El delincuente español: el lenguaje (estudio filolâogico, psicolâogico y sociolâogico) con dos vocabularios jergalesSuárez, 1896 - 343 páginas |
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... ción de la sociedad no se concibe la formación del lenguaje . De manera que este lenguaje empieza por ser un modo íntimo de expresión . Así Mr. Royer se equivoca cuando atribuye á la « pura casualidad » la formación de ese lenguaje , y ...
... ción de la sociedad no se concibe la formación del lenguaje . De manera que este lenguaje empieza por ser un modo íntimo de expresión . Así Mr. Royer se equivoca cuando atribuye á la « pura casualidad » la formación de ese lenguaje , y ...
Página 13
... ción de algunas formas que , por peculiares que sean , no constituyen lo verdaderamente esencial , porque lo esencial se encuentra en las manifesta- ciones de la vida , y esta vida es la única y auto- rizada definidora . Por lo tanto ...
... ción de algunas formas que , por peculiares que sean , no constituyen lo verdaderamente esencial , porque lo esencial se encuentra en las manifesta- ciones de la vida , y esta vida es la única y auto- rizada definidora . Por lo tanto ...
Página 16
... singularidad desaparece . . Además , conviene medir con relativa aproxima- ción el arcaísmo , no fiándose para calcularlo de lo ( 1 ) Loc . cit . , pág . 475 . que dicen los diccionarios de la jerga , sino de 16 TEORÍA Y CARACTERES.
... singularidad desaparece . . Además , conviene medir con relativa aproxima- ción el arcaísmo , no fiándose para calcularlo de lo ( 1 ) Loc . cit . , pág . 475 . que dicen los diccionarios de la jerga , sino de 16 TEORÍA Y CARACTERES.
Página 20
... ción , y todos juntos concurren á definir sus pecu- liaridades y el papel que desempeña . Con mayor abundancia existen sinónimos para la denomina- ción de los ladrones ; pero esos sinónimos , bien es- tudiados , demuestran que en la ...
... ción , y todos juntos concurren á definir sus pecu- liaridades y el papel que desempeña . Con mayor abundancia existen sinónimos para la denomina- ción de los ladrones ; pero esos sinónimos , bien es- tudiados , demuestran que en la ...
Página 26
... ción de esa palabra á partir de ese concepto . Hay otro modo de disimulo que corresponde á la elementalidad de las tendencias permutadoras , y que tiene también dos formas : una en que se desfigura un concepto comprimiéndolo en una pa ...
... ción de esa palabra á partir de ese concepto . Hay otro modo de disimulo que corresponde á la elementalidad de las tendencias permutadoras , y que tiene también dos formas : una en que se desfigura un concepto comprimiéndolo en una pa ...
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El Delincuente Español: El Lenguaje (Estudio Filológico, Psicológico y ... Rafael Salillas Sin vista previa disponible - 2017 |
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Términos y frases comunes
albanés alteración alude Apiolado artifara aviso Azotar baile baraustador bolsa caire Calabozo calificativo Caló cat calzas Camisa capa cárcel Carlomagno Chunguitas ción coba coima concepto constituyen corchetes Criado de justicia dado decir define delincuencia asociada denominación deri deriva Diccionario dice dinero disimulo drón Durindana Elipsis engaño entronque equivale espada Espillar Estafador estudio flor fullero galera ganzúa gaño garlar Germ germanesco germania gitanos godizo godo grillos guro incluye Irse ital italiano jerga actual jerga española jergal Joyosa juego juego de naipes ladro Ladrón que hurta ladronesca lengua lenguaje llama locución Lombroso longares mancebía Mateo Alemán Metátesis modo moneda Mujer pública mundo Murcia naipes neologismo nombre pág pala papira parece permutación pesetas picardía picaresca piltra presidio procedimientos prostituta Puñal pusca representación robar ropa rufián rufianesca Sánscr Sayo significa significado sinela sociedad sorna tendencias tenela Tér término tomo en 4.º tormento verdugo Vocabulario zingarismos
Pasajes populares
Página 161 - Ya sabes mis flaquezas: quiero que sepas que con todas ellas nunca perdí algún día de rezar el rosario entero, con otras devociones ; y aunque te oigo murmurar que es muy de ladrones y rufianes no soltarlo de la mano, fingiéndose devotos de nuestra Señora. piensa y di lo que quisieres como se te antojare, que no quiero contigo acreditarme.
Página 119 - ... yo y el italiano le dábamos con la de Juan trocado, y al garitero y á los tahúres con la de Juan grajo, y cuando jugaba el italiano , hacíamos yo y el español lo mismo, echándonos sobre la tabla y acercando los dados...
Página 128 - ... dos bravos y bizarros mozos, de bigotes largos, sombreros de grande falda, cuellos a la valona, medias de color, ligas de gran balumba, espadas de más de marca, sendos pistoletes cada uno en lugar de dagas, y sus broqueles pendientes de la pretina...
Página 162 - El tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa o limosna para el aceite de la . lámpara de una imagen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra...
Página 157 - Y, pues dices que quieres mi compañía y gustas della, no creo se te hará mala ni dificultosa de llevar; porque soy compañero que sé agradecer y estimar lo que por mí se hace. A las obras me remito; ellas darán testimonio, el tiempo andando. Mas, porque...
Página 127 - ¡al ladrón, al ladrón! ¡deténganle, deténganle! se pone en medio, y se opone al raudal de los que le siguen, diciendo: «Déjenle al cuitado, que harta mala ventura lleva; allá se lo haya, castigúele su pecado».
Página 156 - No trocara esta vida de picaro por la mejor que tuvieron mis pasados. Tomé tiento a la corte, íbaseme sotílizando el ingenio por horas, di nuevos filos al entendimiento y, viendo a otros menores que yo hacer con caudal poco mucha hacienda y comer sin pedir ni esperarlo de mano ajena — que es pan de dolor, pan de sangre, aunque te lo dé tu padre — , con deseo desta gloriosa libertad y no me castigasen como a otros por vagabundo412 acomódeme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros.
Página 126 - No tardó mucho cuando entraron dos viejos de bayeta, con antojos, que los hacían graves y dignos de ser respetados, con sendos rosarios de sonadoras cuentas en las manos...
Página 156 - Yo estaba enseñado a las ollas de Egipto; mi centro era el bodegón, la taberna el punto de mi círculo, el vicio mi fin, a quien caminaba. En aquello tenía gusto, aquello era mi salud y todo lo a esto contrario lo era mío. El que como yo estaba hecho a qué quieres boca, cuerpo qué te falta, los ojos hinchados de dormir, las manos como seda de holgar, el pellejo liso y tieso de mucho comer, que me sonaba el vientre como un pandero, las nalgas con callos de estar sentado, mascando siempre...
Página 161 - Yo pensé, dijo Cortado, que el hurtar era oficio libre, horro de pecho y alcabala, y que si se paga es por junto, dando por fiadores a la garganta ya las espaldas...