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CRÒNICA LOCAL

Ya no es solamente en Cantillana donde anda suelto el diablo; lo hemos visto en nuestra villa, traducido del francés, como es consiguiente, con el nombre de diavolo, pergeñado con el atavío y figura del juguete de moda, en el tennis hoy, de lo que fué ayer huerta de los franciscanos, lanzado al espacio con habilidad maravillosa, una y otra vez y ciento, por las lindas manos de las dos bellísimas señoritas que acompañando á la señora duquesa de la Victoria, estuvieron estos días pasados en la casa-palacio del antiguo Convento.

Hecha ya su aparición en nuestra villa, el entretenido juego, es de creer que será aceptado y servirá de grato esparcimiento á nuestras bellas pai

sanas.

El 2 del mes pasado, fué objeto de un criminal atentado, en su propio despacho, nuestro respetable y querido amigo el inteligente juez de primera instancia é instrucción, de este partido, D. Aurelio Octavio SánchezCortés.

Milagrosamente pudo esquivar el golpe que trató de dirigirle el criminal con un enorme cuchillo. Desarmado poco después, fué reducido á prisión, y se halla sujeto al procedimiento que corresponde á su alevosía.

Felicitamos desde estas columnas al Sr. Sánchez-Cortés, por haber salido afortunadamente ileso de tan execrable atentado.

*

A la avanzada edad de 83 años, falleció el dia 3 del pasado en su casa solariega de la calle de Santiago, D." Angelita Peñaranda Valverde, última de aquellos cinco hermanos que bajo la égida del mayor de ellos, el inolvidable D. Alonso, dieron el primer ejemplo de austera laboriosidad durante la segunda mitad de la pasada centuria.

Célibe como los hermanos, de cuyo caudal era usufructuaria y emulándolos en magnanimidad, abre con su testamento nueva fuente de riqueza por la subdivisión de su herencia, correspondiendo á sus más allegados sobrinos D. Eleuterio, D." Mercedes y las Srtas. Marcelina y Pepita Pérez, las partes de la casa de la calle de Santiago, de las dehesas Garavíos y Lapones, del olivar de la Morera, del molino harinero de Alcorneo y los muros y casa del colmenar del Sexmo.

A nuestro venerable amigo D. Angel Peñaranda y sus hijos D. Román, D. Manuel, D. Carlos y D. Pilar, la dehesa de Rodelas, las cercas de las Naves, huerta del Alpotrel, dos olivares, una cerca en la Barca grande y la casa de la calle de Fernando Fragoso; quedando entre éstos mejorado don Manuel con la cuadrilla de las Mayas.

A D. Ricardo Estévez, el vergueral y huerta de la Virgen de la Cabeza y varias suertes de tierra.

A D. Encarnación Peñaranda, un olivar; á los hijos del finado D. Julio,

a

un cercado en Vegas de Toro, y á D. Manuela, esposa de nuestro querido amigo D. Diego Mendoza, una suerte de tierra en el Richoso.

A las ocho ramas del apellido Valverde, el valor de la antigua ganadería de la casa y varias mandas á servidores y protegidos.

Descanse en paz la virtuosa señora que tan bien supo memorar de quienes le mostraron su afecto y adhesión.

También con gran lucimiento y pompa se ha celebrado este año el solemne novenario dedicado á la Purísima Concepción de Nuestra Señora, tomando parte principal las Srtas. Faustina Lostau, Concha Bohigas, Margarita Ázuar, Juliana Bravo, Carolina Rubio, Ignacia Merchán, Ramona Barrantes, Mercedes Hilanderas, Pilar Redondo, Antonia Vich y Pepita Beltrán, que tuvieron á su cargo la parte musical de tan solemne acto.

Fueron acompañadas al piano la primera noche por la Srta. Isabel Pacheco y las restantes por la Srta. Angela Aranguren y nuestro querido amigo el profesor D. Julio Sánchez.

En la solemne misa celebrada el domingo 8, cantaron únicamente las señoritas Azuar, Bohigas, Lostau y Merchán.

El día 16 empezó el derribo de la torre de Malakoff, propiedad que fué del finado Sr. Nafria, torreón especie de marabuto, que quitaba las vistas á la espaciosa casa de nuestro amigo el médico Jiménez.

Han debido estremecerse en su tumba los huesos del fundador del bugio ó torreón de que nos ocupamos, D. Antonio Nafria, tío de D. José, á quien sus contemporáneos juzgaron doido por sus muchas excentricidades, no habiendo sido la menor el empeño que puso hasta conseguir domesticar á dos gallos que ante la mirada atónita de los muchachos que rodeaban á D. Antonio, les hacía practicar, á la voz de mando, evoluciones y escarceos, simulando la conducción de un pliego por una de las aves á quien la otra atacaba y robaba el mensaje, produciendo gran hilaridad en todo el infantil auditorio.

Otro recuerdo más que desaparece.

Por sentencia definitiva de este Juzgado, con fecha 18 de Noviembre último, se ha reconocido á D." Ignacia Peñaranda, el derecho á la mitad libre de los bienes que constituyen el vínculo del Dr. D. Pedro Vivas Carbajo, que disfrutó en vida D." Micaela Vivas.

Por cierto, según se nos informa, que el testamento bajo cuyas disposiciones falleció dicha señora, otorgado en Cáceres, se estima nulo, por carecer, según parece, de los testigos de conocimiento que la ley exige.

Se ha interpuesto ya la correspondiente demanda para que se reconozca como válido, el penúltimo que formalizó D. Micaela, y si esta petición prospera, la sucesora de la nuda propiedad, será en su día, la Srta. D. Concha Salvado Hevia, nombrada heredera de los bienes libres, en aquella ocasión, derecho que hoy por hoy, corresponde á su ilustrisima el señor obispo de Coria.

RELACIÓN de las autoridades eclesiásticas, civiles y militares de Valencia de Alcántara, en 1.° de Enero de 1908:

Párroco de Roque-Amador, D. Mateo Marín.

Párroco de la Encarnación, D. Fernando Mogollón.
Juez de instrucción, D. Aurelio Octavio Sánchez-Cortés.
Juez municipal, D. Eugenio Elviro Clemente.
Fiscal municipal, D. Juan Julián Goicoechea.

Registrador de la propiedad, D. Eustaquio Díaz Moreno.
Alcalde presidente, D. Fernando Zamora.

Administrador de la Aduana, D. Antonio Azuar Martínez.
Subdelegado de Medicina, D. Antonio Giménez.
Inspector Farmacéutico, D. Perfecto de Belaunde.
Capitán de Carabineros, D. Emilio A. Mestres.

Teniente de la Guardia civil, D. Federico Martín.

Encargado de Correos y Telégrafos, D. Francisco González Pedrero.
Sobrestante y encargado de caminos, D. Lorenzo Medrano.
Representante de la Tabacalera, D. Gonzalo Loro.

* MISCELÀNEA *

Las tropas francesas que hollaron nuestra villa en Marzo de 1811, pertenecían á la división que mandaba el general Latour-Mauburg.

A la generala de este nombre, dedicó años después el conde de Toreno, los únicos versos que se asegura escribió en su vida, y que á título de curiosidad copiamos á continuación:

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de Latorre-Maubourg

POCO ANTES DE SU SALIDA DE MADRID

Aunque jamás la colina
Hollé, señora, de Apolo,
Ni la fuente Cabalina

De su linfa cristalina

Dió á mi labio un sorbo solo;
¿Qué galán, qué caballero,
En el album de una hermosa,
Por recuerdo placentero
Estampa su adiós postrero
En llana y humilde prosa?
Versos he de haceros, sí,

Aunque al hacerlos me río;
Mas esto quédese aquí;
No digáis mi desvarío,
Que se burlarán de mí.
Pero, en cambio, ponderad
Mi respeto tan profundo
Como fina mi amistad:
Decidlo por todo el mundo,
Que, á fe, diréis la verdad.

EL CONDE DE TORENO.

Tal es la obra poética del autor de la Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, á quien tan rudamente combatió siempre nuestro ilustre paisano el marqués de Labrador. Quizá la causa de la enemiga que le profesaba, tuviera su origen en aquellos rudos ataques que Toreno dirigió al marqués siendo éste secretario de Estado, en las Cortes de Cádiz, en las sesiones secretas que celebraron en los primeros días de Julio de 1813, cuyos detalles pueden verse en la interesante obra del célebre humanista y filólogo, canónigo Villanueva, Mi viaje á las Cortes.

EL LIBRO DE VALENCIA DE ALCANTARA

MONOGRAFÍAS, DOCUMENTOS, NOTAS Y APUNTES REFERENTES Á HECHOS LOCALES VISTOS, OÍDOS, LEÍDOS Ó ESCUDRIÑADOS

POR

el ex-administrador de "El Antruejo,,

VALENCIA EN LA ANTIGÜEDAD

Opiniones de Morales, Mariana, Escolano, Lucio Floro, Tito Livio, Ludovico Nonio, Andrés Resende, Frontino, Apiano Alejandrino, Beuter, Brito, Flavio Dextro, Caro Blandón, etc., etc., según el cronista de la Orden de Alcántara, Torres Tapia.

<< Viendo el Maestre de Alcántara que el Rey D. Alonso de León no intentaba hacer guerra á los moros, deseoso de dar satisfacción á la ley de su instituto, le pidió licencia para hacerla él. Dióle cuenta cómo había corrido sus tierras y hecho no poco daño á los vecinos de Valencia, que era el lugar más cercano á su Maestrazgo, y con quien partía términos su villa de Alcántara, y que si su alteza le mandaba dar algún socorro de gente proseguiría la conquista. Parecióle bien al Rey el intento del Maestre y dióle cartas para las villas y lugares de su reino, que confinaban con las tierras de su Orden, mandándoles diesen sus gentes que acompañasen al Maestre y siguiesen sus banderas. Habiendo recibido este favor, de Villafasila, donde el Rey se hallaba, vino á su convento del Perero y de allí pasó á Alcántara, hizo saber la

licencia y cartas que traía suyas para hacer leva en las comarcas vecinas á su Maestrazgo, y apercibió las Justicias que para la primavera del año siguiente lo dispusiesen, porque pensaba pasar de aquella parte del río Salor á hacer guerra á los moros de Valencia y su partido. Todo se ordenó así, y pasado el mes de Marzo, juntó en Alcántara un buen número de caballos é infantes, y partió la vuelta de aquella villa; quiso el cielo ayudar á sus religiosos deseos, y que muy en breve los viese cumplidos, tomándola por armas, y todas sus aldeas y castillos, desapoderando los moros de ellos y echándolos de toda su tierra; y dejando buena guarnición de soldados á regimiento de algunos de sus Freyles caballeros, dió la vuelta á su convento de Alcántara.

Es la villa de Valencia una de las más principales y ricas que tiene esta Orden, y aunque el asiento no es muy fuerte por naturaleza, lo viene á ser por el arte, con una valiente fortaleza y muralla que la ciñe, á que ayuda el rio de Avid, que baña sus arrabales; no es muy caudaloso, pero va enriscado, con que el paso por él se hace dificultoso. Está ilustrada con tres parroquias que gobiernan religiosos clérigos de esta Orden, y uno de ellos con título de Arcipreste; dos conventos, uno de frailes descalzos del orden seráfico, otro de monjas de Sta. Clara, con muchas familias nobles, buenos edificios, ventajosos campos y montes para labor y todo género de ganado; muchos frutales, con muchas huertas de varias y sabrosas frutas, sotos de castaños y con otras muchas calidades bien á propósito para la comodidad de la vida humana. Esto ocasionó á que muy en breve se poblase y á que se formase en ella una Encomienda, que vino á ser de las más ricas de la Orden.

Formóse también un Priorato, y púsose un Freyle Clérigo con título de Prior, para que fuese Párroco de todos sus pobladores y ejerciese la jurisdicción espiritual, cuan episcopal; que valiéndose de sus bulas y privilegios, no permitió el Maestre que Obispo alguno se indrodujese en ella. Asegúranme de que esto todo que he dicho, es así cierto además de la tradición ver que de este Partido, villas y lugares, que están de aquella parte del rio Salor, no tiene la Orden más título que poseerle en virtud del privilegio que dijimos arriba, le había dado el Rey D. Alonso, en que le hacía merced, á la Orden, de todas las tierras que conquistasen y ganasen á los moros pertenecientes á su reino, y que el Obispo de Coria nunca tuvo iura episcopalia en sus iglesias, hasta que la Orden graciosamente se le dió, como se verá cuando escribamos la vida del Maestre D. García Fernández; y es sin duda que si la hubiera conquistado el Rey D. Alonso, y hecho donación al Maestre D. García Sánchez, y á su Orden, de ella hallárase la carta y privilegio, ó por lo menos razón de él, caso que se hubiera perdido, porque la dádiva era grande, y hoy hay en este Partido tres villas pobladas y sin población dos; hay también cuatro Encomiendas, porque la de Valencia se incorporó en la Mesa Maestral, como diremos cuando escribamos la vida del Maestre D. Juan de Zúñiga.

Pudiera pensar alguno que la conquista de Valencia y aquel Partido todo se había hecho cuando la de Alcántara; pero además de la tradición en contrario, se esfuerza con no pocas ni flacas razones; la primera deducida de un pleito, que sobre el Castillo de la cabeza del Esparragal, incluso en él, movió el Maestre y Orden del templo al del Perero y á la suya, como veremos cuando escribamos la vida del Maestre D. Pedro Yáñez.

Es sin duda que si este Castillo y su término se hubiera conquistado cuando la villa de Alcántara esta última vez, no se hubiera dilatado tanto el

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