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NUMISMÁTICA.

Del reino Egitano y de la lectura de las leyendas de las monedas Visigóticas.

Partiendo D. A. Fernandez Guerra del supuesto de que cada una de las medallas de los reyes visigodos supone un hecho personalísimo en relación á la ciudad cuyo nombre lleva dice: «D. Rodrigo bate moneda, por Enero de 711, con la inscripción Toleto puis, cuando allí se consagra» ¿qué explicación habia de darse al acto personalísimo de D. Rodrigo en Igaeditania ó Egitania?... Cuando hubo de ir allá, como perpeptuó la medalla de oro legitima que se conserva en el gabinete del Rey de Portugal? Ya de la corona de laurel se despoja el busto figurado por el anverso, y lleva en su lugar la de puntas, y, como en Toledo, el epígrafe le anuncia Rey en el nombre de Dios. Ahora fijese mucho el lector en la circunstancia de que Andalucía no acuña moneda, apresurándose á honoríficar á su antiguo duque Rodrigo, ni en Córdoba, cabeza de la provincia... ni en condado ninguno de los otros diez que la componian. (1)

Fijese mucho el lector acaba repitiendo, que la Bética no acuñó medallas de Rodrigo, y si Toledo y Egitania. Y porque no añade que tampoco las acuñaron la Galicia y la Tarraconense y la Narbonesa? ¿Qué vería en esto dicho señor al examinar las Tablas de la obra del numismático francés de página 66 y 67 en donde se ponen las provincias y pueblos que acuñaron monedas de los reyes visigodos? ¿Al ver que solo poseemos la série completa de Toledo y Sevilla, enseña esto, que se ha perdido en gran parte el numerario visigodo, de lo que además convence los claros que se notan en las séries de Zaragoza, Tarragona, Mérida

(1) Decadencia y ruina del Imperio visigótica, español.-Madrid 1883. p. 55 y 56.

y Narbona casi completas? Y aqui tenemos que dichas tablas nos explican con lo que sucede con Gundemaro la escasa acuñación de Rodrigo. Gundemaro reino solo dos años en profunda paz el reino, pues bien ciudad alguna de la provincia Galaica acuña moneda de dicho rey, y tampoco se acuña ni en la Lusitania ni en la Narbonesa. Es que no visitó ciudad alguna de dichas provincias dirá D. A. F. G. ¿Pero si Gundemaro estuvo en Sevilla y en Granada cómo explicar que no tengamos monedas suyas ni de Córdoba ni de Mérida? ¿Es que no las visitó? pues ¿por dónde pasó para dirigirse á ellas desde Toledo y para regresar á la capital? De Gundemaro tenemos monedas de Zaragoza, Tarazona y Tarragona (Tarraconesa); de Toledo, (Cartaginesa), de Granada y Sevilla (Bética), llévase al Rey por donde se quiera, y se verá como hubo de visitar otras ciudades importantes, y como éstas no le habian de negar en la visita un sueldo de oro, ó un tercio de sueldo, con un justo ó feliz por mote.

Y si ahora fuésemos á examinar los dichos y hechos de los reyes en tales ó cuales ciudades, ¡cuántas sorpresas no tendríamos al ver el silencio que muchas de ellas guardan de los servicios ó triunfos de sus reyes, al ver que no les dedicaron sueldo de oro alguno! ¿¡Pues no tenemos á Egitania, la patria de Wamba, callando sobre su elevación al trono? ¿Y Narbona, que le vió vencedor de Paulo, tampoco celebró el triunfo? ¿Cuándo mejor ocasión para un Wamba Victor, ó una Narbona victoria, ó una Narbona optinuit? Si nada de esto ocurre, es porque las monedas no celebran ni conmemoran, sinó por excepción, hechos locales. Así Ambrosio de Morales en repetidas ocasiones se siente turbado para explicar el pius del gran número de monedas en que aparece, pues no sabe de los reyes obra alguna que pudiera merecerles tal dictado, dificultad á que ha ocurrido D. A. F. G. diciendo que el Pius se ponia en Toledo al consagrarse los Reyes, y en las provincias ò ciudades cuando «juraban guardarle sus fueros» al Rey; ó cuando este «colocaba la primera piedra para la erección de un monumento, ó dotaba una iglesia muníficamente». (1) Dicho se está que todo esto no

1) Pág. 55.

son más que suposiciones sin fundamento alguno, incluso lo de jurarle al Rey, los pueblos, «guardarle los fueros», de lo que no hemos tenido noticia hasta hoy.

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Pero ¿qué quiere dar á entender dicho señor, cuando dice que la moneda de Egitania, «como en Toledo, el epígrafe le anuncia Rey en el nombre de Dios? Pidámoslo á la historia del numerario visigótico.

Fué Leovigildo quien primero acuñó moneda y el cuño presenta las variedades siguientes:

1. Anverso: el busto del rey de perfil con su nombre y el calificativo de Rey; y en el reverso, una victoria con el nombre de la ciudad donde fué acuñada y uno de los calificativos mencionados.

2. El busto del rey en el anverso y en el reverso, de frente, é iguales letreros.

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3. El anverso primero, y en el reverso, una cruz latina sobre tres ó cuatro gradas.

Su hijo Hermenegildo tuvo monedas de las primeras, pero á contar de su hermano Recaredo, esto es, desde el año 586 al año 648 en que acaba el numerario Chindaswinto acuña siempre la moneda con arreglo al tipo núm. 2, apareciendo todavía una ó dos excepciones en los primeros tiempos en favor del número 3. Pero llega el momento en que Chindaswinto asocia á su hijo Receswinto al trono y entonces se modifican los cuños de

esta manera.

Anverso: busto del rey Receswinto ó Chindaswinto de perfil con su nombre y el calificativo de Rex, y en el reverso en el centro, un monagrama de la ciudad que acuñó la moneda, y una leyenda igual á la primera con cambio del nombre del rey, es decir, que si en el anverso se lee Receswinto en el reverso se halla Chindaswinto ó viceversa.

Queda Receswinto reinando sólo à partir del año 653, y reinó hasta el 672, y en su tiempo hubo de dictarse ley sobre la acuñación de monedas relativa al año, pues vemos que éste aparece ahora formado de la manera siguiente:

Anverso.-Busto del rey de frente ó de perfil, y la leyenda Recesvinto Rey.

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Reverso. La cruz sobre las tres ó cuatro gradas con la leyenda compuesta del nombre de la ciudad, y el calificativo Pius que viene apareciendo desde Sisenando (año 631) casi sin interrupción, pues son rarísimos los casos de cambiar el calificativo Pius por otro. Entendemos que Receswinto fijó este cuño, porque ya no cambia en lo sucesivo, sino en la leyenda del anverso, pues desde Wamba inclusive todas las monedas dicen En nombre de Dios, fulano Rey, y en el reverso Toledo, Egitania, Tarragona, Pius. Hemos dicho todas, y aquí queremos hacer constar las excepciones para que se vea claro como éstas obedecen à criterio distinto del de Ambrosio de Morales renovado por D. A. F. G.

Para Wamba, sólo las monedas de Córdoba dicen Córdoba patricia, novedad que data del tiempo de Chindaswinto y sigue invariable hasta Wittiza. El numerario de Ervigio sin excepción fuera de Córdoba. El de Egica, de quien poseemos monedas de Braga, Zaragoza, Eliberis, Mérida, Gerona, Sevilla, Mentesa, Narbona, Salamanca, Toledo y Valencia, conforme el tipo general, ofrece, además de la variante constante de Córdoba, la de Acci, que le aclama «vencedor», y la de Tarragona que le llama «justo» y nótese bien, para Tarragona hay tres cuños distintos. Y aqui seria de decir con Ambrosio de Morales, que no adivinamos por qué le llamarían vencedor en Acci y justo en Tarragona; pues no sabemos cosa de él que le acredite para tales dictados. Y ahora se verá con la excepción general de las monedas de Egica cuando éste asocia á su yerno al trono lo que valen uno y otro calificativo. Monedas con el nombre de Egica en el anveso y de Wittiza en el reverso las tenemos de Braga, Zaragoza, Córdoba, Ebora, Eliberis, Mérida, Gerona, Sevilla, Mentesa, Narbona, Tarragona y Toledo, y en todas ellas, nótese bien, sólo hecha excepción de Córdoba, que no abandona jamás su dictado de «patricia», todas las demás ciudades cuyo nombre acompaña el de Wittiza, no llevan calificativo alguno. Siguiendo la teoría de Morales, seria aquí necesario decir que si las ciudades españolas que acuñaron monedas de Egica-Wittiza, no les aclamaron ni piadosos, ni justos, ni vencedores, ni nada, es porque nada hicieron. Pero, entonces, ¿por qué acuñaron me

dallas en su nombre? La razón de suprimirse el dictado de Pius ú otro, es porque no tienen significado particular Córdoba no suprime su dictado de patricia porque es para ella un timbre de gloria, y así vemos que cuando Williza reina sólo todo su numerario le aclama pius. Ahora bien, & que significado puede buscarse al numerario de Toledo ó Egitania de Rodrigo, de todo punto conforme al de sus antecesores? Si aún se diese el caso de que solo tuviéramos de Egitania la moneda de Rodrigo podria fantasearse acerca de ella, pero ¿no se conservan por fortuna monedas ó medallas de Recaredo, Sisebuto, Sisenando, Tulga y Reces vinto acuñadas en Egitania y á los cuales se aclaman á los dichos reyes piadosos? (1)

Nada, pues, puede deducirse por el numerario de Egitania en favor de un reino Egitano bajo un rey Rodrigo. Ni el epitafio de Viseo, que otro dia examinaremos, ni las monedas de Egitania, dan indicio para suponerlo. Y aún á esto hay que agregar, que no conocemos historiador, ni cronista alguno, ni árabe, ni cristiano que haya apuntado semejate cosa. El cronicón Ovetense dice que Rodrigo hubo de salvarse huyendo, y fué á morir en Viseo, donde se le dió sepultura. El Cronicon Iriense, El Arzobispo, etc. se limitan á decir que allí se le dió sepultura, no sin dejar de declarar este último que nada se sabe de su suerte. Así el P. Tailhan que no sabe dar con las razones que llevaron al Sr. E. Hübner á poner el epitafio de Viseo entre los falsos, y á su pié la nota «de que es inutil demostrar su falsedad» tan evidente es para el gran epigrafista, admite que Rodrigo murió en la batalla, y que sus amigos ó vasallos llevaron à enterrar su cuerpo en Viseo «ya porque fuera la patria del Rey, ya porque la hubiese gobernado como Conde, conforme indicó D. A. F. G.» (2) Opinión modificada luego, porque no se le podia ocultar á dicho señor que el gobierno de Rodrigo estuvo en la Bética y no en la Lusitania.

S. SANPERE Y MIQUEL.

(1) Heiss: pl. II, 10; pl. V, 3; pl. VI, 3; pl. VII, 5; pl: VIII, 5.

(2) Revue des Questions historiques, p. 401, T. 31.

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