El delincuente español: el lenguaje (estudio filolâogico, psicolâogico y sociolâogico) con dos vocabularios jergalesSuárez, 1896 - 343 páginas |
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... representación . El disimulo es , en mi concepto , el verdadero ins- pirador de la jerga , y este disimulo obedece al modo y á los fines de la asociación que se sirve de tal lenguaje . Por eso hay nombres genéricos de la jerga que ...
... representación . El disimulo es , en mi concepto , el verdadero ins- pirador de la jerga , y este disimulo obedece al modo y á los fines de la asociación que se sirve de tal lenguaje . Por eso hay nombres genéricos de la jerga que ...
Página 25
... representaciones , y entonces la repre- sentación constituye el verdadero muro defensivo para que la palabra no se ... representación . Además , la per- cha de sastre ha adoptado en germania el nombre arábigo CARACTERES DE LA JERGA 25.
... representaciones , y entonces la repre- sentación constituye el verdadero muro defensivo para que la palabra no se ... representación . Además , la per- cha de sastre ha adoptado en germania el nombre arábigo CARACTERES DE LA JERGA 25.
Página 28
... representaciones . Este es el verdaderamente característico de la jerga , y lo que importa es deslindar lo que está representado y el modo de representación , á fin de que aparezca el entronque fonético con el entronque biológico y ...
... representaciones . Este es el verdaderamente característico de la jerga , y lo que importa es deslindar lo que está representado y el modo de representación , á fin de que aparezca el entronque fonético con el entronque biológico y ...
Página 29
... representación mental propia de su entendimiento . Por eso quien se proponga co- nocer la jerga ha de seguir un rumbo psicológico , pues de otro modo le será imposible penetrar en el origen y en la relación de sus representaciones en ...
... representación mental propia de su entendimiento . Por eso quien se proponga co- nocer la jerga ha de seguir un rumbo psicológico , pues de otro modo le será imposible penetrar en el origen y en la relación de sus representaciones en ...
Página 35
... representación . 3. Las alteraciones fonéticas se pueden redu- cir á formas de permutación , de eliminación y de fusión . 4. Las formas de sustitución , ó son accidenta- les , ó son predominantes . Las accidentales se ad- vierten en las ...
... representación . 3. Las alteraciones fonéticas se pueden redu- cir á formas de permutación , de eliminación y de fusión . 4. Las formas de sustitución , ó son accidenta- les , ó son predominantes . Las accidentales se ad- vierten en las ...
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El Delincuente Español: El Lenguaje (Estudio Filológico, Psicológico y ... Rafael Salillas Sin vista previa disponible - 2017 |
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Términos y frases comunes
albanés alteración alude Apiolado artifara aviso Azotar baile baraustador bolsa caire Calabozo calificativo Caló cat calzas Camisa capa cárcel Carlomagno Chunguitas ción coba coima concepto constituyen corchetes Criado de justicia dado decir define delincuencia asociada denominación deri deriva Diccionario dice dinero disimulo drón Durindana Elipsis engaño entronque equivale espada Espillar Estafador estudio flor fullero galera ganzúa gaño garlar Germ germanesco germania gitanos godizo godo grillos guro incluye Irse ital italiano jerga actual jerga española jergal Joyosa juego juego de naipes ladro Ladrón que hurta ladronesca lengua lenguaje llama locución Lombroso longares mancebía Mateo Alemán Metátesis modo moneda Mujer pública mundo Murcia naipes neologismo nombre pág pala papira parece permutación pesetas picardía picaresca piltra presidio procedimientos prostituta Puñal pusca representación robar ropa rufián rufianesca Sánscr Sayo significa significado sinela sociedad sorna tendencias tenela Tér término tomo en 4.º tormento verdugo Vocabulario zingarismos
Pasajes populares
Página 161 - Ya sabes mis flaquezas: quiero que sepas que con todas ellas nunca perdí algún día de rezar el rosario entero, con otras devociones ; y aunque te oigo murmurar que es muy de ladrones y rufianes no soltarlo de la mano, fingiéndose devotos de nuestra Señora. piensa y di lo que quisieres como se te antojare, que no quiero contigo acreditarme.
Página 119 - ... yo y el italiano le dábamos con la de Juan trocado, y al garitero y á los tahúres con la de Juan grajo, y cuando jugaba el italiano , hacíamos yo y el español lo mismo, echándonos sobre la tabla y acercando los dados...
Página 128 - ... dos bravos y bizarros mozos, de bigotes largos, sombreros de grande falda, cuellos a la valona, medias de color, ligas de gran balumba, espadas de más de marca, sendos pistoletes cada uno en lugar de dagas, y sus broqueles pendientes de la pretina...
Página 162 - El tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa o limosna para el aceite de la . lámpara de una imagen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra...
Página 157 - Y, pues dices que quieres mi compañía y gustas della, no creo se te hará mala ni dificultosa de llevar; porque soy compañero que sé agradecer y estimar lo que por mí se hace. A las obras me remito; ellas darán testimonio, el tiempo andando. Mas, porque...
Página 127 - ¡al ladrón, al ladrón! ¡deténganle, deténganle! se pone en medio, y se opone al raudal de los que le siguen, diciendo: «Déjenle al cuitado, que harta mala ventura lleva; allá se lo haya, castigúele su pecado».
Página 156 - No trocara esta vida de picaro por la mejor que tuvieron mis pasados. Tomé tiento a la corte, íbaseme sotílizando el ingenio por horas, di nuevos filos al entendimiento y, viendo a otros menores que yo hacer con caudal poco mucha hacienda y comer sin pedir ni esperarlo de mano ajena — que es pan de dolor, pan de sangre, aunque te lo dé tu padre — , con deseo desta gloriosa libertad y no me castigasen como a otros por vagabundo412 acomódeme a llevar los cargos que podían sufrir mis hombros.
Página 126 - No tardó mucho cuando entraron dos viejos de bayeta, con antojos, que los hacían graves y dignos de ser respetados, con sendos rosarios de sonadoras cuentas en las manos...
Página 156 - Yo estaba enseñado a las ollas de Egipto; mi centro era el bodegón, la taberna el punto de mi círculo, el vicio mi fin, a quien caminaba. En aquello tenía gusto, aquello era mi salud y todo lo a esto contrario lo era mío. El que como yo estaba hecho a qué quieres boca, cuerpo qué te falta, los ojos hinchados de dormir, las manos como seda de holgar, el pellejo liso y tieso de mucho comer, que me sonaba el vientre como un pandero, las nalgas con callos de estar sentado, mascando siempre...
Página 161 - Yo pensé, dijo Cortado, que el hurtar era oficio libre, horro de pecho y alcabala, y que si se paga es por junto, dando por fiadores a la garganta ya las espaldas...