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devant, dins 6 dintre, en, entre, envers, fins, fora, per, pera, prop, segons, sens, sobre, sota, tras, añadiéndose, en cambio, las siguientes, de que se olvidó dicho autor: dalt, des (que se usa á veces por desde), derrera, cap, via, lluny, dret, després ó aprés, junt y á, cuando equivale á en y marca quietud, como en la lengua francesa, por ejemplo: visch á Barcelona, á París hi ha una dama, especialidad que debe tenerse presente en la lengua catalana. Tocante à las preposiciones simples, antes de pasar á las compuestas, no puedo menos de justificar el propio valor y uso de la voz pera, empleada para significar la relacion de una cosa con otra, y equivalente en todo al para castellano. Algunos se empeñan en que no existe esta preposicion en catalan, apoyados en que ciertamente se confunde alguna vez en lo antiguo (como por ejemplo: escrit per mossen Borra, en vez de pera mossen Borra), pero aparte de ser esta una de las tantas terquedades con las cuales jamás se regularizaria la lengua, sépase que son infinitas las obras y documentos en que se encuentra esta preposicion, ya sea al regir un caso dativo, ya un verbo, escrita con la sola diferencia de estar separada la a del per, de manera que no se dice pera la dona ni per la dona, sino per á la dona, descuido ó costumbre que el buen sentido gramatical aconseja se corrija, uniendo sencillamente el per con la a, por lograrse de este modo la verdadera diferencia y el uso propio entre dos preposiciones, que pueden emplearse bajo la misma regla del por y para castellanos. En la portada de las obras de Jaime Roig se lee « Libre de Concells fet per lo magnifich mestre Jaume Roig los quals son molt profitosos y saludables axí per al regiment y orde del ben viure com pera augmentar la devoció etc.» Pujades en su prólogo «Los virtuosos cobrarán ánimo pera mes perfects actes»> y Menescal en su Sermó del Rey D. Jaume (prólogo) « Lo treball prenguí y diligencias fiu pera predicar aquell sermó. »>

El per, equivalente al por castellano, ha ofrecido dudas alguna vez al formar sinéresis con el artículo masculino, sobre todo á los reformistas, por no saber si pel debia considerarse como un vulgarismo y suprimirse usando siempre el per lo, si se colocaria

apóstrofo antes de la l, pe'l para marcar la sincope, ó si se deja– ria tal como se escribe, sin separacion y sin apóstrofo que marque síncope ó apócope. Pero cuando no tuviéramos el ejemplo de otras lenguas hermanas que lo emplean sin señal alguna, y considerándolo como una manera especial de espresar la preposicion unida con el pronombre (en portugués pel favor do Rey-en italiano menar pel naso), bastaria el uso constante y admitido desde los primeros tiempos conocidos de la lengua catalana. Así que, ninguna dificultad tenga el escritor en usar indistintamente per lo y pel, este sin apóstrofo ni separacion alguna, por considerarlo como una manera especial de espresar de la lengua catalana, aplicándolo en los casos que su buen sentido le aconseje, y guiándose por los muchos ejemplos que encontrará en todos siglos.

Las preposiciones compuestas son: á baix, á cubert, á mes de, á menos que, antes ó ans de, aprés ó després de, á punt de, á rans de, amagat de (no á escondidas, como dice Ballot, sin acordarse de la etimología de esta palabra), en vista de, debaix ó devall de, dessobre de, dessota ó sota de, dessá de, dellá de, detrás de, en mitj de, entorn ó al rededor, en fora, á mes ó ademés.

Da Ballot el nombre de compuestas á estas preposiciones, porque dice «que constan de dos palabras, como á mes, en mitj, ó porque van seguidas de otra proposicion, que regularmente es a, ab, de, como á vista de, junt ab, á cubert de;» pero la segunda razon queda descompuesta por lo que dice en seguida el mismo autor, á saber, «que la preposicion pasa á naturaleza de adverbio, si no compone ni rige caso,» pues todas las preposiciones simples que se han citado rigen caso como las compuestas, y à no ser así, serian adverbios, y por consiguiente, seria por demás la diferencia entre compuestas y simples, debiendo advertirse, que el primero y último ejemplo que cita, mas bien son maneras adverbiales que preposiciones, como así lo reconoce dicho autor en igual caso en su gramática castellana.

ADVERBIO.

Rica y abundante es la coleccion que presenta Ballot de todos los adverbios y frases adverbiales de la lengua catalana, de que no prescindiríamos, á escribir con toda extension una gramática, aunque con algunas modificaciones; así que, nos ceñirémos á observar tan solo lo que puede ofrecer alguna duda para el escritor, partiendo del principio de que escribimos para los que deseen conocer la lengua, dedicándose á la lectura de buenos autores, donde encontrarán sobrados ejemplos, nó para los que escriben por escribir.

Devades, que equivale al castellano en vano, se encuentra constantemente escrito con b y nó con v.

Fort, equivalente al mòlt, está enteramente desterrado en el lenguage comun, y en los escritos antiguos rara vez se encuentra. En lo antiguo, cuando se encontraban unidos dos adverbios acabados en ment, se suprimia esta terminacion en el segundo, por ejemplo: se veya librement e clara, uso que el buen gusto aconseja invertir ahora, diciendo se veya libre y clarament.

Los adverbios de tiempo ara y encara, creyendo algunos (como yo lo he creido antes), que la terminacion en a es vulgar, y que es como la e de Pare, que se transforma en a en el lenguage hablado, los escriben are y encare, pero debe advertirse, que rarísima vez se encuentra así en los escritos antiguos, sin embargo de la mayor tendencia á la e en las terminaciones de pasados tiempos.

Dejorn es un modismo barcelonés, cuando se emplea para significar temprano, pues su significado literal es de dia ó de mañade manera que estará mal dicho hi arribá á las deu de la nit, mes dejorn que jo, y en este sentido se ha de emplear siempre el aviat.

na,

Deberá considerarse como desusado, à menos que sea alguna vez en poesía, el adverbio tost, equivalente á luego, prest, en seguida, prompte.

Tantost es lo mismo, aunque con mayor fuerza en lo antiguo, que tost, pero actualmente tiene otra aplicacion, y equivale á estas frases: ab un poch mes, poch s'en faltá com no, casi bè, como se ve en estos ejemplos: tantost hauria omplert la mesura, tantost cau, tantost hauria tret la rifa.

Ahont raras veces se encuentra escrito así en lo antiguo, sino hon, y alguna vez hont, pero el uso continuado desde mucho tiempo lo ha hecho admitir, y bueno es que se tengan presentes para la poesía ambos usos.

Demasiat no es, en mi concepto, voz catalana, en el sentido de massa, que es voz genuina, y si hay quien la use, debe escribirla desmasiat (de desmasia), nó como adverbio, sino como adjetivo concordante, y bajo el significado de insultante, excesivo ó sin lí– mites; ej: fou una resposta desmasiada, era un poch desmasiat, mesura desmasiada era la seva; pero ni aun así aconsejaría que se

usase.

Hi, procedente del hic latin, se une inmediatamente á los verbos, en catalan, para darles mayor fuerza, como sucede en todas las lenguas neolatinas menos en el castellano, y el uso continuado ha hecho que se escribiera hi, aun cuando en alguno que otro códice se emplea en su lugar la y como en francés.

En, unido con verbos de movimiento, equivale à un adverbio de lugar, como por ejemplo: Jo m'en aniré (esto es, de aquí ó allí), ja s'en ha portat la paga, segun esplica Ballot: pero debe añadirse, que unido con otros verbos equivale à un pronombre, ó mejor, se pone en lugar del nombre, para evitar su repeticion, segun puede verse en el siguiente ejemplo: si vóls pa, jo t'en daré; siendo igual su fuerza y uso en ambos casos que en la lengua francesa. Algunas veces se invierte esta palabra, diciendo ne en lugar de en, como puede verse en estos ejemplos que cita el mismo autor: Quant ne passan fan de bon comprar. De fer bè gran mérit ne conseguirás, etc.

Adviértase que cuando en va precedido ó seguido de una vocal, debe formar sinalefa con ella, insiguiendo la misma regla de los artículos, pero sinalefa marcada con el apóstrofo, nó de la ma

nera que pretende Ballot formando sinéresis (segun tendré ocasion de hacer ver, al hablar de esta figura), por ejemplo: si'n tè, que'n porte, y colocando el apóstrofo delante ó detrás. En caso de duda, esto es, cuando hay vocal delante y detrás, se dará preferencia al primer lugar, por suponerse que es allí donde se suprime la e de en. Véanse estos tres casos en los siguientes ejemplos: Si'n portas. Com n'omple la ampolla. Jo'n accepto mòlts.

Téngase presente la misma regla cuando va unido con el adverbio de lugar hi, evitando el disparate que cometen muchísimos de decir ni ha molts, en vez de n'hi ha molts.

Siempre que el en ó ne vaya afijado á un verbo formando terminacion, se unirá á él sin necesidad de apóstrofo ni virgulilla, por ser este el uso comun, y así dirémos portarne, portan.

El ne de que habla Ballot en vez de ni, lo esplicarémos al tratar de la conjuncion.

Conviene señalar, si no como adverbio, como frase adverbial el vetaquí, muy comun en la lengua catalana, equivalente al castellano hé aquí, y que algunos suelen escribir veus aquí, pudiendo, en mi concepto, usarse ambos indistintamente, por ser el primero derivado ó sincopado del antiguo tiempo veets; pero el uso ha hecho que el primero se empleara solo hablando en singular y el segundo en plural, de esta manera: vetaquí, Joan, lo que esperava, veus aquí, amats oyents, l'objecte de mon sermó.

Como última advertencia, en esta parte, debo recordar que será siempre arcáico el lenguage donde se empleen estos adverbios: trop, fort, ensortes (que no sé que significa), atart, al manco y otras por el estilo, tan rancios, en mi opinion, como forsa (del forsan latin), daquen, dacen, ivarsosament, puis, hoc, saltem, unca, un, on, y otras mil cuyo significado podrá encontrar el curioso en las crónicas que yo he tenido la virtud, si no la habilidad de traducir.

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