DE LAS OPOSICIONES À LAS CÁTEDRAS de Medicina práctica.

S. I.

Habiendo de proveerse en lo sucesivo estas Cáte

dras por rigurosa oposicion, como queda prevenido en el capítulo III, §. 1, luego que se verifique vacante, lo pondrá en mi noticia el Director, proponiéndome los tres Exâminadores que hayan de acompañarle, y al Catedrático que quedare; y quando aquel no pudiere asistir por estar ocupado cerca de mi Real Persona, me propondrá uno mas, para que sean cinco los Jueces del Concurso.

2.

Se hará la convocatoria por carteles que se fixarán en la Corte y Sitios Reales, Universidades y Capitales del Reyno, y en ellos se manifestarán los honores, sueldos y emolumentos que gozan, señalando el término que parezca conveniente, para que dentro de él firmen la oposicion los pretendientes por sí, ó por Apoderado, presentando desde luego el Título despachado por el Proto-Medicato, y las Certifi

caciones que acrediten sus estudios de Botánica, Química y demas que tuvieren, cuyos documentos pondrán en poder del Secretario de este Real Estudio, que lo será igualmente del Concurso, si no se manifestare Opositor; en cuyo caso lo hará presente al Director, para que nombre otro en su lugar que sirva el empleo en estos exercicios.

3.

Concluido el término señalado se juntarán los Censores, á quienes dará cuenta el Secretario del número de Opositores, sus méritos y exercicios literarios; á cuyo fin, conforme vayan presentándose, los irá extractando en un libro que servirá solamente para los Concursos, y en seguida se escribirán en cédulas separadas hasta el número quadruplicado de pretendientes otros tantos puntos de Medicina práctica para el primer exercicio, segun el que tocare por suerte, guardando aquellas en una caxita cerrada, cuya llave tendrá el Director, ó el que en su nombre presida el Concurso, hasta el dia que se determinare para tomar puntos.

4.

El órden de leer, y formacion de trincas serán

tambien por sorteo, que se hará á presencia de todos los Opositores, teniendo escritas cédulas separadas con el nombre y apellido de cada uno, que custodiadas en una caxita en la forma que queda dicho en el §. anterior, las sacará el Portero una á una, con cuyo órden formará la lista el Secretario.

5.

El primer exercicio de los tres que ha de hacer cada Opositor consistirá en una Oracion latina, trabajada en el término de veinte y quatro horas, sobre qualquiera de los tres puntos sorteados á eleccion del Opositor, cuya cédula quedará fuera, volviendo las demas al arca.

6.

Escogido el punto, será conducido el Opositor á la Biblioteca, ú otra pieza, donde se le asistirá con cama, recado de escribir, y quantos libros necesitare.

7.

Á la media hora entregará al Secretario dos conclusiones sobre el punto sorteado, é inmediatamente se sacarán quatro copias, dos para los contrincantes, una se fixará á la puerta del Anfiteatro con la gra

duacion, nombre y apellido de aquel y estos, y la otra se copiará en el libro de Concursos.

Durante las veinte y quatro horas cuidará el Bibliotecario de que el Opositor no hable con persona ninguna; y si aquel lo fuere, le zelará en su caso uno de sus contrincantes.

9.

Pasado el término, y antes de salir al Anfiteatro entregará firmada su Disertacion al Presidente del Concurso, quien se la dará despues para leerla públicamente en la Cátedra, cuyo acto durará media hora; y no completando el tiempo, no merecerá censura: aunque si su estilo, método y doctrina pudiesen subsanar la falta, tendrán facultad los Jueces de dispensar cinco minutos solamente; y no servirá leer de memoria para llenar la media hora; pero no impedirá la falta de este exercicio para continuar los demas y concluida la leccion sufrirá dos argumentos de sus contrincantes de media hora cada uno en la forma que mas le acomode sin que se obligue á ninguno á hablar en forma silogística.

10.

Turnarán así todos los Opositores hasta haber concluido este primer exercicio, que por el mismo órden principiará el segundo.

II.

Consistirá este en pasar los Jueces, el Opositor y sus contrincantes á la Enfermería, ú otra sala del Hospital, á visitar el enfermo que se señale, el qual será de distinta clase de mal del que hubiere disertado; pues si lo hubiere hecho de enfermedad aguda, el paciente será de dolencia crónica, y al contrario. Le verá el Opositor, tomará la indicacion; y despues de estar bien satisfecho, antes de apartarse de la cama, dirá el nombre de la enfermedad, y el estado en que se halla. Concluido este acto pasarán á la sala de exercicios literarios, y colocado el Opositor en la Cátedra, propondrá el caso en idioma Castellano, caracterizando la enfermedad por sus signos, explicando su diferencia específica, con relacion de la edad y temperamento del enfermo, investigará las causas, instituirá el pronóstico, y hablará de la curacion, no solo en el estado en que se halle, sino tambien de la diversidad de medios que deben em