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eiarle que iba á ir D. Alfonso á hacerle reverencia, respondió: por cierto que si el obispo de Búrgos en nuestra córte viene, con gran vergüenza nos asentarémos en la silla de San Pedro.

D. Pedro de Cartagena, tercer hijo de D. Pablo, nació en Búrgos en 1387 y se dedicó á la milicia; consejero del Rey, alcaide de Lara, varon de letras, antipartidario de la Reina Católica, y despues ferviente admirador suyo, falleció en 1478.

Alvar Sanchez de Santa Maria fué el mas jóven de los hijos de D. Pablo, nació en Búrgos en 1388, llegando á figurar entre los doctores predilectos de la Córte.

Alvar Garcia, hermano de D. Pablo de Santa Maria, recibió el título de Noble Ciudadano de Búrgos en 1410; regidor de la misma ciudad, notario de Cámara, consejero Real y cronista de Castilla, falleció en 1460. Otro hermano de este, llamado Pedro Suarez, fué procurador de Córtes nombrado por la ciudad de Búrgos.

Fray Alonso de Búrgos, nacido en la Ciudad de su apellido, judio convertido al catolicismo, religioso en el convento de San Pablo, confesor y capellan mayor de la Reina Católica y obispo de Palencia, falleció en 1492.

LECCION XVIII.

¿Quién sucedió á D. Enrique III?

Su hijo D. Juan II bajo la tutela de su madre y del infante D. Fernando, hermano de su padre.

¿Qué acaeció en esta minoría?

Fué una de las mejores conocidas, gracias á las altas dotes de que estaba adornado D. Fernando; empezó no queriendo aceptar el trono que le ofrecian; hizo guerra á los moros batiéndoles siempre y tomándoles la ciudad de An

tequera, y fué llamado á ocupar el trono de Aragon que por derecho le correspondia.

¿Qué puede decirse del reinado de D. Juan II?

Que fué muy desastroso para Castilla; entregado el gobierno del reino en manos del favorito del rey D. Álvaro de Luna, solo se presenciaron revueltas, luchas y disturbios para combatir esta desmedida privanza.

¿Hubo algun hecho notable en este reinado?

La batalla de Sierra Elvira ó de la Higuera, en que se causó una derrota formidable á los musulmanes.

¿Cuáles eran las cualidades de D. Juan II?

Débil de carácter, negligente para el gobierno, falto de dignidad, pero muy apto para las letras, la música, y cariñoso y condescendiente.

¿Qué hechos principales ocurrieron en Búrgos en esta época?

Estuvo la corte tres veces, y en una de ellas concedió el Rey muchas mercedes, y entre otras la villa de Villena con el título de marqués à D. Juan Pacheco privado de su hijo. Enrique; se construyeron las admirables torres de la Catedral; se incendió en 1452 el palacio de Miraflores que el Rey habia cedido para convento de cartujos; se empezó á construir la actual Cartuja en el solar de la anterior; prendió el Rey á su privado D. Álvaro de Luna que murió degollado poco despues, pasando desde la cumbre del poder y el favor al suplicio, que es una de las lecciones mas grandes que suministra la historia.

¿Qué hombres célebres burgaleses hubo en este tiempo?

Los obispos de Burgos D. Pablo de Santa Maria y su hijo D. Alfonso de Cartagena, varones eminentísimos en virtud y saber; los hijos del primero y hermanos del segundo D. Gonzalo obispo, D. Pedro, dedicado á las armas, y D. Alvar á las letras, y Fr. Alonso de Búrgos, obispo de Palencia.

CAPÍTULO XIX.

Reinado de Enrique IV el Impotente.

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1454 á 1475.

e proclamó en Valladolid á Don Enrique IV como Rey de Castilla, y sus primeros actos hicieron concebir esperanzas de un porvenir risueño. Puso en libertad á los condes de Alba y de Treviño y á todos los que estaban presos por las anteriores rebeliones; arregló las diferencias que existian con Navarra y Aragon, y convocó Córtes en Cuellar, esponiendo su pensamiento de hacer la guerra á Granada. Partió en efecto en las tres primaveras de 1455, 56 y 57 con numerosa y lucida hueste, y con el pretesto de economizar las vidas de sus vasallos, se contentó con talar é incendiar algunos pequeños lugares (1), atrayéndose el menosprecio, escitando la burla de los grandes, la murmuracion de sus tropas y resultando estériles los sacrificios que hacia la nacion para sostener aquellas campañas (2).

El Rey, con ánimo de lograr sucesion y destruir la fama de impotente que habia adquirido en su casamiento con Doña Blanca, casó segunda vez con Doña Juana, hermana del Monarca de

(1) Crónicas de Rosell, t. III. p. 107.-Lista, Hist. de Esp., t. XXVIII, p. 186. (2) Lafuente, Hist de Esp., t. VIII, p. 430.

Portugal, y se dedicó á pasar alegremente el tiempo en la caza, en fiestas y banquetes; y, no olvidando tampoco su licenciosa vida anterior, enamoróse de Doña Guiomar, dama de la reina; no pudiendo tolerar esta el poco recato de estos amores y el descaro de que hacia alarde la favorita, llegó al estremo de golpearla por su misma mano. Se enojó mucho el Rey y la puso en un palacio á dos leguas de la córte, donde iba muy á menudo y públicamente á verla (1).

Doña Juana por su parte, abandonada y menospreciada de su esposo, demostró una predileccion muy marcada por D. Beltran de la Cueva, mayordomo mayor del Rey, y á quien este ensalzaba y favorecia cuando le causaba la mayor de las deshonras (2).

D. Enrique elevaba á las primeras dignidades del reino á personas humildes, y resentidos los grandes, formaron una liga en 1460, en la que consiguieron hacer entrar al Rey de Aragon y al de Navarra. Invadió el Monarca este último territorio, se apoderó de Viana, puso sitio á Lerin (3), teniendo que levantarle, y regresó á Logroño, consiguiendo con esto que la confederacion se anulase por entónces (4).

Los catalanes, muerto su príncipe, ofrecieron la corona á D. Enrique; su antigua esposa Doña Blanca, olvidando resentimientos renunció en él el reino de Navarra; pero se condujo el Rey tan impolíticamente y con tal debilidad que perdió ambos señorios, dejando además lastimada la honra de Castilla.

En 1461 tuvo una hija que desde luego fué designada con el apodo harto significativo y bien

(1) Rosell, Crónicas, t. III, p. 112.-Lista, Hist. de Esp., t. XXVIII, p. 188.

(2) Lafuente, Hist. de Esp., t. VIII, p. 434.

(3) Villa de 2120 habitantes, part. jud. de Estella, (4 leg.)

(4) Crónicas de Rosell, t. III, p. 117.

deshonroso para el Rey, de la Beltraneja, con que se quiso hacer comprender su origen. Á todo esto seguia creciendo el favor que D. Enrique dispensaba á D. Beltran de la Cueva, cometiendo la insensatez de agraciarle, por el nacimiento de Doña Juana, con el título de Conde de Ledesma.

Se formó por estos motivos una nueva conjuracion de los grandes contra el favorito y contra el mismo Rey, envalentonándoles el Monarca con la torpeza de rogarles y suplicarles viniesen á la córte, en vez de proceder con energia.

Una noche invadieron estos rebeldes su palacio, derribando las puertas con ánimo de apoderarse de los infantes D. Alfonso y Doña Isabel, hermanos del Rey, y de prender á éste y á D. Beltran de la Cueva; el resultado fué una ligera indignacion del Rey, y salirse el marqués de Villena, que capitaneaba á los sediciosos, y estos impunemente de la estancia del soberano (1).

Seguia D. Enrique en su desatentado favor á D. Beltran, á pesar de conocer que era esta la causa de las rebeliones de los grandes, y le nombró gran maestre de Santiago, que era la mayor dignidad de Castilla. Con esto ya no tuvo límites la indignacion de los magnates, y determinaron apoderarse una noche en Segovia de toda la familia real y asesinar al de la Cueva, trama que se descubrió algunas horas antes de llevarse á cabo. Posteriormente pidieron al Rey los condes de Plasencia y de Alba, unas vistas cerca de Villacastin (2), con objeto de consultarle como habian de hacer la paz con el marqués de Villena, de quien se fingian enemigos, y siendo el verdadero fin apoderarse de D. Enrique en connivencia con

(1) Mariana, Hist. de Esp., t. II, p. 41.-Rosell, Crónicas, t. III, p. 134. — Lafuente, Hist. de Esp., t. VIII, p. 451.

(2) Villa, de 1305 habitantes de la prov. de Segovia, part, jud. de Santa Maria de Nieva, (5 y 1/2 leg.)

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