perado su propia vida. Así, la accion fué sangrienta, feroz, y tan poco fovorable á las armas castellanas, que no pudieron menos que dar á aquel sitio el expresivo nombre de "Bahía de Mala Pelea" con que desde entonces es conocido y designado en los mapas. En efecto, si las armas europeas sembraban la muerte en las tupidas columnas de los bravos Mayas, éstos con su número y el furor que les inspiraba su patriotismo, no retrocedieron un paso, y es indudable que en aquellas circunstancias los diferentes reyezuelos de la Península se habian confederado para la comun defensa. Mas de cincuenta Españoles cayeron muertos al silbar de las flechas en el suelo yucateco, dos fueron hechos prisioneros y sacrificados á los dioses, y los restantes, á excepcion de uno solo, Berrio por nombre, desde el caudillo hasta el último subalterno, todos quedaron mas ó menos gravemente heridos. Apelaron, pues, á la fuga mas completa para alcanzar y asegurar sus navíos; pero perseguidos sin compasion por los triunfantes Yucatecos, arrojáronse à las olas del mar, y fatigados, convulsos y bañados del agua no menos que del sudor y sangre de sus heridas, agonizan tes se echaban los mas felices al fondo de sus barcas, muriéndose sucesivamente los mas de ellos, incluso el desgraciado capitan Francisco Hernández de Córdoba, que acribillado su cuerpo de doce mortales heridas, llegó apenas á Cuba á exhalar con el último aliento el postrer latido de aquel corazon, que buscando gloria y riquezas halló la tierra de Yucatan y en ella la zaeta destinada á romper el hilo de su existencia. Tal fué el célebre descubrimiento de esta Península, que avanzada como un centinela á la entrada del Seno Mejicano, el descubrirla fué hallar la puerta de Tabasco, Veracruz, la república de Tlaxcala, el famoso imperio de los Moctezumas, en una palabra, fué la ocasion de venir en conocimiento de lo que era el mundo con que Colon habia regalado á la otra mitad del mundo. P. Cuánto tiempo despues de haber descubierto Colon el Nuevo-mundo fué descubierta particularmente la Península de Yucatan? R. A los veinticinco años. P. Quién fué el descubridor de la Pe nínsula? R. Francisco Hernández de Córdoba el 4 de Marzo de 1517, al frente de un pequeño cuerpo expedicionario compuesto de ciento diez soldados en tres navíos que salieron de la isla de Cuba el 8 de Febrero de aquel año. P. Cuál fué el primer punto en que se presentaron los descubridores? R. El que lleva desde aquella ocasion el nombre de Cabo Catoche, con motivo de una frase de la lengua indígena que oyeron los Españoles; habiendo descubierto antes la isla de "Mujeres.” P. Por qué se llama así esta isla? R. Los Españoles le dieron este nombre por haber hallado en ella muchos ídolos de figuras de mujer. P. Cómo recibieron los Yucatecos á los Españoles? R. De una manera muy hostíl, porque habiendo penetrado que las intenciones de ellos eran las de sojuzgarlos, defendieron valerosamente su independencia y autonomía nacional. P. Y qué hicieron los Españoles? R. Se reembarcaron, y costeando hácia el Oeste llegaron á Campeche, donde un ejército de Yucatecos los expulsó completamente haciéndoles muchos muertos y quedando heridos todos los demas. De esta jornada, triste para los Castellanos, data el nombre de "Bahía de Mala Pelea" que dieron al teatro de su derrota. P. Qué fué del capitan Hernández de Córdoba? R. Regresó á Cuba, donde gravemente enfermo de las muchas heridas que recibió, murió muy poco despues. P. Qué sensacion produjo entre los Españoles el descubrimiento de Yucatan? R. La mas lisonjera por el estado de civilizacion en que encontraron á sus moradores, por el censo numeroso de éstos, y por las riquezas y la mucha gloria que en la nueva tierra se propusieron alcanzar. LECCION XV. RECONOCIMIENTO DE LA TIERRA.-JUAN DE Tan agradable y profunda fué la sensacion que causó entre los Españoles la noticia del descubrimiento de Yucatan, por las cosas extraordinarias que se referian de él y por las curiosidades y aun muestras de oro que de ahí se habian tomado, que el gobernador Diego Velazquez, para preparar una armada dictó las necesarias providencias, emprendiendo como una obra la mas importante de su gobierno, la de hacer aprestos para que se continuase lo mas pronto posible el descubrimiento y se reconociese la nueva tierra, que aunque muy lejos de esperar que fuese la de un continente, como despues la hallaron, la habian encontrado realmente extensa, poblada, culta y guerrera. Habia tanto número de aventureros que andaban en solicitud de minas de oro y plata qué explotar y de paises qué sojuzgar, que bien pronto se reunieron en la apenas poblada isla de Cuba, doscientos cincuenta hombres, número ventajosamente doble al de los soldados de Hernández de Córdoba. Acaudillados de Juan de Grijalba, natural de Cuellar, á quien el Gobernador dió el título de su Teniente Gobernador y Capitan general, salieron el año siguiente de 1518 á 5 de Abril, para Yucatan en cuatro navíos, con los mismos pilotos del viaje anterior. Venian con título de capitanes Alvarado, Dávila y Francisco de Montejo; traian por capellan y cura al P. Juan Diaz, y por veedor á Peña |