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de la dicha órden, é que es muy buena obra, é se ha gastado mucho en ella, á causa de que la obra es tal, é la carestía de los materiales grande, é que está casi acabada, que le falta poco; é que para ello proveia el dicho Martin de Aranguren, por su mandado, de todo lo que era menester é se le pedia; é cree este testigo, que fué muy moderado el dicho gasto, porque es la obra buena, como dicho tiene, é que monta ‚é la cantidad que la pregunta dice.

Á la novena pregunta dijo, que la sabe porque este testigo se halló en la enfermedad del dicho Sr. Obispo, é vido cómo gastó mucho para su salud en médicos é medicinas, é que despues de fallecido sabe que gastó en todo lo que fué necesario á su entierro é honras é mandas,

é

que en ello hubo mucha moderacion, é se gastó todo con toda honestidad, sin pompa ni sin superfluidad ninguna. Todo lo cual que dicho tiene dijo que es la verdad, para el juramento que hizo, é siendole leido dijo, que en ello se ratificaba é ratificó, é firmólo de su nombre.-FRAY LUCAS DE ALMODOVAR, enfermero de S. Francisco.1

[DECLARACION DE FR. PEDRO DE GANTE.]

Á la primera pregunta dijo, que conosció al dicho Sr. Obispo de veinte y un año, poco más ó ménos, á esta parte, porque eran profesos de una orden, é este testigo trataba con el Sr. Obispo mucho; é conosce al dicho Martin de Aranguren de seis años á esta parte. Á la segunda pregunta dijo, que la sabe como en ella se contiene, porque como dicho tiene, este testigo trataba con el dicho Sr. Obispo, é sabe que desde el tiempo que la pregunta dice, el dicho Martin de Aranguren era é fué su mayordomo, hasta que el dicho Sr. Obispo falleció.

Á la tercera pregunta dijo, que la sabe como en ella se contiene, porque este testigo ha residido é reside siempre en la ciudad de México en el monasterio que en ella está fundado de Sr. S. Francisco, más de veinte é cinco años á esta parte, é todo lo más de este dicho tiempo ha continuado en el dicho monasterio de esta dicha ciudad de México, é sabe que desde el tiempo que conosció al dicho Sr. Obispo hasta que falleció, siempre continuaba á hacer é hizo muchas limosnas, así á personas necesitadas, mujeres viudas é doncellas huérfanas, para mantenerlas é casarlas á su propia costa, é en ello tenia gran cuidado: asimismo hizo á este monasterio una enfermería á su propia costa, gastando muchos dineros en la labor é edificacion de ella, la cual es muy buena é muy acepta á Dios, porque á causa de haber la dicha enfermería, concurren en el hospital de todos los religiosos de esta Nueva España, é si por la dicha enfermería no fuera, cree este testigo que hubieran muerto muchos de los religiosos que han enfermado, para todo lo cual, demas y allende de esta dicha enfermería, proveia á la continua para la cura é salud de los dichos religiosos, así de vino é medecinas é otras cosas necesarias, é hábitos, en todo lo cual proveia

I Trae su vida Mendieta, Hist. Ecles. Indiana, lib. V, pte. 13, cap. 49.

abundantemente, que jamas faltaba cosa para cura de dichos enfermos; é sabe este testigo, porque via hacer lo susodicho; é vido que era más la costa que en las dichas obras pías hacia, que lo que su prebenda valia, porque lo oyó decir al dicho Sr. Obispo muchas veces, porque este testigo lo trataba é comunicaba con el dicho Sr. Obispo muchas veces, é sabe que á esta causa estaba y estuvo siempre necesitado. Á la cuarta pregunta dijo, que la sabe porque lo oyó decir al dicho Sr. Obispo, é que sabe que es rico y acreditado, é por tal lo tiene.

Á la quinta pregunta dijo, que la sabe porque como dicho tiene, el dicho Sr. Obispo lo comunicaba con él, é vido que en todo lo que el dicho Martin de Aranguren gastaba por mandado del dicho Sr. Obispo, lo hacia con mucha voluntad é amor que le tenia.

Á la sexta pregunta dijo, que ha visto las cuentas que el dicho Martin de Aranguren tenia é tiene de los dichos gastos é costas que pagaba por el dicho Sr. Obispo y por su mandado.

Á la séptima pregunta dijo, que ha visto el libro de las dichas cuentas, firmado de dicho Sr. Obispo, é conosció la firma que acostumbraba firmar.

Á la octava pregunta dijo, que la sabe porque como uno de los de la órden del Sr. S. Francisco, é persona que continuo residia en el dicho monasterio, que era necesario el dicho dormitorio en la pregunta contenido, que hizo el dicho Sr. Obispo para los religiosos de la dicha órden, é que es muy buena obra, é se gastaron en ella muchos dineros, porque es la obra tal, é que está casi acabada, é sabe que para ello proveia el dicho Martin de Aranguren, de todo lo que era menester é se le pedia; porque este testigo entendió en parte del gasto de la dicha obra, é enviaba al dicho Martin de Aranguren los obreros que en dicha obra labraban para que les pagase su trabajo: é que sabe este testigo fue muy moderado el dicho gasto, porque es la obra buena, como dicho tiene, é monta la cantidad que la pregunta dice.

Á la novena pregunta dijo, que lo ha oido decir lo en ella contenido á los religiosos de su órden, é á muchas personas que en la enfermedad del dicho Sr. Obispo se hallaron, é despues á sus obsequias, y en lo demas. Todo lo cual que dicho es, dijo que es la verdad, para el juramento que hizo, é firmólo de su nombre. Todo lo cual sabe este testigo, como dicho tiene, porque el dicho Sr. Obispo le tenia á este testigo por muy compañero é hijo en todo muy familiar, porque en todas las confirmaciones que hacia é en todos sus secretos tenia á este testigo como hermano, é comunicaba con él siempre todo lo que dicho tiene, é sabe que hace mucha falta á todas las órdenes de Nueva España, porque él socorria en sus necesidades con limosnas como verdadero padre: é esto dijo que decia, demas de lo que dicho tiene por las preguntas del dicho interrogatorio.- FRAY PEDRO DE GANTE.

E despues de lo susodicho, en diez y nueve dias de dicho mes de Julio de mil y quinientos é cuarenta y ocho años, ante el dicho señor alcalde, é con presencia de mí el dicho escribano, pareció presente el dicho Martin de Aranguren, é dijo que tenia dada la informacion

que le convenia, é pedia al dicho señor alcalde, é mandaba á mí el dicho escribano, le diese un traslado ó dos ó más, en pública forma, en manera que haga fe, é interpusiese en ello su autoridad é decreto judicial, é pidió justicia. É luego el dicho señor alcalde dijo, que mandaba é mandó á mí el dicho escribano saque un traslado ó dos ó más de la dicha probanza, en pública forma, en manera que haga fe, é los dé al dicho Martin de Aranguren, á los cuales é á cada uno de ellos dijo que interponia é interpuso su autoridad é decreto judicial, tanto cuanto podia é con derecho debia, é firmólo de su nombre, siendo presentes por testigos Alonso Sanchez é Sancho Lopez, escribano públi-ALONSO DE BAZAN.— É pasó ante mí, GASPAR CALDERON, ES

co.

CRIBANO.

É yo Gaspar Calderon, escribano de S. M., é uno de los del número de esta gran ciudad de Tenuxtitan México de esta Nueva España presente fuí á lo que dicho es, en todo con los dichos testigos, é de pedimento del dicho Martin de Aranguren é mandamiento del señor alcalde, que aquí firmó su nombre,- ALONSO DE BAZAN,-lo susodicho fice escribir y corregir, y por ende fice aquí este mi signo en testimonio de verdad.- GASPAR CALDERON, ESCRIBANO PUBLICO.

NÚM. 45.

UNA RELACION de lo que quedÓ DEBIENDO EL ILLMO. SR. ZUMÁRRAGA Á MARTIN DE ARANGUREN, Lo que cobró DESPUES DE SU FALLECIMIENTO EN LOS BIENES QUE dejó, y su dispENDIO; Y CONSTA HABER FALLECIDO Á 3 DE JUNIO DE 1548.

[Este documento tiene el mismo orígen que el anterior, y tambien ha desaparecido el original.]

M

UY ILLTRE. Y MUY RMO. SEÑOR: De parte de V. S. Rma. me hablaron los muy Rdos. Sres. doctor Sobranis, y canónigo de Velazquez acerca de que V. S., como Prelado y Pastor, queria ser informado de los bienes que quedaron y fincaron del Sr. Obispo, mi señor, de buena memoria, así de estancias, huertas é otras posesiones, é cualesquier otros bienes en cualquiera manera, para que habiendo algunos bienes fuesen para ayuda de pagar ciertos pesos de oro que al Rmo. Sr. Obispo de Michoacan se habian de pagar de cierta condenacion que contra los bienes del dicho Obispo se habia hecho y en su favor; y teniendo entendido la santa y buena intencion de V. S., para satisfacer á V. S. de cómo á mí se me deben cantidad de pesos de oro, en esta haré declaracion de todo lo que yo supiere, con toda claridad, como á V. S. le constará por escrituras y recados aquí contenidos: lo cual hubiera hecho ántes, sino por no dar pesadumbre á V. S., y no pensase que queria cobrar el resto que se me debe; que justamente y con tan buen título como el dicho Sr. Obispo de Michoacan lo podia hacer.

V. S. Rma. sabrá que antes que yo tuviese cargo de la casa del dicho Obispo, mi señor, que es en gloria, tuvo una estancia de ganados en el valle de Toluca, el cual tenia para sustentacion de su casa y para proveer á monasterios y pobres, de carneros y ovejas; y por persuacion de los religiosos de S. Francisco, que le hicieron entender que no convenia, lo vendió al Maestre de Roa, y lo que hubo de ello envió á España para cierta capilla y memoria que hizo en su tierra, lo cual es notorio, porque acertó que S. M. le tomase lo que así enviaba, como agora á V. S.

Tenia una huerta junto á Ocuituco, que se dice Monte Sion, el cual se vendió mucho antes que falleciese, por cierta cantidad de pesos de oro que tuvo menester para pagar unos órganos y cierta tela de plata y libros que le enviaron de Sevilla en la nao de Gregorio de Ibarrola, como todo consta por esta carta de venta de que hago presen

tacion.

De otras heredades que tuviese S. Sría. el dicho Obispo, mi señor, no ha venido á mi noticia.

Las casas en que vivo me arrendó S. Sría. por tiempo de diez años por precio de sesenta pesos de minas para cada año, los cuales pagué adelantados, ántes que á ellas pasase, así en lo que se gastó en la obra y edificio de lo que se hizo en dichas casas, como en pagar lo demas á quien S. Sría. mandó, como todo consta por la dicha escriptura, de que hago presentacion para que le conste de ello á V. S.

Los esclavos indios é indias que S. Sría. tenia, los libertó en su vida, como es notorio, no obstante que los tenia por esclavos.

Una negra, María, panadera, que habia mucho tiempo que le sirvió, y su marido, un negro, los libertó en remuneracion de sus servicios.

Otro negro esclavo carpintero, que se decia Pedro, me vendió S. Sría. por trescientos pesos de minas, el cual, queriendo S. Sría. al fin de sus dias dejarle horro, me rogó que sirviese cierto tiempo y quedase despues libre; el servicio del cual vendí en tasa, y cumplido quedó libre como S. Sría. me lo mandó, y hago presentacion de la escriptura de venta.

Lo que habia en casa del Obispo, mi señor, es lo siguiente:

Primeramente, en la sala un retablo grande y ocho guadamacies, los cuales mandó S. Sría., que luego se llevasen á la Madre de Dios, á las monjas, los cuales se llevaron.

Asimismo mandó que le diesen cierto trigo á dicho monasterio, lo cual se llevó.

Asimismo mandó que su cama y todos los adrentes, y todos sus hábitos se llevasen á la enfermería de S. Francisco, lo cual se hizo.

Asimismo mandó y apartó el P. Fr. Domingo, por su mandado, cierta librería para que se llevase al monasterio de S. Francisco para la librería, lo cual mandó en descargo de su conciencia, por los libros que habia traido y habido de su órden cuando fué electo y pasó á estas partes, lo cual se hizo así.

Asimismo se entregó al Sr. D. Rafael de Sobranes ciertos libros que S. Sría. mandó se diesen á la iglesia mayor de esta ciudad, los cuales se entregaron á dicho señor doctor como tesorero de ella, con un terno de brocado que asimismo mandó S. Sría. dar, con la mitra rica y un crismal rico y porta - paz rico, y otras cosas contenidas en una memoria firmada del dicho señor doctor, de que hago presentacion.

Otros libritos que S. Sría. mandó apartar para que se enviasen para Durango, mandó que los vendiesen y en su lugar se comprasen allá otros, y así se hizo.

La cruz pectoral y seis anillos chicos y grandes que tenia S. Sría. los dió en su vida y ántes de que falleciese al P. Fr. Domingo, el cual me rogó los vendiese, porque era para cierta limosna secreta, y así se vendieron al Sr. Obispo de Tlaxcala en ciento cincuenta pesos, y el dicho Fr. Domingo envió la limosna para hacer de ello lo que S. Sría. le mandó.

Tres casullas de raso y damasco con sus albas y recado que habia, mandó que el P. Fr. Domingo los distribuyese en ciertos monasterios que á él le pareciese, y así lo hizo.

Una casulla de damasco con unas figuras de oro mandó que lo vendiese, y el valor se diese en limosna á una persona secreta, el cual se vendió á la Iglesia en ochenta pesos, y se hizo lo que S. Sría. me habia mandado.

Habia en casa una mula que le habia presentado el Obispo de Jalisco, el cual mandó que se le diesen al canónigo Juan Gonzalez, por los servicios que le habia hecho, lo cual se hizo como S. Sría. lo mandó.

Asimismo habia en casa dos caballos de camino los cuales mandó S. Sría. se diesen con sus sillas, el uno á Martin Sanchez, criado de casa, y el otro á Valderas, asimismo criado, lo cual se hizo como S. Sría. lo mandó.

Habia un macho grande donde S. Sría. solia andar, el cual por estar manco quedó en un pueblo y se murió.

Habia una mula castaña, la cual en su vida dió S. Sría. á Pedro Zamorano por ciertos servicios. Pesos de tepuzque.

Vra. Sría. Rma. sabrá que yo tomé
el cargo de la casa del Obispo, mi se-
ñor, por el año de MDXLVI, donde le
hallé alcanzado y endeudado por las
limosnas y obras que hacia, y por la

poca renta que tenia su cuarta, y á
la sazon no alcanzaba su cuarta á dos
mil pesos; y ántes que yo tuviese el
cargo tenia un mayordomo que se de-
cia Hernan Gomez, el cual estaba em-
peñado y endeudado, y así hube de pa-
gar mil pesos para desempeñar, y así
del tiempo que yo tuve el cargo de ma-

Peses de minas.

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