Arte de hablar en prosa y verso, Volumen2Impr. Real, 1826 |
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... naturaleza del discurso que se trata de componer , se deberá empezar por lo general con algunos pensamientos que pre- paren el ánimo de los oyentes : despues se pro- pondrá el asunto de que se va á hablar , dando todas las noticias que ...
... naturaleza del discurso que se trata de componer , se deberá empezar por lo general con algunos pensamientos que pre- paren el ánimo de los oyentes : despues se pro- pondrá el asunto de que se va á hablar , dando todas las noticias que ...
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... naturaleza , y que no es invencion de los Retóricos , divide , como se ve , un discurso en cuatro partes principales , Hama- das con mucha propiedad Exordio , Proposicion , Confirmacion y Peroracion . » Exordio es aquella >> parte en ...
... naturaleza , y que no es invencion de los Retóricos , divide , como se ve , un discurso en cuatro partes principales , Hama- das con mucha propiedad Exordio , Proposicion , Confirmacion y Peroracion . » Exordio es aquella >> parte en ...
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... naturaleza . " » En segundo lugar , deben colocarse segun > sus grados de fuerza , empezando por los mas >> débiles , cuando la causa es muy clara y esta- >> mos seguros de vencer ; pero cuando es dudosa , » convendrá presentar primero ...
... naturaleza . " » En segundo lugar , deben colocarse segun > sus grados de fuerza , empezando por los mas >> débiles , cuando la causa es muy clara y esta- >> mos seguros de vencer ; pero cuando es dudosa , » convendrá presentar primero ...
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... naturaleza , que el empeñarse en inflamar á los oyentes solo serviria para hacer ridículo al orador . 22 >> En el caso de que el asunto permita ex- >> citar las pasiones , no se ha de hacer esto en ca- >> pítulo separado , y como ...
... naturaleza , que el empeñarse en inflamar á los oyentes solo serviria para hacer ridículo al orador . 22 >> En el caso de que el asunto permita ex- >> citar las pasiones , no se ha de hacer esto en ca- >> pítulo separado , y como ...
Página 26
... naturaleza misma del hombre , y son dictadas por la a sana razon . La razón , en efecto nos enseña que para in- clinar á otros á que adopten la opinion que les proponemos , hemos de ganar ante todas cosas su confianza ; hemos de exponer ...
... naturaleza misma del hombre , y son dictadas por la a sana razon . La razón , en efecto nos enseña que para in- clinar á otros á que adopten la opinion que les proponemos , hemos de ganar ante todas cosas su confianza ; hemos de exponer ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 138 - Así aquella que al hombre sólo es dada, sacra razón y pura, me despierta, de esplendor y de rayos coronada; y en la fría región dura y desierta de aqueste pecho enciende nueva llama, y la luz vuelve a arder que estaba muerta.
Página lxxxix - Solo el pedante vocinglero , hinchado de vanidad y ponzoñosa envidia, todo lo sabe. En el café gobierna los imperios del orbe, y mientras bebe diez copas de licor, sorprende, asalta, gana de Gibraltar el puerto y .muro. Consultadle, Señor, veréis que pronto cubriendo el mar de naves españolas, sin fatiga, sin gasto, á Irlanda ocupa, y los tesoros de Jamaica os pone en la calle mayor.
Página cxvii - He visto ya cómo la edad ligera, apresurando a no volver las horas, • robó con ellas su vigor al numen. Sé que negáis vuestro favor divino a la cansada senectud, y en vano fuera implorarle; pero en tanto, bellas ninfas, del verde Pindó habitadoras, no me neguéis que os agradezca humilde los bienes que os debí.
Página lxxxiv - ¡Oh, corrupción!" exclama; y de camino Dos tortas se tragó. " ¡Que a tanto llegue Nuestra depravación, y un placer solo Tantos afanes y dolor produzca A la oprimida humanidad! Por este Sorbo llenamos de miseria y luto La América infeliz; por él Europa, La culta Europa en el Oriente usurpa Vastas regiones...
Página 134 - El ánimo plebeyo y abatido elija, en sus Intentos temeroso, primero estar suspenso que caído; que el corazón entero y generoso al caso adverso Inclinará la frente antes que la rodilla al poderoso.
Página 164 - Pasáronse las flores del verano, el otoño pasó con sus racimos, pasó el invierno con sus nieves cano; las hojas que en las altas selvas vimos cayeron, ¡y nosotros a porfía en nuestro engaño inmóviles vivimos!
Página cxviii - Sólo pudo bastar vuestro amoroso anhelo a prestarme constancia en los afanes que turbaron mi paz, cuando insolente vano saber, enconos y venganzas, codicia y ambición, la patria mía abandonaron a civil discordia.
Página 163 - Dirás: lo que desprecio he conseguido: Que la opinión vulgar es devaneo. Más precia el ruiseñor su pobre nido De pluma y leves pajas, más sus quejas En el bosque repuesto y escondido, Que agradar lisonjero las orejas De algún príncipe insigne, aprisionado En el metal de las doradas rejas.
Página lxxxiv - Que toda absorben la poción suave De Soconusco, y su dureza pierden. No con tanto placer el lobo hambriento Mira la enferma res que en solitario Bosque perdió el pastor, como el ayuno Huésped el don que le presento opimo. Antes de comenzar el gran destrozo, Altos elogios...
Página xii - La perspectiva, los trajes, el aparato escénico, las actitudes, el movimiento, el gesto, la voz de las personas, todo contribuye eficazmente á completar este engaño delicioso, resulta necesaria del esfuerzo de muchas artes.