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ellas

el sítio que llaman Páramo de la ciudad. El P. Fr. Salvador Lain y Rojas, franciscano de Bujalance, ha regalado veinte y ocho monedas, ocho españolas antíguas, cuatro árabes, y las restantes romanas, unas consulares y otras imperiales: entre las primeras las hai de Canapa, Colónia patrí cia, Célia, Júlia traducta, y Obulco. Al mismo tiempo remitió un derrotero manuscrito del Mediterráneo, formado hácia los años de 1600 por un piloto español que no expresó su nombre. Ei Sr. D. Jáin e Barcalli, canónigo de Tortosa, dió aviso de un copioso descubrimiento de monedas de nuestros Reyes godos, que se hallaron poco há en aquel país, acompañando algunas observaciones sobre la lectura de muchas de que conceptua desconocidas hasta el presente. Papel que motivó otro de nuestro anticuário el Sr. D. José António Conde, en que examina con mucha crítica y tino las observaciones del Sr. Barcalli, y al paso corrige vários descuidos que padeció el sábio Bayer en la leccion de algunas inscripciones de Andalucia. Entre tantas y tan considerables ofrendas de otros Sres, académicos yo tambien he tenido el honor de contribuir con mi cornadillo al tesoro de la Académia, presentándole para su coleccion una inscripcion romana existente en el convento de monjas de la villa de Rubielos de Mora, partido de Teruel, que ví y copié en el discurso de mis viages en estos años pasados. La Académia ha recibido con gratitud y aprécio estas muestras del celo de sus indivíduos, como asimismo el donativo de ocho medallas acuñadas en diferentes parages de América, que por médio del Sr. director le dirigió D. Bruno Vallarino, del supremo consejo de Indias.

Al própio tiempo ha tenido la Académia la satisfaccion de ver las producciones en que sus indivíduos han tratado de ilustrar nuestras antigüedades é história con honor suyo y de la nacion. Tal es el Sumário de los monumentos de las nobles artes que nos quedan en España del tiempo de los romanos; trabajo que se anunció en la relacion del año anterior, y en que el Sr. Cean Bermudez continua dando pruebas de la erudicion y buen gusto que ha manifestado en otras ocasiones. Tal es el Juício crítico de la novísima recopilacion de las leyes del réino, formada por D. Juan de la Reguera Valdelomar, en que nuestro director el Sr. D. Francisco Marina, desplegando las luces de una crítica severa é irresistible, califica el mérito de esta compilacion, considerada especialmente como obra literária.

Tal es el Diccionário geográfico-histórico de Astúrias, que el mismo Sr. director está trabajando actualmente, del cual ha oido la Académia vários artículos en sus juntas, y cuyo mérito, juzgando por las muestras que se han visto, iguala si no excede al del Diccionário de las provincias bascongadas que se publicó años pasados. Y tal finalmente es la Alocucion con que nuestro ausente compañero el Sr. D. José de Vargas tomó posesion de la plaza de indivíduo de la sociedad de amigos del país de la ciudad de Sevilla, y que la Académia considera como de lo mejor que ha producido la fecunda pluma del Sr. Vargas, ya se atienda el lenguage y estilo, ya la originalidad de su plan, ya las eruditas notícias históricas que contiene acerca del estado antiguo y moderno de la riqueza é indústria sevillana, realzado todo con las máximas y deseos del mas acendrado patriotismo que en todo el discurso resplandecen.

La inspeccion general de los monumentos de antigüedad descubiertos en el réino, ha dado poco que hacer en este último año. Por aviso de D. Juan Plácido Martinez Falero, alcalde de Sahelices, supo la Académia que los vecinos de aquella villa habian maltratado y deshecho algunas de las antigüedades existentes en el cerro ó Cabeza del Griego, contiguo á ella. El celo del Sr. Falero estorbó el estravio y total destruccion de los trozos desmoronados, recogiéndolos y colocándolos en las casas consistoriales; y la Académia le comunicó las instrucciones convenientes para precaver en lo sucesivo semejantes daños.

En el pueblo de S. Julian de Valmuza, cuatro léguas de Salamanca, existe un antiguo pavimento mosaico que ya reconoció en su tiempo nuestro académico el Sr. D. Antonio Tavira, siendo obispo de aquella diócesis, mandando contruir en derredor una tápia para defenderlo de las injúrias del tiempo y de la barbárie. Después de haber servido aquel emplazamiento de cuadra de caballos durante los diversos acontecimientos de la ha sufrido la peinterior guerra nínsula, ha venido posteriormente á parar en panera para la recoleccion de granos de la parroquia: y en tal estado, habiendo tenido notícia de este pavimento la real Académia de S. Fernando, dispuso que pasase á reconocerlo un arquitecto, como lo hizo copiando la parte que al

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canzó á ver del mosaico, y remitiendo en un informe todas las notí cias que pudo recoger sobre la matéria. La Académia de S. Fernando ha dirigido dicho informe á la nuestra, para que como encargada de la conservacion de las antigüedades del réino, tome para la de este apreciable monumento las disposiciones que tenga por convenientes. El Sr. D. Alejo Guillen, prior de la iglésia catedral de Salamaná quien la Académia ha encargado la averiguacion de todo lo concerniente al asunto, se ha ofrecido á evacuar esta comision, y la evacuará del modo que es de esperar de sus luces, actividad y celo. Por la via reservada de Estado se mandó informar sobre dos fragmentos de instrumentos desconocidos de cobre que se hallaron en un sepulcro antiguo descubierto en la diócesis de Santiago. La Académia en su contestacion se inclina á que pueden ser fragmentos de espadas de los tiempos anteriores ó coetáneos á la dominacion romana, cuando la rudeza é imperfeccion de las artes daba lugar al uso del cobre en la fábricacion de las ármas, extendiéndose á sospechar que pudieron pertenecer á la época de Viriato antes de la guerra de Numáncia, ó al tiempo en que el pretor Décimo Bruto invadió y sojuzgó toda la Galícia şegun la relacion de Floro. Quiso asimismo S. M. que le informase la Académia sobre el mérito de la ilustracion de su árbol genealógico, obra de D. Juan António Llorente; sobre los estatutos de la Académia general de ciencias, bellas letras y nobles artes de Córdoba; sobre la propuesta dirigida á S. M. por nuestro compañero D. Juan Sans de Barutell para examinar el archivo general de la corona de Aragon, y hacer una coleccion de sus documentos mas importantes, en continuacion del proyecto que en otro tiempo tuvo á su cargo D. Manuel Abella, de formar la coleccion diplomática general de España; y últimamente sobre la lectura y explicacion de una moneda de oro, encontrada en la Quinteria, hacienda del término de Andujar, moneda tan rara como obscura, que la Académia, adoptando las ingeniosas conjeturas de su anticuário D. José António Conde, sospecha pudo pertenecer á Absimaro Tibério, Emperador de Oriente á princípios del siglo VIII de la era cristiana.

Algunos literatos extrangeros han favorecido á la Académia con muestras de su consideracion y aprécio.

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El. Sr. D. Carlos Pougens, del Instituto real de Francia é indivíduo nuestro correspondiente, uno de los que la história de la literatura europea cuenta en el catálogo de los ciegos escritores, ha dado notícia de una obra en que está trabajando mas ha de 38 años, con el título de Tesoro de los orígenes de la léngua francesa, y para muestra remitió seis artículos pertenecientes á la letra A, á saber Alcahest, Alemanda, Amazona, Ammon (cuerno de), Arabe, y Areopago, manifes tando que le sería agradable saber sobre ellos el juício de la Académia. La cual al mismo tiempo que admiró la inmensa lectura y erudicion que Ostenta su autor, no pudo menos de hacer algunas observaciones sobre la eleccion de los artículos que se le remitian, junto con otras relativas al fondo y eséncia de empresa tan vasta y dificil.

El Sr. D. Juan Bautista Gail, conservador de los manuscritos griegos de la biblioteca del Rei de Fráncia, literato bien conocido en Europa por sus ediciones de Jenofonte y otros clásicos griegos, remitió por el conducto de la primera secretaria de Estado un papel en que daba notícia de un códice antiquísimo, escrito en letras unciales, del libro De ordine creaturarum, de S. Isidoro de Sevilla, consultando á la Académia sobre si este códice, cuya descripcion hacia, era ó no conocido en España. La Académia después de haber hecho algunas diligéncias para verificar la sospecha, que desde luego tuvo, de si este códice podia haberse extraviado, durante la guerra de la independéncia, de la biblioteca del monastério del Escorial, por la conformidad de algunas de sus señas con las que dió de otro manuscrito de aquel establecimiento D. Francisco Bayer en las notas á la Biblioteca española de D. Nicolás António, contestó á la consulta, comunicando al Sr. Gail todas las notícias que 'podian serle útiles para perfeccionar la edicion que prepara de esta obra de un prelado tan ilustre en los fastos de la iglésia española.

Por el mismo conducto de la primera secretaria de Estado recibió la Académia dos libros escritos por D. Carmelo Lippi, literato napolitano, uno sobre el plan de un curso de ciencias naturales, y otro sobre el curioso poblema de si la destruccion de las dos ciudades de Herculano y Pompeya fué obra del fuego ó mas bien del água. Acompañaba el autor una carta en castellano, en que explicaba el asunto de esta

última obra, sometiéndola al juício de la Académia con espresiones de mayor urbanidad y cortesía.

la

La real Académia española, de cuya hermandad se gloria la nuestra, entre otras pruebas de su estimacion y grata correspondéncia le ha regalado un ejemplar de la quinta impresion del Diccionário de la. léngua castellana, y otro de su magnífica edicion del Fuero juzgo latino y castellano: edicion que echaba menos el mundo literário, y que aquel ilustre cuerpo ha desempeñado del modo digno y decoroso con que suele acabar sus empresas.

Otros muchos particulares, y señaladamente los indivíduos del cuerpo se han esmerado en darle pruebas de su consideracion en vários donativos y regalos que le han hecho.

El Sr. D. Casimiro Gomez Ortega, nuestro censor y decano, ha presentado á la Académia un ejemplar de su traduccion del Ensayo sobre la cuestion de tormento, obra latina de nuestro antiguo académico D. Alonso de Acebedo, y cuyo asunto dirigido á desterrar iustitucion tan bárbara y horrorosa honra igualmente al autor primi. tivo y á su traductor. Don suyo fué tambien la coleccion impresa de sus Epigramas é inscripciones latinas, á que acompañan otras composi·· ciones poéticas, latinas y castellanas, con que este Néstor de nuestra literatura sostiene la justa y merecida reputacion de su buen gusto y cono. cimientos en matéria de humanidades.

Semejante á esta coleccion ha sido la que se ha presentado á la Académia con el título de Ocios y entretenimientos latinos, inclusas algunas traducciones castellanas de los mismos, por Sílvio Filomuso: nombre bajo que quiso disfrazarse nuestro difunto académico honorário D. Nicolás María de Sierra, ministro del supremo Consejo de Castilla, dejando á la posteridad en estos opúsculos, que alternaban con las graves y severas ocupaciones de la magistratura, un monumento de su aficion á las. buenas letras.

El P. Mro. Cardenal ofreció para nuestro monetário una medalla mui bien conservada del Emperador Galieno, y para nuestra biblioteca un ejemplar de la Clave historial del célebre Mro. Florez, que ha publicado con nuevas adiciones y várias enmiendas en algunos puntos notables de nuestra história.

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