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Á LA BATALLA DE OLMEDO.

Panadera soldadera,
que vendes pan de barato ,
cuéntanos de aquel rebato
que te conteció en la Vera.
Di, panadera.

XXIV.
Un miércoles que partiera

guel que allí fuese á morir el príncipe don Enrique

él le faria subir á buscar algun buen pique

al cielo sin escalera. para su espada ropera,

Di, panadera. saliera sin otra espera

A GUTIERRE. de Olmedo tan gran compania,

Aforrado en Peñavera que con muy fermosa maña

el prelado de Toledo, fermoso se retraxera.

no se movió solo un dedo Di, panadera.

de cabe la talanquera, El rey desque aquesto viera, diciendo: quien se acelera, como el príncipe venia

quando un tal fecho aviene, con muy gran melanconia,

nunca jamás queda tiene luego en punto proveyera,

la barba en la cebadera. é fizo sacar de fuera

Di, panadera. el su pendon ensalzado

Por mas seguro escogierą para pasar luego el vado

el obispo de Sigüenza con noble gente guerrera.

estar, aunque era vergüenza, Di, panadera.

junto con la cobigera. La de Zúñiga, que era

Mas tan gran pavor cogiera esquadra muy conveniente,

en ver fuir labradores, la mitad de la su gente

que á los sus paños menores sabe Dios lo que quisiera.

fué menester lavandera. Mas como gente grangera,

Di, panadera. de su señor natural,

Con una rica ciniera, con ardimiento leal,

armado muy geniilmente, acompañó su bandera.

se falló el de Benavente Di, panadera.

en esa esquadra tercera.
LOPE,
OBISPO DE CUENCA.

Mas su gente regatera,
En cátedra de madera

mal andantes campesinos, vi al obispo de Barrientos,

como cobardes mezquinos con un dardo sin ainientos,

ficiéron la persiguera. que á predicar se subiera.

Di, panadera. E por conclusion pusiera,

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COMENDADOR DE SEGURA, RODRIGO

MANRIQUE. Con lengua brava parlera, é corazon de alfeíique, el comendador Manrique escogió bestia ligera. E dió tan gran corredera, fuyendo tan á deshora, que seis leguas en un hora dexó tras si la barrera. Di, panadera.

HIJO DEL CONDE DE CASTRO.

Con costumbre copinglera, temblando como las hojas, va don Fernando de Roxas no manco de la cadera. E por verdad muy certera, de miedo, muy amarillo, fué á la villa de Portillo donde guarecer quisiera. Di, panadera.

Salido como de Osera, Rui Diaz el mayordomo, tan velloso vientre y lomo como osa colmenera. Si la fe que prometiera la guardara, segun fallo, no comiera su caballo en el real la cibera. Di, panadera.

Tomando yegua ligera con mayor

miedo Fernan Lopez de Saldaña, mas negro que una caldera. Soltando la barbillera encomenzó de decir, que el que quisiera fuir él le iria á la estribera. Di, panadera.

IÑIGO DE ZUÑIGA. Por persona mensagera se partiera el mariscal, desviose del real

con mano sotil artera.
Maguera dis que allí era
por poner paz al ruido,
é sino fuera partido,
él mismo lo revolviera.
Di, panadera.

La persona tabernera
del vil conde de Medina,
el qual se era muy ayna
echado en una buitrera.
Lleno de figos de sera,
é de torreznos y vino,
fizo mas sucio camino
que jamás hombre ficiera.
Di, panadera.

SEÑOR DE ALMAZAN. Persona tan postrimera nunca vi yendo adestroza como Pedro de Mendoza, que es fama que se escondiera. E dicen que decendiera del rocin, é entró en un pozo, porque viese del buen gozo la madre que lo pariera. Di, panadera.

Juan de Tobar como viera el fecho tan mal parado. puso su firme cuidado en buscar la madriguera. Lo qual por obra pusiera, segun que bien lo pensó, por lo qual no falleció á su rocin espolera. Di, panadera,

Mas recio que lanzadera, sin esperar adalides, Manuel de Benavides deste fecho se partiera. Por pesquisa verdadera se falla como fuyó, é como en sí no dexo quixote ni canillera. Di, panadera,

que sania

Su

Su bondad non encubriera don Enrique el de Zamora, por ganar honra á deshora los contrarios ofendiera. Mas la gran gente ropera, que con el fué á derranchar, fizo por cierto quedar su persona prisionera.

Di, panadera. DON GUTIERRE DE SOTOMAYOR,

MAESTRE DE ALCANTARA.

Maguer de malla é gorguera se armára el maestre mozo; mas no hobo menester bozo, pues a ninguno mordiera.

á Antes diz que se escondiera con gran sabor de mirar si le cumplia apeldar por guarecer á la Vera. Di, panadera.

GARCI SANCHEZ. En una cepa ó bimbrera, por su muý fuerte pecado, estropezó el de Alvarado, é cayó en una junquera. La vil gente ovejera, villanage de peones, sin cadena de eslabones lo atáron á una figuera. Di, panadera.

Asaz honroso acudiera á sus valientes varones Mosen Pedro de Quiñones quando las piernas batiera. Tan adentro se metiera quel hobiera de haber fin; mas alli con un faquin mucho bien se combatiera. Di, panadera.

Con celada sin visera, é por devisar mejor, dicen que iba el relator, mas seco que esparraguera.

Entre la gente pechera
dice: quien tuviere fijo
para siempre será quito
de la moneda forera.
Di, panadera.

Sin cubiertas ni testera,
sin armas, é sin el mox,
el viejo alpiquiricox
llegó fasta la ladera.
Donde nunca se moviera
como falcon madrigado,
quel ayre le ha bien mudado
el cuchillo y la tixera.
Di, panadera.

Vi al Señor de Xorquera, Alonso Perez Bivero, con escribania y tintero, colgada sin linzabera. E dentro una alcoaladera con polvos para escribir: quisiera dello reir si hobiera do me acogiera. Di, panadera.

Vi sentado en una estera al segundo contador, hablando como dotor, vestido como partera. E si lo que á él pareciera se pudiera allí acabar, él quisiera mas estar cien leguas de allí de Vera. Di, panadera. DON PEDRO FERNANDEZ

DE VELASCO. Amarillo como cera estaba el conde de Haro, buscando todo reparo por no pasar la ribera. Desque vido la manera como el señor rey pasaba, tan gordos pedos tiraba que se oian en Talavera. Di, panadera.

AunPEDRO SARMIENTO. Aunque algun miedo sintiera el repostero mayor, encubrió bien su temor, como caballero que era. Y el grande miedo que hobiera fizo á él y á sus criados juntarse con los honrados en la batalla primera. Di, panadera.

DON ALVARO DE LUNA.

Obra muy clara y placera se mostró ser, é notable, lo que fizo el condestable con los que se combatiera. Mas quebraran la barrera muy ayna sin dudanza, si la su buena ordenanza algun poco se durmiera. Di, panadera.

DE SANTILLANA. Con fabla casi estrañera, armado como francés, el nuevo noble marques su valiente voto diera. A tan recio acometiera los contrarios, sin mas ruego, que vivas llamas de fuego pareció que les pusiera. Di, panadera.

JUAN PACHECO. Por donde se a caeciera, maguer amarillo y seco, el buen fidalgo Pacheco grande espanto les pusiera, Tanto que por sí ficiera, segun fizo llegar donde estaba el valiente conde, (de Castro) el qual el mesmo prendiera.

Di, panadera.
DON FERNANDO ALVARE'Z.

El conde de Alba maguera, buen caballero esforzado,

muchas veces se ha loado
de cosas que non ficiera.
En la batalla primera
fizo su deber por somo,
pero no tanto ni como
por sus cartas escribiera.

Di, panadera.
PEDRO GARCIA DE HERRERA.

Con cara muy falaguera, é con discrecion y seso, viendo su hermano preso el mariscal de Herrera, á tanto se contristeciera, é se mostró tan turbado, que despues gran gasajado nunca jamas recibiera. Di, panadera.

DON RODRIGO. Con palabra lisonjera, é con talle gordo y feo, el conde de Ribadeo sin armas apareciera. El qual por cierto quisiera quel robo fuera sobejo, porque á mozo ni aun á viejo tan gran parte le cupiera. Di, panadera.

Diciendo: guarda Herrera, bullendo como garduña, asomo Pedro de Acuña con una falsa grupera. Mas la su lanza lardera, pintada muy gruesa y vana á Dueñas volvió tan sana qual salió de la lancera. Di, panadera.

Tan gran trabajo sintiera con el muy gran calor Payo, que le vino tal desmayo, que pensó que se muriera. Maguer dis que se pusiera con los hombres esforzados; muchos son maravillados

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como no se derritiera.

Di, panadera.
JUAN RAMIREZ DE GUZMAN.

Viniendo de la frontera
el mayor comendador,
desamparó á su señor,
de quien gran bien recibiera.
E como quien desespera
de toda gran noinbradía,
mas vergüenza no tenia
que una puta carcabera.

Di, panadera. D. JUAN NIÑO, CONDE DE HUELNA.

Por persona consejera, don Juan el conde chiquito, cabo el rey finçó su hito, é tendió su farpillera. E dicen que lo dixera: señor, si pasais los trigos, sacaréis los enemigos todos de la raposera. Di, panadera.

Acerca de una reguera el alférez quedó , estando con gran sabieza mirando la su gente recogiera. E entanto quel dia suera miró sin malenconía á qual parte mas cumplia apretar la calzadera. Di, panadera.

El de Olmedo, cabecera, que era el buen rey de Navarra, no se fué á meter tras barra, antes bien se combatiera. E á un caballero asiera, al qual dió asaz cuchilladas, que le fizo mil tajadas, junto con una ribera. Di, panadera. Salió berido, y murió de la berida.

Con discrecion muy somera, mas que con seso constante,

el ardid, señor infante,
fuera á dar de cabecera
en la batalla primera
que delante si falló,
por lo qual no dudo yo
que su gente se perdiera.
Di, panadera.

Con ardidera muy fiera, segun que falló por rastro, se lanzó el conde de Castro en la suerte quel cupiera. Ardiendo como foguera, con quatrocientos rocines, mas ellos fueron tan ruines que ninguno le acorriera. Di, panadera.

Por ir a la sementera la gente del almirante, detras dél y no delante, estaban quando cayera. Aguardando la zaguera de espaldas en un barbecho, alejados mas de un trecho de una piedra volandera. Di, panadera.

Fernando, que prometiera de Quiñones por su amor de ser muerto ó vencedor, fué muerto por la mullera. La virgen procuradera, ques de todo hombre contrito, ruegue á su fijo bendito que le dé gloria llenera. Di, panadera.

Muy puesto en la delantera el mayor caballerizo, mas armado que un erizo fué el primero que fuyera. Pero un lindo encuentro diera en un gran odre de vino, fizole perder el tino, tanta sangre del saliera. Di panadera.

Tem

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