Oligarquia y caciquismo como la forma actüal de gobierno en España: urgencia y modo de cambiarla. Información en el Ateneo cientifico y literario de Madrid sobre dicho tema

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Página 294 - Ha ofrecido a mi vista una España niña y débil, sin población, sin industria, sin riqueza, sin espíritu patriótico, y aun sin gobierno conocido; unos campos yermos y sin cultivo; unos hombres sucios y desaplicados; unos pueblos miserables y sumergidos en sus ruinas; unos ciudadanos meros inquilinos de su ciudad; y una constitución, que más bien puede llamarse un batiburrillo confuso de todas las constituciones.
Página 490 - Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
Página 743 - Estado español, sobre el patrón europeo que nos ha dado hecho la historia ya cuyo empuje hemos sucumbido..., fundar improvisadamente en la Península una España nueva, es decir, una España rica y que coma, una España culta y que piense, una España libre y que gobierne, una España fuerte y que venza, una España, en fin, contemporánea de la humanidad, que al trasponer las fronteras no se sienta forastera, como si hubiese penetrado en otro planeta o en otro siglo
Página 28 - ... plana mayor», residentes ordinariamente en el centro); 2°, los caciques, de primero, segundo o ulterior grado, diseminados por el territorio; 3.°, el gobernador civil, que les sirve de órgano de comunicación y de instrumento.
Página 490 - Frank Wadleigh Chandler (Romances of roguery, an episode in the history of the novel. New York, 1899), añadiendo: «El espíritu caballeresco, elocuente en los viejos romances y encarnado en Carlos Quinto, al quedar sin empleo bajo Felipe Segundo se convirtió en picarismo».
Página 22 - Gobierno representativo una oligarquía mezquina, hipócrita y bastarda...» y la contradicción que señala «entre la teoría y la práctica, puesto que aquélla proclama que el régimen parlamentario tiene por fin el gobierno del país por el país, y luego ésta pone de manifiesto que la suerte de un pueblo está pendiente de la voluntad del jefe de una parcialidad política o, cuando más, de una oligarquía de notables».
Página 25 - ... no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, -viciado por corruptelas y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias...
Página 747 - Decreto de 1890 sobre cajas de retiro para los operarios de maestranza en los Arsenales, etc. Seguro y socorro mutuo por iniciativa y bajo la dirección del Estado, sin hacerlos al principio obligatorios, conforme al sistema recomendado como preferible por la Comisión de Reformas...
Página 27 - ... a otro lado, el país, los 18 millones de avasallados, que viven aún en plena Edad Media, para quienes no ha centelleado todavía la revolución ni proclamado el santo principio de la igualdad de todos los hombres ante el derecho. Régimen de pura arbitrariedad, en que no queda lugar para la ley; acracia, si se mira desde el punto de vista de la nación; cesarismo, si se mira desde el punto de vista de los imperantes; sin normas objetivas de derecho que amparen a la primera o cohiban a los segundos.

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