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soient soumis aux mêmes peines; ainsi que tous ceux qui auront cherché à cacher les coupables et à les protéger, au lieu de les dénoncer.

Don Fernando é Doña Isabel por la gracia de Dios Rey é Reyna de Castilla, de Leon, de Aragon, de Sicilia, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cordova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, é de las Islas de Canaria, Conde é Condesa de Barcelona, é Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques de Athenas, é de Neopatria, Condes de Rossellon é de Cerdania, marqueses de Oristan é de Goziano. A los de nuestro Consejo é Oydores de las nuestras Andiencias, é alcades, é alguaciles de la nuestra Casa y Corte é chancilleria, é á todos los corregidores, asistenres, alcades, alguaciles é otras justicias qualesquier de tod as ciudades Villas é Lugares de los nuestros Reynos é señorios é á cada uno é qualquier de vos en vuestros lugares è jurisdiciones á quien esta nuestra car ta fuere mostrada ó su traslado signado de escrivano publico salud é gracia. Sepades que los inquisidores de la heretica pravedad dados é diputados por nuestro muy Santo Padre è los subdelegados de ellos, en los dichos nuestros Reynos é señorios, exerciendo el oficio de la dicha Inquisicion han fallado que muchas y diversas personas, pospuesto el temor de Dios, teniendo el nombre de Cristianos, haviendo recibido agua del Spiritu Santo, han pasado é tornado á fa cer los ritos é ceremonias de los Judios, guardando la ley de Moysen é sus ritos é ceremonias creyendo en ella se salvar, è han cometido otros delitos y errores contra nuestra Santa-Fee catolica, por donde las tales personas han seydo por los dichos inquisidores justa y rectamente declarados è condenados por Hereges apostatas desviantes de nuestra Santa-Fee catolica, relajando aquel

las al brazo è justicia seglar, para que alli recibiesen é reciban la pena que por sus graves delitos merecen. E por quanto algunas de ellas se han ausentado é fuydo, é se ausentan è fuyen de estos nuestros reynos é señorios é sus personas no han podido ser habidas ni se pueden haber para executar en ellas la justicia corporal, é se han ido é se van á otras partes adonde con falsas y siniestras relaciones é otras formas é maneras indevidas ban impetrado é impetran subrepticiamentè exempciones, absoluciones, comisiones, seguridades é otros privilegios á fin de se eximir de las penas en que han incurrido, é de se quedar como quedan en los mismos errores é atientan de se volver è tornar á estos dichos nuestros reynos é señorios para vivir é morar en ellos, de lo qual (si á ello se diese lugar ) sc seguiria grande deservicio á Dios y escandalo á las animas de los fieles cristianos. Por ende queriendo extirpar tan gran mal de nuestros reynos é señorios por lo que debemos a Dios nuestro señor, é á nuestra santa fee catolica, mandamos á las dichas personnas que asi han seydo ó fueren condenadas por los dichos inquisidores, y á cada una de ellas, que no vuelvan ni tornen á los dichos nuestros reynos é señorios por alguna via, manera, causa ó razon sopena de muerte, é de perdimiento de bienes; la qual pena mandamos y queremos que por este mismo fecho incurran é queremos que la tercia parte de los dichos bienes sea para la personna que la acusare, é la tercia para la justicia, é la otra tercia parte para la nuestra camara. É por esta mandamos á vos las dichas nuestras justicias, é á cada uno é qualquier de vos en vuestros lugares é jurisdiciones que cada é quando supieredes que alguna de las personas susodichas estuviere en algun lugar de nuestra jurisdicion sin espérar otro requerimento vayades adonde la tal persona estuviere é le prendades el cuerpo, é luego sin dilacion executeis é

fagais executar en su persona é bienes las dichas penas por nos puestas, segun que dicho es, no embargante qualesquier exemptiones,, reconciliaciones, é seguridades, é otros privilegios que traygan; los quales en este caso quanto à las penas susodichas no les puedan sufragar. Y esto vos mandamos que fagades é cumplades asi, so pena de perdimiento é confiscacion de todos vuestros bienes y esa misma pena queremos que incurran qualesquier otras personas que los tales recibieren ó encubrieren, ó supieren donde están é no lo notificaren á vos las dichas nuestras justicias. E mandamos á los Infantes Duques, Marqueses, Con des, Prelados, é Ricos homes, Maestres de las ordenes, priores, comendadores é subcomendadores, alcaydes de los Castillos é casas fuertes é llanas, é á todos los concejos, justicias, regidores cavalleros, eseuderos, officiales, é homes buenos de todas las ciudades, villas de los dichos nuestros reynos é señorios é a otras qualesquier personas de qualquier ley, estado condicion, preeminencia ó dignidad que sean é á cada uno é qualquiera de ellos; que si para facer écumplir, é executar lo susodicho hovieredes menester ayuda é favor, vos den é fagan dar todo el favor ayuda que les pidieredes é menester ovieredes, sin poner en ello escusa ni dilacion alguna, so las penas que vos de nuestra parte les pusieredes, las quales nos por la presente les ponemos è havemos por impuestas ca para facer é cumplir é executar todo lo que dicho es é cada una cosa è parte de ello, por la presente vos damos poder cumplido con todas sus incidencias é dependencias emergencias, annexidades y connexidades. E por que lo susodicho sea publico é notorio, mandamos que esta nuestra carta, sea pregonada por las plazas é mercados, é otros lugares acostumbrados de las ciudades é villas é lugares de los dichos nuestros reynos é señorios por voz de pregonero

é ante escribano publico, por manera que venga á noticia de todos, é ninguna ni algunas personas.puedan de ello pretender ignorancia, e los unos ni los otros non fagades ni fagan ende al. Dada en la ciudad de Zaragoza á dos dias del mes de agosto año del nacimiento de nuestro salvador Jesu Cristo de mil é quatro cientos é noventa é ocho años. - Yo el rey. Yo la reyna Yo Miguel Perez de Almazan, secretario del rey é de la reyna nuestros señores la fice escrivir por su mandado.

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Note. Cette ordonnance a été copiée sur le premier volume des lettres du Conseil de l'Inquisition, page 31; j'en ai parlé, tome 1, page 255. On voit que les absolutions, les exemptions, etc., dont il y est question, étaient accordées par le pape, mais que son nom y est soigneusement passé sous silence, et que la ville de Rome n'y est pas même citée. Quelles conséquences faut-il en tirer? Voici au moins la dénonciation nonseulement tolérée, mais récompensée, et même commandée avec menace de la peine de mort et de la confiscation: voici les juges eux-mêmes menacés de cette double peine s'ils obéissent au pape dans les affaires du Saint-Office, lorsque Sa Sainteté se mettra en opposition par ses bulles avec les inquisiteurs d'Espagne.

N°. VIII.

Lettre de Jean de Lucena, membre du conseil royal d'Aragon, au roi Ferdinand V, écrite le 26 décembre 1503. Ce conseiller y dénonce au monarque l'opposition qui existe entre les lois et la conduite de l'inquisiteur de Saragosse (Ferdinand de Montemayor, archidiacre d'Almazan, depuis membre du Conseil de la Suprême Inquisition générale), à l'occasion du procès d'un frère de l'auteur même de la lettre. Il signale au roi l'inquisiteur comme se laissant conduire par

les passions les plus odieuses; et il ne doute pas que le procès n'ait eu pour cause les faux témoignages que se sont procurés, avec l'intention de nuire à son frère, les partisans des Juifs pour l'expulsion desquels il a beaucoup travaillé, ainsi que pour la saisie de leurs biens, et le recouvrement de ceux qui avaient été cachés ou aliénés avec fraude. Il apprend au roi que Montemayor méprise les bulles que le pape a expédiées en faveur du prévenu, soit pour l'exempter de la juridiction de l'inquisiteur, soit pour faire exécuter la sentence définitive qui l'acquittait de l'instance sous l'inquisiteur précédent. Il parle avantageusement des services que lui et sa famille ont rendus à Sa Majesté, et il en dit assez pour lui fairè entendre que ce serait une horrible ingratitude de permettre que l'inquisiteur abusât de son ministère pour persécuter des hommes sans reproche qui ont le mieux servi la religion et le souverain. Il touche aussi l'affaire de la confiscation des biens des condamnés.

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Muy alto y poderoso príncipe, rey y señor. Este in» quisidor (1) despues que prendió á mi hermano fasta aquì lo ha tenido y tiene encarcerado de cárcel tan << estrecha que mas no puede ser. No permite que yo, << nimis fijos, ni otro ningund pariente ni extraño le « fable ahun en presencia suya; ni aun ha querido dar lugar que personalmente viniese ante él á proceder « en su causa. Este es un rigor tan apartado de todo << derecho que mas no puede ser. Yo, señor, viendo la << pasion de este juez, y fallando que siempre me ha tenido mala voluntat sin causa alguna, sino porque

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(1) Ferdinand de Montemayor, archidiacre d'Almazan, depuis membre du Conseil de l'Inquisition.

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