, donde llegó hasta un lugar cerca de la capital, que los árabes en su lengua decian Zalaca, por corrupcion, segun parece, del nombre latino Sacralia con que lo designaban los cristianos. Su ejército numeroso, como la langosta que cubre lós campos, no bajaba, por cálculo probablemente exagerado de varios autores árabes, de doscientos mil combatientes.

Contábanse en su hueste, segun un autor arábigo, ochenta mil caballos, mitad cubiertos de hierro y armados de piés á cabeza, y la otra mitad en su mayor parte ginetes muslimes armados á la ligera, que combatian á sus órdenes, en número de hasta treinta mil. Tambien

[ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small]

venian con él cuarenta mil judios, que se distinguian entre los demás soldados por su traje tradicional y sus turbantes amarillos y negros 1. No parecian, al decir de los escritores musulmanes, las fuerzas de BenTexufin tan numerosas; pero ocultas mañosamente, mientras las haces del rey de Sevilla sostenian lo fuerte de la pelea, sobreviniendo de improviso, hicieron terrible destrozo en el ejército castellano (1086).

Temió Alfonso que tras aquella gran desdicha cayesen sobre sus estados mayores desventuras, y para conjurarlas, llamó en su ayuda los príncipes de la Galia 2; pero no se hubo menester por entonces su concurso: la muerte del hijo de Yusuf, que habia quedado en África, forzó al almoravide á tomar la vuelta, suspendida así la amenaza que pesaba sobre los cristianos.

Acomodándose á los tiempos, bien que no perdida la esperanza de ensanchar sus conquistas, dedicóse don Alfonso por buen espacio de tiempo á organizar el país que habia sometido, necesidad urgentísima por la rapidez con que se habian sucedido sus triunfos, y las concesiones que habia otorgado en algunos lugares, tal vez con menoscabo de su soberanía.

Vimos ya que al pactarse la entrega de Toledo, habia prometido á los mahometanos, llevado del anhelo de poseer la ciudad, conservarles sus haciendas y la mezquita aljama con sus alcaldes y oficiales, reservándose el rey el derecho de construir un alcázar, con un recinto apartado para guarecer sus gentes y atender à la defensa de la ciudad.

Cuenta la Estoria de España escrita por don Alfonso X, que en el espacio de un año, despues de la conquista, condescendió á duras penas con los muslimes, hasta el punto de no elegir arzobispo ni aun establecer su palacio en ella 3. Pero pasado este tiempo, y retirados los

1 Aben-Al-Jatib, El-Ihata ó Circulo de la historia de Granada, Parte IX, con referencia á Jahia-ben-Muhammad-ben-AsSeirafi.

2 La narracion de los Anales de Floriac es como sigue:

«Quo infortunio exterritus mittit (Adhefonsus) ut ei subveniatur, alioquin se foedus cum sarracenis inire et aditum praebere, quo in Gallias transirent minatur. Hac accepta invitatione Gallorum, proceres certatim milites congregant... verum Aga

reni Francorum adventu audito, cum suo Rege terga praebent, nequaquam eos expectare audentes». Aunque jactancioso este relato, y con tendencia á empañar el brillo de la hermosa personalidad de Alfonso VI, parece significar muy á las claras, que en el concepto de los franceses era un príncipe accesible á la influencia de la sociedad

sarracena.

3 El rey don Alfonso seyendo entregado en Toledo, éralo con gran preytesía en la retenencia de la cibdad, que la oviese el

almoravides, pensó sériamente en disponer lo relativo al reino de Toledo, llamando á él considerable número de pobladores para que no volviese á poder de los muslimes. Congregados los nuevos moradores en 28 de Diciembre de 1086 para tratar de la eleccion de prelado, aunque el rey deseaba que recayese en su pariente don Sancho, vióse forzado á ceder á las influencias de su esposa doña Costanza y de los pobladores francos, que se llevaron tras sí los votos del pueblo, siendo elevado á la silla de los Ildefonsos y Julianes don Bernardo, abad del monasterio de Sahagun, francés como la reina y sus ayudadores. Hizo asimismo construir el alcázar, que rodeó de fuerte y almenado muro, y puso en él por alcaide al Cid Ruy Diaz, quien lo encomendó por sí á Alvar Fañez de Minaya; no sin dejar por su parte para defensa y seguridad de los moros, conforme á lo estipulado, mil hombres de á caballo de los fijosdalgos de Castilla. Aunque más robustecida su dominacion por estos medios, no por eso aflojó en su sistema de tolerancia con los muslimes, rescatándolos de la dominacion vejatoria de los reyes de taifas y atrayéndolos al cristianismo por sus buenos oficios y procederes.

Proponíase de tal manera adelantar la obra de la reconquista, y en realidad la cimentaba sólidamente 1, no sin contradicciones por parte

rey don Alfonso, que era con gran dubdanza, queriendo él fazer eleto para arzobispo; é los moros alargaron esta elecion para otro año adelante. É estonce quando el rey esto vió, les quiso fazer gran fuerza, é fueles diziendo mansamente poco á poco las cosas que cumplian, para apoderarse de la çibdat é para aver ende señorio entregadamente, é establesçió en la ciudad un trono, esto es, su silla real fasta que establesçió y segura morada con buen alcázar que no avie y estonçe, sino uno de pared de tierra, así como lo departen los que cuentan muy anzianamente é otro si fasta que fuesen y poblar algunos de la fé de Jesucristo é los afirmasen y, de guisa que fuesen tantos que lo que escogiesen en la cibdad que no valiese más que lo de los

moros».

1 Hé aquí cómo describe este linaje de política la Estoria de España por don Alon

SO:

«É por haber la tierra más de ligero defendió á los suyos que non fiziesen nengun mal á los moros que moraban en los llanos nin en las cibdades, nin les robassen nin les tomassen nenguna cosa de lo suyo, é sobre esto embiol él dezir á esos moros que le non pechasen, nin le pecharien mas de quanto solien pechar á sus moros, é que no les contrallarie nenguna cosa de sus fueros segun su ley é de como lo usaran: é esto fazie el rey don Alonso cuidando que por esta manera podria aver el Andalucía en poco tiempo», etc. Al-Maccari, t. II, pág. 748, indica lo mismo con redaccion di

فاستولى العدو على طليطلة وانزل :ferente

من بها على حكمه وحرج ابن ذي النون منها

على أقبح صورة واقطع سيرة ورأة الناس وییده اصطرلاب يأخذ به وقنا يرحل فيه

« AnteriorContinuar »