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moscas pequeñitas. Los alticas en el estado | servido á Mr. Raclet para proponer el perfecto pasan el invierno entorpecidos debajo dimiento á que dió el nombre de ebuillantage de restos vegetales ó metidos en la tierra. En de las cepas, el cual se ha esperimentado en la primavera empiezan á roer los cotiledones grande por Mr. Gasparin, obteniendo los mede las plantitas apenas nacidas, poniendo sobre jores resultados. las hojas, y al cabo de diez y seis dias las larvas han adquirido todo su crecimiento. Entonces se ocultan en la tierra á una ó dos pulgadas de profundidad, y se cambian en crisálidas ó insectos perfectos que van inmediatamente á verificar su postura sobre las hojas.

En las figs. 7.a y 8.a (aumentada), representamos el athalia spinarum, himenóptero de la familia de los tenthredineos, cuyas larvas devastan á menudo á otra especie de nabo ó colinabo. Dichas larvas representadas en la fig. 6.a a, b, c, roen las hojas sin dejar mas que las nervaduras de mas dureza. Los periódicos ingleses están llenos de relaciones de los desastres causados por esta especie que ya ha sido objeto de una escelente memoria publicada por Mr. Newport. Este himenóptero es amarillo, con las antenas y la cabeza negras; el corselete y los tarsos salpicados tambien de negro. La larva es verde por encima y amarilla por debajo; se oculta debajo de tierra y se construye una especie de capullo (fig. 9.), en el cual se metamorfosea (fig. 40).

En el Mediodía de la Francia, en donde el cultivo del almendro es un objeto importante, este árbol útil está espuestos a los ataques de muchos insectos que con frecuencia hacen que la cosecha se malogre. Mr. Maffre ha publicado un trabajo interesante sobre este particular, y Mr. Guerin-Meneville pudo tambien observar las enfermedades causadas á dichos árboles por los insectos durante su comision en 1847. Muchos agricultores distinguidos aseguran que este árbol perece á consecuencia de los ataques de las orugas del pieris cratoegi que Lineollamaba la peste de los jardines cuando son devoradas sus hojas dos ó tres años seguidos. Asi es que los propietarios inteligentes suelen practicar un desorugado escrupuloso sobre sus árboles, aun en la época en que esta operacion no está prescrita por la ley que se hizo únicamente para las cercanías de Paris.

Se sabe tambien que el olivo, esta riqueza de muchas de nuestras provincias, está sujeta á sufrir los ataques de muchos insectos. Los unos roen sus hojas, sus brotes, la almendra de su fruto y la pulpa; otros chupando sus hojas y ramillas hacen al árbol improductivo por muchos años seguidos y acaban por hacerle perecer; otros, en fin, roen su corteza, su madera y sus raices. Todos estos azotes que devastan nuestra agricultura, la de Italia y la de la parte meridional de Francia, han sido motivo de continuas peticiones y de memorias y tratados numerosos en estremo. En 1846, á peticion de muchos departamentos, la Sociedad Real y central de agricultura comisionó á Mr. Guerin Meneville para que pasase á los sitios afligidos de estas plagas para estudiarlas; y en cinco meses que pasó en el Mediodía, recogió numerosas observaciones y redactó un informe circunstanciado acompañado de figuras, del que han aparecido algunos estractos en los periódicos de agricultura. Seria demasiado largo el dar siquiera una lista de los numerosos insectos enemigos de nuestro precioso olivo: asi es que nos contentamos con recomendar los diferentes trabajos publicados con este objeto y la lectura del artículo olivo de esta Enciclopedia al fin del cual podremos dar algunos pormenores acerca de los enemigos de este árbol.

Tambien nuestros bosques sufren mucho por las devastaciones de los insectos. Las obras de agricultura y selvicultura están llenas de observaciones acerca de esto; existen muchos tratados especiales sobre esta materia; entre los que debe citarse particularmente cl de Mr. Ratzeburg, publicado con muy buenas láminas, por orden y con la proteccion del gobierno prusiano. Unas veces millones de orugas deshojan los árboles todos de dilatadas selvas; otras veces roen los brotes centrales de los árboles resinosos, lo que para siempre los echa á perder. Lo mas comun es que insectos pequeñitos como los bostriquios, escólitos, etc., roen la corteza de los árboles causando tal mortandad en ellos que haya precision de cortarlos por centenas de millar antes que hallan llegado á todo su grosor, lo cual causa una pérdida inmensa.

Todos los labradores conocen la pérdida que nuestras cosechas de vinos esperimentan á consecuencia de los ataques de diez ó doce especies de insectos nocivos á la vid. Ya es el azote de la pirala que se encarniza en departamentos enteros; ya es el altica que roe las hojas, dando á las vides un color rojizo como si el fuego hubiera pasado por ellas. O bien es el eumolpus vitis, ó el abejorro de las viñas, la tiña, la langosta efippigera, la esfinge de las viñas y otras muchas especies mas o menos conocidas. El gobierno francés ha hecho que se estudien estos insectos repetidas veces; y en estos últimos años, Mr. Audouin ha publicado una memoria muy estensa sobre este asunto, y este trabajo ha ilustrado á los agricultores Los muy nocivos estropean y hacen peresobre los hábitos do la desastrosa pirala y le hacer muchos árboles. Los distintamente nocivos

4594 BIBLIOTECA POPULAR.

Mr. Ratzeburg en un compendio de su obra grande (Insectos de los bosques, etc.) que lleva por título: Los hilophtiros y sus enemigos, traducido al francés por Mr. de Corberon, divide los insectos de los bosques en insectos útiles é insectos dañinos. Entre los dañinos distingue los muy nocivos, los distintamente nocivos y los indistintamente nocivos.

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matan todavía y achaparran algunos árboles, pero por lo comun no hacen mas que detenerlos de una manera evidente en su crecimiento. En cuanto á los que clasifica de indistintamente nocivos, sun, ó muy raros para que puedan causar daños positivos, ó en el caso de ser abundantes, no se alimentan casi sino de las partes menos importantes de los árboles.

Los trabajos publicados por los entomologistas que se han ocupado mas especialmente de los insectos nocivos á los bosques, y mas recientemente Mr. Ratzeburg, han venido á dar mucha luz á la verdadera historia natural de estos insectos y á la historia de sus hábitos. Sin embargo, aun queda mucho que hacer con respecto á muchas especies, como puede verse estudiando los trabajos de Mr. Eugenio Robert de Paris sobre los escólitos, que destruyen los olmos de los paseos públicos y de los caminos. Las costumbres de dichos insectos, y sus diversas especies, aunque indicadas vagamente, estaban muy distantes de conocerse con todos los pormenores suficientes, y á Guerin Meneville cabe la gloria de haber consignado nuevas observaciones sobre este punto en las Actas de la Academia de Ciencias, y en la Revista zoológica.

No debemos terminar esta especie de enumeracion de los insectos dañosos á la agricultura, sin hablar brevemente de los que dañan á los prados naturales y artificiales, y sin de cir una palabra sobre los que perjudican á la horticultura. Las larvas de diversas especies de abejorros, las de las grandes especies de tipularios, las orugas de muchas noctuelas polifagas que se albergan en las raices de las plantas, las de muchas mariposas diurnas del género satyro, y algunas otras conocidas muy vagamente, hacen mucho daño á los prados naturales y les estorban dar suficiente producto. Los tréboles se esterilizan por la larva de un gorgojillo del género apion que vive en las semillas de dichas plantas. Un pequeño xiló fago, el hylurgus trifolii vive en el tallo y las raices del trébol rojo comun cuando este tiene ya dos ó tres años, La presencia de este insec to se manifiesta por el aspecto de los sitios del prado á que ha alcanzado el daño, pues pare ce que las hojas han sido quemadas por el sol o por el fuego. La alfalfa tiene por principal enemigo al colaspis barbara, coleóptero filófago, que despoja prados enteros de sus hojas, no dejando sino el tallo central completamente desnudo. Parece que algunas larvas de tenthredineos devastan en una noche un campo de alfalfa yendo de un campo á otro en tropas innumerables. Esto es al menos lo que aseguran algunos labradores de Narbona, y si el hecho es cierto, bien merecia esta observacion seguirse con cuidado y demostrarse cien tificamente.

Aun pudiéramos hablar de los insectos que dañan á la higuera, al naranjo y al pistacho en los paises meridionales. Tambien deberiamos

indicar las especies perjudiciales á la caña de azúcar, ai cafetero, al cocotero y á otros muchos vegetales útiles de nuestras colonias. Pero nos limitaremos á decir que las naranjas tienen principalmente por enemigos á unas mosquitas análogas á las que dañan al olivo y que forman un género particular llamado ceratiles. Mres. Catoire, Mac-Leay, de Breme y Guerin Meneville han estudiado estas moscas, segun se lee en la Revista zoológica de la Sociedad cuvieriana, 1843, pág. 494. El último de dichos señores estudió tambien por órden del ministro de Marina, un pequeño lepidóptero que roe las hojas del cafetero en las Antillas haciendo que se pierda del todo la cosecha. Esta especíe pequeñita es de un blanco plateado y ha sido denominada elachysta coffeella.

Se está todavía muy lejos de hallar los medios de preservar el cultivo de esta multitud de enemigos, y aun habrá que hacer estudios largos y minuciosos para que halla motivos de esperar el que pueda conseguirse el atenuar siquiera los efectos de su presencia. Será preciso sobre todo que naturalistas consumados, naturalistas de profesion, llenos de celo y acostumbrados á la observacion tan dificil y larga de los hábitos de estos seres tan pequeños, se unan á hombres prácticos é instruidos, y sigan juntos á los enemigos de nuestras cosechas en los campos mismos en que cometen sus depredaciones. Ya existen pruebas de cuán eficaz es este modo de estudiar cuestiones tan importantes. Despues del trabajo de Mr. Audonin acerca de la pirala de la viña, Mr. Raclet pudo, por el conocimiento de las costumbres de este insecto en sus diversos estados, emplear un remedio desde luego muy eficaz, el ebuillantage, que el agrónomo mas ilustre de nuestra época, Mr. de Gasparin, ha esperimentado con un éxito feliz. Los procedimientos por medio de los cuales Mr. Eugenio Robert de París liberta los olmos de sus enemigos los escólitos, y los que ha imaginado para estorbar que los hylurgus destrnyan los árboles resinosos, no son eficaces sino porque se han apoyado en observaciones muy escrupulosas de fisiologia vegetal y de entomologia. Finalmente, los medios fáciles de ejecutar en grande, que hemos indicado para preservar nuestros cereales de los ataques del aguijonero, y para impedir que nuestras cosechas de aceituna sean destruidas por ese gusano desastroso, que causa anualmente en Francia una pérdida de mas de 6.000,000 de francos, no han podido adoptarse ni reconocerse como eficaces, sino porque son tanto mas sencillos, cuanto mas ciertas, es decir, mas científicas son las bases en que se apoyan.

Mr. Guerin Meneville, de quien tomamos el presente artículo, confiesa que las ocasiones que le han proporcionado el ministro de Agrieultura y de Comercio, y la Sociedad nacional y central de Agricultura, de estudiar algunos de los fenómenos producidos por los insectos

Sobre la preparacion del éter fórmico, por Bucholz. (Creils chem. Entdeck, 6 th. pág. 55.) Observations on the genus OEstrus, por Bracy Clarck, y An Essay of the bost of horses and others animals, en 4.0, Londres, 1845.

erba nel autumno e nella primavera, por Corti, Mezzi per distruggere i vermi che rodono i grano (Salta di opuscoli interessanti.),

y de observar la fisonomía de la vegetacion en los mismos paises en que aquellos ejercen sus devastaciones con mayor fuerza, le han convencido de la exactitud de una idea general. concebida por él hace ya tiempo, y que aun lain habia formulado y que se ha reconocido tambien como exacta por sus distinguidos colegas Recherches sur la destruction de l'alucite ou de la Sociedad central de Agricultura. Habiatigne des grains, por J. Ch. Herpin, de Metz, en 8.° Paris, ann. de l'agr. francaise, junio, 1838. visto que los cultivos mas atacados por los insectos eran los mas antiguos y mas generalizados, como son los de los cereales, vid. olivo, etc., y que los estragos eran tanto mas considerables, cuanto mas dilatadas eran las Histoire naturelle des insectes nuisibles et des inestensiones de terreno ocupadas por una mis-sectes utiles à l'horticulture et moyens certains pour delruire les premiers, por Bouché, en 8.o, Berlin, 1833.

Observations ou the natural history, and economy, of the different insects affecting the turm crop el corn crop, por J. Curtis, Londres, 1841 y siguientes. (Extr. the Journ. of the Royat agricultural Society of England), en 8" con láminas.

Sur les insectes nuisibles à l'agriculture, aax animaux domestiques et aux produits de l'economie

rural, por Gene, un tomo en 8.0, Milan, 1827.
Les veritabl s causas du desséchement des forêts
al-d'arbres resineux, découvertes el demontrées en
quesques essais dans l'histoire naturelle des Phal.
das. Nuremberg. 1786, en 4.°, dos partes (la segunda
noc. pinipurdi, por J. A. Kob, con láminas ilumina-
es de G. W. II. Panzer.

llar, en 4.0, con láminas, Viena, 1832.
Insectos dañinos del Brasil, por Mres. Pobl y Ko-

Des insectes nuisibles à l'agriculture, principalement dans les departements du midi de la France, por Mr. Boyer de Fonscolombe, en 8.o, Aix, 1840. (Mem. de l'Acad. des Sciences, agric. et arts d'Aix, 4.0 tomo)

ma especie. Tambien habia notado que en ciertas partes del Mediodia de la Francia, en que existia la costumbre de tener en unos mismos campos porciones plantadas de viñas. olivos, árboles frutales, cereales y cultivos ternados todo á la vez, eran dichas localidades menos devastadas por los insectos. No parecia sino que en semejantes paises se habian realizado las miras de la naturaleza, y que habiendo el cultivo establecido una especie de equilibrio entre los diversos vegetales que cubrian el terreno, se hacia ya menos útil el medio natural de equilibracion por los insectos. Asi cree que la mezcla y variedad de cultivo es el Noticias ontomológicas relativas á las especies mejor medio de evitar los estragos de que se mencionadas en una memoria de Mr. Herpin sobre lamentan tantos y tan diferentes paises. Tiene y al trébol, por Mr. Guerin Meneville, en 8.0, 1842. los insectos nocivos al trigo, al centeno, á la cebada la conviccion de que las observaciones ulterio-Mem. de la Societé centrale d'Agriculture, 50 págires confirmarán su regla general, especie de nas con seis láminas.) ley natural formulada de esta suerte: Cuando un ser vegetal o animal, se halla protegido en su multiplicacion por medios artificiales, y Nota sobre los ácaros, miriápodos, insectos y helque su multiplicacion adquiere por consecuen-mintos observados hasta ahora en las patatas enfercia un desarrollo anormal, otros seres destina- mas, por Mr. Guerin Meneville. (Bull. des Seances dos á limitar este aumento numérico no tar- de la Societé d'agriculture, t. V, pag. 331, 1845. dan en atacarle para que nunca pueda domi-los nar y romper el justo equilibrio que afianza la existencia perpétua de todos los seres de la

creacion.

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Les hiloph hires et leurs ennemis, ou description el iconographie des insectes les plus nuisibles aux forêts, ainsi que des autres animaux causant des dégâts dans les bois, avec une methode pour appr ndre a les détruire et á menager ceux qui les fint l guerre, por J. F. J. Ratzeburg, traducido del aleman por el conde de Corberon, Paris, 1842, en 8.o con láminas

Histoire naturelle compléte des insectes nuisibles aux forlis, 2 tomos en 4.", Leipsick, 1805, con láminas.

Saggio intorno agli insetti nocivi ni vegetabili economici, por Bayle Barelle, en 8.° 4809, con una lámina iluminada

Descrip ion de la estructura, metamorfosis, etc., de la mosca que ataca al olivo, con tres láminas, por Briganti (Atti del real Instituto di incorreg di Napoli, tomo III. pág. 97, 1822.

tan los cafetales de las Antillas, por Mres. Guerin
Memoria sobre un insecto y un hongo que devas-
Meneville y Perrotet, en 8.o, con dos láminas, París,
Huzard, 1842.

escólitos del olmo, y especialmente sobre el scoloObservaciones sobre las costumbres y anatomia de tus destructor por el mismo. (Comptes rendus de Acad. des Sciences, sesion del 10 de agosto de 1846, Revue zoologique, de 1846, pág. 283.)

Nota sobre un procedimiento propio para destruir los gusanos (larvas del dacus oleo) que roen el parénquima de las aceitunas y ocasionan la pérdida de las cosechas de aceite. (Comptes rendus, de l'Acad. des Sciences, sesion del 3 de agosto de 1846.)

Nota sobre el daño causado en 1846 á las cosechas de aceituna por el gusano ó larva del dacus oleo. (Idem, sesion del 4 de enero de 1847.)

Informe dirigido al ministro de Agricultura y Comercio sobre una comision agricola y científica que tenia por objeto el estudio de un insecto que daña gravemente á las mieses en el distrito de bar. beciuex, é investigacion de los medios para preservar los cereales de sus ataques, por Mr. Guerin Meneville. (Compt & renlus de l'Acad. des Sciences, sesion del 2 de febrero de 1847: Revista agricola, año IX, pág. 285, y Revue nouvelle, t. XXVI, página 426, con grabados en madera.)

Moscardino; Mision confiada por Mr. Cunin Grilaine, ministao de Agricultura y Comercio, á Mr. Guerin Monville. Primera serie de esperimentos sobre moscardino, hechos por Mres. Guerin M neville y Eug nio Robert. (Exir. des Annales de la Snité sericicola, en 8° mayor, con ocho táminas, 1847.)

Notitia acerca de los estragos causados en la ramos nuevos d los rosales por la falsa oruga ó larva de una especie de mosca de sierra, por Mr. F. V. Mėrat. (Annales de la Societé d'Horticulture de Paris, tomo XVIII.)

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Histoire d'un insecte qui devore les grains de l'Angoumois, avec les moyens que l'on peut employer pour le detruire, por Mres. Duhamel de Monceau y Tillet, en 12.o con láminas, París, 1767.

Observaciones sobre algunas larvas de insectos dipteros que viven al pie de los cereales en Italia, por Camilo Rondani. (Novi annali delle scienze naiurali di Bologna, t. IX.)

Investigaciones sobre algunos insectos destructores de los cereales, por Mr. Leduc. (Mem. de la socie té roy, d'agr. et arts de Seine-et-Oise.)

una causa morbosa ó natural cualquiera: estas son lesiones especiales, que no deben confundirse con las demas causas que debilitan la facultad de sentir.

La primera es el frio. ¿Cuánta no es la diferencia que existe entre la sensibilidad de una jóven malabar á quien lastima la menor doblez de un ropage fino de algodon ó de seda bajo el ardiente clima del trópico, comparada con la del rudo kamischadal bajo su piel de foca cuya aspereza desgarra sus carnes sin que lo sienta? En la costa Noroeste de América se encuentran las tribus de Nootka, que por Los insectos nocivos á la agricultura, por Dagon-diversion se hacen en sus carnes profundas net. (En las Memorias de la Soc. d'Hist. nat. etc., de la Marne, 1838 á 1844, en 8.o, con láminas.

Primera memoria sobre algunos insectos que ata can a los cereales, por G. A. Ólivier. (Mem. de la Societé d'Agriculture du departament de la Scine, t. XVI, en 8.o, con láminas.) Histoire naturelle du charanzon del bles, etc., por Chenest, París, 1822, en 4.o

Y otros muchos que seria muy largo enumerar.

incisiones; el estúpido esquimal devora las carnes podridas de ballena, bebe como agua el alcohool mas concentrado ó el enranciado INSENSIBILIDAD. (Fisiologia y medici- aceite de pescado, sin que su gusto ni su olfana.) Dáse el nombre de insensibilidad á la in- to demuestren repugnancia. Asi los escandinacapacidad de percibir las impresiones por los vos, los feroces descendientes de Odin y del órganos naturalmente destinados para recibir-rey Regner Lodbrog, reventaban de risa como las. Muchas veces la insensibilidad no es mas aquellos insensibles i roqueses, al morir en meque una disminucion parcial ó general de la dio de los mayores tormentos y estensas hefacultad de sentir, porque su ausencia total re- ridas. Las regiones glaciales embotan hasta duciria al hombre y al bruto á la clase pasiva tal punto los nervios, que estos quedan inertes, ó inerte de los vegetales. Como la animaliza-impasibles bajo el rigor de los polos. Do quier cion reside especial y únicamente en el apara-se manifiestan las causas que determinan frio to sensorial y en las funciones de relacion, ma- en la economia animal, se observan señales nantiales de toda sensibilidad, los animales son de insensibilidad, ya en el físico ó esterior, ya tanto mas perfectos ó inteligentes y sensibles, en el moral ó interior, asi en el hombre como cuanto su sistema nervioso (cerebro-espinal en los brutos. con sus dependenuias, está mas desarrollado y estendido; el hombre, obra maestra de la creacion, es en quien se observa el supremo grado de la sensibilidad. Asi es que el hombre insensible ó estúpido es un bestia, segun la espresion vulgar, y el bestia es mas inferior en su escala cuanto mas carece de sentimiento, cuanto mas sencillos ó débiles son sus nervios, por la degradacion del organismo á medida que descendemos en la escala zoológica.

La vejez es tambien una causa de insensibilidad; el hielo de los años anula todos los goces; el hombre muere antes de bajar á la tumba. Tampoco hay cosa que apague tanto la sensibilidad como el abuso de los placeres, sobre todo de los del amor: las pérdidas escesivas que son consiguientes, determinan en el cuerpo la inercia y la debilidad, análogas á la del eunuco: omne animal-languet á coitu.

Los escesos de la mesa debilitan tambien en estremo la sensibilidad. ¿Qué profundas impresiones podrán sentir aquellos enormes vientres rellenos de alimentos y envueltos en grasa? Sus nervios sepultados en medio de las carnes, empapados en la linfa y pituita estancadas en el espeso tejido calular, como la manteca en los animales paquidermos (marra

Al propio tiempo la menor fuerza del sistema respiratorio y la sangre fria, que es su consecuencia, entorpecen mas y mas las facultades sensitivas. En efecto, si vemos que el hombre, los mamiferos y los pájaros, especies de sangre caliente y de un vasto sistema respiratorio, manifiestan una estremada sensibilidad; si consideramos que el frio del invierno, rinoceronte, hipotótamo, etc.), son inatano embota los sentidos de las marmotas y otros mamíferos que solo se rebullen en verano; que su respiracion y circulacion se amortiguan ó suspenden enteramente; si se manifiestan aun con mas evidencia los mismos fenómenos de apatía en los reptiles, en los insectos y en todas las especies de sangre fria y respiracion débil; preciso será dar por sentado que el frío es enemigo de la sensibilidad, y que unido á la falta de respiracion ó de oxigenacion constituye una causa de torpeza y de debilitacion del sistema nervioso.

cables por la sensibilidad. Aquellos torpes bru tos están casi siempre aletargados, sumidos en un entorpecimiento del cual no salen sino para comer y beber. Dionisio, tirano de Heraclea, dice Ateneo, llegó á un grado tal de obesidad y entorpecimiento debido al abuso de manjares suculentos, que para dispertarle era preciso que le pinchasen con alfileres bastante largos para llegar á cierta profundidad. Asi es que el sueño prolongado llega á ser tambien una causa de enfriamiento para el organismo, pues retarda los movimientos vitales, la resNo es del caso tratar aqui de la insensibili-piracion y la circulacion, resultando de ahí el dad de los órganos debida á la parálisis de los encharcamiento y la acumulacion de los hunervios, á su compresion, á su destruccion por mores, la obesidad de los animales entorpeci

dos, obligados al reposo y sumidos en la oscu- Preciso es señalar aqui tambien una inridad, como sucede con los capones, con los sensibilidad esterior temporal, debida al estado patos y con las ocas cebadas con objeto de que de contemplacion profunda, al éxtasis ó al enengorden. Asi tambien se atontan hasta la es-tutiasmo, ó á una tension convulsiva de ciertupidez los presos en sus calabozos, los anacoretas encerrados en sus ermitas, á pesar del alimento escaso y malo que se les dé.

Por otra parte, la sangría y la debilidad del cuerpo enfrian y rebajan la actividad nerviosa, de suerte que la vida apagada y lenta embota tambien la sensibilidad. Se dice que la muger es mas sensible que el hombre. No hay duda en que sus nervios son mas delicados y mas impresionables, pero tambien es positivo que siente con menos intensidad y es menor la duracion del sentimiento que en el hombre. Esta posee un temperamento mas húmedo ó linfático, y por lo general mas frio: su complexion delicada es poco estable, como la de los niños antojadizos cuyas impresiones son siempre fugaces, inconstantes, pasageras, lo cual prueba cuán superficiales y lige

ras son.

roxismos, etc. Los reptiles batroquios, en el acto de la fecundacion, esperimentan la misma apatía momentánea.

tas personas nerviosas, histéricas, hipocondriacas ó maniacas, en sus parosismos. Parece como que toda la sensibilidad se concentra en el cerebro: por lo menos asi cabe concebirlo en los que se extasian en las contemplaciones, como los faquires de la India, los solitarios de la Tebaidà, etc., los fanáticos religiosos y políticos tales como los convulsionarios de San Medardo, que soportaban los mas atroces tratamientos, los insensibles mártires, como el asesino de Kleber, los maniácos resistiendo impasibles el hambre, el frio, las heridas, etc. Tambien en las histéricas abandona la sensibilidad los órganos esternos para concentrarse y predominar en el aparato uterino y sus dependencias, en los ovarios, etc. De aqui provienen los maravillosos accesos de los estáticos en sus visiones ascéticas, como Santa Teresa, el padre Restituto, de quien nos Comunmente se engaña, pues, el vulgo, habla San Agustin, que le quemaban sin que cuando compara á un hombre enjuto de car-lo sintiese; como los epilépticos en sus panes, moreno, pálido, á veces taciturno y cachazudo, con aquellos jóvenes bulliciosos y retozones, cuya abierta y espresiva fisonomía parece animada de la mas ardorosa sensibilidad: pónganse los dos en circunstancias igualmente graves, y se verá cuan en breve este hombre fogoso habrá disipado su ardor, cual un fuego de paja, cuya llama se estingue luego, al paso que aquel varon tan profundo y al parecer tan pacífico, abrigará en sus entrañas un horno encendido. Tal es tambien la diferencia que se observa entre un actor que siente y penetra su alma del papel que represenla, como Talma, y otro vanidoso y engreido, en quien todo es esterior, todo se reduce á una transitoria aunque brillante esplosion. Las pasiones pequeñas se desahogan hablando y se disipan; las grandes se acumulan en lo interior y corroen el corazon. Como la sensibilidad débil es proporcionada á la pequeñez de las causas que la ponen en juego, se disipa desde luego ó se desvanece poco a poco: llegado este caso es incapaz de resistir grandes choques, ó de concebir pasiones profundas, ni ideas sublimes.

En esta sensibilidad esterior temporal debe figurar tambien la debida al magnetismo. Por ella pierden completamente los somnámbulos la impresionabilidad esterior, al paso que se aumentan estraordinariamente las facultades sensitivas del alma. Un somuámbulo permitirá que destruyan su piel, que le pinchen, que le quemen, sin dar muestras de sentimiento, y se estasiará al oir un patético trozo de música, y manifestará su estrepitosa alegría con un aire nacional, aun cuando en el estado ordinario no le conmuevan el uno ni el otro. El ser mas desagradecido y huraño en estado normal, manifestará en estado somnambúlico una afeccion y agradecimiento sin límites traducido por toda clase de gastos y palabras afectuosas á la persona de quien reciba un beneficio. Otro género de insensibilidad fugaz, en las personas nerviosas, resulta de la estrema movilidad de su instable imaginacion, como en ciertas épocas los demonómanos. Estos creian tener ya ciertos dolores Asimismo, la mayor parte de los hábitos, en algunas partes de su cuerpo, ya la mas gastando la sensibilidad con la repeticion de absoluta insensibilidad, de modo que se polas impresiones, acaba por embotar los sensi- dian clavar alfileres en su cuerpo. Este efecto tidos y hacerlos indiferentes: hasta el corazon de inercia por el influjo de la imaginacion, es pierde su ternura cuando se abusa de los sen- bien manifiesto en la preocupacion popular timientos mas delicados, llegando á encallarse acerca de la impotencia viril por el anudacomo la mano que trabaja mucho en rudas la-miento. (Véase IMPOTENCIA.) Citense ejemplos bores. Todos los hábitos, y en especial los voluptuosos, enervan prontamente la sensigilidad, porque el individuo que ha llegado á sentir mucho acaba por ser el menos capaz de sentir; asi sucede con los viejos libertinos, y con los glotones hastiados, que en nada encuentran placer.

recientes del poder de la imaginacion en que han quedado impotentes momentáneamente hombres los mas ardorosos. No consiste solo en el uso de los escitantes el poder de desanudar la agugeta, sino en libertarse de esta incapacidad ideal mediante dar un nuevo giro lá la imaginacion.

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