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merceado, que él nunca cansa de servir en mill maneras y mui provechosas.

Una honrada procession hecimos dando gracias á nuestro Señor de la reformacion ó revalidacion de vuestras alianzas con Francia &cetera, con un honrado sermon.

El obispo de Málaga (15) vino aquí por me dar el pálio arzobispal y por comunicar comigo muchas cosas del regimiento de su iglesia y aun de su casa, y porque le ayudase á se librar de la apostema que le nació, y que tenia de continuo con aquel su hijo, que aunque habido con menor culpa que otros, no dejaba de infamar y desonestar como los otros. Dimos orden en todo, y partiósse enhorabuena libre y consolado de mucha pena que tenia de le ver.

Juan de Ayala (16) vuestro aposentador mayor es aquí venido por ver esta tan honrada cibdad y por se holgar comigo: y ni tiene perdidas las mientes para servir ni los dientes, como yo, aunque mal pagado y peor remunerado de lo mucho que segun su manera ha servido, segun ví por un memorial que me mostró como en el tiempo que era aquel mi officio. Verdad es que para supplicar á vuestras altezas que descarguen sus reales conscientias, y sean mui agradecidas á quien bien y aun á quien comunmente las ha servido y sirve, por mucho que esté apartado y absente, estaré siempre con el spí

(15) D. Pedro de Toledo, canónigo de Sevilla y limosnero de los Reyes católicos, á quien dirigió Pulgar la XII de sus Letras, fué segun el Registro de Lorenzo Galindez hijo bastardo de Fernan Diaz de Toledo, relator del Rei D. Juan II, y primer obispo de Málaga después de la conquista de esta ciudad en el año de 1487. Ccupó la silla hasta 20 de agosto de 1499, en que falleció, sucediéndole D. Diego Ramirez de Villaescusa, de quien se ha bla mas abajo.

(16) Juan de Ayala el viejo, señor de Cebolla y aposentador mayor de los Reyes católicos, mui valeroso y sá bio caballero y de mucha auctoridad y mui bien quisto, como dice Oviedo en el diá

logo que escribió de él en sus Quincuagenas. Son de notar las expresiones con que el arzobispo califica de obligacion en los Reyes el ser agradecidos á los que les sirven bien: obligacion que inculca igualmente en otra carta á la Réina á favor de un Pedro de Cigales, quien apesarde los servicios que habia hecho, y de las esperanzas que se le habian dado, se hallaba en la indigéncia. La fecha de esta carta, que existe entre los manuscritos de la biblioteca real (E, 162, fol. 62), es del monastério de Prado á 15 de setiembre sin expresar el año: mas por esta y otras señas debió ser anterior al episcopado de Fr. Hernando. A Juan de Ayala sucedió en el oficio de aposentador mayor su hijo

ritu y con la pluma juntto ó acerca y presente, y aun para instar sobre ello opportune et importune, si fuere menester, mas que nunca: porque nunca tovieron mas obligacion ni mas apparejo que en este bienaventurado, victorioso y pacífico tiem si lo de las Indias sale cierto! de que ni una papo. O que labra me ha escripto vuestra alteza, ni yo, si bien me acuerdo, otra sino esta (17).

Acuerdese vuestra real magnificencia de mi Don Gomez de Solís en la nomination de los indultos, creyendome que

Diego Lopez de Ayala, quien ya lo era en 9 de marzo de 1498, como se vé por la real orden que como á tal se le expidió en dicha fecha, y se insertó en la recopilacion de pragmáticas de Ramirez, fól. 196. (17) Esto es: si no son exageradas las notícias que corren acerca de los nuevos descubrimientos de Indias y de las riquezas que podemos prometernos, nunca hubo mas disposicion ni facilidad para galardonar los ser vícios hechos á la corona. Estaba llena á la sazon toda España de las nuevas traidas por Cristoval Colon, quien de vuelta de su primer viage se habia presentado á los Reyes en Barcelona en abril del mismo año de 1493. El arzobispo mostraba extrañar que la Réina no le hubiese escrito cosa alguna sobre el éxito de empresa tan importante: y lo mostraba con tanto mas derecho, cuanto mas parte habia tenido anteriormente en ella, en los socorros dados á su autor y en el apresto de la expedicion descubridora del nuevo mundo. En vários documentos que se conservan en el archivo general de Simancas (Contadurias generales 1. época, núm. 43), hai memória de las cantidades de maravedíses que se dieron á Colon para ayuda de su costa desde 5 de mayo del año de 1487 hasta que se embarco en el de 1492, por cédulas y mandamiento de Fr. Hernando, á la sazon obispo de Avila. En el finiquito de las cuentas de Luis de Santangel y Francisco Pinelo, tesoreros de la

Hermandad, desde el año de 1491 hasta el de 1493 (núm. 134) se lee esta partida:

Vos fueron recibidos é pasados en cuentas un cuento é ciento é cuaren ta mil maravedis que distes por nuestro mandado al obispo de Avila, que agora es arzobispo de Granada, para el despacho del almirante D. Cristoval Colon."

En un libro de cuentas de Garcia Martinez y Pedro de Montemayor de las composiciones de bulas del obispado de Paléncia de 1484 en adelante (Contadurias generales г. época, núm. 118) se halla lo siguiente:

"Dió y pagó mas el dicho Alonso de las Cabezas (que era tesorero de la cruzada en el obispado de Badajoz), por otro libramiento del dicho arzobispo de Granada fecho 5 de mayo de 92 años á Luis de Santangel, escribano de racion del Rei nuestro señor, é por él á Alonso de Angulo por virtud de un poder que del dicho escribano de racion mostró, en el cual estaba inserto dicho libramiento, doscientos mil maravedís, en cuenta de cuatrocientos mil que en él, en Basco de Quiroga, le libró el dicho arzobispo por el dicho libramiento de dos cuentos seiscientos cuarenta mil maravedis que ovo de haber en esta manera: un cuento y quinientos mil maravedís para pagar á D. Isag Abrahan por otro tanto que prestó á sus altezas para los gastos de la guerra; é el un cuento ciento cuarenta mil mara vedís restantes para pagar al dicho escribano, de racion en

no hai cosa que su bondad no merezca, y aun de Don Ro drigo, hijo de Garci Hernandez Manrique, que está aquí comigo: bachiller es y bien acondicionado y assaz emendado de algun siniestro que habia tomado. Pues de mi secretario, si assí le puedo llamar, no digo nada, porque en verdad sus continuos servícios (á vuestra alteza digo) en cosas que se ofrecen, hablan y deben hablar por él. Tambien se acuerde del licenciado, hermano de vuestro thesorero Rui Lopez, que en verdad tiene buen merecimiento y cada dia mas.

Allá tiene Hernand Alvarez algunas nominationes por despachar (ni se si es negligentia suya ó pereza de vuestra alteza), que no hai en ellas que dubdar, y las iglesias tienen falta de servicio y yo carga de costa, que tengo algunos esperándolas y tal ha que ocho meses y mas.

Del licenciado de Villaescusa (18), nombrado para dean desta santa iglesia, son allá hechas siniestras informationes en vuestro consejo, diciendo que perturba vuestra jurisdiction real,

cuenta de otro tanto que prestó para
la paga de las caravelas que SS. AA.
mandaron ir de armada á las Indias,
é para pagar á Cristoval Colon que
vá en la dicha armada."
(18) D. Diego Ramirez de Villaescusa
óde Fuenleal, fundador del colégio ma-
yor de Cuenca en Salamanca. Fr. Her-
pando de Talavera le conoció en 1480,
oyéndole en un acto literário que se
celebró en Salamanca á preséncia de
los Reyes, y desde entonces quedó mui
prendado de su instruccion y conoci-
mientos. Después fué dean de Grana-
da, obispo de Astorga, y sucesivanen-
te de Málaga y Cuenca. Desempeñó
várias embajadas y otras comisiones
importantes, y fué presidente de la
chancilleria de Valladolid en la época
de las comunidades. Persiguióle aquí
el mismo destino que, al tiempo de
escribir el arzobispo esta carta, le
tachaba de poco afecto á la auto-
ridad real; porque se le capituló por
su conducta en el tiempo de aquellas
turbaciones, y habiendo incurrido por

esto en el desagrado del Emperador, para dejar pasar la tempestad, se retiró en el año 1522 á Roma. La malignidad en aquellos tiempos tachaba de comuneros á los que se mostraban celosos del bien comun, interesandose por la multitud mas de lo que acomodaba á las clases privilegiadas: tacha de que no se libró la memória del insigne cardenal Jimenez de Cisneros, como refiere Gonzalo Fernandez de Oviedo en sus Quincuagenas. Pasado algun tiempo volvió D. Diego á su iglésia de Cuenca, donde vivió lejos de la corte y de los negócios hasta su muerte que acaeció en 1537. Dejó (quizá en respuesta á sus detractores) una fundacion en Villaescusa su pátria, para que todos los sábados perpetuamente se dijese una misa por el Rei que á la sazon lo fuese de España. Los nombres de D. Diego Ramirez el Bueno, y del obispo de buena memória, con que se le conoció comuninente en Málaga y Cuenca, jus ifican el elógio que aquí hace de él Fr. Hernando.

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y á cuanto yo puedo alcanzar, mui agenas de la verdad. Ví una scédula que vuestras altezas sobre ello escrebieron al R. obispo de Jahen, de que mucho me maravillé, porque le conde-. naba sin le oir. Bien sé que su virtud no pierde nada, antes gana con la patientia, y que le será poca pena, porque le dará gloria y alegria el testimónio de su conscientia: mas pesame mucho por que se alterará el buen concepto que vuestra alteza con mucha razon tenia de su mucha bondad y virtud; y perderse ha que no sea empleado en lo que podria mucho servir á nuestro Señor; y perderé yo la buena ayuda que me habia de hacer en la plantation y regimiento desta santa iglésia, que tales ortolanos y obreros habia y ha menester. De qual está ella y todas las otras, remittome á los que no les tienen la affection que yo es cierto que razonables, mas aun no quales yo querria, y quales espero en nuestro Señor que lo estarán, si vivo, algun dia con el favor de vuestras magestades, que vivan in perpetuum, amen.

Agora perdone vuestra mui excellente prudentia mi prolixidad, y seale pena de su demandarla: que aunque con ella huelgo de razonar como con los ángeles y me alargo mas que con nadie, pero no me extenderia tanto, si aquello no me diesse atrevimiento.

Pensé que habia acabado por este rato, y olvidabaseme esta conmemoracion que plega á vuestra mui excellente retribution y agradecimiento haber memória de como han servido el escribano de racion y Francisco Pinelo, y como tovieron ojo, y les dimos in nomine vestro esperanza dello que ,y en esta cibdad recibirian mercedes (19).

Tambien disque sirvió el padre deste Herrera, y él no se ha quedado en la posada, mas ha quedado sin hacienda. Después acordé que no fuese este el mensagero.

Quiero ya poner la hecha y cerrar; sinó, nunca acabaré.

(19) De los servícios de Luis de Santangel y de Francisco Pinelo se ha hecho mencion en la nota (15) donde se habló de la parte que tuvo Fr. Hernando en los asuntos relativos á Cristoval Colon y al descubrimiento del

nuevo mundo. Recuerda aquí el arzobispo á la Réina, que en los memóriales de Santangel y de Pinelo se puso ojo, esto es, llamada favorable de atencion á sus solicitudes, y que se les ofrecieron mercedes en Granada.

La verdad es que se comenzó á escrebir víspera de San Mi→ guel, quando vuestra alteza por su real nobleza me quiso escrebir en Perpiñan, y sobrevinieron las fiestas y mis tercianas, y aquellas pasadas, se vino á acabar hoi víspera de todos los San-. tos. Assí que obra de un mes no sin causa debe ser larga. Adjiciat Dominus suam largam benedictionem super vos et super filios vestros. Amen. Amen.

Aun faltaba esta contera: que por Dios se acuerde vues tra real magnificencia y tenga por bien de nos hacer regidor desta cibdad (ya no se (20) que me digo) al vuestro bachiller de Guadalupe, bachiller en el titulo y doctor en el merecimiento (21), que sin dubda calla callando en seso y en virtud es onbre para todo: y parezca por obra su buena dicha en esto, que quod ultimo dicitur aut scribitur melius memoriae comendetur. Iterum supplico. Amen.

CARTA III.

De la Reina á Fr. Hernando. Contestacion á la precedente.

Muy reverendo y devoto padre. Tales son vuestras cartas ques osadia responder á ellas, porque ni basto ni se leerlas como es razon: mas se cierto que me dan la vida y que no puedo dezir ni encarezer, como muchas vezes digo, quanto me aprovechan: tanto que no es razon de cansar (1) ni dexarlas, sino escrebir con quantos aca vinieren. Y querria yo que aun mas las estendiesedes, y mas particularmente de cada cosa, y de todas las cosas que hubieren de negocios, y de las cosas

(20) Alude á una palabra anterior que está borrada, por haberse equivocado al escribirla.

(21) Este bachiller á quien recomienda Fr. Hernando tan eficazmente, fué provisto de una plaza de regidor, cuando se formó el ayuntamiento de Granada en el año de 1500. Por su apellido pudiera sospecharse que era hijo del doctor de Guadalupe, médi

co de los Reyes, quien estaba sirviéndoles en Barcelona al tiempo de escribirse esta carta: pero en tal caso parece extraño que el arzobispo no nombrase ó hiciese siquiera alguna alusion al padre.

(1) No es razon de cansar. Cansar es lo mismo que cansarse, y en esta significacion se usa en otros parages de estas cartas.

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