y en todo género de literatura se distinguió su aplicacion é ingénio, dice don Alonso de Silíceo en la censura de sus Declamaciones y de sus Epistolas, y por estas mismas se manifiesta, como observa el Cronista Dormer en la suya, que les precede, el aprecio y estimacion que hicieron de él los varones sábios, así de Madrid como de Roma, de Nápoles y otras partes. Fué Caballero del hábito de Calatrava, del Consejo de S. M., su Secretario de Estado y Guerra en el reino de Sicilia, Cronista del reino de Aragon, de las Indias y de Castilla y Leon, y muy docto en la jurisprudencia, en la historia, poética y varia erudicion. Residió mucho tiempo en Italia, y en ella murió en la ciudad de Palermo el año de 1691, como refiere Uberte en los Estrag. del temb., pág. 39. El Cronista D. Diego Vincencio de Vidania que tuvo con él íntima amistad, así en Aragon como en Madrid y en Sicilia por espacio de 27 años, y fué heredero de sus libros y papeles, como se ve en el prólogo que dió á Los ócios morales, y en su dedicatoria advierte que estuvo enfermo dos años, cuando murió, sin dejar sus ocupaciones, que fué ejemplar su piedad, su caridad y compasion con los necesitados, y que su génio nada tenía de austero y sí mucho de suave y cortesano. Las obras que es

cribió son:

Ayala en 1674, en 4.°, por Francisco Tizón, donde los versos amenizan sus asuntos.

3.o-Epistolas varias, consagradas á la católica Magestad del Rey D. Cárlos II, N. S. Monarca de las Españas y del nuevo mundo. Madrid, por Francisco Sanz, 1675, en 4.o. Son dirigidas á varios sugetos de España, de Italia, de Alemania y de otras partes sobre puntos de historia, de erudicion y varia literatura.

4.-Vidas de los filosofos Demócrito y Heráclito. Zaragoza, por los herederos de Pedro Lanaja, 1676, en 4.o.

5.o - Relaciones históricas generales desde primero de Enero de 1670 hasta el último de Diciembre de 1676, que se hallan á continuacion de la Historia de España del P. Juan de Mariana, prosiguiendo su página 577 del tomo segundo.

6.-Genealogia de la casa de Salazar de la línea de Somorrostro. De ella trata D. Juan Lúcas Cortés en su Bibliot. Hisp. Hist. Geneal., pág. 109.

7.o-Ascendencia de D. Luis Estevan de Pineda Matienzo, á quien cerca del año de 1695 creó Conde de Pineda el Señor Rey D. Cárlos II. Trata de ella el citado Cortés.

8.- Glorias del pincel. Resúmen de grande erudicion y elegancia para esta noble arte, segun D. Antonio Palomino de Castro en el Museo Pictorio, pág. 164 del lib. 2, cap. 10, § 4.o del tomo I.

9.°-Memorias y méritos con que suplicó se le nombrase Cronista de Aragon. Refiere este escrito La Biblioteca de don Luis Cueto y Lopez, impresa en Zaragoza, pág. 183.

10.-Genealogia de D. Félix de Lucio Espinosa para tomar el hábito de Caballero de la Orden de Calatrava, y noticia de los linajes de Lucio, Espinosa, Malo, Rudilla y Gurrea, que él tenía. Zarago

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za, en folio. La imprimió despues de admitidas sus pruebas.

11.-Carolo II Augusto, Hispaniarum Regi, Aragoniam adventi. Panegiricum D. O. C. Felix de Lucio Espinosa, et Malo Serenis. Juan Austriaco. Zaragoza, en 8.o.

12.-Ocios morales divididos en descripciones simbólicas y declamaciones heróicas. Dedicados á los Ilmos. SS. Diputados del reino de Aragon por el Doctor D. Diego Vincencio de Vidania. Zaragoza, por Manuel Roman, 1693, en 4.o, y por Francisco Moreno, tambien en 4.0.

13.-Urania canta lágrimas eternas y afecto de un corazon puesto en Dios N. S. Imprimió estos versos Josef Alfay, equivocando el nombre del autor, en las Delicias de Apolo, pág. 64, edicion de Zaragoza, por Juan de Ibar, 1670, en 4.o.

14.-Advertencias poéticas. Opúsculo MS. estimado de los curiosos.

15.-Poesias diversas y otros papeles, como dice el citado Vidania, y que fueron obras alabadas, así en prosa como en metro. El Cronista Andrés acuerda su linaje en las Arm. y Blas. MS. y manifiesta el de Lucio en un escudo azul con un cometa de oro, tomando los rayos todo el escudo. Lumbreras y Cuartero (D. Josef Millan).

Nació en Tabuenca el 14 de Noviembre de 1666. Fueron sus padres D. Josef, cuyo linaje tiene las armas de cinco estrellas de plata en azul, y D. María Cuartero, persona de calidad ilustre. Concluidos los estudios recibió en 27 de Mayo de 1699 el grado de Doctor en teología. Fué cura Párroco del Santo templo de Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza hasta el 14 de Setiembre de 1711, en que tomó posesion de la Canongía Magistral de la Santa Iglesia de Zaragoza, en donde murió el 24 de Setiembre de 1725. Su sabiduría en las ciencias

propias de su estado, y su virtuoso tenor de vida no dejarán de hacerle constantemente su elogio. Escribió:

1.°-Oracion panegírica de San Juan Bautista, que dijo en la fiesta que le dedicó su Sagrada religion y milicia en su templo de Zaragoza, dia 24 de Junio de 1700. Zaragoza, por Pascual Bueno, año 1700, en 4.o.

2.- Oracion evangélica que predicó en 23 de Octubre de 1713 en la fiesta de la canonizacion de Santa Catalina de Bolonia, religiosa Clarisa, en la Iglesia del Real Convento de San Francisco de Zaragoza, por encargo de su Cabildo Metropolitano, y dió á luz, dedicándoselo á éste el referido Convento. Zaragoza, por Diego de Larumbe, 1713, en 4.o. Va al fin de la Relacion de dichas fiestas.

3.o-Ilustracion con advertencias del Ritual cesaraugustano, que se publicó con el título: Ordo ministrandi fidelibus pleraque Sacramenta, et sepeliendi Christianorum corpora, et peragendi Ecclesiasti cas alias funciones juxta formam Ritua lis Romani, Diocesis Cæsaraugustana. Zaragoza, 1715, en 4.°, y en 1740 por Francisco Moreno, en 4.o.

4.°-Sermon en la solemnísima traslacion del Santísimo Sacramento del antiguo al nuevo Santo Templo de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Dedicado por su Cabildo Metropolitano al Rey Católico D. Felipe V. Zaragoza, por Manuel Roman, 1719, en 4.o.

5.o-Discurso sobre San Millan, aragonés. MS. curioso, como lo llama el Maestro Jesuita P. Pedro Lumbreras, Catedrático de Prima de su Colegio de Zaragoza, Calificador del Santo Oficio y Examinador Sinodal de este Arzobispado, deudo del autor en la censura que dió al Congreso Apologético de San Millan, escrito por el Dr. Gomez de Liria, é impreso en Zaragoza en 1733, quien

nago y Cañete, sobrino del llamado Papa Benedicto XIII, de la casa de los señores del Estado de Illueca y de Gotor, Condes de Morata y Marqueses de la Vilueña y de D. María Fernandez de Jarava, de cuya nobleza trata el Cronista Pellicer en su Informe del orígen, calidad y sucesion de la Excma. Casa de Sarmiento de Villamayor, al fol. 73, advirtiendo que este D. Alvaro, Señor de Alfaro, está muy nombrado en las historias de Castilla y Aragon, así por su valor y linaje, como por haber sido padre del Maestre D. Alvaro de Luna, Progenitor en España y en Italia de más de 170 casas de potentados, grandes, títulos y caballeros de Estados, como pondera Salazar de Mendoza en varias partes y en el libro 3 y cap. 27 de las Dignidades hace memoria de don Alvaro.

Su hijo, de quien se trata, quedó muy niño cuando murió su padre, y lo tuvo á su lado y educó su tio D. Pedro de Luna, Arzobispo de Toledo, hasta la edad de 18 años, que fué á la córte, y entonces residia en Guadalajara, en el segundo año del reinado de D. Juan II de Castilla, de quien fué Doncel y despues su mayor Privado y Confidente. De su padre solo heredó D. Alvaro los Señoríos de Cornago y de Jubera; pero por su valor, méritos y servicios, fué desde el año 1445 Maestre de la Orden de Santiago, Gran Condestable y Capitan General de Castilla, Duque de Trugillo, Conde de Santiestevan, de Ledesma y otros tres Estados, Señor de la ciudad de Osma y de 60 villas y fortalezas, con más de 20.000 vasallos, como refiere el Caballero Fernan Perez de Guzman en sus Generaciones, semblanzas, etc., de notables Caballeros, adicionadas por el Dr. Galindez, cap. 34, y por 30 años árbitro de la confianza de aquel Soberano. En Aragon pudo tambien haber sido Señor de Borja

y Magallon, que le ofreció el Rey don
Alonso el Magnánimo, reconocido á sus
servicios á los de su casa de tan nota-
y
bles méritos en Aragon. Los grandes
acaecimientos de aquellos tiempos, los

sucesos, empresas y variaciones que tuvieron, colmaron á D. Alvaro de alabanzas y de vituperios, y sus émulos y enemigos tuvieron valor para arrojarlo á la mayor humillacion, hasta hacerlo representar uno de los más señalados ejemplos de la insconstancia de la fortuna, como dice D. Francisco Vergara y Alava, del Consejo de Ordenes, en su Regla y Establecimiento de la Orden y Caballería de Santiago, pág. 34 y 35, muriendo cortándole la cabeza en Valladolid en el año 1453, no sin lágrimas de muchos. Finalmente, no tardaron en disputar y escribir en su favor, dice el Cronista Abarca, pág. 2 de sus Anales, fol. 226, 227 y 228. En España y fuera de ella escitó la conmiseracion, la justicia y el agradecimiento contra la fortuna y la envidia, notando aquella muerte de irregular en las causas y poco legítima en las pruebas; escribiendo hombres exactos, que despues de mucho tiempo declaró el Consejo Real por injusta la sentencia en juicio contradictorio con el Fiscal del Rey, y aunque nuestras diligencias, añade, no han podido asegurar más este suceso, parece merecido». Como observan varones sábios, entre ellos el Doctor Salazar de Mendoza, la sentencia no contenía delito especial, siendo los cargos generales. D. Gaspar Galcerán de Castro, Conde de Guimerá, en sus Var. Suc. y Trat., MS. folio 281, siente lo mismo, y entre sobre otros es famoso el recuerdo que ello presenta la crónica de D. Alvaro de Luna, que publicó con varios doctos apéndices D. Josef Miguel de Flores, Secretario perpétuo de la Real Academia de la historia, cuya segunda impresion se hizo

En la misma capilla yace en otro sumptuoso sepulcro la Condesa D." Juana de Pimentel, su segunda muger, que murió en el año de 1485, de quien dejó ilustre descendencia. Esta señora fué hija de D. Rodrigo Alonso de Pimentel, y D. Leonor Enriquez, Condes de Benavente, su primera mujer; de quien no dejó sucesion, fué de D. Elvira Portocarrero.

Fué tambien el Maestre D. Alvaro un caballero muy instruido é ingenioso, y don Nicolás Antonio, en su Bibliot. Hisp. Vet., lib. 10, cap. 6, fol. 248, núm. 322, dice que en la biblioteca del Conde de Villaumbrosa habia un libro que se atribuía á D. Alvaro, y que tenía por título: De las claras mujeres hebreas, gentiles y christianas. Esta obra constaba de tres libros. En el primero habló de las virtuosas y claras mujeres hebreas. En el segundo de las gentiles, y en el tercero de las christianas. Manejó esta obra el Padre Gabriel de Henao, que es uno de sus elogiadores, como lo dice al despe

dirse de los notables hechos militares de los cántabros, informado de ella, y trasladando un fragmento en sus Investigaciones de la Cantabria, tomo 2, pág. 285. En efecto, en la librería del Colegio Mayor de San Bartolomé de Salamanca se hallan dos ejemplares de la dicha obra con el título: «Don Alvaro de Luna, claras mugeres.» Véase el Marqués de Alventos en la Hist. del mismo Coleg., tomo I, pág. 312. El Comendador Fernan Nuñez, en la glosa sobre las Trescientas del famoso poeta Juan de Mena, en la copla CCLXV, habla de las que hizo el Maestre D. Alvaro de Luna contra el Infante D. Enrique, cuando apoderado de Toledo mandó deshacer la estátua de cobre sobredorado que D. Alvaro habia hecho colocar sobre su sepulcro en la referida capilla de Toledo, y pone el principio de dichas coplas.

En las dichas obras y en otras que en ellas se citan, se estiende la noticia de D. Alvaro y de su padre, Caballero aragonés, de quienes asimismo tratan Zurita en varias páginas de sus Anales, del mismo modo que de sus abuelos y progenitores, el Canónigo Blasco de Lanuza en sus Histor. de Aragon, tomo I, libro 4, capítulo 20, fol. 386, y con particulares reflexiones el Cronista Fabricio de Vagad, en su Chron. de Arag., Prol. 3, pág. 10, columna 2, á que siguen otros autores acordando del mismo modo en D. Alvaro su naturaleza y casa de Aragon; pues aunque su nacimiento hubiera sido en Castilla, su padre, que era rico-hombre de Aragon, y estaba empleado en el Real servicio, le continuaba su naturaleza aragonesa, conforme á las leyes y fueros de ambos reinos. Recopiló tambien recientemente la vida del Maestre D. Alvaro de Luna el inglés Miguel Gueddes en sus Obras póstumas. Lóndres, 1715, publicadas por Bernardo Lintott.