Francisco, me dió el Cid por detrás con la daga una puñalada, que me pasó la espalda, por el lado izquierdo, de parte a parte ; otro me entró un palmo de espada por el lado izquierdo, y caí en tierra echando un mar de sangre. Con esto unos y otros... Provincias vascongadas - Página 264por Antonio Pirala, Antonio Pirala y Criado - 1885 - 623 páginasVista completa - Acerca de este libro
| Catalina de Erauso - 1838 - 216 páginas
...echando un mar de' sangre. Con esto , üttos y otros se fueron .. me levanté con ansias de muerte , y vi al Cid á la puerta de la iglesia: fuíme á él: y él se vino á mi diciendo : perro ¿ todavía vives ? me tird una estocada y la aparté con la daga, y yo le tiré... | |
| Antonio Pirala, Antonio Pirala y Criado - 1885 - 656 páginas
...tras mí el Cid ; tíréle una estocada ; estaba armado como un reloj : salieron otros y fuéronme apretando Llegando cerca de San Francisco me dió...vives? Tiróme una estocada y apartéla con la daga, y tíréle otra con tal suerte que se la entré por la boca del estómago, atravesándolo, y cayó pidiendo... | |
| Academia Colombiana de Historia - 1927 - 856 páginas
...lado izquierdo de parte a parte; otro me entró un palmo de espada por el lado izqu erdo y caí en tierra echando un mar de sangre. Con esto unos y otros...yo me levanté con ansias de muerte y vide al Cid a la puerta de la iglesia; fuime a él y él se vino a mí diciendo: Perro! ¿Todavía vives? Tiróme... | |
| Catalina de Erauso - 1918 - 250 páginas
...lado izquierdo, de parte a parte ; otro me entró un palmo de espada por el lado izquierdo, y caí en tierra echando un mar de sangre. Con esto unos y otros...se fueron ; yo me levanté con ansias de muerte y vi al Cid a la puerta de la iglesia; fuíme a él y él se vino a mí, diciendo: "Perro, ¿todavía... | |
| Catalina de Erauso - 1918 - 260 páginas
...lado izquierdo, de parte a parte ; otro me entró un palmo de espada por el 'lado izquierdo, y caí en tierra echando un mar de sangre. Con esto unos y otros...se fueron ; yo me levanté con ansias de muerte y vi al Cid a la puerta de la iglesia; fuíme a él y él se vino a mí, diciendo: "Perro, ¿todavía... | |
| |