y forme á las costumbres de aquellos tiempos. Tambien tiene á veces el estilo cierta energía, señaladamente en la descripcion de los combates; mas este fuego se apaga bien pronto, y vuelve á reinar la prosa monótona, fria cansada. Digo prosa, no solo porque falta el colorido poético, sino porque en realidad no hay sistema alguno de versificacion, sino renglones desiguales, unas veces de doce sílabas, otras de catorce, de diez y seis y aun mas, segun conviene al autor para concluir un periodo. Ya toma un asonante y le sigue hasta le cansa, ya un consonante y hace lo mismo, ó mezcla unos y otros á su antojo. que Tal vez muchos de estos defectos no serán de él, sino de los copiantes; pues Dios sabe las alteraciones que se habrán hecho en el original despues de tantos siglos. Lo cierto es que el poema ha llegado á nosotros incompleto, pues le falta el principio; y que no ha habido varios códices para confrontarlos y purgar los errores. El marques de Santillana no habló de este poema en su carta al condestable de Portugal, lo cual prueba que era poco conocido en aquellos tiempos, y tal vez estaria hoy sepultado en el olvido, si no le hubiera dado á luz el erudito D. Tomas Sanchez, á quien tanto deben las letras españolas. ÍNDICE. Origen de la monarquía castellana y descrip- glo X. CAPÍTULO II. Páginas. 41 Estado social de la monarquía castellana CAPÍTULO III. Origen del sistema politico representativo en Europa: admision y facultades legislati- 58 CAPÍTULO V. CAPÍTULO VI. Estado social del primitivo reino pirenáico: fueros de Sobrarbe, de Jaca y de Navar- ra; derechos de los señores en este reino, CAPÍTULO VII. Acrecentamiento y estado social de la mo- narquía aragonesa desde su primer rey CAPÍTULO IX. CAPÍTULO X. CAPÍTULO XIII. APÉNDICE I. Relacion del cronista Nuñez de Castro sobre |