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(63) V. Bibl. de Chais. Aut.

(64) Esta costumbre se habia extendido en casi todos los pueblos pagános. Philon, Josefo, &c. se la han echado en cara muchas veces. Este horrible uso existe todavía en muchos paises; y hay alguna ciudad en la China en donde perecen cada año mas de veinte mil niños, así expuestos por falta de socorro ó comidos por los perros y los cochinos, ó envueltos en la inmundicia se los llevaban los carros de la basura. Edit.

(65) Las leyes romanas concedian formalmente este derecho á los Padres. Endo liberis justis jus vitæ, necis, venumdandique potestas ei (patri) esto. Este poder de vida y muerte sobre los hijos, duraba toda la vida del padre: testigo aquel, que por su propia autoridad hizo espirar á golpes á su hijo cuando salia del consulado, por haberse conducido mal en el juicio del viejo. Edit. (66) Las leyes romanas concedian tambien al padre el poder vender á sus hijos como á esclavos; pero sin las restricciones de la ley mosáica.

Este poder entre los Romanos duraba toda la vida del padre, y se acababa en la tercera venta. Si pater filium ter venunduit, filius á patre liber esto. Sobre lo cual nota un antiguo que estas leyes concedian al padre mas poder sobre su hijo, que al amo sobre su esclavo. Data patri majori potestate in filium, quam domino in servum. Edit.

€ (67) V. la histor. lib. 6. Necare quemquam ex quatis nefas.

Aut.

· (68) Estas son las de Rómulo. Leyes condenadas por Plutarco, y que parecian muy duras á los mismos Romanos. In adulterio uxorem tuam si deprehenderes, impune necares, decia Caton, illa te si adulterares, digito contingere non auderet! Aut. ! (69). V. Lev. 20, 10, Deut. 22 9 v. 22. Aut.

(70) V. Exod. 21, v. 24, Lev. 24,. v. 39, &c. Aut.

. (71) Esta era entre otras una de las leyes de las doce Tablas. Si injuriam alteri faxit XXV æris pæna sunto. Si membrum rupit, ni cum eo pacit, talio esto. Edit.

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(7) Para proporcionar la pena á la injuria, Solon habia manda do que si alguno sacaba el ojo á un tuerto se le sacasen los dos. V. Diog. Laer. Vida de Solon. Edit.

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(73) V. Platon, lib. 5 de sus leyes. Arist. rep. lib. 8.

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Las leyes de la isla Formosa fijan la edad en que las mugeres ueden tener hijo; y si alguna se hacia antes de este tiempo emarazada, las Sacerdotisas para prevenir el parto se paseaban sore su vientre con peligro de que pereciese la madre con el hijo.. Cuántos horrores de esta especie se contarian anualmente en la China en el Japon, &c! Aut.

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(74) Esta es la nota de Horacio. Cædibus et victu fædo dem terruit Orpheus. Aut, cour

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(75) Tal es la idea que debe adaptarse á estas palabras. Edit. (76) Un pescado delicado y sano en una parte, se hace dañoso y

malo á dos leguas de allí, de lo que pudieran citarse muchos ejemplos. Lo mismo sucede á otros animales sean de caza é de cualquiera otra especie Aut.

(77, Se envolvian con la gordura las carnes de las víctimas que se quemaban en él, y ayudaba á consumirle. Homero describe esta práctica casi del mismo modo que Moysés en el Levítico. Edit. -(78) Parece que todos los antiguos gustaban con extremo de las carnes gordas. Moysés no hubiera repetido tantas veces la prohibicion de comerlas, si no hubiera advertido esta aficion. De esta voz se usaba metafóricamente para decir que alguna cosa era excelente. Para expresar por ejemplo el mejor trigo, se decia el gordo del trigo. Véase á Homero cuando describe los sacrificios; el modo como describe los pedazos gordos hace conocer que no los miraban con indiferencia. Edit.

(79) Los cazadores tenian la costumbre de beber caliente la sangre de los animales que mataban. Este uso lo tienen todavía algunas naciones salvages de la América; y aun en las montañ as del Delfinado y de la Saboya, los cazadores beben la sangre de los machos silvestres que matan. Edit.

(80) Esta sangre se bebia caliente ó á lo menos cruda. Aut. (81) Véase el tratado de Lamery sobre los alimentos, &c. Aut. (82) Mahoma prohibe tambien là sangre de los animales ahogamuertos por sí mismos ó devorados por otras fieras. Aut. (83) V. á Maundrell, viage de Alep á Jerusalem. Aut. (84) V. Deut. 28, v. 8. Aut.

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(85) Estas eran manchas sobre la piel, señales de quemadura, la caida de los cabellos, &c. Estas mismas indicaciones fueron las que hicieron que los Médicos de la Guadalupe reconociesen las personas atacadas de la especie de lepra que se manifestó allí hace algunos años. V. la obra de M. Peysonel sobre esta enfermedad. Edit. (86) Se podria en esta sospechar el mismo virus que Tournefort sospechaba en la lepra. Véase su viage á Oriente. Aut. (87) V. Lev. cap. 15, v. 16. Aut.

(88) V. Tissot tratado del Onanismo. Aut.

(89) Solo Homero nos suministrará muchas pruebas de este uso. Aut.

(90) Cualquiera que toque su carne muerta quedará impuro hasta la noche; y cualquiera que se lleve su carne muerta lavará sus vestidos, y será impuro hasta la noche. Lev. 11, v. 27, 28, 39 &c.Aut.

(91) En los paises en que una multitud de reptiles y de insec⚫ tos y langostas, cubren alguna vez la tierra con sus cadáveres, como en Egipto y en la Palestina son mas útiles todavía estas precauciones. Aut.

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(92) V. Lev. 12. En donde se trata de las mugeres recien paridas. Lev. 15, en donde se habla de las reglas, de las pérdidas de sangre, &c. cosas en que toda la antigüedad, principalmente en el Oriente, se fijaba alguna idéa de impureza. Aut.

(93) V. La disertacion del célebre Planer sobre las enfermeda

des que causa la poca limpieza. Opusc. tom. 1.o

Si la peste, si las epidémias eran menos comunes en el antiguo Egipto que lo son hoy, consiste sin duda en la gran limpieza que sostenia entonces una sábia policía que no hay ahora. Aut.

(94) V. Núm. 29, v. 1. Esta séptima Neomenia era para los Israélitas el principio del año civil, y por esta razon un dia de fiesta y de regocijo. Aut.

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(95) V. Núm. 10, v. 11, lib. 1 de los Reyes 20 v. 5,6, 24, 29, &c. Los Atenienses cuyas leyes se parecian en tantos puntos á las de los Hebréos, no holgaban tampoco en las Neomenias; pero tenian tambien en estos dias sacrificios y fiestas. Siendo la luna la que arreglaba el calendario de los antiguos era muy interesante para ellos señalar el momento en que empezaba á salir. Aut.

(96) V. Deut. 6, v. 10, 11, 13, 14, &c. La fiesta de los tabernáculos se celebraba despues de la vendimia. Cecrope, primer Rey de Aténas, ordenó tambien comidas en este tiempo, en las cuales los señores regalaban á sus esclavos y á sus obreros. El aseguraba que estos festines eran agradables á la Divinidad, Aut.

(97) V. el Deut. 12, v. 7, cap. 16, v. 10, 13, &c. Aut. (98) Las fiestas en que reina una alegría honesta es uno de los medios que Rousseau el de Ginebra recomienda á los gobiernos para aficionar á los ciudadanos á su patria. V. el Discurso sobre economía política.

A estos festines religiosos, como hemos advertido ya, estaba consagrado el diezmo segundo. Cada tres años se formaba el cálcuto de lo que sumaba; lo que no se habia invertido en el lugar san to se empleaba en estas comidas que se daban en las casas, y á las que por la ley debian ser convidados, especialmente los pobres y los Levítas, las viudas, los huérfanos y los extrangeros; y para que la avaricia no pudiese substraer nada de esta asignacion, cada padre de familia tenia precision de protestar delante del Señor que no habia. destinado nada á otros usos impuesto singular, de quel no se halla ejemplo casi en ninguna otra república. Edit,

(99) No se sabe por qué algunos hombres austeros y tristes hán estado siempre tan dispuestos á dar á la religion judía colores lúgubres. Esta era una policía santa, que no prohibia los placeres honestos; si estaba mandado servir al Señor con temor, tambien debia servírsele con alegría. Aut.

(100) Confirmemos todo lo que hemos dicho mas arriba con el testimonio de algunos Médicos. La carne gorda, dice Lemery, tratado de los alimentos, es dificil de digerir, propia para producir un y quitar el apetito. suco grosero y espeso, para excitar nauseas La sangre de cualquier modo que se coma es dificil de digerir, y produce mucha cantidad de humores crasos.

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El objeto de las leyes de Moysés, dice el célebre Mead, era preservar á su pueblo de la idolatría, y de toda porquería. Á esto se dirigian todas sus prohibiciones de comer sangre bestias

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muertas, carnes de puerco, y otros animales. Estos alimentos

producen sucos groseros, peligrosos y dañosos en las enfermeda des de la piel. V. su Médica sacra. V. tambien á Tissot de la salud de las gentes del mundo. Edit.

(10) Con el mismo objeto y para procurar tierras á un número mayor de ciudadanos estaba prohibido en muchas repúblicas de la Grecia poseer mas de cierta cantidad de fanegas. Los Romanos tuvieron una ley semejante, pero todavía mas inútil; su autor mismo fué el primero que la infringió. Aut.

(102) Esta inenagenabilidad de tierras entre los Hebréos se ha notado por algunos autores aun pagános, por Diodoro de Sicilia, lib. 40, §. 3, &c. En muchos pueblos de la Grecia, los Locrios, Atenienses, Esparciatas, &c. estaba también prohibido enagenar la herencia paterna, ni hipotecar deudas sobre tierras de labor (Arist. repub. lib. 2, cap. 7,). En Locros y Esparta los que se veían obligados á vender sus fundos quedaban reducidos á la última clase de ciudadanos, de donde ni ellos ni sus hijos podian salir ya leyes duras y menos sábias seguramente que las de Moysés. En general los Legisladores antiguos no miraban como ciudadanos propiamente sino á los propietarios. Edit.

(103) V. Lev. 25, v. 23. Si alguno ha vendido una casa en una ciudad cercada de murallas tendrá derecho del rescate hasta fin de año; pero si en este tiempo no se ha rescatado, la casa quedará absolutamente para el comprador, y no saldrá al jubiléo. Las casas de pueblos no cercados se mirarán como los fundos rústicos. El vendedor tendrá derecho al rescate, y el comprador saldrá al jubiléo. Tambien resultaba de aquí una ventaja que los Prosélitos que no tenian tierras en Israél podian adquirir domicilios en las ciudades. Aut.

(104) V. mas arriba. Aut.

(105) Por espacio de seis años, dice el Exodo, sembrarás tú tierra; pero en el séptimo año la darás de descanso para que los pobres de tu pueblo coman lo que ella por sí produzca, y las bestias del campo coman lo que quede. Exod. 23, v. 70. Aut.

(106) El autor de las Georgicas pone tambien este descanso de las tierras en el número de los medios que contribuyen mas á su fertilidad: Et segnem patière situ durescere campum. Crist. (107) Se ha propuesto para premiarla en una Académia de Alemania, la siguiente cuestion. Si es necesario para las tierras el descanso. Todavía no se han presentado las disertaciones, ó á lo ménos no ha llegado á nuestra noticia. Un Agricultor experimentado y conocido (M. Vilin, uno de los mas apreciables curas de la diócesis de Amiens), á quien hemos enseñado esta carta, y que nos ha dado parte de sus miras, está persuadido que hay pocas tierras que no necesiten este descanso; que las mejores ganan mucho con él, y que es dificil suplirlo con otra cosa. Se pudiera suplir, sí, á fuerza de abonos ó por prados artificiales; pero estos prados fuera de la incertidumbre del suceso, no se conocian entónces, y no en todas partes hay abonos. Notamos que no se ha

bla de ellos ni en Moysés, ni en Hesiodo. Mucho tiempo despues fué cuando las leyes de Aténas prohibieron, so pena de muerte, el robo del estiércol. Virgilio recomienda expresamente su uso: Nec saturare fimo pingui pudeat sata. Crist.

(108) Debemos esta observacion al sábio Micaélis. Véanse sus disertaciones en las memorias de la académia de Gottinga. Aut.

(109) Tambien lo están hoy en la mayor parte de las hordas salvages, y en los estados que carecen de una buena policía. Lo esta ban probablemente todavía mas en los tiempos antiguos. Los almace nes establecidos en Egipto por José, eran almacenes reales. Edit. (101) En muchos estados de Italia, el cultivador está obligado á vender al Gobierno sus granos, sus vinos y sus aceites al precio que el mismo Gobierno fija; y esta postura muchas veces no le deja mas que una ganancia moderada. De aquí el abandono y decadencia de la agricultura. Crist.

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(111) Este es el mal que han causado muchas veces á la Alemania esas compañías que allí se detestan, y sin las que no saben pasar. Crist.

(112) V. el Rico del Evangelio; no dice que estuvieran sus cofres llenos de oro y de plata; sino que sus graneros estaban llenos de trigo, y sus, cillas de vino y de aceite : goza ahora ¡alma mia! Crist.

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(113) Se halla en el Levitico cap. 19, v. 19. Aut.

(114) Unos pretenden como Maimonides que es relativa á algunos usos supersticiosos de los antiguos idólatras, que mezclaban sus simientes en honor de los Dioses. Otros creen que bajo este emblema, Moyses prohibe la mezcla de los Judíos con los pagános ó aquellos desórdenes monstruosos demasiado comunes en los pueblos de Canaám. Aut.

(115) Esta es la nota del célebre profesor de Gotinga citado tantas veces. V. sus cuestiones á los sábios Daneses. Aut.

(116) Uno de los principales preceptos de Virgilio es que se haga esto todos los años.

Vidi lecta diu, et multo spectata labore

Degenerare tamen, ni vis humana quot annis
Maxima quaeque manu legeret.

(117) Deut. 22, v. 9. Esta pena propia de la ley obligaba á los labradores á separar la cizaña del trigo en tiempo de cosecha, como se puede concluir de la parábola que refiere S. Matéo cap. 23, ó á lo menos á limpiar con mucho cuidado sus granos ántes de sembrarlos. Voltaire alaba con razon las ventajas del harnero-cribador; seria de desear que una invencion tan útil fuese mas conocida en nuestras campiñas, Crist.

(118) Deut. 20, v. 19. Aut.

(119) Esta utilidad está explicada en la misma ley. Cuando hayais plantado, dice, un árbol frutal, os será incircunciso por tres años, y no se comerá de él. Al cuarto todo será una cosa santa para el Eterno; pero en el quinto comereis su fruto, y os

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