pasaron la frontera por diferentes puntos, ya se habia anunciado en El Espectador, á cuyo periódico le decian desde Marsella con fecha del 20. «A toda prisa se está aprestando el vapor francés Rubís de porte de 114 toneladas. Aunque su objeto es secreto, he podido penetrarlo: va á conducir varios emigrados cristinos á la costa de España; entre estos se cuenta el ex-brigadier Pezuela: sus compañeros son pájaros gordos. Mi siguiente llevará los nombres de todos ellos. Las autoridades francesas no solo lo toleran, sino que lo protegen. Al mismo tiempo dos casas de comercio de aquí preparan bastantes fardos de contrabando para protejer las fábricas de Cataluña. »

Para que el lector vaya convenciéndose del carácter y tendencia de un alzamiento, en que tan traidoramente fué envuelta la buena fé de los liberales, es necesario que sepa que el plan concebido en París consistia en establecer un gobierno absoluto; en conceder amnistía á los carlistas hasta el empleo de coronel efectivo, y en que el duque de Aumale entrára como pacificador al frente de un considerable ejército por las Provincias Vascongadas, para que despues pudiera efectuarse su enlace con la reina Isabel. El plan se realizó á medias, gracias á la actitud del pueblo.

«Ya están entre nosotros, esclamaba un periódico al saber la llegada de Narvaez y comparsa, los precursores de la intervencion estranjera, la vanguardia de los ejércitos transpirenaicos que se aprestan para invadir nuestro territorio. Los rebeldes de octubre han venido con pasaportes del gobierno francés, que ha autorizado su incursion. La intencion del gobierno de las Tullerías no puede ser mas patente; nos envia los generales rebeldes, y los envia para que nos bagan la guerra, para que acaudillen las turbas de los amotinados, para que organicen esta fuerza y hostilicen al poder legítimo. »

Antes que Serrano publicara su célebre manifiesto, la Junta suprema de Barcelona habia decretado la formacion del ministerio Lopez, considerado como Gobierno Provisional de la Nacion, interin no se adhiriesen á él todas las demás Juntas de la Península representadas por dos de sus comisionados. Serrano se encargó inmediatamente del despacho de todas las Secretarías, y por eso se le conoció desde entonces por el ministro universal.

El acuerdo de la Junta de Barcelona faé comunicado á la de Va

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lencia, la cual aprobó en todas sus partes la resolucion de su correligionaria.

Hé aquí el primer decreto con que inauguró su poder el ministro universal:

« Gobierno Provisional de la Nacion.-En nombre de la nacion, siendo incompatible con la felicidad pública la regencia del Duque de la Victoria, el Gobierno Provisional, de acuerdo con la Junta suprema de esta Provincia, ha venido en resolver lo siguiente:

1.° Queda destituido de la regencia del reino, que ejercia durante la menor edad de la reina doña Isabel II, el general D. Baldomero Espartero, Duque de la Victoria y de Morella, y Conde de Luchana.

2.° La nacion entera, los empleados de todos los ramos, de todas clases y categorías, quedan relevados de la obediencia que, con arreglo, á las leyes estaban en el caso de prestar al ex-regente.

Barcelona 29 de junio de 1843.-El ministro de la guerra y encargado interinamente de los demás ministerios.-Francisco Serrano. »> En la noche del mismo dia en que se firmó el precedente decreto, fué obsequiado Serrano con una serenata, y desde el balcon de su alojamiento hizo varias protestas de gratitud y aprecio, ofreciendo que dentro de pocos dias se estableceria la Junta central en Madrid, y que de este modo se salvarian la reina, la constitucion y la libertad. Tambien Gonzalez Bravo dijo que la provincia de Barcelona tendria en él un acérrimo defensor de sus intereses.

Serrano partió de Barcelona en direccion à Madrid confirmando durante el tránsito varios cargos y empleos. No olvidó la defensa de Reus, y en un decreto dijo que, «en justo galardon de los eminentes >>>servicios que sus habitantes habian prestado á la Nacion, sirviendo >>de ejemplo en tremolar la bandera de independencia y sellando lue>>go con su sangre sus nobles juramentos, declaraba ciudad con título »de esforzada á la villa de Reus, y que concedia además á las ban>>>deras de la milicia nacional las corbatas de San Fernando, y un es>>>cudo de distincion à cuantos tomaron parte en la defensa contra las >>tropas de Zurbano. >>

La Junta suprema de Barcelona, anticipándose decia, á los deseos del pueblo, decretó el derribo de las murallas escepto la de Mar; concedió el ascenso inmediato á todos los jefes, oficiales y sargentos del

ejército de Cataluña; y dispuso, entre otras cosas menos importantes, que se formase un tercio de milicia movilizada de seis mil hombres, en el cual debian ingresar los solteros y viudos sin hijos, desde diez ocho á cuarenta años de edad.

y

Para que dirigiera la demolicion de las murallas, la municipalidad constituyó una Junta compuesta de el Alcalde Constitucional D. José Santamaría, de los regidores D., Pablo Morató y D. Antonio Rovira y Trias, del síndico D. Miguel Pujol y Padró, de los comerciantes don Salvador Masó, y D. José Mataró, de los propietarios D. N. Carces y D. Antonio Puigoriol, de los fabricantes D. Ramon Bonaplata y D. Antonio Mas y Tucó, y de D. Pedro Felipe Monlau, autor de una memoria sobre las ventajas que reportaria Barcelona del derribo de las murallas.

Durante los dias de la revolucion, fueron demolidas las cortinas de las puertas de San Antonio y del Angel; la intermedia entre el baluarte de Junqueras y el de San Pedro, y la del lado derecho de la puerta Nueva.

La discordancia que entre tanto reinaba en las demás provincias acerca del verdadero fin del alzamiento, era tan original como propicia á consecuencias fatales. Unos pueblos proclamaban solo el minis terio Lopez, como la genuina representacion de todos los deseos; otros pedian córtes constituyentes; algunos la mayoría de la reina; no pocos la Junta central; y por último, no faltaban tampoco poblaciones que aspiraban solo á que se retiráran los amigos del regente, pero conservando á este en su puesto en que como salvaguardia de la libertad le habia colocado el voto nacional.-Hasta es digno de notarse que los jefes del movimiento opinaban de distinto modo en órden á los principios proclamados aisladamente. Y no se crea que así lo demostrase un jefe subalterno; citaremos al que debia suponerse mas iniciado en los secretos de la insurreccion.-«Al feliz término de nuestro pronunciamiento, (decia el general Concha brindando en un banquete con que se le obsequió en Málaga) y pronto afianzamiento del gabinete Lopez y del trono de Isabel Il constitucional. A que la leccion que están dando los pueblos sirva de escarmiento á los ambiciosos que quisieran gobernar sin córtes, sin libertad de imprenta y sin las demás prácticas que son la esencia de los gobiernos representativos. A que

toda la España adopte el programa de la Junta de Barcelona, que es Córtes constituyentes y mayoría de la reina. » Nada debemos decir con respecto á la primera parte del brindis, porque estriba en principios generales que casi siempre se invocan en tales casos, aun cuando despues dejen de cumplirse como con frecuencia sucede. Lo que sí podemos asegurar es que el hoy Marqués del Duero padeció una crasa equivocacion en lo relativo al programa, pues la Junta de Barcelona no pidió Córtes constituyentes ni mayoría de la reina; su lema, sancionado por el general Serrano, consistia en Constitucion de 1837, Isabel II y Junta Central.

Espartero se dirige á las provincias de Andalucia.-Jornada de Ardoz.-El gobierno provisional confirma á Prim sus empleos.-Le otorga titulo de Castilla con la denominacion de conde de Reus y vizconde del Bruch, y es nombrado Gobernador militar de Madrid.-El regente se embarca en el puerto de Santa Maria.-Su protesta.-Convocatoria de cortes.Violento decreto contra Espartero y su comitiva.-Inquietud en Barcelona.-Esposiciones de sus autoridades para la instalacion de la Junta

Central.

ACILMENTE se comprenderá, que la situacion de Espartero iba haciéndose crítica por momentos. Detenido en Albacete esperando poder avanzar hacia Valencia con las pocas fuerzas que le seguian, por medio de un movimiento combinado con las divisiones de Seoane, Enna y Alvarez, tuvo

al fin que abandonar dicho punto y dirigirse á Andalucía, viendo de que [ni Seoane ni los demás jefes obraban con arreglo á las instrucciones que se les habia comunicado. El dia 8 de julio salió, pues, el