oficinas y almacenes de la Real Hacienda.

D. Martín, más adelante, adquirió la casa á razón de censo; á su fallecimiento, su viuda D. Margarita Jaume, é hijos, la cedieron á sus inmediatos sucesores D. Juan Cayetano y D. Joaquín del Manzano. Entonces paso ya definitivamente á nuevos dueños; el principal del censo, 20 mil reales, lo pagó en 6 de Noviembre de 1810, D. Miguel Gómez Peñaranda, canónigo de Plasencia, y entró desde luego al disfrute de la casa que heredó posteriormente su hermano don Antonio María Gómez Peñaranda, y de éste á la familia Araujo. (Protocolo de Magallanes, año de 1810, folios 175 á 191).

En 1811 estaba en ella instalada la Real botica del Cuartel general; se pagaba de alquiler 45 reales mensuales; era primer ayudante de la farmacia D. Antonio Redondo de Mombel trán, que casó en la villa, primero de este linaje que se estableció en Valencia.

El cura D. Antonio María García Peñaranda, falleció el 16 de Setiembre de 1832. Su testamento cerrado de 10 Setiembre y codicilo de 15 del mismo, constan á los folios 113 á 117, protocolo de José Domínguez Torrado, año 1832.

Las de Juan de Oviedo Aldana, á la Cortizada.-Las llamaban las peque

ñas

y lindaban con casas de Juan Martin Roxas.

Las de Juan de Oviedo, Vinagres y Suárez de Figueroa, á la calle de Juan Durán. Eran los principales de estos linajes, donde en la actualidad tiene su salón de fiestas, nuestro amigo D. Vicente Rodríguez Magallanes. Es de admirar el notable escudo de armas, que ocupa la mayor parte de la señorial fachada.

Las jambas y dintel de la puerta, proceden de unas antiguas casas arruinadas del conde de Guaro, que existieron en la plazoleta de las Monjas.

Las del abogado Morejón, á la calle de Juan Durán.-Fronteras á las que acabamos de indicar de Oviedo y Vinagres, número 15; en ellas moraba con su esposa D. Inés Galán, y una sobrina, Vicenta Domínguez, que con ellos vivía, oriundos todos de Brozas, la noche del 17 de Mayo de 1816, en que fué asesinado; este mártir de la causa de los menesterosos y de los pobres senareros, terminada la tertulia á que de ordinario asistía en la casa del escribano D. Román Corchado de Cabrera, abuelo político del que estas líneas escribe, se retiraba á su domicilio, y al llegar por la acera de la derecha de la calle de Juan Durán, frente á la plazuela de la calle Nueva, un pistoletazo con dos balas, disparado por unos sujetos que se ocultaban detrás de una carreta estacionada á la puerta de la casa del Paje, le privó instantáneamente de la vida».

Este alevoso asesinato, produjo honda é intensa conmoción en la villa y fuera de ella, y su recuerdo perdura tan fijamente, se comenta tanto y de tan varia suerte, aún en nuestros días, por causa de las personas que en él intervinieron y por los odios que le generaron, que no parece que se trata de un hecho acaecido ha cerca de un siglo, sino de un suceso reciente, á lo más ocurrido hace diez ó doce años.

En otra sección de EL CURIOSO, con el favor de nuestros lectores, empezaremos á publicar muy pronto, documentalmente, con papeles y cartas de la época, la narración de aquel tremendo y horrible crimen.

La de los Araias, á la calle Corredera

número 24.-Perteneció al convento

de las religiosas de Santa Ana, de esta villa, del cual á principios del siglo XVIII la compró el escribano Juan Flórez Araia, y de ahí el apelativo Araias, por las hijas del dicho cartulario, que allí vivieron hasta su

muerte.

Muchos años después la adquirió otro escribano, D. Román Corchado de Cabrera, en cuya familia y descendencia, se ha perpetuado la propiedad de la casa hasta nuestros días. De ella salía Morejón la noche que fué asesinado; hoy la ocupa nuestro amigo y suscritor, el notable ebanista Francisco Nevado.

La de los Mogollón, á la calle de Acebedo. En los siglos XVI y XVII, los Mogollón estaban avecindados en Valencia y poseían casas propias á la calle de Acebedo; recordamos haber visto citadas estas casas en papeles de la época indicada, como linderos de otras fincas urbanas, sujetas á censos y mandas piadosas, de que no tomamos nota ó si lo hicimos, se nos ha traspapelado.

Las armas de este linaje, son «dos osos en campo dorado, con una orladura colorada, é ocho aspas de San Andrés, doradas en ella», según una cláusula del testamento de Ovando el Rico, su fecha en Cáceres á 18 de Agosto de 1530.

La de los Peñarandas, á la calle de Caballeros. Los de este linaje, de dilatada y extensa varonía y descendencia, han poseído distintas casas solariegas en la villa, de las que nos ocuparemos á medida que vayamos haciendo memoria.

Esta de la calle de Caballeros, debió ser de las primeras que ocuparon los de esta familia al establecerse en la villa, procedentes de Alburquerque, de donde eran oriundos; acaso se trasladasen á ella desde la calle y vivienda que ocupaban extramuros, en el barrio de Santiago, hacia la fuente de la dehesa, demolido todo cuando la guerra con Portugal para hacer inexpugnable esta plaza.

Volviendo al inmueble en cuestión, esta casa lindaba en 1696 con las de D. Isabel María Valdenebro, y con casa de Ntra. Sra. de la Soledad, y en ella moraba D. Miguel Peñaranda Roxas. En ella, ó en otra contigua,

vivía asimismo D. Alonso Peñaranda Roxas, el mayor, que durante el tiempo que esta villa estuvo á la obediencia de Portugal, (1705-1715) trasladó su vecindad á Santiago de Carbajo.

Otro Peñaranda vivió en esta calle en casa propia, D. Francisco; murió soltero y por su testamento, ante José de Araya, fecha 19 de Julio de 1699, dejó sus bienes «á los frailes y á su ánima»; por codicilo del día siguiente, 20, mandó se le enterrase en el convento de San Francisco, donde yace.

D. Miguel fué padre de D. Pedro, éste de D. Antonio, éste de D. Mateo y éste de D. Ignacia, que actualmente vive.

La de los Peñarandas, á la calle de Valverde.-Es propiedad hoy de doña Sofía González, las construyó don Miguel Peñaranda Valdenebro Sotomayor, á principios del siglo XVIII, durante su matrimonio con D. Catalina Barbado; fueron sus hijos doña María Cayetana Peñaranda, que casó con su primo D. Lucas Peñaranda, y D. Francisco Peñaranda, que casó con D. Inés Josefa de Robles; este matrimonio tuvo por hijos á D. María, que entró en religión el 6 de Febrero de 1747 y perdió la razón; á D. Genara, que más tarde, con la loca, que salió de clausura, vivieron reunidas en la casa de la calle de Escobar, que ocupó D. Antonio de la Vega, y á D. Fernando María Peñaranda, esposo que fué de D.a Ignacia Morillo, no habiendo quedado sucesión de esta rama.

D. Miguel, para construir su casa, derribó con tal propósito otra pequeña, antigua, que ocupaba el mismo sitio, y que según tasación hecha por Alonso González, alarife de Brozas, valía 2.383 reales; pertenecían también á D. Miguel las dos casitas pequeñas, frente á las principales, que servían para caballerizas y que hacen esquina á la calle del Patio.

Constan la mayor parte de estos da

tos en la partición y división de bienes que quedaron por fin y muerte de D. Miguel y D. Catalina, partijas que se hicieron en 5 de Diciembre de 1743 por D. Diego Alonso Merino y el licenciado D. Diego González Claros, abogado.

En dicho año 1743, había ya fallecido D. Francisco, dejando en la «popilar edad› á sus tres pequeños, de los que fué curador ad-litem, Francisco Rodríguez Tomé.

Casa de los Ulloas á la calle de Acebedo. Cuando D. Fernando María de Ulloa, vino á la villa, en el último tercio del siglo XVIII, con el cargo de sargento mayor de la plaza, se fué á vivir á la calle del Adro, casa que ignoramos cuál sea y si era ó no de su propiedad; estaba aún sin construir la que luego ocupó, frente á la puerta principal de la iglesia de la Encarnación hasta su fallecimiento, el 30 de Mayo de 1808 de cuyo edificio decía en 18 de Enero de 1802: La casa en que abito calle de Acebedo, que se está haciendo toda bia.»

་་

Del solar donde se alza hoy el inmueble de que tratamos, tenemos el siguente apunte:

<Digo que el día 15 del corriente ocurrí ante Vmd. á formar quexa contra Simon Juan por haberme desecho un arco de ladrillo y su cornisa, en las cassas que se hallan arruinadas, que tengo frente de la puerta principal de la Iglesia de N. Sra. de la Encarnacion, el qual dicho arco parece se formó antiguamente para darle más capacidad á un aposento frente de la puerta de la calle que linda con bodega demolida de Miguel Delgadillo, presbítero, y su hermano. >>

Palabras de un pedimento fecha 30 Enero 1709, del licenciado D. Diego Alvarez de la Peña, abogado, dirigido á Alonso Martín Barbado, teniente de alealde mayor, en ausencia de Pedro Bravo Salgado, alcalde mayor de la villa en la época de la dominación portuguesa.

Además de esta casa tenía Ulloa otra por cima, y otras en las calles de Gasca, Cortizada, Santiago y Valverde; esta última, era la solariega de este linaje; así se deduce del testamento de D. Fernando de Ulloa Paredes, otorgado el 29 de Julio de 1699, ante Juan Arava. Estuvo casado con D. Catalina Chumacero Cimbrón y Saavedra. Fueron sus padres D. Fernando de Ulloa y Paredes y D. María de Escobar y Ulloa, y nieto de don Diego de Ulloa. Tuvo por hijos á Frey D. Diego Antonio de Ulloa, del hábito de Alcántara, prior de la del Campo; D. Juana Teresa, mujer que fué de D. Fernando Contreras Chumacero; D. Alvaro Francisco de Ulloa, también del hábito de Alcántara, rector en el Colegio de dicha Orden, en la Universidad de Salamanca, y prior de Zalamea; D. Fernando Agustín, que casó con D." Juana María Fernández Flórez, vecina de Mérida, D.a Isabel Andrea y D. Catalina Paula, que casó con D. José Antonio de Vargas Carbajal y Ramiro, vecino de Trujillo.

D. Fernando Agustín fué el primogénito y disfrutó el vínculo y mayorazgo fundado por D." Catalina Vinagre, del que se le dió posesión en 12 de Octubre de 1697; era mayor particionero de la dehesa de Cantillana y del Soto de la Parrilla. De su matrimonio con D." Juana tuvo por hijos á D." Catalina, D Juana, D.a María y D. Fernando Evaristo; este último casó con D. Ana María de Tordoya, vecina de Mérida, y de este matrimonio fué hijo único D. Fernando María de Ulloa, sargento mayor, gobernador de esta plaza, del que hemos dado amplia noticia en la página 130 y siguientes de EL CURIOSO.

Expresamos también cómo se extinguió este linaje en Valencia; resta añadir que sobre la casa solariega tenía cierto censo el Cabildo eclesiástico, y no habiéndose pagado desde la muerte, en 1820, del último Contreras, á cuyo poder pasaron todas las vin

culaciones de D. Fernando, por los años 1842, el arcipreste Barrantes, para pago de los censos que no había percibido el Cabildo, se incautó de la casa en cuestión, estableciendo en ella su morada, hasta que pasó de esta presente vida, en 1863.

La casa no estaba arreglada en la forma que hoy tiene; el piso alto carecía de balcones y visto desde las ventanas del convento de monjas, ofrecía todo el aspecto de un vasto granero; los balcones fueron trabajados por el maestro herrero Britos, que tenía sus fraguas y talleres en la calle de Dueñas, y el hierro para los mismos, no hacemos memoria ahora de dónde lo obtuvo y trajo el arcipreste.

Finalmente el blasón de esta casa, que escribió D. Luis Zapata, dice de

esta manera:

"Los siete quadros que cada uno tiene "dos vandas colaradas, son Ulloa, "El campo es del metal que nos mantiene "que más que la virtud, se alaba y loa. "Galicia su planeta (plauta) es adonde viene "y nace al Oriente su buen rio Ulloa, "que vá luego a dar al mar con sus corrientes "de donde este solar tiene sus fuentes.,,

La de los Díaz, á las Cuatro-Calles. Fué de D. Francisco Díaz Garzón, escribano, según su testamento otorgado el 20 de Mayo de 1731 ante Juan de Rivera, folios 42 y siguientes de su protocolo.

Fué hijo de Miguel Díaz de la Cruz y Catalina González Garzón; con su hermano Fray Pedro Diaz, religioso profeso que fué de San Francisco, vivía y ocupaba como suyas las casas de Barbado, frente á las Cuatro Calles, con corral de 3 cuartillas de sembradura; tuvo por ama á Ana Ro

mero.

Fueron sus hermanos, Manuel Díaz, vecino de San Vicente; Catalina González Garzón, mujer que fué de Domingo Martín de Avila; Diego González Garzón; Miguel Díaz Garzón y Rejas, presbítero, capitular del Cabildo eclesiástico, comisario, juez, subde

legado de la Santa Cruzada; Juan Díaz Garzón, clérigo de menores, capellán de la capellanía que fundaron D. Petronila Orive y D. Catalina Paredes, y María Polonia González Garzón.

La de los Cuellar Bejarano y León á la calle de Aparicio Diaz «un solar de casa caída en la calle de Aparicio Díaz, frente á la casa principal de este vínculo, lindando por la parte de arriba con la caballeriza de esta casa principal y por la de abajo con casas de Esteban Chaparro.»

Este caserón, por D. Gaspar Antonio Bérriz y Figueroa, capitán de milicias urbanas de la plaza de Alburquerque, legítimo conjunto de doña María de Cuéllar Barrantes y Chumacero, poseedora del vínculo y mayorazgo que fundaron en esta villa D. Bartolomé Cuéllar Bejarano y doña Juana León, su primera mujer, se dió en 200 reales de censo á D. Domingo del Valle Julián, el 12 de Junio de 1778; este señor, además de regidor perpetuo, era administrador y apoderado de Bérriz y su vínculo en Valencia.

La de Gómez Labrador á la Plaza. --De un memorial que D. Bartomé presentó á la villa en 17 de Marzo de 1731, tomamos este párrafo.

<digo necesita fabricar una casa para su habitacion en la calle de San Juan, enfrente de la en que vive Francisco Freitas Valverde, quedando las ventanas á la plaza ppca. de esta villa introduciendo en ellas el paredon que corresponde á dicha Plaza ppea. dejando el ámbito de dicha casa de Arco á Arco, la que quedaré con el luzimiento que V. S. fuese servido para el adorno y luzimiento de dicha Plaza ppca.»

En acuerdo del citado día 17 de Marzo, se le dió permiso para edificar la casa. (Folio 45 del libro de acuerdos 1731). Esta casa restaurada, es hoy de D. Cipriano Sáenz y la ocupa el amigo D. Vicente Ponciano.

Otra de Gómez Labrador á la calle de Escobar.-En ésta nació el marqués de Labrador y se halla frente á la calle Dueñas.

En 24 de Noviembre de 1745, ante Francisco López Preciados y testigos Frey D. Antonio de Ulloa y Chumacero, del hábito de Alcántara, arcipreste de esta villa, D. Pedro de Contreras Chumacero y Ulloa, rexidor perpetuo, y D. Domingo Rodríguez, presbítero, capitular del Cabildo eclesiástico, Bartolomé Gómez Labrador y María Josefa Patiño, su mujer, compraron á D." Juana Teresa y Ulloa, viuda de D. Fernando de Contreras Chumacero y Ulloa, vecina de esta villa, por precio y cuantía de mil reales de vellon un solar de casa con parte de sus paredes levantadas, la piedra de canteria y mamposteria que se alla dentro y fuera de el; el qual está en esta villa, en lo alto de la calle de escovar de ella y aze frente á la calle dueñas linda por la parte de abajo con casas de María Florez Santana, la Gallarosa, viuda de Sebastian Rodriguez, residente en la corte de Madrid, y de Sebastian Dominguez, por caveza de Maria Rodriguez Solano, su mujer, vecinos de esta villa, y

por la de arriba con casa de Francisco Fernandez Moreno, por caveza de Maria Garrido, su mujer y por las traseras con la Capilla mayor de la iglesia de Ntra. Señora de la Encarnacion». (Año y protocolo del dicho folio 243 y 244).

Otro día, señor director, si á usted place, seguiremos con las casas blasonadas y solariegas de la villa, de las que aún puede decirse que no hemos empezado á tratar.-A. y M.

XXVI. Los tres olivos de San Antonio.-En una certificación librada por el escribano D. Manuel' Texedor y Fontana, en 1.° de Mayo de 1803 y dirigida á D. Tomás Merino Ortíz, juez de consolidación en esta provincia de Extremadura, á la sazón en Almendralejo, informando de todos y cada uno de los ramos y arbitrios aplicados á consolidación, se lee lo siguiente con referencia á los bienes propios y rentas de las cofradías de esta villa:

> Cofradia de San Antonio, la Hermita y tres olivos en su ejido.

Quizá, después de un siglò, la propiedad de los olivos haya pasado á otros dueños; no sabemos más.-P. N.