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Lisboa que se defendió valerosamente. Otra vez por mediacion del Nuncio ajustaron la paz, acordando algunos matrimonios de hijos bastardos de ambos monarcas (1).

Se dedicó en seguida á intimar al Rey de Navarra que le devolviese algunas plazas que tenia en su poder, y este puso el negocio en manos del legado del Papa, que lo arregló favorablemente. Solo le faltaba el aragonés, y consiguió una tregua de algunos meses.

En Enero de 1374, hallándose el Rey en Búrgos, supo que el duque de Lancaster trataba de invadir su reino, y mandó reunir en aquella ciudad sus compañias y pendones. En el barrio de San Esteban se promovió una riña entre soldados por cuestion de alojamiento, y acudió á apaciguarla D. Sancho, conde de Alburquerque, único hermano que le quedaba al Rey; un soldado, sin conocerle, le dió una lanzada en el ojo que le penetró hasta los sesos, de la cual murió aquel mismo dia 19 de Marzo, siendo enterrado en la Catedral (2).

Mucho apesadumbró al Rey esta desgracia; pero marchó á la Rioja con ánimo de esperar al de Lancaster, que no se atrevió á entrar en España. Siguió á Bayona, poniéndola cerco á invitacion del de Anjou, y viendo que este no se presentaba á ayudarle como le habia ofrecido, se volvió con su ejército á España (3).

Quiso trocar la tregua con el aragonés en una paz duradera, y lo consiguió con el casamiento de su hijo y heredero el infante D. Juan con Doña Leonor de Aragon, y mediante algunas doblas que tuvo que entregar por la ayuda que

(1) Lafuente, Hist. de Esp., t. VII, p. 333.

(2) Berganza, Antig. de Esp., t. II, p. 207.-Mariana, Hist. de Esp., t. I, p. 548. -Rosell, Crónicas, t. II, p. 22.

(3) Crónicas de Ayala, t. II, p. 64.-Rosell, Crónicas, t. II, p. 23.

aquel Monarca le habia prestado cuando era pretendiente á la corona (1).

Por la doblez y malas cualidades del Rey de Navarra, se volvió á encender la guerra entre aquel estado y Castilla, enviando D. Enrique à su hijo Juan que taló aquel territorio, tomó algunos lugares, penetró hasta los muros de Pamplona y rindió á Viana, volviéndose á Castilla por estar muy próximo el invierno (2).

En este tiempo comenzaba el funesto cisma de la Iglesia con la coexistencia de los Papas Urbano VI y Clemente VII, celebrándose en Búrgos (3) una Junta de prelados que acordes con D. Enríque, declararon suspender el reconocimiento de uno u otro Papa y retener en depósito las rentas correspondientes á la Santa Sede, para dárselas á aquel que toda la cristiandad reconociera como verdadero.

Tambien en Búrgos se celebraron las bodas de su hijo bastardo D. Alfonso con Doña Isabel, bija bastarda del Rey de Portugal y las de su hija Doña Juana con D. Pedro hijo del marqués de Villena (4), convocando en seguida córtes que aprobaron constituciones de grandisima importancia.

Reunió en Búrgos su ejército con intencion de volver á la guerra de Navarra ó por lo menos para intimidar á aquel Rey y hacerle aceptar una paz duradera. Representantes de uno y otro soberano firmaron la paz en Búrgos y salió D. Enrique á verse con el de Navarra en Santo Domingo de la Calzada, donde juraron sus tratos y estu

(1) Lafuente, Hist. de Esp., t. VII, p. 339.

(2) Rosell, Crónicas, t. II, p. 34.-Lista, Hist. de Esp., t. XXVIII, p. 57.Crónicas de Ayala, t. II, p. 93.

(3) Lafuente y las Crónicas de Ayala no hablan mas que de la junta celebrada en Toledo; pero Mariana, t. I, p. 555 en su nota dice «que se celebraron tres juntas, una en Toledo, otra en Illescas y la tercera en Búrgos, para resolver negocio tan árduo»-Florez, Esp. Sag., t. XXVI, p. 440, llama concilio á esta junta celebrada en Burgos.

(4) Crónicas de Ayala, t. II, p. 89.

vieron juntos seis dias. En seguida que marchó aquel Monarca se sintió muy malo el de Castilla, falleciendo á los diez dias el 30 de Mayo de 1379 (1). Algunos escritores hacen recaer sospechas de su muerte sobre el Rey de Navarra; otros dicen que falleció de gota, y algunos que fué á consecuencia de unos borceguies que le regaló el Rey de Navarra y que estaban envenenados (2).

Trajeron su cadáver á Búrgos, celebrándose magníficas exéquias y enterrándole en depósito en la capilla de Santa Catalina de la Catedral, siendo trasladado desde ella á Toledo, conforme á su testamento hecho en Búrgos en 29 de Mayo de 1374 (3).

En 10 de Abril de 1366 concedió D. Enrique todas las peticiones que le fueron hechas por la ciudad de Burgos, y entre ellas, la importantísima de la exencion de derechos que gravaban á las mercancias al ser conducidas de un punto á otro. Por este privilegio se aumentó considerablemente su poblacion llegando hasta 30000 almas, que se establecian en dicha ciudad para poder gozar de sus beneficios, y entre ellas muchos moros y judios.

En 1369 y en 1370, el mismo Rey dió á Búrgos dos privilegios á semejanza de los que hemos mencionado de D. Sancho el Bravo y de su hijo Fernando IV, igualando en derechos á los moros y judios que residian en aquella ciudad con los demás vecinos, lo cual jamás pudieron conseguir los residentes en otros puntos. Esta medida hizo que acudiesen muchos, contribuyendo al engrandecimiento de Burgos.

La historia apellida á D. Enrique el de las Mer

(1) Rosell, Crónicas de Castilla, t. II, p. 37.

(2) Mariana, Hist. de Esp., t. I, p. 555, no dá crédito á este aserto que mas parece conseja, inclinándonos nosotros á creer que si no fué muerte natural seria culpable el Navarro, juzgando por sus circunstancias y malas condiciones.

(3) Crónicas de Ayala, t. II, p. 105.

cedes por lo dadivoso que fué para ganarse parciales, perjudicando tanto á Castilla con este sistema como su hermano D. Pedro con su avaricia; celoso como legislador, político, prudente, generoso con sus enemigos, enérgico y esforzado como guerrero, borró en el trono sus malas cualidades como pretendiente.

Nada, sin embargo, puede disculpar su conducta anterior; conspirador para ceñirse una corona que en ningun caso le pertenecia, combatiendo á su pátria coaligado con el Rey de Aragon, usurpador con auxilio de fuerzas extranjeras tropas mercenarias compuestas de bandoleros, y finalmente fratricida, valiéndose para la consumacion de este crímen de engaño y alevosía. La virtud no puede transigir con la ambicion ni con la felicidad, y nada puede libertarle de la censura que le impone la inflexible historia y la moral, mas inflexible todavia.

Solo fué cruel faltando á su palabra con Don Martin Lopez; aseguran envenenó á su hermano D. Tello, cuya vida fué una cadena de infidelidades; pero esto no ha podido probarlo la historia, y otro borron, comun en aquellos tiempos, fué, su incontinencia que demostró dejando trece hijos bastardos de diferentes damas.

Durante su reinado se fundó el monasterio de Fres-del-val, que hace pocos años existia todavía en las cercanías de Búrgos.

LECCION XV.

¿Quién sucedió á D. Pedro I?

Su hermano Enrique, usurpador, fratricida y bastardo, acogido con júbilo por casi toda la nacion, lo cual determina claramente las tiranias de su antecesor.

¿Qué sucesos principales ocurrieron en Búrgos durante el reinado de Enrique II?

Recibió al conde de Pembroke y otros setenta caballeros hechos prisioneros por la escuadra española que auxiliaba á Francia en su guerra con Inglaterra; fué muerto en el barrio de San Esteban su hermano el conde de Alburquerque por unos soldados que reñian y que él salió á apaciguar; celebró un concilio para resolver cómo debia de obrar Castilla en el cisma de la Iglesia promovido por haber dos Pontifices al mismo tiempo; se celebraron las bodas de su hija Doña Juana y su hijo bastardo D. Alfonso; firmaron la paz con Navarra los representantes de uno y otro monarca, y estuvo depositado el cadáver de D. Enrique bastante tiempo en una capilla de la Catedral.

¿Qué privilegios concedió á la ciudad de Búrgos?

Franqueza á la Aljama de los moros por lo bien que le sirvieron en hacer ingenios para la guerra de Navarra (1); exencion de derechos á las mercancías que eran conducidas de un punto á otro; igualdad ante la ley á los moros y judios con los cristianos, lo cual no pudieron conseguir nunca los residentes en otros puntos.

¿Produjeron estos privilegios resultados ventajosos para Búrgos?

Muchos; puesto que fueron á establecerse en aquella ciudad gran número de personas para gozar de dichos beneficios.

¿Cuáles fueron las cualidades mas culminantes de Don Enrique?

Su generosidad desmedida con el fin de ganarse voluntades, por lo cual le apellida la historia el de Las Mercedes; su celo en legislar para mejorar el estado social de la nacion y su energia y actividad como guerrero.

¿Qué guerras sostuvo?

Con el Rey de Portugal que reclamaba sus derechos à la corona de Castilla y con el de Navarra, consiguiendo llegar con ambos á un buen acuerdo.

¿Cómo murió D. Enrique?

Al concluir una entrevista que tuvo en Santo Domingo de la Calzada con el Rey de Navarra, se sintió enfermo, falleciendo a los pocos dias, por lo cual algunos hacen culpable de su muerte al Navarro.

(1) Archivo de Simancas.-Negociado de mercedes, privilegios, rentas y confirmaciones, legajo núm. 16,

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