La Araucana, Volumen3

Portada
Cormon y Blanc, 1824 - 825 páginas
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 114 - Cosa es digna de ser considerada, Y no pasar por ella fácilmente, Que gente tan ignota y desviada De la frecuencia y trato de otra gente. De {navegables golfos rodeada, Alcance lo que así difícilmente Alcanzaron por curso de la guerra Los más famosos hombres de la tierra. Dejen de encarecer los escritores A los que el arte militar hallaron, Ni...
Página 7 - No el manjar de sustancia vaporoso, ni vino muchas veces trasegado, ni el hábito y costumbre de reposo me habían el grave sueño acarreado. Que bizcocho negrísimo y mohoso por medida de escasa mano dado y la agua llovediza desabrida era el mantenimiento de mi vida. Y a veces la ración se convertía en dos tasados puños de cebada...
Página 172 - Nariz perfeta, boca colorada, Los dientes en coral fino engastados, Espaciosa de pecho y relevada, Hermosas manos, brazos bien sacados, Acrecentando más su hermosura Un natural donaire y apostura.
Página 26 - ¿qué hago entre tanto dolor y desventura? ¿Cómo al injusto amor no satisfago en esta aparejada coyuntura? ¿Por qué ya, pusilánime, de un trago no acabo de pasar tanta amargura? ¿Qué es esto? ¿La injusticia a dónde llega, que aun el morir forzoso se me niega?
Página 29 - ¿Quién pudiera pintar el gran contento, el alborozo de una y otra parte, el ordenado alarde, el movimiento, el ronco estruendo del furioso Marte, tanta bandera descogida al viento, tanto pendón, divisa y estandarte, trompas, clarines, voces, apellidos, relinchos de caballos y bufidos?
Página 179 - Supo decir allí tantas razones [haciendo amor conmigo así el oficio] que medrosa de andar en opiniones, que es ya dolencia de honra y ruin indicio, por evitar al fin murmuraciones y no mostrarme ingrata al beneficio en tal sazón y tiempo recebido, le tomé por mi guarda y mi marido.
Página 38 - Según el mar las olas tiende y crece, Así crece la fiera gente armada; Tiembla en torno la tierra y se estremece De tantos pies batida y golpeada; Lleno el aire de estruendo se escurece Con la gran polvoreda levantada, Que en ancho remolino al cielo sube Cual ciega niebla espesa o parda nube.
Página 118 - Al indio, por pensar que sólo vino A tomar lengua y descubrir camino. Ya la espaciosa noche declinando Trastornaba al ocaso sus estrellas, Y la aurora al oriente despuntando Deslustraba la luz de todas ellas, Las flores con su fresco humor rociando, Restituyendo en su color aquellas Que la tiniebla lóbrega importuna Las...
Página 84 - La sazón, gran Felipe, es ya llegada en que mi voz, de vos favorecida, cante la universal y gran jornada en las ausonias olas definida; la soberbia otomana derrocada, su marítima fuerza destruida, los varios hados, diferentes suertes, el sangriento destrozo y crudas muertes.
Página 2 - Pudiendo ir por jardines y florestas Cogiendo varias y olorosas flores, Mezclando en las empresas y recuestas Cuentos, ficciones, fábulas y amores, Donde correr sin límite pudiera, Y, dando gusto, yo lo recibiera?

Información bibliográfica