Imágenes de páginas
PDF
EPUB

yedra y Alvar Gomez: los cuales temiendo su con→ ciencia, ó despreciando al rey, se fueron con los alterados, y encontrando en el camino á Gomez de Cáceres y Ꭹ á Don Pedro Puertocarrero conde de Medellin, que con 1000 caballos venian llamados del rey á asistirle, les persuadieron que los llamaba para prenderlos; accion no creible del re y ni de la ocasion: mas cierto Enrique no fue venturoso. Fuéronse todos con los alterados. Sentido Enrique dé Alvar Gomez cuando pudiera de tantos, castigó á este solo en confiscacion de sus estados, y mandó á Pedrarias de Avila, ciudadano nuestro, hijo del contador Diego Arias y hermano mayor de nuestro obis→ po, que por fuerza de armas tomase para sí á Torrejon de Belasco, que tomó despues de largo cerco, y hasta hoy poseen los condes de Puñonrostro sucesores suyos.,

XIX. De Olmedo vino el rey á nuestra ciudad, lastimado de la infamia que sus enemigos ponian en su honor, y lo que debiera poner en tela de armas y sangre, puso en tela de juicio. En 7 de Diciembre deste año mandó á Don Lope de Ribas obispo de Cartagena y á Don Garcia de Toledo obispo de Astorga hiciesen informacion de como era hábil para engendrar. Entre otros fue examinado el dotor Juan Fernandez de Soria, natural y vecino de nuestra ciu→ dad á la parroquia de San Roman, médico del rey Don Juan II, y del mismo rey Don Enrique, y como tal declaró que desde la hora que nació el rey es¬

tuvo en su servicio y rigió su salud, sin conocer defecto alguno hasta los 12 años que perdió la fuerza por una ocasion: la cual sabian el obispo Barrientos su maestro, y Pedrò Fernandez de Córdoba su ayo, y nuestro Ruy Diaz de Mendoza, y que de esta ocasion nació el impedimento, maleficio con la infanta Doña Blanca de Navarra. Pero que despues recobró la aptitud perdida, y concluyó afirmando que Doña Juana era verdadera hija del rey y de la reina.

[ocr errors]

197

Томо ІІ.

40

GAPITULO XXXII.

Coronacion del infante Don Alonso.-Lope de Cernadilla ilustre Segoviano.-Diego Enriquez embajador á Navarra.-Fundacion de la hermandad. Prision de Pedrarias en Madrid.-Batalla de Olmedo.Entrada de los rebeldes en Segovia.-Muerte del infante Don Alonso.

I.

ON Juan rey de Navarra y Aragon, en venganza de las guerras que Don Enrique rey de Castilla le habia hecho y causado atizaba las discordias de Castilla, fomentándolas el almirante Don Fadrique Enriquez, suegro del aragonés, y Don Alonso Carrillo arzobispo de Toledo: conocíalo Enrique y su culpable remision habia menguado tanto su autoridad, que estaba mas para mandado que para obedecido: tanto que por orden de los dos se fue á Madrid por Febrero de 1465 años, dejando á la reina su muger y á su hija y á la infanta Doña Isa

bel en nuestro Alcázar, cuyo alcaide era Pedro Monjaraz (nombrado entonces Perucho de Monjaraz) aunque para asistir á las personas reales quedaba Juan Guillen.

En 13 deste mes de Febrero en cabildo pleno Nuestro obispo Don Juan Arias de Auila: Don Iuan Monte, arcediano de Segovia: Don Alfonso Garcia, arcediano de Cuellar y vicedean: Don Luis Vazquez, arcediano de Calatraua, y chantre de Segovia: Don Iuan Garcia, maestrescuela: Don Diego Sanchez, tesorero: Don Esteuan de la Hoz, arcipreste: y Pedro Ximenez de Prexamo, canónigo y maestro en Santa Theologia, con otros canónigos y racioneros concordaron la alternativa entre obispo y cabildo en las provisiones de dignidades, canongías y raciones, como consta del instrumento de la concordia, que original permanece en el archivo catredal (47).

II. En Madrid se determinó que el rey ocupase á Salamanca antes que los mal contentos. Ejecutólo por el mes de Mayo, reconciliando de camino al conde de Alva. Ocupada Salamanca envió á mandar á los alterados cesasen en la desobediencia, y le restituyesen á su hermano. Respondieron con ficcion y sin propósito. Aqui tuvo aviso de la poca seguridad del almirante y arzobispo. Los cuales cogidas (con título de rehenes) algunas fortalezas y largo sueldo, declararon los ánimos hasta alli fingidos: siempre es culpa la ficcion, y con los reyes deslealtad. Partió el rey á Medina, adonde por orden Juan Guillen

suya,

llevó a la reina y a la infanta Doña Isabel: quedan- ' do Doña Juana en nuestro alcázar en poder de su alcaide Monjaraz. De Medina fue á ocupar Arévalo, que estaba por los alterados y habitaba la reina viuda de su padre. Aqui se le descubrieron á Enrique de tropel todas sus calamidades. En pocas horas le llegaron avisos de las mas ciudades de sus reinos levantadas, y que los alterados, cuya cabeza era ya el arzobispo de Toledo, traian al infante Don Alon so de Plasencia á Avila, donde querian coronarle rey de Castilla; por el cual el almirante habia levan tado estandartes en Valladolid. Oprimido Enrique de tantas calamidades se retiró de su gente á ofrecer á Dios sus trabajos y pedirle paciencia. Antes de media noche mandó tocar á marchar, y amaneció en Medina, de donde con su muger y hermana pasó á Salamanca presuroso..

4

En Avila los conjurados en 5 de Junio, con disoluta resolucion y ceremonias tan bárbaras como el intento, celebraron la deposicion de Enrique y core nacion del infante, usurpando sacrílegos al cielo la soberana potestad de hacer y deshacer reyes; y prometiendo falsos al mundo mejor gobierno en la division de dos cabezas: accion en que vieron los reyes que en el respeto consisten la corona y soberano señorío que les da el cielo, y conserva su prudencia.

III. En Salamanca supo Enrique el suceso de Avila, y que apenas le habia quedado en todos sus

« AnteriorContinuar »