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bre; la disencion entre el Gobernador D. Roque de Soberanis y el Obispo D. Juan Cano y Sandoval, por haber sido aquel un gobernante despótico y éste un enérgico y virtuoso Pastor, que para defender al pueblo fulminó los rayos de la excomunion contra el mal aconsejado Gobernador, que fué llamado ante la Real Audiencia para ser residenciado y regresó absuelto despues de dos años; la conquista del Peten-Itzá por el General Conde de Lizarraga; y la muerte por envenenamiento del Sr. Obispo Turcios de Mendoza, atribuida á las maquinaciones de una gran parte de los regulares que se habian corrompido degenerando de su antigua austeridad y virtud.

P. Qué Obispos tuvo la Iglesia yucateca en este tiempo?

R. Tuvo cuatro, que fueron los señores Turcios de Mendoza, Cano, Sandoval y Arriaga de Agüero.

LECCION XXIV.

EPOCA DE FELIPE V.

A D. Cárlos II de la casa de Austria sucedió en el trono español el infante de Fran

cia D. Felipe V, que reinó desde 1700 hasta 1746, pues aunque el año de 1724, renunció en su hijo al que se conoce en la historia de España bajo el nombre de Luis I, este príncipe desapareció casi sin haber reinado, porque habiendo muerto en el mismo año, hubo de seguir reinando su padre Felipe V. Reinó, pues, este monarca el espacio de cuarenta y seis años, representado en Yucatan por ocho Gobernadores ó Capitanes generales propietarios, que fueron estos:

XXXIX. El General Conde de Lizarraga Conquistador y Adelantado mayor del PetenItzá D. Martin de Urzúa y Arismendi; hasta el 16 de Setiembre de 1708.

XL. D. Fernando Meneses Bravo de Zaravia, Maestre de Campo, hasta el 16 de Noviembre de 1712.

XLI. D. Alonso Meneses Bravo de Zaravia, hermano del anterior, Brigadier de los Reales Ejércitos; hasta el 15 de Noviembre de 1715.

XLII. D. Juan José Vertiz de Ontañon, Caballero de la Orden de Santiago; hasta el 24 de Diciembre de 1720.

XLIII. D. Antonio Cotayre y Terreros; hasta el 24 de Diciembre 1725.

XLIV. D. Antonio de Figueroa y Silva, Mariscal de Campo, Brigadier de los Reales Ejércitos; hasta el 10 de Agosto de 1733 en que falleció.

XLV. D. Francisco Sabariego, Brigadier de los Reales Ejércitos, Caballero de la Orden de Santiago; hasta el 13 de Abril de 1734 que falleció.

XLVI. D. Manuel Salcedo, Brigadier de los Reales Ejércitos, Caballero de la Orden de Santiago; hasta el 22 de Marzo de 1743.

Gobernaron en esta época como interinos fuera de los propietarios, cuatro que fueron los siguientes:

1. D. Alvaro de Rivaguda, que fué enviado á esta Península á gobernar provisionalmente mientras D. Martin de Urzúa Con- + de de Lizarraga, iba á España conducido bajo partida de registro á dar cuenta de su gobierno, del que habia sido suspenso con ocasion del asesinato de los Alcaldes de Valladolid en que pareció complicado (1702). Pero el 15 de Setiembre de 1700 regresó de la corte, no solo sincerado sino con el despacho en propiedad de Gobernador y Capitan general de la provincia, terminando así desde aquel dia el interinato del Sr. Rivaguda.

2. D. Alonso Salazar, en union de D. Francisco Alvarez, Capitanes y Alcaldes ordinarios: gobernaron interinamente con motivo del fallecimiento del Godernador D. Antonio de Figueroa y Silva el 10 de Agosto de 1733; hasta el 13 de Diciembre del mismo año.

3. D. Bernabé Solis, en union de D. Pedro de Zapata y Aguallo, Alcaldes ordinarios, con motivo del fallecimiento del Capitan general D. Francisco Sabariego el 13 de Abril de 1734; hasta el 16 de Julio del mismo año.

4. D. Santiago de Aguirre, factor, gobernó interinamente con título del Virey de Nueva-Epaña, hasta el 27 de Febrero de 1736.

Varios sucesos de grande importancia tuvieron lugar en esta época. El crímen escandaloso del asesinato de los Alcaldes de Valladolid en Julio de 1702 con la circunstancia de haberse perpetrado en lugar sagrado, pues fué en la iglesia parroquial de aquella villa, habiendo corrido la sangre sobre el ara y los sagrados manteles, y la ejecucion de los criminales en Mérida, ahorcados en la real cárcel el 11 de Mayo de 1704, sucesos son que entrañan en su historia es

pecial, otros muchos pormenores en que aparecen los nombres de los personajes mas notables de la provincia; habiéndose ventilado la cuestion consiguiente en los tribunales del pais, en el de la Real Audiencia de Méjico y ante la misma corte del rey, de donde vino el último fallo de la sentencia de muerte de los principales reos, y otras penas para los que estaban mas o menos coludidos en aquel crí

men.

La liga del clero regular con el Gobernador y los cabildos de la ciudad y de las villas, para resistir las saludables reformas de los Obispos que, en cumplimiento de su ministerio pastoral, se esforzaban á llevar á cabo separando á los franciscanos de las doc trinas ó parroquias de cuyas rentas abusaban, habiendo con este motivo excomuniones, tumultos, asesinatos y hasta verdaderos motines á mano armada; son otros sucesos que señalan y distinguen esta época. Para remedio de tantos males, el Sr. Obispo Gómez de Parada celebró la primera Sínodo Diocesana (1722), pero el Gobernador que lo era entonces D. Antonio Cotaire y Terreros y los cabildos que apoyaban á los que vivian de los abusos, pusieron en juego todos sus

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